VII
—Sparta, se que no quieres ir—
—... Revisaré si tienen algo de batería— Su miedo pudo más, no tenía la fuerza suficiente para regresar.
El de ojos bicolor alistó su maleta, traer provisiones nunca está de más. Para suerte de ambos los radios tenían una raya, tal vez duraría unos veinte minutos.
Ya en el supermercado el castaño oscuro revisó los alrededores, todo estaba totalmente apagado, no podía ver mas allá de su nariz.
—Spartita, ya estoy— Habló por el aparato.
—¿Esa cosa te siguió?— Se escuchó con interferencia pero era entendible.
—No, todo normal, bueno... Es un decir— Rápidamente guardó todas las baterías y cargadores inalámbricos que pudo, por supuesto también agarró las susodichas velas junto a varios mecheros.
Mientras tanto, el de ojos café batallaba contra su ansiedad.
—Se fue hace cinco minutos, cálmate idiota. Hablo solo, genial— Se tapó con la cobija. La tensión se concentró en su abdomen, su estómago rugía, pedía a gritos algo dulce —Debí traer chocolate... Y si...— Cuando el mayor agarró su mochila escondió algo en el fondo del armario —Ese inútil— Varios paquetes de dulces estaban debajo de la ropa —Uno o dos no harán daño— Tomó los chocolates con mejor aspecto.
—Ya estoy de regreso, Sparta abre— Decía un Raptor importante en la puerta —Ahora no es momento de dormir. Sparta hijo de tu madre— En la radio sonaban leves ronquidos —¡Sparta, tarao!— Luego de unos minutos por fin el castaño claro abrió la puerta —¿¡Cómo se te ocurre dejarme por fuera!? ¿¡Estás loco!?—
—Chi, jiji— Por alguna razón le costaba mantenerse recto —Yo también debería estar enojado pero ¡No! Nopis nop—
—¿Te sientes bien?—
—Yo perfecto, severísimo como siempre...—
—¿Qué tienes en la mano?— Escondía algo dentro de su puño.
—Dedoss, tengo cinco, mira— Enseñó su mano derecha —Y en la otra... También—
—Sparta ¿Te comiste los dulces que traje?—
—Shhhh... No le digas a Raptor eso— Se acercó un poco y le tapó la boca con el dedo —Ten, y recuerda, ño le digas— La mano donde tenía el dulce le hizo tragar al más alto, prácticamente le embutió el chocolate.
—Creo que... Sin querer traje chocolates con alcohol en lugar de los normales, mi culpa— Ninguno de los dos acostumbraba tomar, de seguro por eso un par de bombones bastaron para embriagarlo —Mejor ve a dormir, con eso te puede bajar la— Fue interrumpido.
—¡La noche es joven! Como io... ¡Vámonos de fiesta!—
—En definitiva estás borracho, que pésimo aguante—
—No no no, pésimo tu madre... El inútil si que es pésimo, es— ¿De qué hablamos?— En un intento por mantenerse derecho se recostó en el pecho del mayor —Haces ejercicio, me gusta—
—Ay Dios mío... Vamos al cuarto—
—Que pilluelo eres, Raptorcito~— Era bastante incómodo para el de ojos bicolor tener una versión muy atrevida de su amigo, más cuando sabía que era por efecto del alcohol, peor fue la situación cuando intentó alumbrar el lugar con miles de velas —Que romántico—
—Sparta, ve a la cama— Decía mientras colocaba las velas.
—No soy un niño pequeño—
—Pues parce, me andas sigue y sigue por toda la casa— Estaba frustrado —Si voy contigo... ¿Te duermes?— El menor accedió. Ambos se cambiaron de ropa y de recostaron en la cama —¿Qué día será hoy?—
—De pasión~— Parecía adolescente hormonal.
—Duerme, tarao'-—Algo de la situación lo enojaba bastante, ni él sabía la razón.
(...)
—Nunca hablaremos de eso— El efecto del chocolate había bajado —Me duele la cabeza...—
—No es para menos, los dulces tenían un porcentaje alto de alcohol, igual no aguantas nada—
—¡No fue mi culpa que trajeras afrodisíacos en lugar de chocolates!—
—Tampoco fue mi culpa que hurgaras entre mis cosas— Dijo bastante tranquilo, su amigo siempre fue muy berrinchudo cuando tenía pena —Demos tregua, tengo que prender las velas—
—¿Cuánto pueden durar?—
—Según la etiqueta, veinte horas—
—Al menos. Hablando de eso... Lo pensé mejor y... Sería bueno ir a la central eléctrica—
—Bien, iré por algunas cosas y saldré mañana, o en unas horas, ya no tengo noción del tiempo—
—¿Cuál es la prisa? Podemos ir cuando las velas se apaguen— Hablaba pausado, como tratando de contrarrestar sus síntomas.
—Mi madre solía decir que un buen caldo levanta muertos ayuda con la resaca. Te lo voy a preparar—
Luego de comer organizaron las cosas que había traído el de castaño oscuro. Sparta guardaba los mecheros y las pilas mientras el otro prendía las velas.
—No son muchas, pero al memos ya podemos ver—
—No sé si se ve más tétrico o si está mejor a no tener nada— La luz hacía sombras bastante perturbadoras —¿Esa cosa se sentirá atraída por la luz?—
—Lo dudo, estaríamos muertos si fuera el caso ¿Por qué te molesta tanto la oscuridad?—
—Nunca me ha gustado, de por si soy bastante nervioso así que...—
—Ahora entiendo por qué no hacías muchos especiales de halloween— Ambos rieron.
(...)
—Los radios ya tienen batería así que no deberíamos tener problemas para comunicarnos—
—De acuerdo, iré por mis— Fue interrumpido.
—Sparta, ya tuvimos esta conversación. No irás—
—Iré y punto, no soy un niño pequeño— El mayor no pudo evitar soltar una leve risa —¿Cuál es el chiste?—
—Nada, nada, te espero— El tema del oji café borracho ahora era un tema de risa para el mayor.
Cuando el castaño claro regresó el de ojos bicolor ya no estaba, tampoco las llaves de la casa. En un acto desesperado por protegerlo Raptor se fue sin decir nada, y cerró con llave para que no pudiera seguirlo.
—¡Animal, regresa ahora mismo!— Gritaba a través del walkie talkie —¡Raptor!— No hubo respuesta —¿Este me cree idiota? Es mi casa— Rápidamente buscó el repuesto de la llave, no la usaba muy seguido pero era bastante funcional en un apuro. Pasaron unos treinta minutos, en todo ese tiempo no tuvo señal alguna del de saco rojo, pero al menos algo cambió —¿Luz?— Miró sorprendido el foco de la sala.
--------
Gente, me dio un pique de inspiración :"D
Me acabo de dar cuenta que el cap anterior quedó corto a comparación de los otros (Mi error) Bueno ni modo XD
Gracias por leer y se me cuidan.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro