IX
Ni siquiera fue a su casa a saludar a su madre. Se dirigió directamente al bosque. Con desesperación arrojó su maleta a un lado y fue a buscar a su amigo peligris. No lo encontró frente al muy recurrido tronco hueco ni al lago. Una rama le impactó contra la cabeza cuando fue a la cueva donde se habían refugiado hacía ya dos largos y horribles años. Se giró, con un ligero puchero en los labios, el cual se convirtió en una bonita sonrisa al ver a un peligris de brazos cruzados. Éste le lanzó otra rama, la cual el castaño esquivó ágilmente.
-¡TaeTae!
-nada de TaeTae, joven Jeon. Estoy muy molesto con usted.
El castaño tuvo que combatir con una sonrisa.
-¿en serio? ¿Podría decirme usted, señor V, por qué está molesto conmigo?
-usted joven Jeon... espera... ¡¿cómo qué señor?! ¡Aún soy joven, muchacho condenado! ¡¡Joven y bello!
Taehyung, para respaldar lo dicho, empezó a lucir su bonito rostro en una "sesión" de modelaje. Jungkook se empezó a reír sonoramente.
-¿y bien? ¿Por qué estás molesto conmigo?
-¿todavía lo preguntas? ¡No me has escrito por un año completo! ¡¿Sabes cuánto he deseado recibir una carta tuya?!
Jungkook sonrió ligeramente.
-lo siento mucho, Tae. Este año ha sido el peor de mi vida. He tenido que tomar varias medidas.
-sí, fue lo que me comentaste en la última carta. ¿Todo bien con esos chicos? - dijo mientras le revisaba el rostro, tocando con la máscara ciertas cicatrices y haciendo un gesto de rabia al ver éstas.
-todo bien, YoonGi hyung me ayudó.
Ante la mención del pelimenta, V soltó una palabrota y se alejó un poco del castaño.
-Tae, no te pongas celoso.
El rostro del mencionado enrojeció.
-no tengo por qué - mintió.
-ajá. ¿Si te doy algo me perdonas?
-depende de qué sea.
El castaño sonrió y colocó la máscara sobre el rostro del peligris. Besó la frente de éste.
-este es por mi primer año de ausencia.
Un beso en la mejilla derecha.
-otro por el segundo.
Uno en la mejilla izquierda.
-uno más para compensar tus celos... - se separó y lo miró a los ojos - y el último... por todo lo demás...
Sacó un sobre de su bolsillo y lo colocó entre sus labios, presionándolos sin tener contacto y enrojeciendo al separarse.
El peligris estaba rojo y sin palabras. Sonrió tímidamente y tomó el sobre para colocarlo de nuevo entre ambos y "besar" al castaño.
-bien, ese fue para decirte que estás perdonado.
Ambos se miraron, con la mirada brillosa. Al peligris le pareció ver el firmamento en los orbes del castaño. Simplemente hermoso, perfecto. Divino. Acercó su mano al rostro del menor, con intenciones de tocarlo. Jungkook, alarmado, se apartó.
-Tae, no.
El momento mágico se fue al caño.
-perdón...
Con su mirada recorrió los bellos rasgos de Jungkook. Sus mejillas levemente rosadas por el frío que hacía, sus ojos brillando tal cual diamantes, sus labios curvándose en una "aconejada" sonrisa. Abrió los ojos en demasía al ver el, ahora, bien formado cuerpo del castaño.
-¿esas fueron tus medidas? - dijo, refiriéndose a los músculos del contrario, quién se sonrojó.
-entre otras tantas.
A Jungkook se le hizo pequeño el corazón al reconocer el conjunto de invierno hecho a mano que traía V. Además, ya viéndolo bien, se encontraba diferente. Lo veía más... maduro. No verlo por dos años había logrado hacerle reconocer cambios que antes no había en el peligris. Esto le hizo recordar una promesa olvidada, hecha en silencio hacía más de cinco años. Recordó también la promesa que le había hecho YoonGi, hacía no más de seis dolorosos meses, y sus ojos se anegaron en lágrimas. El peligris lo miró, preocupado.
-Kook, ¿todo bien?
El mencionado negó con la cabeza. Le quería mentir a su amigo, pero no podía. Deseaba decir que todo estaba bien; pero simplemente no había manera de fingir con su V. No tenía sentido. Su peligris amigo sabía sus mayores secretos, sus más grandes temores, sus hermosos y alocados sueños, todo. Dos años de alejamiento no cambiaba que ese espíritu era su mejor y único amigo.
-TaeTae, ya no aguanto. Ya no lo soporto. No quiero volver. No quiero separarme de ti otra vez. Es un maldito infierno, Tae. ¿Quizá estaré pagando mis errores? ¿Es mi castigo por escapar de casa y no asistir a clases por verte?
-espera, ¿te saltabas las clases para verme?
-¿está mal querer estar a tu lado? ¿Por eso la vida me odia y me ha condenado a vivir en ese estúpido país, con estúpidos compañeros, por estúpidas calificaciones?
-Kook...
-¿acaso nuestra amistad enfurece al destino? ¿Es que se ha arrepentido de unir nuestros caminos?
-Jeon...
-¿hemos tentado la mala suerte? ¿El amarte como lo hago...?
Se detuvo abruptamente y se sonrojó hasta las orejas.
-¿qué?
-que si admirarte como lo hago es malo...
El peligris sintió un leve pinchazo de decepción. ¿Acaso había escuchado mal? ¿El castaño tenía sólo admiración hacia él y nada más?
-no, Kook. Qué el universo se enoje, pero yo no habré de dejar de amarte. Sé que no es fácil lo que pasas; me gustaría estar contigo para aliviar tus penas, pero no puedo. Sin embargo, estoy junto a ti, en tu corazón, en cada momento. Somos dos almas unidas por el destino de manera especial, ¿qué probabilidad había de ello?
El castaño rió ligeramente, secando con delicadeza unas lágrimas que habían resbalado por sus mejillas. Tenía cierta razón el peligris. Sus caminos se habían cruzado de manera extraña. Lo que él temía era que esa intersección se terminara y sus andares se separasen. No era fácil olvidarlo, de igual forma, gracias a la muy poca diferencia que el espíritu presentaba. Si Jungkook no rompía ese maleficio, en algún momento él sería el mayor. Odiaba tener siquiera esta idea en consideración.
-fuera de todo, ¿cómo te va en tu instituto?
El castaño sonrió tristemente. Seguía siendo el mejor. Temía que aquello le otorgara un pase a una universidad de Estados Unidos.
-todo va como cabría esperar.
-o sea, eres el mejor.
El menor bajó la cabeza, avergonzado.
-hey, Kook, no es malo. Seguiré aquí cuando regreses. Puedo esperar por ti toda la vida. Te lo juro.
Esas palabras le dolieron como un puñetazo a Jungkook. ¿Cuántas veces había escuchado cosas similares y le habían mentido? ¿Cuántas despedidas más podría aguantar? ¿Cuántas traiciones? Un recuerdo de lo que había hecho el deleznable de YoonGi le llegó a la mente e hizo una pequeña mueca, la cual no pasó desapercibida para el peligris.
-¿alguna cosa que no me has dicho?
El menor pasó su lengua por su mejilla interna. Era algo demasiado vergonzoso para contarle al espíritu. Una herida aún abierta que, si seguían metiendo el dedo en la llaga tan continuamente, no curaría. Menos acostumbrado que hacía unos meses, pero aún con ese ligero tic, buscó su collar para reunir fuerzas. Se dijo tonto en todas las formas que conocía cuando vio el ceño de V fruncirse.
-¿dónde está tu colgante? - dijo con un toque de decepción y tristeza en su voz.
El menor se quedó pasmado, no sabiendo qué decir y abrumado por lo que su silencio podría significar para el otro. Quizá pensaría que se lo había quitado para no pensar en él, que lo había perdido, que lo tenía en su maleta, que no era significativo para él. De nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas y se enojó por ello. ¿No sabes hacer otra cosa que no sea llorar?, se recriminó. Taehyung, alarmado por la reacción del contrario, intentó arreglar un error no cometido.
-me refiero a que si es muy estorboso, si acaso lo has perdido. Yo estuve a punto de hacerlo muchas veces, así que...
-lo siento - le cortó el castaño -. Lo siento mucho, Tae, te juro que traté de encontrarlo después de que él lo lanzara y... lo lamento, perdóname. Soy un tonto...
Ya bastante intrigado alzó una ceja, pidiendo una explicación. Al ver que el otro se mordía el labio inferior por su nerviosismo, no dudó que algo malo había ocurrido y el castaño no le quería decir. Se acercó a él, de forma suave pero a la vez firme. Jungkook nunca le había guardado secretos. El menor se alejó de él, tanto para no tener que hablar de eso y para no hacerle daño si acaso el espíritu tropezaba y lo tocaba.
-¿qué sucede, Kook? ¿Por qué no me quieres decir? ¿Acaso no confías en mí? Te aseguro que no me molestaré si me dices que has perdido el colgante. Te lo juro - dijo haciendo una cruz sobre el costado izquierdo de su pecho.
Ya no pudo contener las lágrimas. Éstas empaparon sus mejillas de manera alarmante. Por favor, rogó en su mente, por favor, no jures algo que puede no cumplas.
-¿lo perdiste? - el adolescente no contestó - no te preocupes, Kook. No importa, era algo material - dijo y acarició con su máscara el rostro del contrario.
La lengua de Jungkook se soltó y le contó todo, saltando las partes más vergonzosas y dolientes del recuerdo. Luchó y perdió una batalla contra una nueva ronda de lágrimas mientras relataba lo sucedido. En todo momento evitó el contacto visual, temeroso de la reacción que pudiese tener el otro. V no lo interrumpió en su relato, se limitó a escuchar y enrojecer de cólera, conteniéndose de abrazar al castaño y darle un beso para consolarlo. No se movió ni un milímetro cuando el otro acabó su historia. Sentía que si respiraba siquiera, no podría contenerse y tomaría uno de esos objetos voladores que el castaño llamaba "aviones" para ir a Estados Unidos y golpear al pelimenta por lo que le había hecho a su Jungkook. Él alzó la mirada con lentitud al no escuchar ni una palabra de parte de Tae, sorprendiéndose un poco al verlo rojo de ira. Le dio un poco de ternura, no podía evitarlo. Estiró su mano para tocar ese lindo rostro que tenía el peligris, pero se horrorizó al instante y la bajó. Estuvo a punto de dañar a Tae. Sus ojos otra vez se cristalizaron. Por poco borró de la faz de la Tierra a su único amigo. Un sollozo escapó de sus labios y el otro lo miró.
-hey, ¿qué sucede ahora, Kook?
-c-casi te toco, lo siento, lo siento mucho, TaeTae...
Un nudo se formó en su garganta. Dios, Dios, ¿por qué los has castigado de ese modo? Un amor como el de ellos jamás se ha visto y tú deseas quebrantarlo, ¿por qué? Un roce, eso es todo. Eso es lo único que desean, ¿Tan difícil es poder darles el gusto?
-hey, no hay problema.
-¡Claro que hay problema! ¡¿Qué haría si ya no estuvieras a mi lado?! ¡¿Cómo seguiría viviendo, sabiendo que te he matado?!
Su llanto se intensificó. Ah, era tan desgarrador. V incluso quería llorar junto con su castaño. Le dolía tanto no poder tocarlo, no poder protegerlo. Estaba dispuesto incluso a desaparecer si eso significaba hacer feliz a Jungkook. Estaba seguro de que entregaría su vida para consolar, proteger y salvar al castaño. El precio sería muy alto si rompía las reglas por Jungkook, pero Taehyung estaba más que dispuesto a pagarlo.
-no, Kook. No me habrías matado. Sólo me habrías liberado.
Jungkook no supo qué sentir con esa frase.
Lo prometiste, lo juraste... y no has cumplido...
Le dolió el corazón al escuchar sus venenosos pensamientos. No había hecho el menor intento por saber cómo liberar al peligris. Tonto, se dijo, eres un inútil perezoso, inservible.
-por favor, sólo... pasemos este día junto, ¿sí? Llevo esperando mucho tiempo para estar aquí, contigo. Disfrutemos, por favor...
El peligris aceptó. Todo el día se la pasaron viendo nubes y dándoles forma. Un conejo por allí, un oso por allá, que una serpiente por acá... sin embargo, Jungkook vio una nube que le hizo quitar la sonrisa. Un corazón roto. Se obligó a sonreír. No comentó esa figura con su fiel amigo.
Llegar tarde porque olvido en qué día vivo es mi pasión xd.
¿No les pasa que están super emocionados por algo pero la escuela lo arruina? Lpm, hace como un mes una preciosa personita me ayudó con la portada de esta mini historia y no le dediqué ni un simple agradecimiento por la presión que tenía (y tengo) por mis tareas, en especial las de geografía y español. Kathi, perdóname bb, no sabes qué emocionada estaba por presumir a todos las bellas portadas que hiciste. Eso sí, Sofi se llevó media hora tratando de parar mi llanto de alegría jeje.
Hoy en día sigo sin poder decidir cuál usar, así que si ven que cambia constantemente la imagen de la historia, no se alarmen, es mi yo mental, física y sentimental tratando de elegir cuál de las 4 portadas que hizo Kathi bb hermosa hizo.
Nos leemos pronto! Disfruten su semana!!
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