Tomas estaba sentado a lado del sargento, abrazado de piernas viendo a su madre hacer lagartijas, el mayor le pego una ojeada para verlo, se acercó agachándose para sentarse con el de piernas cruzadas:

-¿Como era tu vida en Argentina?..-Pregunto serio a lo que el menor tenso sus orejitas.

-Habia camiones...que llevaban a las personas...-Explico el oji-azulado con inocencia.

La expresión del rubio cambio drásticamente de ser serio a preocupado e impresionado, lo voltio a ver una vez más, Tomas solo veía a su mamá entrenar, era una tarde bonita, hacia un poco de frío, pero era reconfortante ver tal escena. Milly hacia lagartijas sin esfuerzo, el que le costaba más era su amigo morado quien apenas iba por la quinta lagartija, la osa al notar eso le susurró "tu puedes" haciendo que Lavanda se levante y continúe haciendo el dichoso ejercicio, César solo le costaba un poco así que no le importaba si Milly lo apoyaba o no, al escuchar las palabras de apoyo hacia Lavanda el siguió con "tu puedes, no te rindas" y así estuvieron durante una hora.

Cuando descansaron Tomas llevo una botella de agua a su mamá, ella acepto con gusto invitándole a sus amigos amablemente, estaban transpirados a tal punto de que los otros reclutas se le quedarán viendo a la oji-rojiza con lujuria, viendo su pecho mojado y su respiración agitada hacia que tengan ciertas fantasías impuras de ella, el morado y el oscuro al notar lo que la veían los miraron con seriedad, la dirigieron a los dormitorios para descansar y así evitar a los demás reclutas, César daba un poco de miedo al igual que Lavanda que se le podía ver un ojo a través de los lentes, era de color amarillo flúor, con la seriedad de ellos y la del pequeño osito se podía apreciar el cariño y sobreprotección que le tenían a la inocente Milly...

(...)

- La señorita Milly fue seleccionada para ir a al campamento corazón... - Dijo el capitán hocicos con las manos en su espalda.

Milly estaba con su hijo en brazos, mientras que el pequeño la abrazaba de los hombros con un poco de miedo ante la seriedad de los altos mandos:

- Pero ella es una mujer y madre... -Dijo una osa de posiblemente 40 años, color vino, de ojos amarillos y pecas- se supone que solo se aceptan hombres en el ejército... -Se puso tras su marido quien estaba sentado en un sillón color rojo carmesí.

Hocicos vio de reojo a la osa blanca, ella lo veía sería, acariciando suavemente la espalda de su pequeño- El campamento está buscando igualdad de género para demostrar que las osas también tienen habilidades al igual que los osos... -Explico sacando un panfleto y entregandoselo al padre de Milly.

El mayor de la familia; Marcelo, era casi igual que Milly, pero tenía cicatrices en el rostro y cuello, en la espalda más que nada, arrugas por la edad de 51 años. Agarro el pedazo de papel y lo empezó a leer, poco a poco sus ojos se abrían como platos y sus orejas se ponían cada vez más rectas, miro a coronel frente suyo, después al capitán a la izquierda del coronel y de último al comandante a la derecha, se aclaró la garganta- Rosita, pásame el vino... -Pidio a otra osita, de color rosa pastel, con los ojos rojizos, la joven fue rápido y vino con una botella de vino y 5 copas- Siéntese por favor...hablaremos de esto tranquilos... -Miro a su hija del medio, la osa blanca solo le pidió a su hermana menor de que llevara a su hijo con ella...

(...)

El barco zarpaba del muelle, con aquel trompeteo característico de ese barco llamado "Mate rojo", Milly veía el mar, maravillada al igual que Tomas quién movía su rabito con un brillo en los ojos, el coronel se acercaba con una 2 copas de vino en las manos para ofrecerle un trago el cual acepto amablemente. En el transcurso del viaje estuvo... tranquilo, solo que el comandante Floffy se mareo la gran parte del viaje, estando en la orilla del barco con la cabeza agachada.

(...)

La graduación, dónde de ser reclutas se convertirían en soldados, Lavanda había renunciado para ser padre de iglesia, pero los iba a visitar de vez en cuando, Tomas se había encariñado con Lavanda a tal punto de preguntarle si quisiera ser su papá, Milly solo reía ligeramente ante las caras de César y el, el oji-amarillo y la oji-rojiza se habían echo mas cercanos, muchos ya andaban diciendo de que eran pareja o que tenían una relación a escondidas. De esos chismes no estaba enterada, pero César si, se ponía rojito ante la imaginación de ser novio o esposo de Milly, tenían una costumbre junto a Tomás, acostarse en las piernas de la joven mientras recibían mimos en la cabeza, ¿Una forma de desestrezarse? Si, lo era para los 3.

Todos estaban formados con sus nuevos uniformes, contando con el pequeño osito de la compañía, el uniforme consistía en; una chaqueta fucsia con el cuello morado, pantalones de igual color del cuello y unas botas marrones, la gran mayoría sollozaba de alegría, Milly no era la excepción, César quién estaba del lado izquierdo de ella la abrazo con un brazo y recostando su mejilla con su cabeza, ya que era muy bajita. El menor estaba agarrado de la mano de su mamá, moviendo el rabito de la emoción:

-Reclutas, hoy es un día muy especial, hoy, serais soldados...-Decia el coronel, fingiendo orgullo-No todos podrán regresar, pero tendrán el apoyo del pueblo osito...

Empezaron a marchar en dirección a dichoso pueblo, todos se despedían de sus familiares, todos excepto Milly, Tomás y César, quienes veían a los demás con un poco de tristeza:

-Tu no tienes a alguien que despedir?..-Pregunto César volteando a ver a la contraria a lado suyo.

-No... nuestra familia esta en Argentina...-Explico con la mirada baja pero sonriente-Me acompañas a dejar a Tomás con Lavanda?..

El acepto con todo gusto, empezaron el camino hacia la iglesia donde el mencionado estaba empezando a ser sacerdote, mientras caminaban tranquilamente agarrando las manos de la cría, solo había un silencio tranquilo, al menos por un rato, asta que ese silencio tranquilo se convirtió en un silencio incómodo, el oji-amarillo decidió sacar conversación- Y...dime Milly, ¿a los cuantos años tuviste a Tomás?-El pregunto un poco nervioso.

-Oh, lo tuve a los 14...-Contesto sonriente, a lo que el mayor se impresiono por la respuesta.

-Wow, eras muy joven...-Dijo mientras se tocaba el pecho.

Tomas no sabía de que hablaban, solo procedía a mirar el camino, feliz por estar con su figura paterna, la osa se volteo a ver al oscuro-No fue algo que quise...-Aclaro encogiéndose de hombros como si no le importará mucho.

-Bueno...los jóvenes están en una edad donde-No puedo terminar por qué Milly contesto "Me violaron César..."

Esas palabras provocaron un escalofrío en la espalda del mencionado, la miro con las orejas abajo, culpando se de haber preguntado eso, pensando en "Por qué le preguntaste eso?" "Eres un bruto" "gilipollas" y de más cosas, llegaron a la iglesia, Lavanda o mejor dicho, el padre, estaba esperándolos en la entrada de la iglesia:

-Buenos días hijos míos...-Saludo el padre con una sonrisa tierna.

-Padre...-Recibió el saludo la osa, apuntandolo con los dedos índices y guiñando un ojo.

César saludo con la mano, mientras que la menor de los 2 osos se agachaba frente a su hijo y le decía "portate bien con el tío, ayúdalo con las misas" pide acariciando las mejillas de su niño, el pequeño oji-azulado solo asintió ante el pedido y recibió un beso en la nariz, el solo corrió hacia el de lentes para ser cargado por el mismo, Milly lo veía con una sonrisa pero adolorida por dejarlo solo, Tomas se despidió con su manita mientras decía "Chau mami" a lo que ella al borde de las lágrimas hacia lo mismo, el oso oscuro la abrazo de los hombros con un brazo para tranquilizarla:

-Tranquila, el estará bien...-Trataba de que se tranquilizara...

(...)

Hace mucho mucho tiempo...
El bosque era iluminado con luz santa como el primer rocio de la mañana, Dios creo el bosque con seres de carne que habitaban ahí, carne que vuela, carne que anda, carne que repta y carne que nada...

Un día, el osito encontró la casa de Dios, y junto a ella, el libro Sagrado, así consiguieron conocimiento y sabiduría, era un ser superior a los demás, ya que había encontrado a Dios...

Pero el unicornio, demonio envidioso, no aceptaron eso, y así comenzó una guerra, el cual lo s unicornios ganaron, los ositos fueron desterrados del bosque, avergonzados por ello...

Ay de aquel que tome la sangre del último unicornio, pues se volverá un ser hermoso y eterno, y solo así Dios volverá al paraíso perdido. Pero si el elegido no aparece, la sucesora del sol y la luna, hará la paz entre los enemigos, y solo así, volvería, aquella paz perdida...