𝑹𝒆𝒈𝒂𝒍𝒐.
—Mío. Yo ser tuyo —susurró Jungkook, cepillando los labios de Jimin con los suyos.
Se besaron y se quedaron así por un largo rato. Jimin estaba cansado y no importaba cuan pegajosos estuvieran, ellos estaban disfrutando estar entre los brazos del otro.
—Hay que dar baño... —susurró Jungkook, su voz sonaba más ronca a causa del sueño.
Jimin se encontraba acurrucado en su pecho y se removió, sacando su cara del escondite y mirando con sus ojos entrecerrados la habitación. Estaba semi oscura, las cortinas estaban abiertas y dejaban entrar la poca luz que llegaba de la ciudad.
—Es de noche —dijo Jimin, totalmente perdido en el tiempo.
—Es de noche —Jungkook repitió— Por eso dar baño.
—No quiero... —volvió a acurrucarse contra su pecho.
—Yo te lleva, pero estar los dos sucios y baño ser necesario.
—¿Me cargarás hasta el baño?
—Sí, no ser problema, yo lleva —Jungkook quitó sus brazos del cuerpo de Jimin y comenzó a levantarse. No le importó caminar desnudo hasta el baño para comenzar a llenar el gran jacuzzi, así como tampoco le importó volver de la misma manera para cargar a Jimin.
Jimin ahogó un gemido de dolor y se aferró al cuello de Jungkook, mientras era cargado por sus fuertes brazos y apoyó su cabeza en su hombro. Cuando sus pies tocaron el piso del baño, se sorprendió de que este no estuviera frío, sino tibio, y Jungkook le sonrió al ver su expresión de sorpresa.
—Piso tim-temperado —dijo, antes de que Jimin preguntara.
—Oh... —fue todo lo que salió de sus labios, cuando Jungkook le dio la mano y lo ayudó a entrar finalmente al agua.
Jimin tembló ante la exquisita sensación que recorrió todo su cuerpo cuando se sentó en el jacuzzi. El agua estaba más caliente que tibia, pero no molestaba. Las burbujas que salían por todos lados, masajeaban y relajaban su adolorido cuerpo. Jungkook no tardó en meterse y sentarse detrás de Jimin, haciendo que este recargara su espalda en su firme pecho.
—¿Tu cuerpo...? —preguntó Jungkook, mientras sus labios tocaban el hombro de Jimin.
—Mhm... —tarareó, cerrando sus ojos y sintiendo las mariposas revolotear en su estómago ante las muestras de cariño que recibía— D-duele, pero solo un poco —mintió. Le dolía cada fibra de su cuerpo.
Los besos que Jungkook comenzó a repartir viajaron de su hombro a su cuello, logrando estremecer y excitar el cansado cuerpo del peligris. Jungkook lo rodeó con sus brazos, mientras dejaba un casto beso en su nuca.
—Uhm... —gimió bajito.
—Amo. Yo amo todo tú —le susurró contra la piel húmeda de su cuello. Las manos de Jungkook descendieron hasta la entrepierna de Jimin y sus dedos acariciaron el miembro duro del peligris, haciéndolo remover y gemir nuevamente— Yo querer más, ¿puedo? - preguntó, susurrando cada palabra cerca de su oído y haciéndolo temblar.
—S-sí... —tartamudeó Jimin, sus mejillas se tornaron de color carmesí rápidamente.
Jimin se movió para girarse y sentarse a horcajadas sobre Jungkook, rodeando su cuello con sus brazos y uniendo una vez más sus labios. Jungkook lo sostuvo de la cintura, enterrando sus dedos en la delicada piel, dejando nuevas marcas violáceas en su piel.
—Aaah... —gimió Jimin contra sus labios, logrando que la polla de Jungkook saltara ante ese dulce sonido.
Las manos de Jungkook abandonaron las sensuales curvas de Jimin y viajaron hasta su culo, donde amasó sin cuidado la piel firme que había entre sus manos, ganándose otro gemido ahogado en sus labios.
—Yo no me detiene —advirtió, sus manos separando las mejillas del culo de Jimin, dejando expuesta su abusada entrada— No cree poder.
—N-no importa —meneó sus caderas— Sí quiero, no te deten- ¡Aaah! —gritó y luego mordió su labio inferior con fuerza. Sintió como los dedos de Jungkook entraban lentamente en él y luego comenzaban a moverse, haciéndolo serpentear sus caderas. Dolía, pero a la vez daba un increíble placer.
Los labios de Jungkook fueron a dar en uno de los pezones frente a él, donde dio un lametón y luego succionó con fuerza, mientras retorcía sus dedos en la tibia cavidad de Jimin. Los jadeos comenzaron a aumentar, al igual que los movimientos de caderas por parte de Jimin y los dedos en su interior.
—Y-ya... Jungkookie —gimoteó, aferrándose aún más al cuello del pelinegro.
Jungkook sonrió y tomó su polla ya dura para alinearse en él. Su glande tocó la entrada de Jimin y este se deslizó lentamente hacia abajo, empalándose él mismo de la gruesa polla de su amante, gimiendo alto al sentir como sus paredes cedían a la exorbitante intromisión.
—Mhm... —ronroneó Jungkook. Estar dentro de Jimin lo tenía completamente fascinado; excitado. Sostuvo nuevamente la diminuta cintura de Jimin y comenzó a moverlo.
—Es-espe... Ugh... no t-tan rápido —pidió entre jadeos, sentía como la polla de Jungkook golpeaba el interior de su vientre y su próstata— ¡Ah! Ju-Jungkookie...
Jungkook no lo escuchó y siguió, porque el deseo de enterrarse y llenarlo era más grande. Hizo que Jimin rebotara cada vez con más fuerza, haciéndolo que le clavara las uñas en sus hombros.
—Ugh... yo disfrutar de tú, de esto —hablaba entre jadeos. Estaba tan excitado que sentía que se correría en cualquier momento y no lo podría evitar.
—Jungkookie... e-espe... Agh —intentaba hablar, pero las manos en sus caderas lo hacían subir y bajar tan rápido que lograba ahogarse cada vez que su próstata era golpeada— ¡Aaah!
—Yo dice que no parar —susurró y buscó sus labios para estrellarlos contra los suyos.
Y así continuaron hasta que ambos alcanzaron el maravilloso orgasmo. Jimin quedó derrotado y se recargó en el pecho de Jungkook, respirando de forma errática mientras este lo abrazaba y clavaba sus dientes en su hombro. No alcanzó a estabilizarse cuando Jungkook se removió y lo tomó entre sus brazos para sacarlo del agua.
—¡Ay! —gimió y se aferró a su cuello— ¿Ya saldremos del agua? —puchereó, aun cuando Jungkook no lograba verlo.
Jungkook no se molestó en tomar una toalla para secarlos, avanzó con Jimin en sus brazos, llevándolo de vuelta a la gran la cama para seguir apoderándose aun más de ese adictivo cuerpo. Dejó caer a Jimin con cuidado y se posicionó sobre él, entre sus piernas.
—Jun-Jungkookie... ugh... —su voz sonaba cansada, su cuerpo entero dolía, pero eso no detuvo a Jungkook.
—Yo querer más, más de tú —besó sus labios— Todo —susurró mientras acomodaba las piernas de Jimin en sus caderas y alineaba su miembro en su dilatada entrada.
Arqueándose, Jimin fue capaz de tomarlo todo, y gruesas lágrimas descendieron por sus mejillas a causa de la sobre estimulación que estaba recibiendo. Jamás pensó que llegaría un punto donde ya no soportaría tanto placer, y cuando creyó que por fin todo estaba terminando, Jungkook salió de él y lo giró, dejándolo con su mejilla enterrada en el colchón, sus piernas flectadas y su trasero en alto. Jungkook podía observar con claridad la abusada entrada de su chico y sin esperar mucho, se entró en una sola estocada, haciendo que Jimin arqueara su espalda y dejara escapar un grito de placer.
—¡Aaah! —se retorció antes las fuertes penetraciones que estaba recibiendo— N-no más... Jung... —ya no sabía si lo húmedo en su cuerpo era el agua del baño o sudor— Po-por favor, no más... —volvió a pedir entre jadeos. Una nueva sensación recorrió su cuerpo y lo asustó— Espera... de-detente —suplicó.
—No —escuchó en respuesta.
Jungkook no hizo caso y siguió aún más fuerte. Jimin empezó a sentir un cosquilleo en los pies que comenzaba a subir por todo su cuerpo, presión en la cara; haciendo que sus mejillas se volvieran febriles y los bombeos en su corazón aumentaron. Se sentía como un volcán en erupción.
—¡Aaah! —gimió alto, apretando las sábanas y enterrando su cara en ellas. Su cuerpo se estremeció y expulsó una cantidad increíble de semen. Aquel orgasmo, sin duda, fue mejor a todos los anteriores.
Jimin estaba jodidamente agotado y solo deseaba dormir. Jungkook llegó al orgasmo segundos después, derramándose y llenando el interior del deshuesado cuerpo de su amante.
—Tienes... prohibido volver a tocarme —susurró Jimin, girando su rostro para verlo.
Jungkook sonrió y salió lentamente de su interior, tumbándose a su lado para abrazarlo y fundirse en sutiles caricias. Estaba claro que al día siguiente, ninguno de los dos cumpliría con sus respectivas obligaciones.
—Te amo, yo te amo —le susurró Jungkook, mientras sus manos acariciaban la escalda de Jimin.
—También lo hago. También te amo —enterró su cara en su pecho y cerró los ojos, el sueño ya lo estaba venciendo.
Jungkook se movió cuando sintió que Jimin ya dormía profundamente y salió de la cama, caminó hasta el baño, se limpió los restos de semen que había en su cuerpo y mojó una toalla para volver y limpiar el cuerpo de Jimin. Cuando estuvo totalmente limpio, lo secó y se acostó a su lado, tapándose con la ropa de cama, cerrando sus ojos y abrazando el cuerpo de Jimin para seguirlo en el sueño. Definitivamente necesitaban descansar y recuperar energías.
***
Cuando Jimin vino a reaccionar, la luz del exterior se filtraba por las cortinas mal cerradas, haciéndole fruncir el ceño ante la molesta iluminación. Frotó sus ojos con sus nudillos y cuando intentó moverse, una mueca de dolor se dibujó en su rostro y lo hizo soltar un quejido lastimero. El cuerpo le dolía horriblemente y su parte se sentía jodidamente caliente, pero recordar lo que pasó horas atrás lo hizo sonreír como un idiota enamorado.
Giró e intentó buscar a Jungkook, pero este no estaba en la cama, ni en la habitación. Jimin decidió levantarse para ir a buscarlo, en el momento que quiso sentarse en la cama, un gemido de dolor salió sin previo aviso.
—M-mierda... —dejó caer su cuerpo de lado nuevamente en la cama y llevo su mano izquierda hasta su espalda— Joder, realmente me duele —se quejó.
Miró la pequeña mesita de noche que estaba al lado de la cama, y vio ahí su celular. Extendió su mano y lo tomó, desbloqueandolo rápidamente y mirando que tenía varios mensajes de sus amigos. Suspirando, se dispuso a leer los mensajes, pero se detuvo cuando vio el hermoso anillo en su dedo anular y sonrió, olvidando por completo su teléfono y contemplando el regalo que hasta ahora, era el más preciado para él.
—¿Jimin? —la voz ronca de Jungkook lo hizo removerse y levantar su cabeza, dejando de lado toda su atención en el anillo que había en su dedo.
Con tan solo escuchar aquellas su voz, el corazón de Jimin se agitó y las mariposas en su estómago se hicieron presente. Jungkook no tardó en entrar al dormitorio, encontrando a Jimin enrollado en las sábanas con una gran sonrisa
—Hola, bonito —dijo, mientras se acercaba a Jimin.
—Jungkookie —sonrió al verlo con su pantalón de tela y el pecho descubierto. Quiso sentarse, pero una mueca se volvió a dibujar en su rostro, había olvidado por completo que su cuerpo entero le dolía— Ugh...
—Oh, ¿tu cuerpo doler muy? —preguntó preocupado, acelerando sus pasos y llegando al lado de Jimin.
—Sí, me duele todo —puchereó y Jungkook ahuecó sus manos en sus sonrojadas mejillas, se inclinó y lo besó dulcemente.
Un beso que lo hizo olvidar todo dolor corporal, un beso que le hizo erizar cada vello en su piel hasta el punto de hacerlo temblar, un beso que le quitó el oxígeno y agitó su respiración. Un beso lleno de amor; dulce y suave.
—Yo pide servicio a habitación, no tardar en traer comida —informó cuando sus labios se alejaron de los de Jimin— Yo pide pizza y gaseosas.
—Uhm... que rico —sonrió.
—Ahora, tú dar baño —habló mientras acariciaba las febriles mejillas de Jimin.
—Sí, pero me duele todo... —Jungkook sonrió, él era el único culpable.
—Yo te lleva —sin perder tiempo, Jungkook lo tomó entre sus brazos, aún estando enrollado en las sabanas y lo llevó al baño— ¿Aquí o ahí? —preguntó, refiriéndose al jacuzzi o la ducha.
—La ducha, es más rápida.
—Bien —giró la perilla y dio el agua caliente, luego ayudó a Jimin a entrar y quedar bajo la lluvia artificial.
—¿Me vas a ayudar? —preguntó.
—Sí —Jungkook tomó un jabón y comenzó a lavar su cuerpo— Solo jabón, no haber shampoo aquí.
—Lo sé, en casa me lavo el cabello.
—Ya —se acercó, sin importar que se estaba mojando y besó los labios húmedos que tanto lo volvían loco— Salir, ya listo —se alejó para tomar una toalla, Jimin cortó el agua y salió con cuidado, dejando que Jungkook lo envolviera en una toalla y que lo cargara hasta dejarlo sentado en la cama.
—Gracias —dijo, sonriendo ampliamente.
Jungkook tomó su ropa y se la acercó, besó sus labios una vez más y se alejó cuando tocaron la puerta, anunciando que su pedido ya estaba listo.
—Ya llegar la comida, yo ir a ver.
Jimin lo vio salir de la habitación y comenzó a vestirse, el dolor corporal había disminuido gracias a la ducha y eso le facilitó el trabajo de colocar sin problemas su ropa. Salió de la habitación y caminó hasta la amplia sala del lugar, vio a Jungkook sentado en el hermoso sofá con su teléfono pegado a la oreja y cuando sus ojos se encontraron, Jungkook habló unas palabras en coreano y colgó. Jimin se acercó y se sentó a su lado.
—¿Todo bien? —preguntó curioso, mientras sacaba un trozo de pizza.
—Sí, no preocupar —besó la comisura de los labios de Jimin— Irnos pronto a casa, mañana yo tener trabajo y tú tener a clases.
—Vale —tragó lo que había en su boca— Mhm. Gracias por todo lo de ayer, fue el mejor cumpleaños de mi vida —confesó, totalmente avergonzado.
—No agradecer, yo lo hacer porque te ama. Te amo.
—También te amo —ignoró el calor en sus mejillas y se inclinó hacia Jungkook— Beso. Bésame, Jungkook.
Jungkook olvidó el trozo de pizza que acababa de cortar y saltó a los pomposos labios de su amante, para fundirse en un dulce beso. Uno lleno de amor.
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