Sábado 25 de Julio de 2015 10:28

—¡Amor, llegamos!

—¡Ahí voy!

—Marcela, deme la maleta así la llevo a la habitación de invitados.

—Gracias querido y por favor, tuteame.

—Perdón, prometo hacerlo.

—Hola mamá.

—Mi niña...

—No llores, por favor...

—Prometí que sería fuerte... pero no puedo. Sos mi niña, la luz de mis ojos... te amo tanto...

—Yo también te amo mami... mucho, mucho...

—Tus hermanos te mandan besos y abrazos, van a venir la próxima semana después de que terminen de rendirlos últimos exámenes.

—Sí, me dijeron.

—Ellos querían venir conmigo, pero me dijeron que los amenazaste con que los ibas a perseguir desde el más allá si no rendían bien las últimas materias de sus carreras.

—¿En serio les dijiste eso?

—Por supuesto, no tiene sentido que pierdan las materias a tan poco de recibirse. ¿Y papá?

—Papá ahí anda, todavía no acepta la realidad.

—¿No va a venir?

—Lo hará, solo necesita un poco más de tiempo para asimilarlo.

—Espero que no le tome tanto tiempo.