Abro mis ojos, volteo a todos lados, rápido me doy cuenta que he tenido una pesadilla, una horrible pesadilla. Aunque creo que eso es normal, soy un niño, los niños suelen tener pesadillas todo el tiempo, mi mamá siempre me dice que no vea películas de terror tan tarde, esa es la razón de esa pesadilla tan horrible.

Respiró profundamente tratando de tranquilizar un poco mi miedo, casi saltó del susto al ver la puerta de mi habitación abrirse, una pequeña tranquilidad llega a mí al ver a mamá entrar, ¿Pero, por qué? No he hecho ningún ruido.

—¿Qué pasa mamá? —le preguntó un poco confundido y aún un poco asustado.

—La abuela ha llamado, me dijo que hoy llegará un regalo para ti —mamá se acerca sonriendo a mí, me da un pequeño abrazo—. Dice que te encantará.

Una sonrisa se dibuja en mi rostro, mi abuela siempre me ha dado regalos en mi cumpleaños, sólo que hoy no es mi cumpleaños, de todas maneras, espero que sea algo genial.

—Baja, tenemos que desayunar —mamá se pone de pie y se dirige a la puerta de mi habitación, cerrándola al salir.

Yo me pongo de pie, estoy ansioso por saber que regalo me mandó la abuela, creo que debe ser genial, espero que me guste demasiado.

Me dirijo a la puerta de mi habitación, volteo brevemente hacia atrás y veo mi cama en forma de carrito, una sonrisa se forma en mi rostro, mientras cierro la puerta de mi habitación, para dirigirme al comedor.