Llevo un rato esquivando las miradas de Marco. Su mirada es fría conmigo y me está poniendo nervioso. Así que decido coger el toro por los cuernos y no retrasar más lo inevitable. Me acerco a mi amigo, el cual está cruzado de brazos con un vaso en su mano, en una de las esquinas del comedor. En cuanto me ve llegar se endereza y me da una larga mirada.
- ¿Podemos hablar? -le pregunto mientras él asiente. Deja el vaso encima de la mesa y salimos de allí para dirigirnos al jardín. Por lo menos aquí espero que no tengamos interrupciones. Maya se nos ha quedado mirando seria. Yo le he guiñado un ojo para tranquilizarla.
Nos alejamos un poco de la puerta. Marco se da la vuelta y me mira.
- Tú dirás -me dice mientras se mete la mano en los bolsillos
- A ver...tenía que habértelo contado antes, pero bueno...tú mejor que nadie me entenderás
- ¿El qué? -me respondo él algo seco
- Pues que... Maya y yo estamos juntos
Marco me mira a la cara. No sé si está cabreado o serio, pero intuyo que algo le molesta.
- ¿Desde cuando Marcos?
- Pues...tampoco es que haya una fecha oficial, pero desde después de Nochevieja
- Aja, pero... ¿sois novios o sólo es un rollo?
- Somos novios
- Aja - dice él asintiendo. Me está poniendo nervioso.
- Quería contártelo antes de que te enteraras de otra forma, y pedirte permiso...
- ¿Permiso? Maya y tú ya sois mayorcitos, podéis hacer lo queráis, no necesitas mi permiso
- Ya...pero ya sabes lo que tú eres para ella, y por nada del mundo me gustaría que tú no lo vieras bien
- Mira Marcos, quiero a Maya como si fuera mi hermana, y cuando lo digo así es porque lo siento, así que sí, voy a preocuparme por ella siempre...y te agradezco que me cuentes que estáis juntos...¿que si lo veo bien? pues mira, si
- ¿De verdad? - le pregunto asombrado, no creí que fuera tan fácil.
- Marcos, eres un buen tío, eres de nuestra familia, te conozco y sé cómo eres. Estaba claro que entre vosotros había algo. Y desde luego no conozco mejor persona para salir con ella que tú
- Gracias tío, significa mucho para mi que me digas esto
- De nada. Ahora Marcos -aquí viene la advertencia, todo no iba a ser bueno ¿verdad?- cómo la vea llorar por tu culpa, no querrás averiguar lo que te haría
- Tranquilo Marco, te juro por mi vida que no voy a hacerle daño, me importa demasiado
- Más te vale
Se acerca a mi y nos damos un abrazo. Me he quitado un peso de encima, la verdad. Y contar con su aprobación significa mucho para mi.
- Eh chicos - grita Claudia apareciendo por la puerta. Cuando nos ve nos mira extrañada- ¿Qué os pasa?
- A ver - le digo acercándome a ella- que le estaba contando a Marco que Maya y yo estamos saliendo
- Ostras - Claudia se queda parada y me sonríe - pues ya era hora petardo
Se acerca a mi y me abraza contenta. Y yo preocupado por lo que pensaran. A veces creo que soy demasiado idiota y me preocupo por cosas que no vale la pena.
- Es una gran chica Marcos- me dice Claudia acariciando mi mejilla con mucha ternura
- Lo sé
- Anda venga, ¿quieres soplar tus velas? Que María no para de preguntar cuando las vas a soplar
- Claro que si.
- Pues venga, vamos
Voy siguiéndolos hasta la cocina. Claudia se para y nos mira.
- Tú vete al comedor –me dice Claudia- que ahora te llevamos la tarta.
Hago lo que ella me dice y me voy al salón. Cuando llego Maya me mira preocupada, le sonrío y le guiño el ojo quedándose ella más tranquila. Estoy al lado de Isco y de Sara. Ella me mira con cara traviesa. Esta tía es otra que no tiene filtros y de un cotilla que no puedo con ella. Además, que le ha dado ahora por comentar todo lo que pasa en el Real Madrid vía twitter y a Isco le molesta bastante que lo haga.
- Uy, Marcos –me dice mientras me mira el cuello- que curioso, tienes un chupón en el cuello
- Puede ser –le digo muy tranquilo, claro que puede ser si me lo hizo ayer mi niña. Lo que no voy a hacer es caer en los jueguecitos de Sara, que sé por donde va. Miro a Maya que también la ha escuchado y me mira con cara de circunstancias.
- ¿Tu también tuviste fiesta anoche? –y sigue la pesada
- ¿Quién tuvo fiesta anoche? –pregunta ahora Isco. A veces creo que no se entera de nada
- Maya –contesta Sara divertida, mientras Isco me mira a mi y luego a ella. Los ignoro a los dos y me voy con María, la cual me echa los bracitos para que la coja.
Las luces se apagan y aparecen Marco y Claudia con la tarta. No voy a negar que me ha emocionado la fiesta y que me siento muy querido por mis amigos. La verdad es que ha sido un detalle todo esto que han organizado, es para sentirse orgulloso. La ponen encima de la mesa y yo me voy con Maria en brazos. La tarta es muy bonita.
- ¿Te gusta la tarta tito? - me dice mi enana- la he elegido yo
- Mucho. ¿Me ayudas a soplar las velas cariño?
Maria asiente muy contenta. Empiezan a cantarme cumpleaños feliz y yo miro a Maya que está en una esquina.
- Pide un deseo tito - me dice Maria mientras yo suspiro y pienso mi deseo.
Cojo a María y la acerco a la tarta mientras los dos soplamos a la vez. Maria se pone muy contenta porque ha apagado ella las velas. La dejo en el suelo. Se acercan todos a felicitarme y poco a poco me voy acercando hasta Maya. Y lo decido. Ya es que me da igual. Es que la veo y lo único que quiero es estar con ella. Que todos sepan que es mía. Así que la cojo de la cintura y la atraigo a mi para besarla. Ella al principio se queda sorprendida y después me devuelve el beso mientras escucho risas y voces por detrás. Pero me da igual. Nos separamos y sonrío. Nos están mirando todos.
- Que si, que estamos juntos - les digo mientras la cojo de la cintura - que somos novios, ¿algún problema ?
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