19. El Derby
Estoy esperando a Marco que viene con Isco a buscarme para ir a Valdebebas. Tenemos que estar allí a las 20.30. Mañana jugamos contra el Barcelona. Dicen que es el partido del año. Si ganamos, nos ponemos a 3 puntos de ellos, y si ganan ellos, va a ser un desastre. Tenemos que ganar si o si. Marco está en racha. Está como en los viejos tiempos, marcando goles en cada partido. La prensa dice que somos Zipi y Zape porque la mayoría de los goles vienen gracias a nosotros. Hacia tiempo que no encontraba un compañero con el que me entendiera también en el campo. Y fuera de él. Considero a Marco uno de mis mejores amigos. Mi relación con él es diferente de la de Claudia.
Veo aparecer el Peugeot de Marco. Me sorprendo porque quien conduce es Maya. Marco va delante. Me monto detrás con Isco. Los saludo a todos. Maya me contesta seria. Me mira a través del retrovisor pero no dice nada.
Empezamos a hablar de la concentración y del partido. Falta poco para llegar a Valdebebas. Supongo que mañana irá Maya con Claudia al partido y por eso nos lleva ella en el coche.
- Marco... -le dice Maya a Marco mientras lo mira suplicante
- No –le contesta él sin mirarla
- ¿Y porqué no?
- Porque no
- Jooo...¿Qué te cuesta?
- Claro que me cuesta, ¡joder Maya!
- Pero Marco...
- Maya, que no, tía que no. ¿Cómo voy a pedirle a Messi su camiseta?
- Pues de Balon de oro a Balón de oro, no creo que pase nada...
- Pues si pasa...tía, ¿Qué dirá la gente de que un jugador del Madrid le pida su camiseta a uno del Barcelona, y encima a Messi?
- ¿Y que pasa? Le dices que es para tu hermana
- Todo el mundo sabe que yo no tengo hermana...así que no flipes vale
- Pues no me digas más que para ti soy como una hermana... - miro a Maya y le ha cambiado la cara. Sé que le ha dolido lo que le ha dicho Marco.
- Maya
- No, de verdad. Recuérdame que cuando me pidas un favor conteste lo mismo que tú
- Pues vale
- Vale
Maya mira hacia la carretera y sigue conduciendo en silencio. Marco se gira y mira por la ventanilla. Nosotros dos estamos callados. Llegamos a Valdebebas y nos quitamos el cinturón para bajarnos. Maya mira a Marco cabreada.
- Pues que sepas que mañana pienso ir al partido con la camiseta del Barcelona –le dice ella con rabia
- Haz lo que quieras. ¡Que bonito va a quedar verte en el palco con la camiseta! ¡Lo mismo no te dejan entrar!
- Pues me voy a mi casa...total para ver como perdéis
Nos bajamos del coche despidiendonos de ella y casi no nos contesta. Me doy la vuelta para mirarla. Maya se asoma por la ventana. Sé que aún no ha dicho la última palabra.
- Ojalá os metan 5 ó 6 y todos por tu banda- le grita a Marco
- ¡Maya, vete a la mierda ! - le contesta Marco
- Pues vete tú delante vaya que me pierda.
Maya sube la ventanilla y se va sin mirarnos siquiera. Marco echa a andar cabreado.
- ¿Que pasa Marco? - le pregunto
- Ya la has oído. Todo el puto día con lo de la camiseta de los cojones. Que no se entera, joder...
- No sé Marco, pero tampoco pasa nada porque le preguntes a Messi... a Maya le haría mucha ilusión
- Pues si tanto te importa, ve y se la pides tú. A mi me dejáis.
- ¿Sabes Marco? - le digo mientras le cojo el brazo para que se pare- creo que no te has dado cuenta pero te has pasado con ella
- Ah si, iluminame listo
- Le has dicho que ella no es nada tuyo cuando tú siempre le has dicho lo contrario y creo que le ha dolido
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⚽ Al día siguiente ⚽
Al final no he venido con la camiseta del Barcelona, y no por falta de ganas, es por no hacer sufrir a Claudia. No le he contado mi pelea con Marco, pero lo intuye. Ayer el idiota me llamó y no me dio la gana de cogerle el teléfono. Paso de él.
Los jugadores salen al césped y yo solo tengo ojos para Marcos. Me tiene loca. Y eso que nos hemos visto poco. Pero el poco rato que nos hemos visto, nos hemos comido a besos en su coche o en la cocina de Claudia. Deseo tanto volver a estar con él. Mañana es su cumpleaños. Cumple 25. Está noche se va a cenar con su familia después del partido para celebrarlo. Él no lo sabe, pero Marco y Claudia le han preparado mañana una fiesta sorpresa en su casa. Espero que le guste. Y espero que le guste también mi regalo.
El partido va a comenzar y yo estoy nerviosa. Nunca había visto jugar a mi Barcelona. Ojalá le haga una manita de goles y a poder ser uno de ellos en toda la cara de Marco, por capullo.
Al rato tengo que comerme mis palabras porque el Barcelona está jugando de puta pena. El Madrid llega a todas y Marco les está haciendo un destrozo. Ya ha tenido 2 ocasiones de gol. Y la tercera no la desaprovecha. Marcos le da un centro preciso y él marca desde fuera del área haciendo el primer gol del Madrid. Estos dos juegan demasiado bien. Todo el estadio aplaude como locos y yo me cruzo de brazos resignada. Pero esta vez Marco no celebra los goles como siempre. Lo veo venir hacia la grada donde estamos nosotras y cuando está enfrente nuestra, hinca una rodilla en tierra y junta sus manos en señal de perdón mirandonos.
- Te lo está dedicando a ti - me dice Claudia abrazandome - es la manera que tiene de pedirte perdón por lo de ayer
Miro a Claudia sin poder articular palabra y luego miro a Marco. Que haya hecho esto para mi hace que me ponga a llorar como una tonta. Me abrazo a Claudia sin poder parar de llorar.
- Joder , vaya mierda - le digo- ahora quiero que no gane el Barcelona.
Y no gana. Porque en la segunda parte mi Marquitos hace un jugadon escapandose sólo y se planta delante del portero y después de picar la pelota, le marca el segundo al Barcelona. Y yo me pongo a saltar como una loca. Por primera vez en mi vida estoy feliz de que el Barcelona pierda. Estoy contenta de que Marcos haya marcado. Lo veo abrazarse con los compañeros y de pronto, mira a nuestra grada y señala con su dedo índice hacia nosotras. ¿Me lo habrá dedicado a mi? Puede ser, ¿no? Miro a mi alrededor y todos están como locos. El campo entero es una fiesta. El partido termina con este resultado.
- Venga - dice Claudia - vamos a bajar a los vestuarios.
- ¿Yo también?
- Pues claro tontica
- ¿Y si veo a Messi? Me puedo morir...
-Vivirás créeme, tampoco es para tanto
Cojo a Maria de la mano y bajamos con el resto de los familiares. Los pasillos están llenos de gente riendo y celebrando. La zona de los vestuarios está concurrida, así que nos esperamos en el hall de entrada. Yo mirando para todos lados por si veo a Messi. Bueno, más ganas tengo de ver a Marcos y comermelo a besos.
- Mira mamá - le dice Maria a su madre - allí está papá
Están entrevistando a Marco en la televisión. Desde aquí podemos verlo y escucharlo. Le preguntan por el partido y por el gol. Las preguntas y respuestas de siempre. Menos la última.
- Oye Marco - le dice la periodista, una rubia pechugona que lo mira con descaro - te hemos visto celebrar el gol pidiendo perdón a la grada, ¿problemas con tu mujer?
- Para nada - responde él ignorandola completamente - con mi mujer estupendamente, nos queremos más que nunca. Ayer me pelee con mi hermana y es la forma que tengo de pedirle perdón y decirle que la adoro .
Y dicho esto se despide de la rubia y viene hacia nosotras. Abraza y besa a Claudia mientras coge en brazos a Maria. Me mira a mi y suelta a la niña. Me acerco a él y nos abrazamos mientras a mi se me escapan unas lágrimas.
- Lo siento mucho Maya, no quería decirte lo que te dije - me dice mientras se separa de mi
- Te perdono. Yo también me pasé contigo - le digo con total sinceridad - ha sido muy bonito lo que has hecho y yo también te adoro.
- Oye, lo siento. Le he pedido a Messi su camiseta, pero dice que ya la tenía comprometida.
- Bah, no pasa nada. No me importa, pero gracias
- Bueno chicas, voy a ducharme y ahora nos vemos - dice mientras se acerca a su mujer y la besa. Marco se va y nos quedamos esperando.
- ¿Estas bien? - me pregunta Claudia
- Si, ya si. Estoy super-contenta con la dedicatoria
- ¿Con cual de ellas?
- Con las dos, petarda
Llega Sara y nos ponemos a hablar de nuestras cosas. Yo estoy jugando con Maria a cualquier cosa para distraerla. Poco a poco los jugadores van saliendo. Veo a Marcos salir. Está muy guapo con su pelo mojado y con sus vaqueros. Está muy, muy comestible.
Se acerca a su familia y les abraza. Creo que están sus padres y sus tíos. Me doy la vuelta para que no me vea mirarlo. Me muero de vergüenza si se da cuenta.
- Maya - me llaman y sé quién es el dueño de esa voz. Me doy la vuelta y ahí está él. Mi corazón late deprisa.
- Hola. Enhorabuena por el partido y por tu gol, me ha gustado mucho.
- Te lo he dedicado...
- Oh Marcos -le digo mientras me pongo como un tomate- gracias, gracias, ha sido increíble
- Gracias. Oye, tengo una cosa para ti - me dice mientras me da una bolsa cerrada - pero no la abras hasta que estés en casa, ¿me lo prometes?
- Te lo prometo
- Vale. Bueno, luego te llamo
Me da un beso en la mejilla y se va, dejándome aquí con la intriga. Estoy deseando llegar a casa y ver lo que hay en la bolsa.
¿Que podrá ser?
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