Tenía mucho que decir en ese momento pero no sabía cómo empezar, no quería sonar como un completo estúpido.

¿Pero como?

No sabía cómo ser un amigo en ese momento, se sentía inútil.

—L-lo siento, creo que lo arruine. — decía la joven entre sollozos que trataba de tapar con sus manos.

Desde hace media hora que se había encerrado en los baños y no parecía querer salir de ahí.

—Abre la puerta, por favor.
—N-no puedo.
—Claro que puedes, solo quita el seguro.

Silencio, silencio que lo ponía más incómodo.
Nunca se había imaginado en esa situación.

—Gretchen?

Un ruido, el pasador de la puerta se había abierto dejando ver a la joven sentada sobre la tapa del baño.
Se veía terrible, sus ojos estaban hinchados por llorar y su nariz estaba completamente roja.

—Me veo tan mal?
—Un poco.

Río ante la sinceridad de su amigo.

—Ven, vamos a lavarte la cara.

La levantó de aquel lugar y la saco con cuidado de que ninguno de sus amigos la vieran en ese estado.

—Perdon, deberías estar divirtiéndote con los demás y no estando conmigo.
—Ya cállate Gretchen, sabes que me caen mal esos dos brutos — la acerco a uno de los lavaderos y abrió el grifo liberando el agua. — prefiero estar contigo.
—No tienes que mentir, sé cuánto te gusta Keef.

Ah, lo había olvidado.

—Ya no me gusta, ojalá también a ti se te pase.— le ayudo con su bolso — Dib es un estúpido.
—Lo sé.

Pero no sabía cómo dejar de amarlo.

—Creo que deberíamos irnos

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:P