⚽ VIERNES ⚽

Estoy en Valdebebas con los niños esperando a Marco y a Claudia. El Real Madrid juega mañana en Sevilla y como el martes juega también la ida de los cuartos de final de la copa del rey también en la capital hispalense, el equipo se va a quedar allí estos días. Claudia me ha pedido que los traiga para que puedan estar un rato con su padre porque de aquí a un par de horas se van.

Estoy en las gradas jugando con Lucas mientras vigilo a María que está pintando un dibujo. Nos ha dado tiempo a ver un poco del entrenamiento del equipo. Cuando he visto a Marcos he flipado, lo da todo en los entrenamientos. Nos hemos mirado un par de veces y me ha puesto nerviosa. Veo venir a Claudia caminando hacia nosotros desde las oficinas de la Fundación.

- Hola -me dice mientras se acerca

- ¡Mami! -le grita María dejando su dibujo y levantándose corriendo para abrazar a su madre

- Hola amor de mi vida, ¿como te ha ido en el cole?

- Muy bien. La seño hoy nos ha enseñado una canción nueva.

-¿Quieres que vayamos a buscar a papá y se la cantas?

- Siiii

- Maya, ¿quieres venir tú también?

- Prefiero quedarme aquí al sol, si no te importa

- Al sol, claro, o por si cierto rubio viene y te morreas con él...

- ¿Aquí en mitad del campo? Claro, así mañana salgo en el Sálvame, no gracias. Te espero aquí, tú tranquila

- Vale, pues en un rato venimos

Claudia coge en brazos a Lucas y se va con Maria a buscar a su padre. Me quedo de pie apretujada en mi chaqueta. A pesar de que hace frío, se está agusto en el sol. He quedado con Marcos que cuando terminara me mandaría un mensaje para que nos viéramos por ahí dentro. No dejo de pensar en los días tan increíbles que llevo con él. Me ha recogido todos los días en casa de Marco y Claudia y aunque no hemos salido mucho, hemos estado juntos en su casa. Muy juntos. De hecho, anoche me quedé a dormir otra vez con él. La sensación de despertarse y tenerlo a mi lado dormido es increíble. No puedo evitar mirarlo cuando duerme, simplemente para convencerme de que es real, de que estamos juntos. Jamás pensé que Marcos se fijaría en mi. Estoy tan enamorada. 

- Hola, ¿eres Maya?- me pregunta un chico acercándose a mi. Me giro para mirarlo y un escalofrío recorre todo mi cuerpo. Sé quien es. Lo sé por las fotos. El chico del que me advirtieron. Tengo que estar tranquila porque tenerlo tan cerca me cabrea. Aún recuerdo todo lo que pasó con Marcos por su culpa.

- Puede, ¿por?

- Bueno, yo soy Álvaro Odr... -me dice mientras se acerca más a mi

- Sé quien eres...

- Vaya, no sabía yo que era tan famoso... -me dice mientras me mira de arriba a abajo. Me está dando un asco que no veas.

- Y no lo eres, simplemente sé quien eres y lo que vas diciendo por ahí de mi... -le digo mientras su cara cambia y se pone serio. Me levanto para irme. No tengo ganas de problemas, y este tío tiene esa palabra tatuada en su cara. 

- Oye, por mi no te vayas -me dice mientras me sujeta del brazo

- Tranquilo, que no es por ti. Yo ya me iba -le digo mientras me zafo de él. Empiezo a bajar los escalones y él me para de nuevo con su mano. Las clases de kárate que di con 15 años tendría que usarlas en cualquier momento.

- Espera -me dice dándome la vuelta- lo siento, ¿vale? Sé que estuvo muy mal por mi parte hablar así de ti sin conocerte, sobre todo a Marco...creo que fui bastante

- Imbécil, arrogante y bastante machista -le digo mientra me giro para encararlo

- Lo sé. Lo siento de verdad, perdóname, es que, me pareces muy guapa

- Joder, ¿en serio? ¿Te crees que soy tonta? porque no entiendo que después de todas las cosas que has dicho de mi, tengas la cara de venir a... ¿a que coño has venido?

- Sólo quería pedirte perdón, por favor

Lo miro sin saber que decir. Se le ve arrepentido, pero luego me acuerdo de las palabras que le dijo a Marco y de la brecha en la ceja de Marcos. Así que voy bajando las escaleras lentamente sin hacerle ni caso mientras me sigue llamando. Giro a la izquierda y me doy de bruces con Marcos, el cual me está mirando con muy mala cara.

- ¿Que haces con este? - me pregunta mientras lo veo mirar con rabia a Odriozola que venía detrás de mi. Este coge y se larga bastante rápido.

- Yo... nada, iba a buscarte

- No me mientas Maya, que te he visto hablar con él

- Y no te miento, él ha venido a hablar conmigo y yo me he ido. Punto.

- Punto no, que llevabas un rato

- Si claro, media hora, no te jode -le digo con ironía

- ¿Te hace gracia? Porque a mi no me la hace

- Marcos, relájate vale...

- ¡No me relajo, vale! Me pegué con él por ti... por las cosas que decía de ti, y tú tan tranquila hablando con él

- ¡Pues no estaba tan tranquila hablando con él! Listo, que eres un listo! - le digo muy cabreada. No sé qué coño le pasa a este hoy. Tendrá la regla o algo

- ¿Yo listo? ¡Y tú eres una niñata!

- ¿Perdona? ¿Que me has llamado? -le pregunto apretando mis puños tremendamente enfadada

- ¡Niñata! Porque eso es lo que eres. Mira que te dijo Marco que no te acercaras a él, y tú ni caso... - me dice mientras se acerca más a mi- ¿de que vas Maya?

- Mira gilipollas - le digo poniéndome a su altura- a mi nadie me dice niñata, y si me escucharas un poquito, eso si tu cerebro de mosquito te lo permite... te darías cuenta de que ¡no ha pasado nada!

- Seguro

- ¡Pues si! ¡Imbecil!

- Imbecil tú, NIÑATA . Al final va a ser verdad que con quien niños se acuesta mojado se levanta...

Míro a Marcos sin poder creerme las cosas que me está diciendo. Es increíble como esa persona dulce y maravillosa se ha transformado en un odioso ¿celoso? Me doy la vuelta y empiezo a andar cada vez más deprisa mientras lo escucho llamarme. Empiezo a correr hasta que llego a la salida de Valdebebas. Es que no tengo ganas de hablar con él. Estoy a punto de darle una patada voladora.

¿Porque no me ha dejado explicarle? Será idiota.
Me paro en la puerta pensando en lo que hacer. Creo que he despistado a Marcos.

De pronto veo un autobús que para en la puerta así que no me lo pienso y me monto en el.
Estoy ya sentada y recupero el aliento. Estoy huyendo lo sé. Huyendo como una niña. Voy a mandarle un mensaje a Claudia y le voy a decir que me han llamado de las prácticas y he tenido que irme para que no se preocupe.

Genial. El novio me ha durado 20 segundos mal contados.