Martes 16 de Junio de 2015 18:30

—Vamos que llegamos tarde.

—Lu, no estás bien, podemos ir en otra fecha.

—Pero la próxima es en dos meses Mati. A parte no estoy tan mal.

—Estas pálida y te pasaste todo el día de ayer vomitando.

—Pero hoy me siento mejor.

—No vamos a ir.

—Mati...

—Lu, no vamos a ir. Es más, creo que deberíamos suspender todo esto de la boda hasta que se resuelva lo tuyo.

—¿Ya no te queres casar conmigo?

—Dios Lu, como me podes preguntar eso. Claro que quiero casarme con vos, te amo con toda mi alma. Pero no quiero que pases por más estrés del que ya estás pasando, podemos dejarlo en suspenso por el momento, solo hasta que estés mejor.

—¿Y si no me pongo mejor...?

—No digas eso. Ni siquiera lo pienses.

—No puedo no pensarlo, la posibilidad existe y sería tonto no considerarlo.

—Yo tengo fe en que todo se va a solucionar, que van a encontrar que es lo que tenes y que te van a dar un tratamiento que te cure.

—Tenes demasiadas esperanzas.

—La esperanza es lo último que se pierde.