1. Prólogo. La Llamada
Dicen que el amor está a la vuelta de la esquina.
En el caso de Marcos, el amor estaba en mi casa. Él se merecía tanto ser feliz. Encontrar a alguien que lo quisiera de verdad y que fuera ESA PERSONA. Siempre deseé que el conociera el amor, que se enamorara y que fuera feliz. Porque él se lo merecía. Nosotros siempre hemos tenido una conexión única. Desde el primer momento que nos conocimos. Y porque lo conozco, siempre he pensado que Marcos merecía una persona especial. Y esa era ella.
Maya apareció en mi puerta como caída del cielo. Entró en nuestras vidas, despacio, sin hacer ruido y fue un puto huracán que lo removió todo. Al mes de estar con ella, nos dimos cuenta de que nunca íbamos a poder dejarla escapar de alguna u otra manera. Que Maya siempre estaría en nuestras vidas. Que sería siempre, parte de nuestra familia.
Dicen que el día que se conocieron, el mundo se paró unos segundos. Esos que ambos necesitaron para darse cuenta de que algo iba a ocurrir. Una gran historia de amor. Su historia.
Me llamo Claudia Sandoval. Ya conocéis mi historia. Ahora toca, que los conozcáis a ellos.
💞⚽Principios de Diciembre ⚽💞
- ¿Qué te pasa enana? –miro a la pequeña castaña de trenzas algo preocupada. Desde que salió por la puerta de la guarde apenas ha hablado y se nota que algo le angustia. Bueno, se lo noto yo que la conozco como si fuera mi hermana pequeña
- Nada –me contesta sin mirarme
- Si, seguro...venga, dímelo, te prometo que no se lo voy a decir a nadie
- ¿Me lo prometes Maya?
- Te lo prometo por las orejas de Bing –le digo mientras me llevo la mano al corazón y ella me mira y se ríe- cuéntame que te pasa María
- Pues...que Raúl me ha dicho que mi padre es muy malo y que no mete ni una -me dice con los ojitos a punto de llorar. Me paro en mitad de la calle y me agacho para ponerme a su altura
- A ver enana, tu padre ha estado lesionado un mes y ahora le está costando un poquito volver a estar en forma, pero eso no quiere decir que sea malo, además, la próxima vez que te lo diga, simplemente le dices que tu padre por lo menos tiene un balón de oro y el suyo no. Además, que su padre es del Barcelona...no le hagas caso...
- Ya, pero tú también eres del Barcelona, Maya
- Si, ya...pero me gusta que tu padre marque goles, eso es una realidad, ¿estás mejor?
- Sii....
- Me alegro mucho cariño
- ¿Te vas a quedar a comer?
- Depende de lo que haya hecho tu padre de comer
María me mira y se ríe. A estas edades cualquier comentario malicioso de los niños hace que para ellos sea un mundo. Y más si eres hija de famoso. Ella es la hija de Marco Asensio, jugador del Real Madrid y de Claudia Sandoval, una de las relaciones públicas de la Fundación del club blanco. A través de una compañera de clase, me enteré que necesitaban una niñera para que cuidara al pequeño Lucas de 5 meses y a María que tiene 2 años y medio. Me entrevistaron a mediados de Agosto y empecé a trabajar al día siguiente. Decir que estoy en la gloria, es poco. Desde el minuto uno me han tratado como si fuera de la familia, y así es como me siento con ellos.
Adoro a los niños. Y ellos a mi también. Uno de mis momentos favoritos es cuando recojo a María del cole y vamos todo el camino cantando. Por suerte esta vez, para cuando llegamos a su casa, la cara ya le ha cambiado. Los Asensio viven en una de casa de 2 plantas con piscina, pista de fútbol 7, gimnasio y un enorme jardín. La reformaron hace poco añadiéndole la parte de arriba después de habérsela comprado a un ex– compañero de Marco. Tiene 6 dormitorios, 4 baños, una pedazo de cocina y un enorme comedor con chimenea. Me gusta mucho esta casa. A pesar de que es muy grande, es muy cálida y cuando entras en ella te sientes muy a gusto.
Llamamos al timbre de la casa y antes de que abran, le doy un enorme beso a María. Su padre es quien nos recibe. Marco Asensio. Uno de los mejores jugadores de fútbol de España. En cuanto la niña ve a su padre se lanza a sus brazos dándole miles de besos. Marco la alza del suelo y la abraza muy cariñosamente.
- Te he echado de menos papi -le dice ella cogiendo su cara con ambas manos
- Y yo a ti mi vida
Marco nos hace pasar dentro de casa. Ayudo a María a quitarse la chaqueta y después de dejar las cosas en la entrada, camino hacia la cuna de Lucas, el cual, duerme plácidamente. Adoro a este niño. Me tiene loca perdida. Si algún día tengo un hijo, quiero que sea igualito a él.
- ¿Qué tal las clases? –me pregunta Marco hablándome desde la puerta
- Bueno, bien, supongo –le contesto mientras me doy la vuelta y lo miro
- ¿Habrás tomado apuntes por lo menos?
- Siiii, hoy he prestado más atención
- ¿Seguro? Mira que te distraes con una mosca -Marco me hace un gesto con sus cejas a modo de advertencia, porque joder, tiene razón
- Ay, es que no me gusta la Antropología, es un rollazo
- Ya, pero tienes que aprobarla, ya la has suspendido dos veces
- Pues gracias por recordármelo. Pero, vale, te prometo que la próxima vez la apruebo
- Eso espero. ¿Todo bien con María?
- Si, todo bien –le prometí a ella que no contaría nada, y eso estoy haciendo.
- Papi –le dice María mientras se acerca a él- ¿puede quedarse Maya a comer?
- Si ella quiere, claro –contesta Marco mirando a su hija embobado
- ¿Qué has hecho de comer? –le pregunto mientras vamos a la cocina- hummm, huele muy bien
- Cazuela de fideos.
- Ay, si, me quedo
- Perfecto, pues hala, a poner la mesa que ya mismo viene Claudia
Claudia trabaja en la Fundación del Real Madrid. Va por la mañana y suele llegar sobre las 14.30, depende del trabajo que tenga. Cuando ella o Marco llegan, yo me suelo ir, aunque siempre acabo quedándome a comer, no les gusta que me vaya a casa tan tarde sin comer. Me cuidan más de lo que me cuida mi padre, la verdad.
María me ayuda a poner la mesa entre risas. El enano sigue dormido. Tiene una capacidad de dormir enorme. No lo despierta ni un huracán. Claudia entra por la puerta cuando estamos ensayando nuestro baile de Mabel "Tik Tok". María sale corriendo a besar a su madre y ella deja todo lo que lleva en sus manos para abrazarla. Ay que ver, que tiene 22 años, sólo 2 años más que yo y ya es madre. Es digno de admirar. Aunque si yo encontrara alguien que me quisiera tanto como Marco la quiere a ella, también me casaba y tenía hijos a la velocidad del rayo. Se acerca a ver a Lucas y sonríe. Marco sale de la cocina y se dan un beso de película. María y yo los miramos y hacemos como que nos da asco.
- Sois tonticas, las dos –dice Claudia señalándonos con uno de sus dedos- ¿y las clases Maya?
- Bien, tranquila. Que ya me ha dado la charla Marco -le contesto rodando mis ojos
- Bueno, pero yo no te la he dado -Claudia encoge sus hombros y me da una larga mirada
- Ya, pero le he prometido que voy a aprobar Antropología.
- ¿Seguro?
- Siiii, mamá.
- Tonta. ¿Te quedas a comer?
- Hay cazuela de fideos, claro que me quedo
- Estupendo. Si vienes conmigo al centro comercial te llevo luego a tu casa
- No gracias, prefiero ir andando -ir con Claudia al centro comercial es estar 2 horas buscando...nada...
- ¡Maya!
- Tía...que es verdad. Que aún me duelen los pies de la última vez. ¿Qué vas a comprar?
- Ropa para Ma... -de pronto su móvil suena y ella lo saca del bolsillo. Se le ilumina la cara cuando ve quien la llama- ¡hola petardo! ¿Mucho frío en Londres?
Claudia sigue hablando con quien sea y yo me voy a ayudar a Marco a traer la comida. Me siento tan a gusto cuando estoy con ellos. Me siento parte de su familia, y eso es porque me tratan como si lo fueran. Cuando entramos en el comedor, Claudia ha dejado de hablar y mira a Marco extrañada.
- ¿Qué pasa peque?
- Marcos que dice que si estamos en casa, no sé, me ha sonado raro, y se ha cortado, lo estoy llamando y no me lo coge, seguro...
El timbre de la puerta suena y nos quedamos mirándonos sin saber quien es. Marco va hacia la puerta y la abre. A los pocos segundos Marco entra por la puerta y mira a Claudia sonriendo.
- No es que se ha cortado, es que Marcos te ha cortado. Mira lo que había en la puerta peque...
Y detrás de Marco aparece un chico rubio y bastante alto que mira a Claudia sonriente. Apenas puedo apartar mi mirada de él. Es guapo. No, está tremendo. Tiene un cuerpazo de infarto y unos ojazos azules increíbles que me están dando un repaso de arriba a abajo totalmente inesperado.
Y yo sólo puedo tragar saliva y pensar el significado de la frase "se me han caído las bragas".
** Esta historia la publiqué más o menos por el mes de Octubre de 2020. Hasta ahora es la historia que más visualizaciones ha tenido, algo de lo que me hace sentir muy orgullosa.
Después de terminar de editar la de Marco, la primera historia de la Saga, he sentido la necesidad de editar esta también. La esencia no va a cambiar, pero, incluiré algunos diálogos y escenas que antes no había, y suprimiré otras.
Espero que os guste el resultado. Muchos besos y abrazos ***
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