14. Besos Robados En El Sofa
⚽Después de Navidad ⚽
Llevo sin ver a Marcos desde la noche que nos besamos. Después de año nuevo, Claudia se fue a Mallorca con los niños y estuvieron allí hasta después de Reyes. Me invitó a que fuera con ella, pero tenía que estudiar. Y mira que me apetecía ir. Nunca he estado en Mallorca. Pero bueno, supongo que otra vez será.
Así que no he visto al rubio desde hace más de una semana. Y lo echo de menos. Llevo pensando en él y en nuestros besos desde Nochevieja. Al principio estaba en una nube. Es el mejor beso que me han dado en la vida. Me dejó con ganas de más. Pero a medida que pasan los días, y no sé nada de él, empiezo a calentarme la cabeza y a pensar que sólo quería enrollarse conmigo y ya está. O que a lo mejor no le gusta como beso. También puede ser. Cada día pienso una cosa diferente. Me voy a volver loca. Y lo peor que llevo es el no verlo. Pero bueno, tengo que centrarme en lo que tengo que centrarme, que es en estudiar.
De hecho, de aquí a 2 horas tengo un exámen. Estoy en casa de los Asensio estudiando. Han llevado a los niños al médico. A Lucas le toca vacunarse y María está un poco resfriada. Han ido sus padres con ellos. Yo me he quedado aquí hasta que llegue la hora de irme al exámen de Psicología Social. Estoy repasando aunque lo llevo bien. Es una asignatura que me queda de segundo curso y hasta ahora, las mini-evaluaciones que nos han hecho, las he aprobado e incluso tuve una buena nota en un trabajo que tuvimos que hacer.
De pronto, el portero automático suena. Me quedo extrañada porque no sé quién podrá ser. Me levanto y voy hasta la puerta. Miro por la pequeña pantalla y mi corazón da un vuelco. A través de las cámaras, puedo ver a Marcos. Está todavía más guapo desde que no lo veo. Le abro la puerta y me miro en el espejo sintiendo como mi corazón late desbocado. Me arreglo un poco el pelo y le abro la puerta. Cuando me ve, me sonríe. Lo dejo entrar y cierro. Se queda parado mirándome.
- Hola -me dice algo tímido mientras se acerca y me da un tierno beso en la mejilla. Ahora si que estoy nerviosa. Si no me ha besado en los labios, es por algo.
- Hola, ¿qué haces aquí? -le pregunto mientras lo guio al comedor. Me dirijo al sofá y me siento.
- He quedado con Marco para ir a una reunión de una peña del Madrid. Nos han invitado a dar una charla -me dice mientras se quita la chaqueta y después de ponerla en una silla, se sienta a mi lado. No quiero fijarme mucho en los pantalones negros pegados que lleva, ni en ese jersey gris que le marca todos los músculos. Ni en lo buenísimo que está. Ni en que me subía encima de él y le quitaba el jersey...
- Pues no está, han ido al médico con los niños
- Lo sé, me ha dicho que lo esperara aquí. ¿No te molesto, verdad?
- Oh no, que va. Estaba estudiando -no me molestas, no, me pones nerviosa teniéndote tan cerca, joder.
- ¿Que estudias?
- Psicología Social. Tengo un exámen en un par de horas y estaba repasando.
- Pues sigue repasando. Yo como sino estuviera -dificil, muy dificil. Si ya me tiene temblando desde que su pierna me está rozando- por cierto, ¿me das tu móvil un momento?
- ¿Para qué? -le pregunto sorprendida
- Para meterte en memoria mi número y que nos llamemos y eso...
- Claro -le contesto emocionada. Le desbloqueo mi movil y se lo doy. Empieza a teclear su teléfono y ha guardarlo en los contactos. Después de pedirme permiso, abre whatsapp y me manda un mensaje.
- Listo -me dice mientras me lo devuelve- ahora si podemos llamarnos.
- Vale, perfecto -dios mío, me muero.
- Oye, que tú sigue estudiando, ¿vale?
- Vale. Aunque yo suelo hablar cuando estudio-le digo mientras cojo los apuntes nerviosa. No sé cómo quiere que estudie con él al lado. Pero bueno, así no nota lo nerviosa que estoy.
- Si quieres, puedes leerme los apuntes en voz alta, no me importa -me dice mientras me mira con una sonrisa inocente.
- Vale, si no te importa -le digo empezando a leerlos- "La psicología social es uno de los campos científicos dedicados al estudio objetivo de la conducta humana. Su enfoque particular esta orientado hacia la comprensión de la conducta social, sobre la base del proceso de influencia social.."
De pronto dejo de leer. Marcos se acerca a mi y aparta un mechón de mi pelo. Empieza a acariciarme el cuello. Se me pone la piel de gallina y ladeo un poco mi cabeza para mirarlo
- Sigue estudiando Maya, que tienes un exámen, ¿recuerdas?
Y yo sigo leyendo, mientras él sigue acariciándome. Se acerca más a mi y pone sus labios en mi cuello mientras va dejándome pequeños besitos que hacen que me estremezca. Yo ya no sé ni lo que leo, la verdad. Estoy concentrada en sus labios. Siento escalofríos de placer por todo mi cuerpo. Me baja un poco el jersey por los hombros para dejar al descubierto más de mi piel desnuda y sigue besándome. Su lengua acariciandome con mucha lentitud. Creo que me voy a derretir. Si yo ya no quiero estudiar. Quiero que me bese. En la boca, y con lengua.
Marcos sigue torturándome con su lengua y con sus labios. Son puro fuego y me tiene ardiendo el muy cabron. Me doy la vuelta para mirarlo. Levanta sus ojos y con una de sus manos acaricia mi barbilla girándome para que lo mire. Se acerca a mi y posa sus labios en los mios. Dios ¿porque tiene que besar tan condenadamente bien?. Nos besamos despacio. Saboreando nuestros labios. Nuestras lenguas explorandose. Marcos baja una de sus manos hasta mi cintura para acariciarme muy lentamente.
Me separo de él y me mira confuso. Quito los apuntes del sofá y los pongo en la mesa. Me acerco y pongo mis manos en su cuello. Nos miramos. Tiene unos ojos tan preciosos. Lo beso, pero hambrienta de él. Tiene unos labios muy jugosos. Le doy un pequeño mordisquito y él jadea. Se gira y me ayuda a tumbarme en el sofa. Se pone encima de mi con mucho cuidado de no hacerme daño. Marcos empieza a darme besos por el cuello y yo sólo puedo sonreír. Me encanta que me bese, me encanta que me toque, me encanta todo de él. Madre mía lo que me está haciendo.
Me mira y me acaricia la mejilla mientras vuelve a besarme. Me chupa el labio superior mientras yo gimo de deseo. Sus manos están en todo mi cuerpo. Le acaricio el pelo con una de mis manos y voy bajando hasta acariciarle la espalda. Bajo mis manos hasta el borde de su jersey y se lo levanto. Necesito tocar su piel. Lo necesito. No lleva nada debajo y el contacto de mis manos con su desnuda cintura le estremece. Trazo pequeños círculos en su espalda mientras sigue besándome. Nuestras lenguas se mueven acompasadas. Está devorándome entera y no me importa. Siento su erección en mi estómago. Y me gusta. Me gusta saber que lo estoy provocando yo. Que el que esté así es por mí.
Marcos baja su mano hasta mi cintura y sube mi jersey mientras baja su cabeza y empieza a dejarme húmedos besos en mi estómago. Su lengua, trazando círculos en mi piel. Estoy a punto de quitarle el jersey cuando escucho la cancela del jardín abrirse y el coche de Marco que va a entrar en el sótano. Nos quedamos paralizados y rápidamente nos levantamos del sofá. Marcos se arregla la ropa y se sienta en un sillón y saca su móvil como si estuviera viendo algo en él. Yo me pongo bien el jersey, cojo mis apuntes y me pongo a estudiar acelerada.
María entra como un ciclón en el comedor. Ve a Marcos y se tira a por él como una loca. Él la coge y se ponen a jugar como sino pasara nada. Claudia entra con Lucas en los brazos y yo me levanto y voy a verlo.
- ¿Todo bien? - le pregunto mientras Lucas me sonríe agarrado al cuello de su mamá
- Si, bueno, ha llorado un poquito pero es normal - me dice Claudia - ¿y tú? ¿estas preparada?
- Estoy lista
- Lo vas a hacer muy bien
- Eso espero
Claudia entra en el comedor y saluda a Marcos. No se ha dado ni cuenta. Menos mal, porque me moriría de la vergüenza. Yo aquí, en su casa, enrollandome en el sofá con su mejor amigo. Muy fuerte vaya. De película americana.
Miro a Marcos y él alza su cabeza y me sonríe. Creo que los dos estamos pensando lo mismo.
¿Que hubiera pasado si no nos hubieran interrumpido?
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