-mm... Mo-ro-ha-llamó la mujer apretando un poco las mejillas de la niña quien parpadeo confundida

-dime-

-te me pareces más a Kagome que a mi propio hijo-le salió una dramática lágrima a Izayoi

-ay abuela no es para tanto-sonrió ella

-vamos cariño, por lo menos tiene gestos de él-rió el esposo de esta, Toga

-claro, se nota por su altanería y orgullo-miró de reojo

-hey, estoy aqui-hablo dolido Inuyasha

-ay lo siento-

Inuyasha suspiro y luego sonrió, al llegar al hogar de sus padres sorpresivamente se había encontrado con Sesshomaru, Rin y las gemelas. Se enteró que al ser un sábado y que no había tantos revuelos en la calle, la familia de su hermano estuvieron muy aburridos en la casa dando así la finalidad de visitar a la gente paterna. Cosa que agradecía en absoluto, no tenía que estar aguantando los berrinches de su madre solo.

-muy bien, las tres vayan arriba-ordenó la doña a sus nietas

A decir verdad, Sesshomaru tenía su propia madre, solo que esta había fallecido meses después del nacimiento de Towa y Setsuna, en un accidente... las gemelas crecieron a la vista de Izayoi y esta al no ser la abuela de sangre para ellas decidió darle aquel amor que Inukimi no logro darles por su repentina partida. Solo se dedicaba ser aquella abuela que las niñas necesitaban en su vida, y era algo que a Sesshomaru no le molestaba, más bien sentía una enorme gratitud por esa mujer tan dulce.

-¿qué? ¿Por qué?-reprochó Towa, su gemela simplemente suspiró y Moroha se cruzó de brazos con un puchero

-por que si, vayan a la habitación de Inuyasha-

-¿y por qué la mía?-preguntó él, no es que se quejara

Esa casa tenía de TODO ¿y aún así quería mandarlas a su habitación? Ya presenciaba el por qué.

-por que la tuya tiene muuuchos vídeos juegos, computadoras y esas cosas-dijo ella

-estas hablando con unas niñas-esta vez comentó el peliplateado

-y unas niñas que les gusta la tecnología-sonrió

-bueno, yo me voy-se levantó la menor de Sesshomaru y se dirigió a la habitación de su tío

-¡esperanos Setsuna!-

Towa y Moroha fueron tras ella subiendo por las escaleras mientras que los mayores se mantuvieron sentados en los sofás de la sala. Izayoi miró a su hijo con una sonrisa materna y llena tranquilidad, este enseguida captó.

-¿qué?-preguntó sin más, ella ensanchó más esa sonrisa que tanto admiraba

-nada, es solo que...-

-falta poco para que Kagome cumpla sus 10 años de fallecida-soltó rápidamente el mayor y Rin le dio un fuerte codazo en su brazo-¿¡que!?-

-¿¡siempre tienes que ser tan precipitado!?-interrogó ella molesta

-pues no, ¿qué pasó?-

-¡que acabas de herir los sentimientos de tu hermano!-

Sesshomaru parpadeo y miro a Inuyasha, el chico simplemente sonrió y alzó su mirada. Es cierto... dentro de poco Kagome cumplirá sus 10 años de fallecida.

-oye-llamó el para disculparse pero el pelinegro interrumpió

-hare lo mismo de siempre-dicho esto, se enderezó en el sofá-realizare su misa, es lo único que haré y... visitar su altar-

-¿estás seguro? El año pasado le hiciste un pequeño homenaje a ella-comentó su padre

Inuyasha asintió y pensó, no tenía más que hacerle, solo eso.

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-si llego a morir antes que tú... no dejes de homenajearme ¿vale?-

-como si eso pasara, pero vale-sonrió y la besó con ternura mientras ella acariciaba su mejilla

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Ese recuerdo apareció en su mente, en ese momento eran jóvenes cuando Kagome le había dicho eso, prácticamente estaban empezando a dar un paso más a la relación que mantenían. Kagome tenía mucho que dar como para que partiera tan pronto.

-¿recuerdas cuando Inuyasha nos la presentó?-preguntó su madre liberando ese pequeño silencio que se había presentado

-¿cómo no olvidarlo? Estabas tan feliz que hasta le preguntabas muchas cosas-rió Toga

Era cierto, ese día era la primera vez que la había presentado a sus padres.

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-a ver...-la tomó del rostro la doña, Kagome parpadeo confundida

-¿qué estás haciendo?-incredulo pregunto su hijo al ver su comportamiento

-estoy revisandola-dijo concentrada en su labor

-querida la estás asustando-apareció su padre tras de ella

La mujer lo ignoró sin dejar de inspeccionar la con la mirada.

-ojos grandes, nariz refinada, ¡dientes fuertes!-sonrió-¡Toga, ella es perfecta para nuestro Inuyasha!-

-espera ¿qué?-arqueó aún más confundida la azabache e Inuyasha se golpeó con la palma de su mano en su frente sin evitar sonrojarse

-¡mamá ya basta!-

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-pprr ¡¡JAJAJAJAJAJAJA!!-Sesshomaru reia sin parar mientras que su hermano lo asesinaba con la mirada

¡Aún le daba pena aquello y eso que habían pasado ya varios años!.

-ya cállate imbécil-miro hacia otro lado

-lo siento, no pude evitarlo-murmuró

-en mi caso, me emocioné cuando nos afirmaron que participariamos en un video de ella por primera vez, ¡era el día más feliz de mi vida!-expresó Rin, como la extrañaba, empezaba a sentir sus ojos humedecerse

-si, casi te desmayas y por poco caes del yate-la miró de reojo su esposo, ella rió

-¿saben?-habló Toga llamando la atención de su esposa, hijos y nuera mientras que una empleada llegaba a la sala y colocaba unos bocadillos en la mesita

Acto seguido la mujer se retiró y el mayor sonrió recordando aquellos momentos desde que su difunta nuera apareció en sus vidas, en especial en la de Inuyasha, desde que su hijo la presentó, desde que iban juntos en familia entera a los eventos de modelaje de ambos hermanos dando la sorpresa de que Kagome iba a cantar en varios de esas actividades disfrutando dos profesiones en una sola noche, y claro, como olvidar sus presentaciones en cualquier parte del país.

Kagome Higurashi era una mujer muy emprendedora, casi se comparaba con él por sus empresas.

-¿por que no le hacemos algo pequeño?-preguntó con sutileza-traeremos a la familia Higurashi, podemos hacerle algo aquí sin que los paparazzis se den cuenta-

Sin que los paparazzis se den cuenta... a decir verdad, cada vez cuando la azabache cumplía su mes esas personas no dejaban de presentarse en la iglesia o en otro lugar preguntando el estado del aún joven modelo, era una molestia total para él y seguro para Moroha.

-lo pensaré-

---*---

-¿eso dijo?-preguntó masticando una galleta, su padre asintio

-¿qué piensas tú?-

-bueno pues... no estaría mal hacerle algo pequeño-dijo pensativa-prefiero mil veces eso que estar en una iglesia o un panteón haciéndole algo exagerado-

-entiendo-murmuró Inuyasha-entonces hablaré con el mismo padre que le hace sus homenajes-

-exactamente-afirmó ella con una sonrisa

El modelo le devolvió el mismo gesto y suspiro nuevamente, era martes... y el sábado es el día de Kagome, estaba decidido; le haría su homenaje en casa de sus padres, no quería mucho escándalo tampoco.

Miro a su alrededor, las personas iban de allá para acá en aquel centro comercial, uno muy especial para los profesionales como él y demás conocidos en su trabajo. Los periodistas no tenian el derecho de entrar a ese establecimiento ya que, el artista necesitaba más de un respiro y libre de esas personas. Le agradecía mucho a Kagome en llevarlo ahí, si no fuera así, no sabría a donde ir más que en los lugares públicos. Menos mal, que era privado y solo las personas con profesión y que son perseguidas por el noticiero podrían ingresar.

Por lo menos estaba el lugar favorito de Moroha quien disfrutaba mucho de sus galletas y merengada, él solo se atinó en tomar un chocolate caliente para el estrés.

-vaya, gusto en verte otra vez Inuyasha-la voz de alguien conocido lo saco de sus pensamientos

Giro y se encontró con el que era el director de la cantante. No ha cambiado en nada, sigue siendo calvo como siempre y con una buena postura.

-Renkotsu-se levantó de su asiento y se inclinó, acgo seguido le tomó la mano en señal de saludo bajo la atenta mirada de su niña

-ha pasado mucho tiempo ¿eh?-sonrió él

-si, me alegra mucho volver a verte-

-igual yo, desde lo que paso... no he tenido mucho tiempo en estar contigo y la familia de ambos, siento eso-lamentó con un poco de desinterés algo que Inuyasha había notado

-no hay problema, como puedes ver... seguimos adelante-rió leve, Renkotsu le siguió la corriente dirigió su vista a la pequeña

-¿esa es Moroha? ¡está grande!-espetó sorprendido

Inuyasha le hizo señas a su hija y esta captó levantándose de su asiento y se colocó a su lado, la azabache no se sentía a gusto con aquel tipejo que le causó una mala reacción en su ser. Pero ¿por qué? Ni ella misma lo sabía, simplemente no lo quería cerca de su padre ni de ella.

-hola-fue un saludo seco, algo que le impresionó y fue raro tanto para ella como para su padre

-hola Moroha, ¿sabes quién soy verdad?-

-¿el director de mis padres?-arqueó una ceja-o más bien el de mi madre-

Renkotsu aplaudió lentamente.

-correcto, me alegra mucho que Inuyasha te haya hablado de mi a pesar que aún eras una bebé de 4 años cuando te conocí, estas muy grandecita y cada vez te pareces más a Kagome, juraría que eres ella-explicó sonriente

-¿ah si?-el hombre notó la sonrisa altanera de la pequeña y sonrió mentalmente

-retiro lo dicho, eres Inuyasha versión pequeña-rió, el modelo casi le seguía le seguía la corriente mientras Moroha simplemente arqueo una ceja

¡Ya quería que ese tipo se fuera!

-por cierto, me han dicho en la organización que Kagome ya cumplirá sus 10 años-comentó él

-si, dentro de unos dias, haremos una pequeña misa para ella en casa de mis padres, puedes ir si quieres-

-pues, hacerle un homenaje con el equipo en un club nocturno, ¿te gustaría? Las familias de ambos también pueden ir, después de todo tienen el derecho-agregó

-¿a éstas alturas?-pensó el pelinegro

¿Después de varios años ahora es que quería hacerle un homenaje a su difunta esposa? Le resulta demasiado extraño que su propio director haya tardado en realizarse tal actividad, y eso que eran muy incondicionales, incluyéndolo a él, Sesshomaru y los demás.

-¿te parece? Tengo pensado comenzar en la noche, va ser tipo gala, estarán varios artistas conocidos que también le rendirá su homenaje-confesó con cautela

Inuyasha parpadeo, ¿ese es su manera de hacerlo? No es que sea malo, sino que empezaba a pensar que Renkotsu no tomaba en cuenta las opiniones de los demás, por que estaba completamente seguro que el equipo de Kagome no le harían algo tan escandaloso. Pero al ser el mundo artístico era obvio que todo el mundo la recordaría y le harían algo especial.

Renkotsu notó su indecisión, tenía pocas probabilidades de recibir un "si" de parte del modelo así que tomo una pequeña tarjeta de su bolsillo y se la entregó

-es mi nuevo número, llámame cuando hayas decidido, ¿vale?-Inuyasha asintió y el hombre de despidió sin más, pronto los volvería a ver

-ese hombre no me gusta para nada-le habló Moroha con determinación e Inuyasha la miró

-¿por que? Es buena persona, además... apenas lo estás conociendo ya verás que más adelante te caerá bien-dicho esto, nuevamente se sentaron en sus sillas

-si acaso, no me gustó la manera de como habló sobre el homenaje de mamá-frunció el seño mirando sus galletas que reposaban en la mesa

-¿también te diste cuenta?-

-dile que no, haremos eso en casa de los abuelos y ya-no dijo más y tomó su merengada

Inuyasha aún dudaba, no era ingenuo pero si notó algo en su voz, ¿estaba nervioso? Cosa que lo disfrazó en una sonrisa durante el tiempo que habló con él. No sabía que hacer, tendría que consultarlo con Sesshomaru, Rin y los demás e incluso a sus padres y los de Kagome.

---*---

-aleluya al fin llegas-espetó una mujer en el auto al verlo entrar, Renkotsu suspiró-¿se puede saber que tanto hacías?-

-me encontré con él-susurró, la mujer abrió los ojos sabiendo a quien se refería

-¿qué? ¿Que te dijo?-

-nada en especial, Kagome cumplirá sus 10 años de "fallecida" y le dije que lo haríamos en un club a lo que él estuvo dubitativo y le entregué mi número por si acaso-explicaba encendiendo el auto

-seguro hiciste algo para que dudara-

-Yuka, no hice nada solo le dije mi propósito-la fémina parpadeo confundida

-¿y entonces?-

Vio que su prometido suspiró.

-si Inuyasha supiera... tendriamos muchos problemas, siendo ella el centro de todo-

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Que? Uuuuhhhh, cuenteeeeenmeee, si les gusto no olviden votar y comentar! Ha regresé con mis historias así que, Nos leemos pronto mis niñas!!💖