Capitulo 3.
Capítulo 3
—Bueno... Tengo que ayudar de alguna forma ¿No? —dijo al aire antes de dejar salir una pequeña sonrisa maliciosa, rápidamente busco entre sus mensajes si aun guardaba la conversación de Kim, para su fortuna la encontró así que rápidamente desbloqueo el contacto para después tomar un poco de aire antes de encender el audio.
Cerro los ojos e imagino que su Phi Jeff estaba frente a él sonriéndole, disfrutando de ese silencio que se formaba entre ambos antes de que alguno de los dos lo rompiera de forma preciosa.
—Me derrito por dentro, cada vez que estas cerca de mi... No puedo detenerme, como si mi corazón estuviera a punto de explotar... Siento que me estoy alejando... Haces que mi corazón se acelere... No puedo soportarlo... Debería decir todo lo que tengo en mente... —comenzó a cantar suavemente sin abrir los ojos, para poder seguir imaginando la sonrisa que su Phi Jeff tendría si lo escuchaba cantar —Así recojo todas las palabras que significa amor... Palabras que desbordan en mi corazón... Es la melodía que quiero que escuches... —siguió tarareando un poco más antes de mandar el audio.
¿Cómo reaccionara Kim cuando lo escuche? No lo sabía, pero estaba curioso por eso. Tomo aire antes de escribir un mensaje.
Una canción no va repararlo todo... Phi Kim.
Comenzó a reírse un poco antes de borrar rápidamente los mensajes, para su sorpresa alcanzo a ver como su mensaje escrito si había sido visto antes de ser borrado, aunque desconocía si realmente lo había alcanzado a leer, en cuando vio como Kim había comenzado a escribir es que volvió a bloquearlo, permitiéndose reír un poco más al imaginar la cara que pondría su Jeff si le hiciera eso, con mejor animo es que dejo su celular en la cama y caminar hacia el cajón donde encontró el extraño diario.
Una vez en sus manos camino hacia la puerta para ponerle seguro ya que desconocía que era lo que ese cuaderno podría tener en su interior, paseo las páginas con cuidado solo viendo la letra del dueño de ese cuerpo, notando que su letra era diferente, la de Porchay era un poco más pequeña, por lo que tendría que practicar un poco, esperaba que en esta ocasión la memoria del cuerpo le ayudara a poder imitar la letra de Porchay, junto con que el daño en sus muñecas fuera una excusa válida para su ligero cambio de letra, si es que alguien ponía cuidado a ello. Realmente el diario no tenía mucho contenido hasta donde lo había mirado, así que regreso a las primeras páginas para comenzar a leerlo.
Dia xxx
Realmente no sé porque tengo que hacer esto, mi psicólogo me regalo este cuaderno y me pidió que escribiera todos los días, se me hace algo un poco tonto, pero creo que es mejor escribir aquí y "contarle" mis problemas a un trozo de papel que a una persona que no me conoce, y que no conozco. Que dice que va a ayudarme, pero sé que solo hace eso porque mi hermano le paga para que finja ser mi amigo, solo porque es su trabajo... Un maldito trabajo, jugar con las personas, hacer que nos abramos a él y después cuando termino su trabajo nos dejara y seguirá con el que sigue, porque ese es tu trabajo. Su maldito trabajo.
No sé en qué me ayudara escribir aquí todos los días, pero si pienso que es mejor, siempre y cuando nadie lo lea... Seguro que lo terminare quemando de todos modos. El punto es que lo lleve y deje que él lo lea, si claro, dejar que lea todo y sepa todo ¿Para qué? Para que se lo cuenta a mi hermano... Porque para eso le pagan ¿No? Ya que ese es tu trabajo.
Barcode dejo de leer cuando escucho como tocaban la puerta, su mirada de poso en la puerta esperando a que la persona que estuviera tocando se anunciara.
—Mi dulce... ¿Podemos hablar? —la voz de Khun se escuchó antes de volver a tocar la puerta, el menor cerro el diario y lo dejo en su lugar antes de caminar hacia la puerta para recibir al mayor.
—Claro Phi... ¿Qué ocurre? —pregunto Barcode con una sonrisa amable.
—Sobre la cena...
—Está bien —dijo rápidamente —Entiendo que Hia tiene mejores cosas que hacer, así que no molestare más con respecto a ese tema. Quien pueda llevarme a casa, estará bien.
—Realmente lo siento —murmuro Khun mientras acariciaba su cabello suavemente —Te aseguro que Porsche está intentado hacer lo mejor que puede por ti.
—No de la manera en que quiere... —murmuro Barcode antes de suspirar —Necesito tiempo Phi... Solo necesito tiempo para adaptarme.
—Lo se caramelito y te aseguro que te daremos todo el tiempo del mundo.
—Gracias.
—Hablare con Porsche para ver quien será quien te llevara a la casa de tus padres y sobre el guardaespaldas que tendrás a tu lado —dijo Khun con una sonrisa —Mañana tendremos una pequeña celebración en la piscina, seguro que estas muy cansado solo de 4 paredes.
—Si —dijo el menor antes de acercarse y abrazar al mayor ligeramente, pero este lo estrecho con cariño entre sus brazos.
—Me encargare de que tanto como Porsche, Kinn y Top estén libres —aseguro Khun con una sonrisa triunfante.
—Está bien, realmente me sentiré bien con solo salir —aseguro Barcode con una sonrisa.
Después de intercambiar las buenas noches con Khun es que el mayor se fue, volvió a cerrar la puerta, pero antes de que regresara a buscar el diario la puerta volvió a sonar, pensando que era Khun es que la abrió sin esperar a la persona frente a la puerta, una mirada dolida y preocupada fue lo que encontró, ni siquiera tuvo tiempo de cerrar la puerta cuando un par de brazos lo rodearon y apretaron con fuerza contra el pecho ajeno, el aroma a colonia cara y cigarro inundo su nariz, sorprendentemente no pareció molestarle tanto el olor, ¿Cómo podía esa combinación tan extraña oler bien de alguna forma?
—Chay... —murmuro la persona que lo sujetaba con fuerza y hundía su rostro en su cuello, Barcode se estremeció ligeramente cuando sintió como acariciaban la piel de su cuello ligeramente.
—...Kim... —murmuro con ligero terror ¡¿Qué hacía Kim en su habitación?! No sabía cómo reaccionar, una parte suya quería apartarlo y botarlo fuera de la habitación y la otra quería reconfortarlo. Se quedo quieto dejando que el mayor lo abrazara con fuerza hasta que se le hizo doloroso. —Kim... Duele... —murmuro suavemente, rápidamente fue soltado permitiéndole ver los ojos fríos, pero preocupados del menor de los hermanos, rápidamente desvió la mirada.
Se suponía que estaba dolido y molesto ¿No?
Permitió que Kim tomara sus manos y revisara sus muñecas, podía sentir como parecía que este temblaba mientras rozaba sus dedos con las cicatrices.
—Ángel...
— ¿Qué haces aquí? —pregunto rápidamente, esperando que su tono fuera lo suficientemente seco.
—Quería...
— ¿Saber si estoy bien? —cuestiono sin levantar la mirada —Estoy bien —dijo mientras alejaba sus manos de las ajenas.
—Chay yo...
—Todavía no estamos listo para conversar —dijo Barcode dándole la espalda.
—Tu mensaje...
—Lo quiero que sepas que no ignoro tu existencia, aun si no la considero agradable —comenzó a decir antes de suspirar —También quiero decirte que eres un completo idiota y que las cosas se arreglan hablando, aunque yo en este momento no quiero escucharte —rápidamente regreso su mirada y señalo la puerta —Se tan amable de largarte.
Lucho contra la sonrisa que quiso invadir su rostro cuando noto la mirada confundida y sorprendida de Kim, casi se muerde los labios para evitar reírse, seguro esas palabras no se las esperaba y tampoco con toda esa calma, Barcode buscaba que Kim notara que Porchay estaba molesto, pero lo suficientemente fuerte como poder mandarlo a la mierda, que sintiera que realmente estaba saliendo adelante y que para nada podría volver a ser el Porchay que una vez le amo ciegamente, claro que no, Barcode sabía que Chay jamás podría ser ese joven otra vez.
Por el lado de Barcode, realmente se sintió muy bien mandar a Kim a la mierda, aunque si no tuviera el rosto de Jeff sería mucho mejor. Tenía tanta suerte ese chico de parecerse a su propio chico, si no, hasta un golpe bien pudiera darle.
—Solo quería protegerte...
—Querías protegerme del mundo —le miro lo más frio y dolido que puedo, Kim asintió —Pero tú, eras mi mundo Kim...
—...
—Tú eras mi mundo... —repitió mientras seguía mirándolo fijamente —Y me hiciste daño. Mucho daño —agrego antes de caminar hacia la puerta —Ahora vete.
—... —
—Vete por favor —volvió a pedir Barcode, para su fortuna Kim salió en silencio permitiéndole respirar por fin, dejo salir un gran suspiro para después cerrar la puerta con llave. —Esto es agotador —murmuro para sí mismo antes de caminar hacia su cama y dejarse caer en ella.
Vaya que tratar con Kim iba a ser muy pesado, esperaba que sus palabras fuera lo suficiente como para mantenerlo alejado un rato, al menos lo suficiente para saber cómo moverse en ese mundo, parecía que los días serian largos y pesados.
Dia XXX
No lo soporto. No soporto ver a Kim, no es justo ¿Por qué tiene que seguir aquí? Porque no se va, no se pierde y me deja en paz. Ya jugo conmigo, ya confirmo lo que quería ¿Por qué no sigue con su vida y me deja terminar con la mía? Es más ¿Por qué mejor no me mata? Y así nos dejas de cosas.
Es tan hipócrita que ahora me cuida de todo y todos cuando el mismo es mi verdugo.
¿Qué tanto tengo que sufrir para que este satisfecho? ¿Qué tanto más tengo que llorar? Quiero que me deje en paz, que ya no me mire, me siga... Que ya no me cause tantos escalofríos, que una parte de mi aun quiera sentir sus brazos, quiere sus besos, su calor...
Soy un completo idiota al querer aun tenerlo conmigo, soy un idiota por aun desearlo, por aun amarlo.
Realmente soy un idiota.
...
..
.
Había pasado varios días desde que Kim había ido a su habitación y para fortuna de Barcode no se había vuelto a aparecer, así que estaba tranquilo, esos días se la paso recorriendo la mansión, conversando y jugando en las zonas donde podía acceder, como esperaba las habitaciones privadas era a donde no podía entrar y en algunos lugares como el área de tiro, donde estaba los autos y las zonas de entrenamiento de los guardaespaldas, eran lugares en donde no podía andar sin nadie a su lado.
La zona de la piscina era donde más le gustaba estar, no el tipo olímpica donde entrenaban los demás, si no otra más pequeña donde podía tomar el sol y ver el paisaje, también se sentaba por largos ratos a mirar los peces de Khun y ni que decir en el área de juegos, en donde habían integrado más máquinas de juegos, para que pudiera pasar el rato, aunque no podía dedicarles tanto tiempo a los videojuegos porque después de unas pocas horas sus muñecas comenzaban a molestarle.
En ese momento se encontraba en la sala jugando con un IPad que Kinn le había regalado hace unos días, no sabía bien a que se debía, pero durante la pequeña celebración en la piscina es que Kinn se lo dio como regalo por su recuperación, diciendo que era para su uso personal, por lo cual ahora Barcode tenía otra cosa con que entretenerse, sospechaba que tenía algo en particular, como un rastreador o quizás estaba arreglada para reportarle lo que miraba en ella, por lo que solo descargo juegos y cosas para el ocio, además de sus redes sociales más básicas, comenzó a volverse activo en IG ya que no tenía tanto que hacer, aunque no se animó a subir fotos suyas, solo subió flores, los peces de Khun, algunas de sus comidas, el cielo, solo cosas leves. Claro que primero hablo con Khun y Porsche sobre lo que podía y no podía subir a sus redes sociales.
Suspiro mientras observaba las notificaciones de su última foto, sabiendo que era absurdo esperar alguna notificación de esa persona, esa persona no existía en este mundo, si sus cálculos no estaban mal pronto iba a cumplir un mes en ese lugar y aun no sabía cómo regresar, ni que estaba pasando del otro lado. ¿Cómo le estarían yendo las cosas a Jeff? ¿Chay estaría en su cuerpo? ¿Su familia estaría bien? ¿Se daría cuenta rápido? ¿Lo extrañaría tanto como los extrañaba él?
—Baby can I sing you some of my songs...Say a couple words like they love poems...Just so you can know how much I long... For your arms... In my arms —canto suavemente mientras seguía mirado sus redes, hace días había encontrado mientras vagaba por internet una pista que le recordaba mucho a Hide, tenía diferentes matices e instrumentos más clásicos, pero el ritmo era casi igual, por lo que no dudo en guardarla — Going all the places that you been to... Doing all the things that you into... I just really wanna try to win you... If you... Want to —y cantar de vez en vez, para ver totas la diferencias de la pista y el cómo podía acoplarla, no es como que tuviera mucho que hacer, ya que aún no podía tocar la guitarra, el doctor le dijo que esperara unos días más.
Guardo silencio cuando vio a dos mujeres que ayudaban con la limpieza, ellas le regalaron una sonrisa mientras se ponían a limpiar los muebles de la sala.
—Puede seguir joven Porchay —dijo una de ellas amablemente.
—Si, usted tiene una voz preciosa —dijo la otra ligeramente emocionada. Barcode rio un poco antes de seguir cantando.
—Yeah I'm trying but I'm getting more dry... You don't even look me back in my eyes...All my love I'm giving yeah you don't buy...So I HIDE... But when I'm with you yeah I'm feeling so right...You the only one who gets me so high...Know I'm never ever leaving your side...Now I won't HIDE —siguió cantando mientras regresaba su atención a su IPad donde tenía escrita la canción, admite que le tomo unos días poder plasmarla ya que no la recordaba al 100% algo que claramente su Phi Jeff jamás tendría que saber.
Jeff todavía debía creer que Barcode se sabía todas sus canciones al derecho y al revés, cosa que era casi cierta, pero ese momento con todo lo que pasaba admitía que no se podía concentrar muy bien.
—Cause baby it's, baby its you... Babe it's you... All these stars impossible to count... I'll be here till all time runs out... Baby it's you... Baby it's you... I would die a thousand times... Just so you can feel alright... —miro a las jóvenes con una sonrisa cuando las vio seguir con su trabajo, pero mover su cabeza al ritmo de su voz —Baby baby... I'm crawling... No I can't walk... I'm falling just for you... All these words that I wrote you... There's nothing I won't do... My heartbeat breaks... Each breath I take... Is you... —se quedó callando cuando un par de ojos fríos se encontraron con los suyos.
Rápidamente bajo la mirada y quito la música.
—No le quiten el tiempo el señorito y sigan trabajando —murmuro la persona recién llegada —Joven Porchay su madre quiere verlo.
—Claro —murmuro Barcode antes de que ella se fuera. El menor no confiaba en esa mujer, era la mujer de compañía de su madre, una enfermera que se quedó de lleno a atender a su madre después de que Porsche y Chay supieran toda la verdad.
Pero por más que Barcode le daba vueltas al asunto, esa mujer tenía algo que no le agradaba, y estaba muy seguro de que él tampoco le agradaba mucho, después de todo varias veces la encontró mirándolo, además de que una vez escucho a escondidas una conversación entre ella y el hermano de Chay, notando al gran cambio que daba cuando estaba solo él y cuando estaba Porsche, tenía que cuidarse de la "tía Jay" como dijo su madre que tenía que llamarla. Les sonrió amable a las chicas que murmuraron una disculpa, Barcode solo negó suavemente antes de irse detrás de la mujer, rumbo hacia el estudio de la madre de Chay.
—No debería perder el tiempo con la servidumbre —dijo la mujer sin voltear a verlo —Debería enfocar su tiempo en otra cosa.
—No es como que tenga algo que hacer, no puedo salir por órdenes de mi doctor —dijo Barcode antes de rodar los ojos, el plan de ir a la casa de Chay se vio frustrado cuando su psicólogo le recomendó que no saliera a ningún lado por el momento. Así que hasta que el doctor no dijera que podía salir, se quedaría en casa.
—Es por su seguridad.
—Lo es —dijo antes de entrar al estudio donde su madre pasaba la mayor parte del tiempo, se sintió un poco incomodo cuando se sentó frente a ella y la señora Jay de quedo a su lado, a pesar de todo no dijo nada y solo le sonrió a la madre de Chay.
—Mi bebe, espero que no te molesta que quiera que tomemos un refrigerio juntos —dijo ella con una sonrisa suave, Barcode negó suavemente mientras miraba lo que había en la mesa, aunque no le dio tan buena espina cuando vio como su madre le daba una mirada a la enfermera y esta escogió algunos para su madre.
—Jay pidió algunos sin tanta azúcar, no soy aficionada de ella —dijo la madre de Barcode antes de llevarse un poco de fruta a la boca.
—A mi si me gustan mucho —comento Barcode sin quitar la sonrisa —Pero por ahora tengo una dieta algo estricta madre —agrego mientras tomaba un poco de fruta de donde vio que le sirvieron a su madre.
—Seguro que no hará daño el consentirte un poco —dijo ella sonriendo dulcemente —Nadie tiene porque saberlo hijo mido.
—Lo se madre, pero ayer ya como frituras y refresco con Khun, no puedo pasarme de la línea —se escuso Barcode —Además en 2 días viene el doctoro Top para hacerme los últimos estudios.
—Ya veo —dijo la madre de Chay mientras baja la mirada, la señora Jay hizo un ruido para llamar su atención y le sirvió unas galletas.
—Al menos pruébelas, su madre las hizo ella sola —insistió la mujer con una sonrisa, pero a Barcode no le daba buena espina, aun así, tomo una y la comió.
—A tu hermano me gustaban demasiado cuando era niño, espero que a ti también —la sonrisa que le dio y cuando lo insistió a comer más fue algo que le incomodo. Aun así, no encontró forma de negarse, por lo que no tuvo de otra más que comer, lo que pudo lo guardo en los bolsillos de su pantalón cuando ninguna miraba, para su fortuna llego Porsche que lo estaba buscando.
Por lo que rápidamente se fue con él, bajo la atenta mirada de ambas mujeres.
—Qué bueno que vienes a ver a mama, ella realmente está preocupada por ti —comento Porsche mientras lo seguía unos pasos atrás.
—Si, lo se... —murmuro Barcode, el realmente no estaba seguro si podía confiar en ella o no, algo tenía en su esencia que la hacía desconfiar.
Mientras caminaba detrás del moreno es que comenzó a marearse, era algo leve, pero estaba persistente, su Phi iba demasiado entretenido en contarle algo que no noto como comenzó a agarrarse de las cosas ligeramente, sacudió su cabeza tratando de despejarla, pero el mareo y un repentino sueño comenzaron a invadirlo.
Pero antes de que sintiera algo mes, es que fue abrazado por Porsche, su mente tardo en procesar que lo había protegido de algo. Estaba más preocupado por lo que sea que pudieron darle a comer. ¿Y si fue lo mismo que en el agua de esa noche?
—¡Señor Porsche! ¡Señorito Porchay! —escucho que gritaba uno de los guardaespaldas.
—¡No dejare que me remplacen, así como así! —escucho a alguien gritar —Mi familia me vengara —alcanzo a escuchar antes del sonido de un disparo.
—¡No mires Chay! —le grito Porsche cubriéndolo más con su cuerpo, rápidamente Barcode hizo su mente trabajar y se metió los dedos a la boca provocándose ancadas, gracias a que no tenía mucho que había ingerido comida es que fue fácil vaciar su estómago — ¡Chay!
Todo lo demás paso muy rápido, de un momento a otro Porsche lo había jalado y alejado de todo, mientras su cabeza aun daba vueltas, solo alcanzo a ver los pies de un sujeto, que no tuvo que ser un genio para saber que estaba muerto a causa de un disparo, si fue por el mismo o alguien más, no lo sabría en ese momento, así que solo pudo cerrar los ojos, esperando un nuevo día.
...
Barcode se asustó un poco cuando abrió los ojos y descubrió que estaba en una habitación que no era suya, rápidamente se sentó en la cama, no reconocía el lugar, todo estaba muy oscuro, miro en todas las direcciones esperando orientarse aunque su mirada se quedó en la ventana, había alguien de pie en la venta, con cuidado es que salió de la cama y se acercó hacia la ventana, la otra persona rápidamente volteo a verlo una vez sintió como se acercaban, Barcode solo puso quedarse en su sitio cuando miro el rostro de Kim.
Lo miro darle una calada al cigarro antes de apagarlo y botarlo, Barcode agradeció la oscuridad para que no se notara como sus mejillas se calentaron ante la imagen. Sabía que su novio no fumaba, ni siquiera le gustaba el aroma o sabor, pero siempre se había visto muy ardiente cuando lo hacía, en su memoria había quedado grabada la imagen de Jeff sentado en las escaleras, mientras de sus labios dejaba salir todo ese humo toxico y su cuerpo se estiraba buscando relajación.
Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos, no era momento para pensar en lo sexy que era su novio, sino más bien, saber porque estaba en esa habitación y que hacía Kim con él.
— ¿Dónde estoy? —pregunto Barcode cuando Kim se acercó a él, retrocedió un paso cuando Kim se acercó de más.
—Esta fue mi habitación cuando era niño —dijo Kim manteniendo su distancia —Es de las zonas más seguras de la mansión.
— ¿Qué paso?
—Un problema con un socio —dijo mientras le indicaba que se sentara en la cama, pero Barcode mejor camino hacia el balcón, sintiendo como Kim lo seguía de cerca, la brisa fresca de la noche lo relajo, aún quedaba el olor a tabaco, pero algo leve. —Se salió de control por un rato. Kinn pensó que era mejor mantenerte a salvo aquí, la situación no fue tan seria como para llevarte a la zona de emergencias o sacarte de la mansión.
— ¿Qué quieres decir con aquí?
—Cada quien tiene su zona en la mansión, Kinn, Khun, mi padre y yo... Esta es mi zona, aunque tenía mucho que no se usaban, la servidumbre mantiene limpio todo.
—Ya veo —murmuro Barcode mientras miraba el cielo nocturno.
— ¿Cómo te sientes?
— Un poco débil —confeso el menor, sin mirarlo fijamente —Toda la situación me abrumo... Seguro hice un desastre en la alfombra.
—Tenemos gente que se encargar de toda la limpieza, tanto la normal, como la... Minuciosa —murmuro Kim parándose a su lado, Barcode pensó por un momento en alejarse, pero no lo hizo.
—Lo imagino —dijo Barcode antes de quedarse en silencio y solo ver el cielo, en su mente trataba de decidir si hablar con Kim sobre lo que pasaba o simplemente esperar.
— ¿Por qué lo hiciste? —escucho como le preguntaban y pudo sentir la mirada ajena en su persona.
— ¿Qué cosa?
—Se que no viste todo... —dijo Kim en tono serio —Vi como tú mismo te metiste los dedos a la boca.
—...
—Todos creen que fue debido a la impresión de ver como alguien se suicidaba —explico Kim antes de tomar su mentón y obligarlo a verlo —Pero yo sé que no fue por eso. Así que dime Ángel... ¿Por qué?
—Phi Kim... —murmuro Barcode mirando a los ojos al hombre frente a él, podía ver la preocupación, la confusión, el dolor, la rabia y un monto de cosas más, esos ojos tan iguales y a la vez tan diferentes, esos ojos que le recordaba al hombre que extrañaba, pero a su vez también le recordaban que no era ese mismo hombre.
—Ángel por favor —susurro el mayor mientras se inclinaba y juntaba sus frentes —Quiero entenderte... Quiero ayudarte...
Barcode quería dudar, quería negarse, pero es que no podía hacerlo, no cuando alguien con el rostro de su Jeff le miraba de esa manera y casi le suplicaba, así que solo cerro los ojos dejando que la cercanía de Kim llenara un poco la falta que le hacía Jeff en ese momento, necesitaba un abrazo, un beso, aun caricia, una canción, cualquier cosa, mientras fuera de Jeff.
—No sé bien que pasa —comenzó a decir el menor sin abrir los ojos —Solo que, que no estoy bien y que alguien quiere evitar que me ayude...
—Explícate...
—Tu eres quien me visitaba por las noches ¿No es así? —se animó a preguntar mientras abrió lo ojos y notaba como Kim se ponía tenso
—Escucha Chay... Yo...
—Ya no me mientas... —pidió le menor con una mirada frustrada —Realmente estor harto de no saber nada y de que me tache de loco.
—Ángel.
—Por favor Kim, se que no estoy loco.
—No, no estás loco —dijo Kim tomando sus manos suavemente —Se supone que te cuido desde lejos.
—Lo sabia —murmuro Barcode, Kim solo alzo los hombros sutilmente.
—Pero cuando quise alejarme de ti —comenzó a decir el mayor tocado las cicatrices en las muñecas del más joven —Te hiciste esto...
Como Kim estaba mas ocupado mirando fijamente las muñecas heridas es que no noto como su compañero abría los ojos con sorpresa, esa había sido una pequeña duda que Barcode tuvo, si se suponía que Kim lo cuidaba ¿Cómo no evito que se autolesionara?
—Kim...
—No debí alejarme de ti —aseguro Kim antes de inclinarse para presionar con mucha ternura sus labios en esas heridas, Barcode solo pudo desviar la mirada apenado por el gesto, aunque una parte de su corazón doliera, después de todo eso era algo de las cosas que Chay quería, conocer mas de la ternura y el amor de Kim y ahora que Kim parecía que estaba dispuesto a abrirse, Porchay no estaba para verlo, ni disfrutarlo. —Perdóname...
—Esto que paso —hablo Barcode refiriéndose a sus muñecas cortadas —Fue un accidente, un momento de debilidad, un error que no debí cometer.
—Un error que se pudo haber evitado.
—Lo hecho, hecho esta Kim —insistió el menor mientras alejaba una de sus manos y la pona en el hombro del mas alto —El pasado no se puede cambiar.
—Eso lo sé, mejor que nadie —murmuro pesadamente.
—Cambiando de tema... —comenzó a decir Barcode buscando un poco de distancia con Kim, aunque este no hizo ningún movimiento o intento por soltar su mano —Algo está pasando y creo que tú sabes algo ¿No es así? —pregunto dejando de dudar, después de todo desde que comenzó a desconfiar, su primera opción para pedir ayuda, siempre había sido Kim ¿Qué no?
—Dime ángel ¿Qué tanto sabes? —pregunto Kim acariciando su rostro, Barcode permitió que el mayor lo tocara, no podía ser tan cruel, no mientras lo mirara con esos ojos de añoranza.
—Alguien ha intentado medicarme, no se para que, ni con qué fin... —comenzó a decir, observo como el rostro de Kim es ponía serio y su mirada se enfriaba.
— ¿Cómo lo descubriste? —pregunto Kim fríamente.
—Me lo comencé a plantear debido a que no estoy sufriendo estragos...
— ¿De qué hablas?
—Kim, yo tomaba antidepresivos, todo un tratamiento, pero no estoy sufriendo casi nada por la abstinencia de ya no consumirlos... —respondió sin mas Barcode, ese tema le había dado muchas vueltas un día que estaba revisando la biblioteca de la mansión y encontró unos cuentos libros de medicina, después de revisarlos y hojearlos un poco es que encontró algunas definiciones que llamaron su atención. —Quiero pensar que es por todo el medicamento que me dieron por estas heridas.
Al principio pensó que quizás era porque como su mente no estaba acostumbrada a tomar antidepresivos es que no había estragos, pero después de revisar toda la habitación de Chay encontró muchos por todos lados, entonces el menor no solo tomaba el tratamientos reservado, si no también automedicados, y muchas pastillas para dormir, a lo que entendió Porchay si tenía una adicción ya fuera a los antidepresivos o a los somníferos, por lo que el cuerpo estaba muy tranquilo sin ellos, que el asumió que quizás sea por la cantidad de medicamentos que ingería esos días, una vez que el tratamiento terminara, quizás comenzarían los estragos.
Kim le miro unos momentos, antes de regresar su mirada a sus muñecas.
—Lo días que estuviste en cama, note que a tu agua le ponían algo —comenzó a decir con voz neutra —cuando le pregunte a una de las enfermeras, ella me dijo que era parte del medicamente, que lo rebajaban con agua para que pudieran reducir las dosis, ya que era peligroso solo quitártelos de golpe... Pero esa noche...
—Así que si eras tú el de esa noche. —Kim asintió en respuesta antes de hablar.
—Yo estaba fuera del país cuando supe de tu... accidente.
—Oh...
—Ni siquiera había colgado el teléfono cuando ya iba rumbo al aeropuerto para regresar, necesitaba saber cómo estabas, quería verte con mis propios ojos —dijo Kim antes de besar el dorso de la mano ajena —Sabia que no querías verme y que seria malo para ti verme, además de que no quería ser mas obvio que moría por saber sobre ti, así que una vez todos se fueran a dormir, iba a ir a visitarte, no tenias porque enterarte, nadie tenía porque saberlo...
—Pero no estaba durmiendo.
—Si, me sorprendió que estuvieras despierto... Iba a irme y esperar a que regresaras a dormir —conto Kim mientras tomaba su rostro en sus manos —Pero quería ver tus ojos llenos de vida, así que termine por entrar a la habitación y acercarme a ti, me preocupe mucho cuando no hiciste nada por reaccionar, ni siquiera cuando hice esto —susurro Kim mientras se inclinaba y rozaba su nariz contra la ajena, Barcode se tensó por la acción y casi lo empujaba si no fuera que esa acción le recordó demasiado a Jeff —Así que la siguiente noche revisé el vaso con agua y descubrí que el agua contenía una sustancia con la que se fabrican algunos calmantes...
—Sabía que no estaba loco. —dijo Barcode tratando de no ponerse mas nervioso de lo que ya estaba, no solo por la cercanía de Kim, si no porque todo lo que su mente imagino y pensó que estaba exagerando, parecía que no lo era. — ¿Entonces me estaban drogando?
—Podría decirse que si ángel —dijo Kim mientras se aleja un poco —Investigue más sobre la sustancia y es muy fuerte.
—Debe serlo —murmuro Barcode un poco pensativo —Digo para hacerme dormir en minutos.
—No solo es fuerte ángel, también tiene un componente que lo hace muy adictivo.
—Se supone que por ahora todo el medicamento es controlado por la pareja de Khun —dijo Barcode mientras ponía un poco de mas distancia con Kim, pero sin alejarse demasiado.
—Y él no te recetaría calmantes o antidepresivos sin consultarle a tu hermano —aseguro Kim ligeramente serio.
—Quizás le comento a mi madre.
—Lo dudo, Khun se enojará mucho si la deja a ella tomar las decisiones sobre tu persona —dijo Kim volviendo a acercarse el menor, con cuidado acomodo sus cabellos —A Khun no le agrada tu madre.
—Lo se —dijo Barcode con un suspiro —No lo disimula ni un poco. Es más, ni siquiera lo intenta.
"Y no lo culpo, yo tampoco confió en esa mujer y en su dama de compañía menos." Pensó Barcode con ligera incomodidad, ya que él estaba de acuerdo con Khun, esa mujer era extraña y no le daba nada de buena espina.
—Supongo que lo siento, así es Khun —murmuro Kim antes de volver a tomar su mano.
—Esta bien, mientras no discuta con ella... frente a mi —murmuro Barcode sin saber bien que responder, sabia porque Kim decía eso, seguro el pensaba como Khun el principio que Chay era completamente adorador de su madre como lo era Porsche, y Barcode lo entendía, era la madre de Chay era un hecho que el dueño del cuerpo la amara, pero no era su madre, por eso la no tenía apego por esa mujer.
—Bien...
—Mi psicólogo me dijo que hablaríamos de la medicación pronto —dijo Barcode después de un rato en que ambos permanecieron en silencio.
—Pensé que no querías más medicación —comento Kim mirándolo fijamente, Barcode solo alzo la mirada el cielo —Khun dijo que hablaste con su pareja y que no querías más pastillas.
—Yo no quiero, pero mi madre insiste en que las necesito —dijo el menor con un gran suspiro —Y se que va a convencer a Hia de que acepte.
—Ángel...
—Ayúdame... —pido antes de mirarlo con un poco de miedo. —Por favor Kim... Ayúdame... —murmuro antes de dejar salir todas las emociones que estaba conteniendo, todo el miedo que sentía, el estrés, la añoranza —Kim...
—Chay... —dijo el mas alto un tanto sorprendió cuando fue abrazado con fuerza por el cuerpo más pequeño.
—Tengo miedo —dijo Barcode por fin, después de tragarse esas dos palabras durante días, desde que se había despertado con las muñecas llenas de sangre es que quería decirlo, tenia miedo, mucho miedo, a pesar de estaba calmando y permanecer lo mas apegado a su personaje de Porchay, él tenía miedo.
Estaba en un mundo mas peligros que el suyo, en una posición muy vulnerable, donde no sabia correctamente que papel jugaba, solo sabia que era una debilidad y que era muy valioso para algunos de los enemigos que su hermano se hiciera y si descubrían que Kim estaba interesado en él, corría más peligro, claro que tenia miedo ¡Estaba aterrado! ¡Aterrado y solo! Muy solo.
Barcode cerro los ojos con fuerza, con mucha fuerza mientras abrazaba mas a Kim, tratando de forzar su mente a creer que ese era Jeff, su juguetón, tierno y dulce Jeff, por lo que no hizo nada por detener a Kim cuando lo abrazo de regreso con fuerza, pero si se aferro mas a su abrazo cuando las lagrimas bajaron por sus mejillas y Kim quiso alejarse para limpiarlas, tampoco lo dejo alejarse cuando dejo salir los sollozos de sus labios, ni cuando balbuceo que lo ayudara, lo único que se quedó en sus labios y que no pudo decir fue...
"Jeff... Te Extraño..."
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