Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 22

*Graciela Ferrer*

Al despertar me encuentro en la habitación de Aarón, completamente confusa, desorientada con todos los acontecimientos de hace pocas horas atrás.

No podía y no quería creer que Sami, este muerta, y mucho menos que fue un accidente, sabia que detrás de esto estaba Eliot, de eso estoy completamente segura. Necesito salir de aquí buscar respuestas y que mis padres sepan la verdad de una buena ves.

El día estaba gris lluvioso justo como me sentía en estos momentos; al llegar a la planta baja me encuentro a Damián, en el piso jugando con sus juguetes. Al poco tiempo nota mi presencia.

—Graciela despertaste. — Corre hasta mi y se trepa como un monito a mis caderas y me empieza a repartir besos por toda la cara. Me encantaba  esa dulzura de él, me trasmitía una paz infinita estar junto a él.

—Como esta mi niño se ojos bonitos.

—Yo estoy bien.

—Eso me alegra mucho mi niño hermoso sabes donde esta Aarón, corazón.

—papá, esta en la cocina con mis hermanos.

—Me esperas aquí  mi niño de ojos bonitos mientras hablo con ellos.

Lo dejo con sus juguetes y me dirijo hacia la cocina. Sabía que para ellos esto no era fácil y tampoco para mi me daba pánico ver sus reacciones pero tenia que ser fuerte y enfrentar todo lo que venga como lo he hecho hasta ahora.

Al entrar a la cocina todas las miradas se posaron sobre mi pero una en particular era la que hacía que mi cuerpo temblará, que mi corazón palpitara queriendo salir de mi pecho. En pocos pasos lo tenía junto a mi.

—Como te sientes ciela,.

Las palabras no salían de mi boca; ver a Aarón, sus ojos con un brillo, una luz que grita vitalidad en ellos, su boca fina delicada pero a la vez gruesa sus rasgos masculinos marcados en su rostro. Es tan parecido a ella como no me di cuenta como.

—Esta muerta Aarón, Sami, esta muerta por mi culpa.

—Shhh, Basta, basta  ya amor te estas haciendo daño.

—Tú, me debes de odiar si no fuera por mi ella estaría aquí junto a ti.

—No, no es así  Ciela, no te odio, no puedo odiarte. Tu no tienes nada que ver con la muerte de  Samantha,.

Sentía que no podía respirar que este lugar cada segundo que pasaba lo sentía cada ves más pequeño. Mi vista se volvía borrosa, mis manos temblaban y las piernas las sentía con menos fuerza.

Sentir que podía perder a Aarón, que no vería más a Damián, a sus hermanos a Emily; El saber que Eliot, tiene razón al decirme que me quedaré completamente sola. Dónde cada día, segundo, minuto, y hora, me hundía en mi propia miseria.

Se que me tengo que alejar para protegerlos. Cada rayito de felicidad que llega a mi vida se me es arrebatado de las manos de un solo plumazo. Aarón, ya a sufrido bastante al igual que sus hermanos, por la perdida de Samantha, yo no lo merezco. Una mujer que se siente vacía por dentro con un dolor en el pecho, dónde me siento sin fuerzas muerta en vida.

Él merece un amor sin ataduras, sin pasado no como el mio que lo llevo arrastrando por mucho tiempo. El merece un amor puro es algo que yo no podré darle nunca.

—Ciela, mi amor reacciona por favor.

Al momento de sentir sus manos en mi rostro es un toque cálido que desprende en mi una corriente por todo mi cuerpo. Mirar sus ojos grises, azulados  seguía ese brillo que tanto amaba que no merece ser opacado por la tristeza, las ganas de no vivir que hay en mi.

Doy tres pasos hacia atrás alejándome del calor de sus brazos. En su mirada veo un dolor desgarrador, se que le estoy haciendo daño pero es mejor para los dos no puedo ser egoísta y arrastrarlo a esta que soy ahora.  

—Me llevas al cementerio quiero ir a ver a Sami,.

—Ciela, tú necesitas descansar. En ese momento da dos pasos hacia mi y yo doy dos hacia atrás.

—No, no te me acerques si no me llevas dónde está la tumba de Sami, recorreré cada cementerio hasta encontrar su tumba.

Lo único qué me hará sentir mejor es ver su tumba hacerle saber qué no importa que se haya alejado de mi yo siempre estaré allí. Me seco las lágrimas con las manos temblorosas con rabia e impotencia; sabia que estaba sufriendo una crisis de nuevo pero eso no me va a detener para ver a Sami,.

—Perdonenme.

En ése instante salgo de la cocina me seco completamente las lágrimas para que Damián, no se asuste al verme en este estado. Al llegar a la sala aun Damián, sigue como lo deje antes de irme no tengo derecho a hacerlo sufrir no puedo permitir que Eliot, los lastime si se enteran que están a mi lado. No soportaría que a Damián, le pasara así como a mis bebés.Me acercó a Damián, y me siento junto a él.

—Quieres  jugar conmigo Graciela,.

Él me mira con esos ojos hermosos color verdes llenos de vida, de ternura, de amor para dar sin pedir nada a cambio.

—Me  encantaría mi niño de ojos bonitos pero debo salir con tu papá, a un lugar dónde debí ir hace mucho tiempo.

—Y puedo ir contigo y con papá,

—No, mi niño de ojos bonitos a este lugar no puedes ir con nosotros. Pero te prometo algún día y contarte muchas aventuras.

En ese instante Damián, me mira con el ceño fruncido.

—¿Porqué lloras Graciela.,?

En ese momento no me había percatado de que estaba llorando de nuevo solo cuando Damián, acerca sus pequeñas manos a mi cara para secar algunas de ellas.

—Papá, dice que una  reina no debe llorar por nada del mundo que son lo mejor que hay en el. Y tú Graciela, eres una reina muy bonita y no tienes porque llorar.

En ese momento lo abrazo con todas las fuerzas que me quedan.

—Mi niño de ojos bonitos y tú eres un rey hermoso. Me puedes prometer que cuidaras de papá Aarón,  y de tus hermanos, que cada mañana lo harás sonreír y le darás muchos besos al despertar me lo prometes.

— Te lo prometo.

En ese momento lo abrazó y le doy muchos besos por toda su pequeña carita provocando en él una carcajada que para mi es energía pura para enfrentar todo lo que pasara.

—No olvides algo Damián, no olvides que te quiero mucho no importa donde vaya o dónde éste pero no lo olvides mi niño de ojos bonitos.

Me abraza y empieza a repartir  besos en mis mejillas, ojos y nariz provocando en mi una pequeña risa baja llenando mi corazón palpitante de ternura y un amor infinito hacía él,.

—Lo prometo Ciela.

Escuchar ése diminutivo de mi nombre en él provocó que mi corazón bombeará desbocado en mi pecho  derramando una lágrima traicionera; me levante y dejé un beso en su frente  y salí de la casa a esperar a Aarón,.

Cinco minutos después escucho la alarma de la camioneta sin esperar a que habrá mi puerta me monto en ella cerrándola, a los pocos segundos escucho la puerta del conductor. El silencio era mutuo entre los dos lo único que se escuchaba eran nuestras respiraciones.

—Ciela, por favor dime algo no te quedes callada, no nos hagas esto no me alejes de esta manera.

Sentir su toque me estaba quemando por dentro sabía que le estaba haciendo daño y que a su vez me lo estaba haciendo a mi misma por alejarme de él. Pero era algo que no tenía retroceso.

—No hagas esto más difícil por favor no me toques, lo único que quiero es que me lleves a ver a Sami, por favor.

Al dejar de sentir su toqué en mi mejilla sentí un frío recorrer mi columna; me seque las lágrimas con odio, rabia hacia mi. El recorrido hacia el cementerio fue en absoluto silencio una hora y media después nos encontramos frente a "Laike View". Estar frente  de este lugar sentía que me faltaba el  aire no se cuanto tiempo pase dentro de la camioneta pero Aarón, no me apresuraba a bajar  de ella.

Diez minutos después baje decidida a ir a verla. Caminamos unos minutos en total silencio hasta que nos paramos frente a su tumba.

(Samantha Valeria Miller 1995-2020. Amada hija y hermana).

Sin poder evitarlo más tiempo  caigo de rodillas junto a su lapida recorriendo con la yema de mis  dedos su nombre escrito en ella. Sabia que Aarón, me estaba dando mi espació y era algo que en estos momentos se lo agradecía infinitamente.

— Al fin estoy aquí Sami, al fin estoy contigo. Perdoname, Perdoname tu no te mereces estar aquí  tenías una vida por delante, sueños que cumplir y yo te los arrebate por completo; tal ves sí no me  hubiera cruzado en tu camino estarías junto a tu familia con vida tendrías tu academia de baile, y estarías por graduarte de la carrera de medicina.

Cada vez sentía que me faltaba el aire sentía en mi pecho una opresión tan grande  que me ahogaba.

—Sabes, Sami,  aún recuerdo cuando nos conocimos fue tan espontáneo e inesperado para mi  fuiste esa chispa de alegría que le faltaba a mi vida en pequeños intervalos de tiempo me enseñaste a tener un pequeño rayó de esperanza, a reír, llorar no de tristeza si no de alegría; Me aferre tanto a mi felicidad al estar a tu lado al tener tú amistad que se me olvido lo mas importante protegerte de él y de mi.

—Tal vez sí no me hubieras encontrado en el piso de mi habitación desangrandome, tú no tenías que verme de esa manera tú no. No tenias porque llenarte de la mierda que es mi vida contándote todo mi maltrato. Pero en ese instante  lo único que quería era desahogarme, quitar esa opresión de mi pecho.

Flasbath:

Era un viernes por la tarde  estaba en mi  habitación terminando unos trabajos de la universidad; había quedado con Sami, en reunirnos en una cafetería para tomarnos tomar unos chocolates calientes y unas donas.

Estaba tan concentrada en terminar de una ves por todas los trabajos que no me percaté de unas manos rodeando mi cintura, ese olor a cigarrillo y alcohol era inconfundible para mi, mi cuerpo se trenzaba de solo sentir su toque por mi cuerpo me sentía asqueada de mi misma.

—E... Eliot, que estas haciendo aquí.

—Vine a que hablemos muñeca. Tus papás, no están aquí vine a decirte que esta noche saldremos con unos amigos y tal ves pasé algo más.

Al escuchar eso mi cuerpo se puso alerta sabia a que se refería cuando hablaba de amigos.

—N... No, no voy a ir contigo no quiero Eliot,

En ese momento me toma del ante brazo con una fuerza descomunal en sus ojos veía una una oscuridad que mi cuerpo empezó a temblar de forma involuntaria.

Me tomo del peló jalando con mucha fuerza que sentí mi cuero cabelludo arder.

—S... Suéltame Eliot, me estas lastimando, me duele.

En ese momento  sin percatarme me dio dos bofetadas una mas dolorosa que la otra provocando  que me golpeara la cabeza con el filo de la cama provocando al instante un sangrado en el lado derecho. Mi visión cada ves estaba más borrosa. Me toma de nuevo del pelo para que lo mirara a la cara.

—Tú, iras conmigo te guste o no me escuchaste Graciela,. Gritaba cada ves más fuerte.

—Y para que aprendas a no  decirme que no nunca te enseñaré una lección.

En ese instante me arrastra por el piso, me desgarrando la camisa, y mis shor tomandome a la fuerza por cada golpe golpe una penetración dura una y otra ves sin tener compasión de mi sin importar mis gritos pidiendo que pare haciéndome sangrar en mis partes intimas hasta acabar dentro de mi no sin antes darme un ultimo golpe en las costillas.

—Sabes que Graciela, ya no te quiero allí serias un estorbó me buscare una puta tú no sirves para nada.

Sale de la habitación dejándome rota una ves más, había pasado  casi una hora  desde lo sucedido no me eh podido poner de pié, cada ves me sentía débil por la pérdida de sangre.

Mi teléfono no paraba de sonar; con la poca fuerza que me quedaban me fui arrastrando poco a poco sintiendo fuertes punzadas en mi cabeza y costillas mas el dolor en mis partes intimas. Antes de llegar de llegar a mi teléfono siento la puerta abrirse de golpe me quede paralizada  no quería que mis padres me vieran de esta manera. En ese instante escuchó un grito desgarrador.

—Graciela, ¿que te paso? ¿Quien te izó esto?

Intento tocarme para ponerme de pie provocando en mi un grito de dolor quemando mi garganta.

— Dejame llamar a emergencias debemos de curarte las heridas.

—No, no, no al hospital no por favor ayudame a ponerme de pie y a curarme.

—Pero Graciela, estas sangrando puede de que tengas una hemorragia.

—Prometo que son sólo golpes Sami allí me harán muchas preguntas.

—Esta bien Graciela, pero me dirás quien te hizo esto y no quiero mentiras.

En ese momento estaba dispuesta a contarle todo sin omitir nada. Dos horas después ya  Sami, me había ayudado con cada herida mientras le contaba todo, absolutamente todo. Cada golpe, cada abuso entre lágrimas sin que me quedara nada por dentro en ese instante sentí como un peso se me iba de mis hombros al hablar de esto con Sami;

—¿Porque no me lo habías dicho antes?.

—Maldito, desgraciado, con su cara de que no rompe un plato.

—Perdoname Sami, no te quería poner en riesgo Proneteme, Proneteme Sami, que no le contaras de esto a nadie.

—No me puedes pedir eso después de todo lo que me haz contado quedarme sin hacer nada. — Graciela, te esta destruyendo la vida.

—Lo sé Sami,pero es solo por un tiempo hasta saber que haré  por favor.

—Tiempo Graciela tiempo es lo que no tienes por dios que vas a esperar a que te mate. —Crees que me quedare de brazos cruzados a esperar a recibir una llamada de que estas muerta.

—Solo te pido un poco de tiempo eso es todo Sami por favor.

—Esta bien Graciela, solo si me dejas contactar con mis hermanos ellos nos pueden asesorar sobre que posemos hacer para alejar a ese infeliz de mierda.

Un mes y medio había pasado desde que le conté todo a Sami, aún tenia mucho miedo  de que Eliot, se enterará. Tenia un mal presentimiento, una inquietud en mi pecho de que algo no estaba bien.

Faltaban dos semanas para terminar este trimestre. Sentía que algo no estaba bien con Sami, como si algo la perturbara se la pasan ausenté, distraída en todo momento y por más que le insistía no me decía absolutamente nada. Hasta que mi peor pesadilla sé hizo realidad.

Una semana antes de terminar  Sami, no aprecio, no contestaba mis llamadas; era como si se la hubiera tragado la tierra.

Hasta que un lunes por la mañana al despertar me encuentro en mi mesita de noche un sobre amarillo con mi nombre. Al abrirlo reconocí de inmediato la letra era de Sami.

Graciela, te escribo esta carta para despedirme  de ti, no puedo permanecer a tu lado y ver como te destruyes. Eres una cobarde que se esconde en si misma en tu auto compasión te haz vuelto nada a comparación de esa chica alegré que me demostraba esas ganas de vivir. No puedo, y no quiero permanecer a tú lado a solo esperar recibir una llamada de que estas muerta; solo esperó que no te sigas hundiendo en tu propia miseria. No me buques no quiero saber más nunca de ti en mi vida Graciela Ferrer.
Att: Samantha Miller.

Fin del flasbath.

—Ciela, mi amor vamos  es hora de irnos va a llover y tu aún necesitas descansar.

—No, no yo estoy bien tú, no me vas a alejar del lado de Sami,. Ya estuve mucho tiempo alejado de ella.

—Sabes Sami, siempre tuviste razón me volví nada una mujer completamente vacía por dentro te perdí a ti a mis bebés. No supe ver el peligro que corrías al estar a mi lado nunca debí dejar que te acercarás.

Miro al cielo y esta totalmente gris, así como esta mi alma por dentro.

—Sabés Aarón, estoy tan vacía y rota por dentro que olvide como es reír sin que te quede nada por dentro solo sonrisas falsas quedaron en mi para fingir ante los demás que todo esta bien. Vivo por vivir,como por comer, respiro por respirar, pero me siento completamente muerta en vida.

Vuelvo a mirar al cielo, y suelto una carcajada como si me hubieran contado el mejor chiste del mundo sin que me quede nada por dentro.

—Qué más me vas a quitar. —Ehh que más. Sami ya no está mis bebés tampoco. Acaso éste es mi maldito castigo por haberme enamorado de un maldito miserable.

—Shhh. —No más Ciela, por favor ya fue suficiente por hoy vámonos.

Había empezado a llover a cántaros en ese momento sentí mi cuerpo temblar y como Aarón, me tomaba entre sus brazos para llevarme al auto y alejarnos lo mas rápido posible de allí. Ya no me quedaban fuerzas para llorar, gritar. Sólo sentí que mis ojos se iban cerrando poco a poco.

Hola hola mis hermosas Cielas un nuevo capítulo con nuevos acontecimientos espero lo hayan disfrutado este capítulo tanto como yo nos vemos pronto los quiero.
#QuedateEnCasa.
#BesitosAmetrallados.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro