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Hoy era el día en el que Aaron me mostraría su sorpresa y mis ansias y curiosidad no hacían más que crecer a pasos agigantados. Intenté sacarle algo de información cada vez que lo encontraba pero este era un experto en guardar la información.
Se hicieron las 8 y media y faltaba un día para que Nova volviera de sus vacaciones con Adam que al parecer, hasta ahora, estaban siendo de ensueño, según lo que había dicho por teléfono.
Estaba sentada en el jardín trasero de la casa de los Jones mientras observaba a Germaine ignorar por completo el puré de manzana que le había preparado. Juls se tardaría más preparando unas coreografías de patinaje sobre hielo con sus alumnas y, como los gemelos se habían ido con amigos hace un par de horas antes y Jarek ayuda al señor Jones en el verano, me encargó a la menor de los Jones a mí. La casa estaba en un silencio ensordecedor poco usual, por lo que decidí empezar a buscar un trabajo para concentrarme en algo.
—Vamos Maine, sé linda y come la manzana —rogué.
—No —se negó la niña.
Cruzó sus pequeños bracitos y levantó le mentón cerrando los ojos negándose a ver la comida. La pequeña Maine tenía un carácter del infierno como todos sus hermanos.
— ¿Si te lo pido por favor?.
—No.
— ¿Si te doy algo a cambio?.
—Mmm no.
Bueno, por lo menos lo pensó.
— ¿Si jugamos al avión? —pregunté.
La niña abrió los ojos y me miró con cierta cautela pero por lo menos ya había logrado captar su atención. Antes de que pudiera negarse, tomé la pequeña cuchara naranja y, con un poco del puré de manzana, la elevé en alto a la altura de su boca.
—Abre la boca que aquí va el avión —exclame.
Fui acercando lentamente la cuchara haciendo ruido con la boca y ella, luego de unos segundos en los que parecía analizar lo que tenía abrió la boca. Deje la cuchara y volví a sacarla sin la comida.
Germaine masticó un poco y, luego de saborearlo, ella se relajó y sonrió. Ningún Jones se podía negar a mi comida.
— ¿Te gustó? Sí, yo sé que te gustó —hablé pinchando su estómago con un dedo para que se riera.
Le seguí haciendo el juego del avión y estas veces la niña aceptaba este juego. A veces fijaba mi vista en algunos anuncios de trabajo pero la voz aniñada de Germaine me interrumpía pidiendo más, lo que significaba que le siguiera dando puré, así fue hasta que el plato se acabó y ella se puso a jugar con la cuchara.
— ¿Estaba rico? —pregunté.
— ¡Shico, shico! —repitió Germaine golpeando la cuchara contra el plato de plástico haciendo que yo sonriera.
—Nadie puede negarse a tu comida —dijo alguien detrás mío.
Me sobresalté y vi hacia el dueño de la voz quien no era nada más ni nada menos que Aaron. Me llevé la mano al pecho y apreté los labios para evitar decir alguna grosería al frente de Germaine. ¿En qué momento había entrado?, bajé la vista y llevaba un traje negro con corbata muy elegante, lo que hacia verlo muy sexi, pero aún así estaba furiosa por haberme asustado así.
— ¿Acaso te parece asustarme de esa manera? —pregunté eufórica— podrías haber tocado la puerta.
— ¿Tocar la puerta? ¿en mi propia casa? —ladee la cabeza hacia un costado dándole algo de razón—. Lamento haberte asustado, pero quería ver tu cara de susto.
—Ja, ja gracioso —contesté cínica.
Aaron sonrió y le dio un sonoro beso en la mejilla a Germaine causando que su hermana se riera. Sonreí al ver lo tierno de la escena y Aaron se sentó a mi lado.
Fingiré que su cercanía y el hecho de que adoro el perfume que lleva puesto no hace nada en mí. Largué un suspiro silencioso y volví a concentrarme en mi teléfono sin hacerle caso, pero no pude evitar levantar la vista y encontrarlo viéndome también.
— ¿Sucede algo con mi cara? —pregunté.
—Sí, tienes algo... Aquí —comenzó.
Toque mi cara y me vi en el reflejo de mi teléfono. No tenía ninguna espinilla ni algún moco salido, cuando me aseguré de eso volví a verlo.
— ¿Qué tengo?.
Aaron se inclinó hacia mí y no pude evitar pensar en miles de escenarios de como terminaría eso en cuestión de dos segundos. Siento el calor en mis mejillas y me insulto internamente por reaccionar como una adolescente hormonal ante su cercanía, pero no puedo evitarlo, sus pestañas largas enmarcan esos ojos azules que están fijos en los míos, nuestros alientos están rozando y estoy haciendo un esfuerzo considerable por no bajar la vista hacia sus labios. Él apoyó su mano suavemente en mi mejilla y mira algo debajo de mi ojo, luego pasa su pulgar lentamente y se separa al instante dejándome ahí, haciendo control de daños en mi mente.
Volví a apoyarme en mi asiento dándome cuenta de lo intenso de la situación.
—Una pestaña —habló cortando el silencio.
Lo que para mí duró una eternidad tal vez sólo haya sucedido en cuestión de segundos. Pero que hizo algo dentro mío sí lo hizo.
—Oh —solté.
Mi lengua sabe muy bien como ponerse en mi contra en cada momento, ahora parece que me hubiera quedado sin palabras de lo que sucedió y eso que ni siquiera pasó nada. Repito, adolescente hormonal.
— ¿Estás sonrojada? —preguntó Aaron ladeando la cabeza.
Negué con la cabeza y Germaine habló recordándome que estaba aquí.
— ¡Sonjada! —exclamó.
Gracias Maine, mi salvación pensé.
Me giré a verla.
—Escucha niña, tú estás en mi contra desde que llegué y te aclaró que no te saldrá bien —reproché y la niña sacó la lengua. Me volteé a ver a Aaron quién observaba con diversión la escena—. No me sucede nada, es la luz.
—Sí, la luz —Aaron aseguró cínico con un ápice de sonrisa en el rostro.
Me mordí la lengua lo más fuerte que pude y me levanté como si hubiera un resorte en la silla propulsando a mi trasero y me dirigí a la cocina.
—Ya vengo —hablé rápidamente.
Me metí a la cocina y solté un suspiro apoyándome en la pequeña isla del lugar.
—Sí, la luz, porque es mejor decir eso que decir "me sonrojo porque pienso en las millones de situaciones en las que podría comerte la boca" —murmuré lo más bajo que pude.
Por lo menos saqué esas palabras de mi sistema, acto seguido me serví algo de agua y la tomé calmando mis ansias.
Kira, debes tranquilizarte, quedaste en ridículo ahí afuera.
No reacciones así, no lo hiciste durante años.
Bueno, supongamos que durante años fue por el hecho de que sabía guardarlo mejor. Estaba el hecho de que al principio yo tuve una corta relación con Kevin y luego él empezó a tener citas, se fue a la universidad y para terminar salió con la metiche Moore, eran tiempos distintos en los que me escudaba en eso. ¿Y ahora en qué lo haré? No lo sé, pero algo tendré que meterme en la cabeza.
Es el hermano de mi mejor amiga, el chico que sólo te ve como una hermana más o una amiga, pero nada más.
Bueno, mientras tanto intenta no quedar en ridículo.
Gracias conciencia.
—Kira, ¿todo en orden?.
Me asusté y me di vuelta para llevarme la mano al pecho. ¿Acaso hoy todos los Jones quieren entrar a la casa en completo silencio?.
— ¡¿Acaso a todos les regalaron pantuflas de algodón para navidad?! —exclamé.
Caí en la realidad que el señor Jones me estaba observando algo confundido y preocupado, con los brazos cruzados en lo alto de su pecho. Al igual que Juls, el señor Jones era de esos hombres mayores que verías y pensarías "¡Mierda, sé mi sugardaddy!". Alto, imponente, de cabello castaño, ojos azules y un cuerpo ejercitado.
Formé mi mejor sonrisa.
—Hola señor Jones, estoy perfecta —mentí.
Mentira mentirosa, todo lo que tenía retenido acerca de Aaron en toda mi adolescencia acaba de volver a mí como un jodido caudal.
—Oh, bueno, estabas hablando sola —me recordó.
—Oh, eso —y mi lengua volvió a la vida—. Es que a veces me sale solo eso de hablar conmigo misma. Mi conciencia tiene rencor hacia mí y de vez en cuando decide pegarme una buena patada en el trasero y hostigarme hasta que consigue lo que quiere o viene alguien a sacarme de la discusión, en este caso, usted.
El señor Jones arrugó el ceño y llevó su mano a su mentón asintiendo lentamente. Luego de unos segundos, habló.
—Claro... está bien, me iré afuera con Maine y los chicos —se despidió.
—Está bien, fue un gusto incomodarlo señor Jones —bromee.
—Ya eres de la familia, estoy acostumbrado —suspiró y desapareció por la puerta.
Largué un largo suspiro y lavé el vaso para tardar lo más posible. Una vez que lo guardé, salí al jardín y ahí estaban Jarek quien le prestaba toda su atención a Germaine quien se reía por las muecas de su hermano y el señor Jones y Aaron estaban manteniendo una charla.
—Volví —anuncié fingiendo normalidad— ¿de qué hablaban?.
***
Se hicieron las 9 de la noche y ya había marcado algunos trabajos. Pasé lo que quedaba de mi tarde noche con Jarek, Aaron y el señor Jones, luego se unieron Juls y Luka, quien volvía de organizar unos últimos detalles para su gran fiesta de cumpleaños que era en unas dos semanas. Aaron todavía no me decía cual era la maldita sorpresa y ya estaba empezando a impacientarme, no puede ser que se guarde tanto misterio ¿quién se cree que es?.
— ¿Acaso puedes creerlo? —las palabras de Nova me devolvieron a la realidad.
Me detuve en seco en el pasillo. Mientras yo vivía estos días en la incertidumbre, Nova la estaba pasando genial con la familia de Adam. Al parecer ya había hecho buenas relaciones con todos y ahora me hablaba de la linda sorpresa de la cena en la playa que le hizo su novio princeso.
¿Quién la entendía? Pasó todo el día de ayer quejándose de Adam y ahora estaban como la mejor pareja del mundo.
Me alegraba que mi amiga la pasara bien, pasó por mucho y que pueda encontrar a un chico como Adam que la quiera y una familia y amigos detrás que apoyen su relación me daban esperanzas. Si ella es feliz yo comparto su felicidad.
—Esas palabras son fuertes —dije en tono de burla.
— ¡Soltó la palabra con t! —reprochó ella.
—Se dice te amo, Nova, no la palabra con t —le recordé y ella bufó del otro lado de la línea—, además, si él lo dijo tal vez sea porque lo sienta y admite que tu también sientes lo mismo, rubia oxigenada.
Ella suspiró. No quiere admitirlo, tiene miedo de volver a abrirse así pero yo sé que es verdad.
—Tal vez tengas razón, solo tal vez —reconoció.
—Siempre tengo razón —solté.
Pero mi voz se fue callando cuando vi lo que había en la habitación de Nova. Escuché un pequeño murmullo en el otro lado de la línea y la voz de mi amiga volvió a sacarme de la ensoñación.
— ¿Todo bien Kira?.
No, todo mal, ¿Qué hace este hermoso vestido sobre la cama de Nova? ¿Cómo llegó ahí?.
—Sí, todo bien —aseguré.
—Tengo que irme, hablamos luego.
—Suerte.
La llamada se cortó y yo caminé lentamente hacia la cama para verlo mejor. Era un vestido color rojo oscuro, sin mangas, se ataba en el cuello, ceñido hasta la cintura y de ahí caía una falda del mismo color. Era simplemente hermoso, eso acompañado con unos tacones del mismo color le quedaría bien a cualquiera.
— ¿Te gusta? —habló alguien detrás mío.
Me voltee lentamente con la vista todavía fija en el vestido, sólo aparté mi vista cuando ya estaba a espaldas de este y miré. Aaron quien, apoyado despreocupadamente en el umbral de la puerta, esperaba mi respuesta. Y mi lengua tuvo que actuar.
—Mierda, es la cosa más hermosa que he visto en mi jodida vida —solté y me crucé de brazos— ¿De dónde lo sacaste?.
—Es un regalo —dijo y sonrió—, y me alegro que te guste.
Ese vestido, esa belleza era un regalo para mí. De Aaron para mí.
Alguien que me agarre.
—No era necesario, en serio, yo... —comencé. Miré por sobre mi hombro y suspire.
—Tómalo como una pista a tu sorpresa —contestó Aaron volviendo a llamar mi atención.
—Una pista... —repetí.
—Sí, así que te quiero preparada que saldremos en media hora —avisó.
Y así como llegó se fue, dejándome de vuelta con la palabra en la boca. Negué con la cabeza y volví a mirar al vestido y a los zapatos. Tenía media hora para prepararme y no desmayarme en el intento.
***
Quedé lista en menos de media hora y estaba satisfecha con el resultado. El vestido me quedaba de maravilla y los zapatos eran cómodos a pesar de tener tacón, usé sólo un poco de maquillaje prestado de Nova y admito que el labial rojo me queda de maravilla con mi vestuario. Guardé las cosas esenciales en mi bolso y, luego de mirarme por última vez en el espejo del armario de Nova, salí de la habitación.
Llegué a las escaleras y desde ahí ya podía escuchar como Luka llevaba la conversación. Bajé hasta el último escalón y la primera en notarme fue Juls.
—Kira, estás hermosa, eres una princesa —habló haciendo que todos en la habitación se voltearan a verme.
Bien, la mirada de los tres Jones hizo que me pusiera algo nerviosa. Sonreí y hablé.
—Gracias Juls —agradecí.
—Oh nuestra niña a crecido Juls —habló Luka fingiendo estar emocionado—, ya es toda una dama.
—Eh... ¿Gracias? —dije con una pequeña sonrisa confusa.
Me volteé a ver a Aaron quien no había dicho palabra alguna desde que bajé, pero se me había quedado observando fijo.
— ¿Nos vamos? —habló Aaron levantándose de su asiento.
—Oh... Sí, claro —intenté no sonar decepcionada por no recibir ningún cumplido.
Llegó a mi lado cuando Luka volvió a hablar.
—Alto ahí jovencito —Aaron se volteó a verlo confundido por el apodo—. La quiero de vuelta antes de las 11:30 y mas te vale mantener tus manos al norte.
No pude evitar soltar una pequeña risita por lo hilarante de su frase. Hasta parecía un padre preocupado.
—No los molestes, Luka —soltó Juls, pero esta también tuvo que ocultar una sonrisa.
—Me preocupo por nuestra niña, Juls —habló altivo llevando su mano al pecho para voltearse a ver a su hermano— y por lo que este niño degenerado puede hacerle.
Juro que debo tener las mejillas del mismo color que mi vestido. Reprimí una carcajada y miré hacia otro lado mientras Juls se quejaba.
—No llames niño degenerado a tu hermano.
—Si recuerdas que sólo tenemos un año de diferencia ¿no? —le recordó Aaron a su hermano.
—Un año y tres meses —le corrigió Luka.
—Como sea —Aaron se volteó a verme y pude notar un ligero color debajo de su oreja. Algo característico de la familia— ¿Nos vamos antes de que siga hablando?.
—Está bien —acepté con una sonrisa—. Nos vemos.
—Adiós niños, suerte —saludó Juls.
Y, sin más, salimos de ahí en dirección a su auto.
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Estrellitaas ✨✨ les dejo nuevo capítulo y espero que les guste ❤️❤️
Pregunta random del día:
¿Viajarian a algún lugar invernal o caluroso?
Ya saben que pueden seguirme en Instagram donde pueden encontrarme como dhalia_g.s, donde entre todas las cosas random que subo, también aviso cuando voy a actualizar
En feen, no tengo tanto que decir hoy pero no los iba a dejar sin una nota final xd. Los quiero estrellitaas 🌟❤️ Dhalia fuera.
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