Veo como Progenito se esfuma frente a mí, sin pensarlo dos veces salgo de mi habitación corriendo, tengo que ver que Carlos este bien.

-¡Carlos! -gritó asustado, llegando a su habitación.

Abro la puerta rápidamente y lo veo recostado sobre la cama, usando su celular, como de costumbre.

-¿Qué? -pregunta al verme, con enojo en su rostro.

-Nada, olvídalo -le susurró dando media vuelta.

Cierro la puerta y ahora caminó hacia la habitación de Flor. Ella platica con Jack y Sam

-¿No sabes tocar? -pregunta Flor un poco enojada.

Jack y Sam me observan, para luego comenzar a reír, yo simplemente doy la vuelta y me dispongo a caminar.

-¡Hola pequeño Daniel!

Yo hago gestos y salgo de su habitación cerrando la puerta, corro hasta la cocina donde se encuentran mis papás.

Mamá lava los platos, mientras papá lee el periódico. Me siento feliz al saber que la amenaza de Progenito no se cumplió.

Subo las escaleras, luego entró en mi habitación y tomó asiento en la orilla de la cama.

-¡Progenito!, ¿Estás ahí? -preguntó agachándome.

Miró debajo de la cama, él no está ahí, ¿A dónde ha ido? Me recuesto en la cama, empiezo a cerrar los ojos, al abrirlos me pongo de pie y me doy cuenta que ya es de noche.

-Es la hora -me susurró a mí mismo.

Me pongo de pie y tomo el cuchillo del armario, salgo de mi habitación y veo que todos se encuentran alrededor de la mesa, respiro hondo y caminó hacia la puerta.

-¡Ven a cenar! -grita mamá desde la cocina.

Trato de caminar sin detenerme, pero mamá vuelve a hablarme una y otra vez hasta que llego a la puerta.

-¡Mamá voy afuera un rato!

-Claro cariño, sólo no te tardes -añade mamá desde la cocina.

Abro la puerta y salgo, caminó hasta el patio de mi casa y tomo asiento en el frío suelo, con mis manos comienzo a escarbar, hasta elaborar un hoyo del tamaño del cuchillo.

-¡Qué fácil fue esto! -sonrió, mientras coloco el cuchillo dentro del hoyo.

Regreso la tierra a su lugar, dejando enterrado el cuchillo, me pongo de pie, limpio la tierra que ha caído a mi pantalón y corro antes de que alguien vea lo que he hecho.

Lavo mis manos sin que mis papás me vean, en especial Carlos o Flor, ellos ya deben sospechar que algo no anda bien en mí. Tomó asiento junto a Carlos, él me mira fijamente por algunos segundos, luego continuamos con la cena.

Terminando de cenar, recojo mi plato y subo a cepillarme los dientes. Después voy a mi habitación, tengo que dormir, mañana iré a la escuela y tengo que descansar.

Miró por última vez debajo de la cama, no hay señal de Progenito, ¿A dónde fue? Respiró hondo y me acuesto en la cama, lo único que quiero es dormir. Por fin pude esconder el cuchillo, nadie lo encontrará ahí.

Miró a mis alrededores, cierro los ojos y un gran y enorme sueño me invade rápidamente.

***

La alarma de mi despertador suena y hace que me despierte de inmediato, bostezo un poco, mientras estiro mis brazos.

Quito la cobija de mis pies y bajo de la cama, me dirijo hasta mi armario y saco mi uniforme, es raro no ver a Progenito molestándome.

Terminando de colocarme el uniforme, salgo de mi habitación, miró por un momento las escaleras y luego me dispongo a bajar.

Justo en ese momento el teléfono suena, Flor se acerca a las escaleras y baja gritando.

-¡Yo contestó!

Sigo bajando y caminó a la cocina, donde rápido entro, al parecer la llamada es importante, pues veo a Flor con un rostro pálido.

-¡Mamá! -Flor grita fuertemente.

Segundos tan sólo después, mamá, papá y Carlos llegan hasta la puerta de la cocina preocupados.

-¿Qué pasa Flor? -pregunta mamá asustada.

Yo los miró confundidos, ¿Qué pasa? ¿Por qué Flor se queda callada? Estoy comenzando a asustarme.

-La abuela tuvo un accidente... está en el hospital -Flor suelta el teléfono y comienza a llorar.

-Flor con eso no se juega -comenta Carlos sonriendo.

Mamá corre y toma el teléfono, papá se acerca a Flor y la lleva hasta una silla, donde toma asiento.

-Tranquila, ella estará bien -papá le dice a Flor.

Me acercó a Flor y le doy un abrazo, en estos momentos no sé qué decir o hacer, así que sólo la abrazo fuertemente. Mamá cuelga el teléfono y fija su miradas en nosotros.

-Iremos al hospital con la abuela, no irán a la escuela hoy.

Mamá sale de la cocina, miró a Carlos y él se mira feliz de no tener que ir a la escuela. Yo solo pienso en que esto fue obra de Progenito.

Salgo de la cocina, subo las escaleras y entro a mi habitación, donde como era de esperarse, Progenito me espera.

-Te dije que me vengaría, así que disfruta tu ultimo día con tu abuela -añade él sonriendo, para luego esfumarse.

Intento ignorar lo que Progenito me ha dicho, me cambio de ropa, al terminar bajo a la sala. Ya todos están listos para subir al auto.

-¡Rápido! Suban -papá comenta.

Todos subimos al auto, mientras nos alejamos Progenito se despide desde la ventana de mi habitación.

***

Al llegar al hospital, mamá rápido se dirige a hablar con el doctor, quien está buscando a los familiares de la señora Foster.

-¿Cómo está mi madre? -mamá le pregunta al doctor.

El doctor empieza a ver en una tabilla que sostiene con las manos, hasta que se dispone a hablar:

-La señora Foster, tiene leves quemaduras, que se curaran rápido, necesitamos tenerla en observación, mañana podrá irse.

El doctor se aleja y entra por una puerta, yo miró a mamá y le doy un gran abrazo. Creo que lo necesita mucho, aunque todo sea culpa de Progenito, yo me siento culpable.

-Vayan a sentarse, su padre y yo esperaremos aquí -mamá agrega preocupada.

Carlos, Flor y yo caminamos hasta la sala de espera y tomamos asiento.

-Este lugar me recuerda mucho el día de mi caída.

Flor observa todo a su alrededor fijamente, luego su mirada se posa en la mía.

-La abuela vive lejos, ¿Por qué esta en este hospital? -les preguntó algo confundido.

-Tal vez sea para que este cerca de nosotros -dice Carlos observándome.

Él se pone de pie y se aleja hasta donde mamá y papá se encuentran. Miró a Flor y ella toca su cabeza, creo que le duele.

-¿Estás bien? -le preguntó tocando su brazo.

Ella retira mi mano de su brazo, me mira por algunos segundos, luego vuelve a tocar su cabeza.

-Yo te vi ese día.

-¿Qué día? ¿De qué hablas? -la miró, para que no me vea nervioso.

-¡El día que caí! Yo te vi, sólo no recuerdo como.

Flor se pone de pie y empieza a caminar hacia mis padres, aun tocando su cabeza, suspiró profundamente intentando calmarme, mientras caminó también hacia mis padres.

-Chicos, entraremos a ver a su abuela, no quiero que hagan desorden -susurra mamá.

Todos asentimos con la cabeza y nos disponemos a caminar por un pasillo. Mamá abre la puerta y justo enfrente de mí, se encuentra la abuela al parecer inconsciente.

-¡Mamá! -mamá entra rápido y se dirige hacia la abuela.

........

Hola, quiero invitarlos a leer mi nueva historia, se llama muertos, pueden encontrarla en mi perfil.

¡Hasta la próxima!