Continuó buscando entre las conversaciones, bromas y cosas triviales más ideas para grabar fue lo único que vio.

—Esto es muy... Escalofriante— Un mensaje de Timba le llamó la atención "Raptor ¿Estás en casa? ¿Estás solo?" aún siendo texto se podía percibir angustia, nada propio de él —Son de la misma fecha, Mondingas, Timba y... Sparta. Hablé con ellos el mismo día— Una observación que no servía de mucho, pero que al menos le daba la razón de sentir inquietud.

Sacudió la cabeza de lado a lado y continuó buscando alguna cosa que hablara sobre criaturas de la luna que no fueran aliens, porque estaba claro que no era el caso. Solo pudo encontrar un par de mitos y leyendas que coincidían en un mismo punto "Un virus que se propaga" no era muy difícil pensar que debía tener un origen pero entonces otra pregunta llegaba ¿Cuál fue el detonante?

Terminada sus lecturas colocó los libros en su puesto y se limpió las manos, el polvo acumulado era de cuidado. Suspiró un instante, algo de verdad no se sentía bien "¿Tú qué dices cucú?" preguntó al aire mirando el objeto.

—Reloj... ¿Cucú? ¿En una biblioteca?— No se había fijado en ese detalle, ni siquiera recordaba haberlo comprado —Que importa, a lo que vine— Recorrió su casa por lo encargado, luego regresó a la habitación y guardó las mudas más anchas que poseía, por si acaso —Sparta... Spartita— Se acercó hasta su mejilla; le dio un dulce beso —Arriba tarao'—

—Que grosero...— Movió la mano como si tratara de quitarse un bicho de la cara.

—Ya dormiste mucho sucia, en serio tenemos que irnos— Tocó el hombro del castaño claro y lo sacudió.

—Mmm me duele— Apretó un poco los ojos.

—Oh perdona, no mido mi fuerza— Retiró su mano rápidamente.

—No, idiota— Mantuvo los ojos forzados por la extraña sensación —¡Me duele!— De no ser por el sueño no se había percatado de la punzada constante en su zona inferior, el siquiera mover un centímetro le hacía retorcerse de dolor.

Raptor sonrió, y aunque una parte de si se culpaba la otra aplaudió lo bien que debutó junto con el de ojos avellana. Pasó su brazo izquierdo por debajo del chico y lo cargó hasta su baño.

—Para tu mala suerte no tengo tina— Lo apoyó con cuidado contra la pared sin dejar de sujetarlo del brazo, no quería que se cayera —No tardaremos, lo prometo—

—A-animal...— Por mucho que le gustara darle un merecido golpe era incapaz de ponerse en pie, sus piernas temblaban como si no supieran que debían sostenerlo.

—Yo también te quiero cerda— Un apodo que hace mucho no le decía, y que en cierta forma trajo nostalgia al menor. Terminada la limpieza regresaron al cuarto —Vístete con esto, lo de las pijamadas sirvió de algo— En ciertas ocasiones terminaban dejando prendas en el proceso, incluso luego de grabar pues algunos retos les dejaban hechos un desastre.

—Imbécil ¡Ayúdame!— Tiró una almohada al chico, el cual la agarró en el aire —Lo que faltaba ¿Tienes super reflejos ahora?—

—Pues... No puedo decir que soy el mismo pero tampoco me siento tan diferente... ¿Me veo diferente?— Hizo una pose aleatoria, quería tomarle el pelo.

—Yo te veo igual de inútil. Me vas a cargar todo el camino— Dijo Sparta en tono serio hacia el de ojos bicolor.

(...)

—Entonces... ¿Segura que estás bien?— Rabbito miraba a su amiga.

—Que sí, fue extraño pero... No me siento mal— 

—Esa cosa mordió a Catana, y no sabemos como se propague ahora que no está el bicho merodeando— El otro albino curaba la herida en la pierna de la chica, por un poco y dañaba un músculo o vaso sanguíneo importante —Cualquier cosa, la que sea, dinos sin miedo—

—¿Cómo tú con Raptor?— Contestó la de moño sin despegar la mirada de Alexy —¿Cómo esperas que confíe luego de eso?— 

—Catana por favor, él ya estaba hecho un mamarracho y en la fase final, tú ya cuentas con la cura—

—Chicos, no es momento de pelear, si esa cosa es el punto clave podemos regresar a todos. Soporten— El de ojos bicolor miró a sus compañeros, estos hicieron una mueca pero luego asintieron —Mucho mejor, solo espero que Raptor sepa algo—

"¿Qué debería saber?" El trío miró la puerta, Sparta estaba recostado en la pared y el castaño oscuro apenas cerraba con llave la puerta principal.

—¡Catana!— Dejó la mochila a un lado y corrió hacia su amiga —¿Qué pasó? ¿Te duele?—

—Estaré bien, ni siquiera me genera comezón— Sonrió con gentileza hacia su capitán.

—¿Y tú qué? ¿No vas a entrar?— El chico de ojos azules miró al de pelo castaño claro

—Estoy cansado, iré a dormir— Levantó la mochila y subió hacia su cuarto.

—¡Sparta! ¿Quieres que te ayude?— Rabbito lo vio forcejear con la maleta, le estaba costado caminar.

—E-estoy bien, solo con sueño a-adiós— Actuó lo más natural posible, aunque ya sintiera las piernas su cuerpo aún estaba recuperándose.

—Raptor... ¿Qué pasó? O que carajos traen ahí como para que le cueste caminar—

—Tranquilo perro blanco, solo es ropita, las temperaturas están de locura—  Respondió a su amigo.

—Puede que tengamos una solución para esto... ¿Encontraste algo de interés?— El menor preguntó a su hermano.

—Mmm ahora que lo mencionas sí, era una runa extraña que se atribuye a la luna, pero no entiendo como pasamos de lo científico a lo místico— Los tres restantes se miraron entre si —¿Qué pasa?—

—Puede que sea un espíritu del bosque, o un bichejo de las sombras, está totalmente conectado a la naturaleza, lo comprobé a las malas— De su bolsillo sacó una pequeña libreta —Atacan a lo que tenga calor, se nutren de luna y se curan con agua— Buscó entre las páginas, la chica llevaba un registro de observaciones extrañas —Aunque las naves... No sé como explicar pero creo que ese espíritu con cara de luna y lo que sean esas cosas negras no son lo mismo—

—¿De qué hablas Catana?— Raptor estaba confundido.

—Amigo, esa cosa, ese monstruo atrajo a lo que esté ahí— Alexy lo guió hasta la ventana, ahí de forma muy sutil se podía distinguir algo suspendido en el aire, como si de un platillo volador se tratara —O algo más los llamó... O algo lo hizo despertar—

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Parce yo disque "Al quinto día subo cap" y a doña doña se le olvidó jsjsjs.

En fin, se me cuidan y nos vemos en otro cap.

Chaos.