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Lonnie Moore es, en pocas palabras, el ser mas despreciable que existe. En la secundaria siempre se encargaba de molestarnos tanto a mi como a Kira y a Samara. Tengo que admitir que tuve cierta sensación de paz cuando se marchó a Francia por su "carrera de modelaje", pero ahora que volvió sinceramente creo que no soportaré su presencia.
Siempre que nos molestaba Sam era la que decía que no valía la pena, pero cuando ella cayó en coma, la metiche Moore fue a visitarla. Al principio creí que era porque puede que haya sido buena persona, pero yo misma escuché como le decía cosas horrendas mientras mi pobre amiga estaba en esa cama de hospital.
—¿Quién es Lonnie Moore? —preguntó Thalia confundida.
Cierto que ella no la conoce, por suerte.
—Es una idiota que se encargaba de molestarnos en la secundaria —gruño Kira.
—Nosotras le decimos "la metiche Moore" —agregué.
La morena se rió y nos miró.
—Tengo que admitir que es un buen apodo.
—Y muy bien puesto ese nombre —agregó Kira. Sacudió la cabeza y nos sonrió—. Ahora no pensemos en ella y vamos a comer a la cafetería.
—Me parece una gran idea —dijo la morena.
Entramos a la cafetería de la universidad y fuimos directamente al mostrador a pedir un café donde nos encontramos con Harper, la cocinera. Ella nos cae bien, ya le tenemos mucho cariño.
—Niñas, ¿qué desean?.
—Hola Harp, tres cafés estarán bien —saludo Kira.
La mujer asintió con una sonrisa y luego de que desapareció por la cocina nosotras nos fuimos a sentar a una de las mesas cerca de la ventana y esperamos a nuestro pedido cuando el teléfono de Thalia sonó.
La morena observó por unos segundos el teléfono para terminar cortando la llamada y dejar el teléfono en la mesa.
—Ashton de nuevo —dijo Kira mas como una afirmación que una pregunta.
Thalia suspiró cuando la pantalla del teléfono se encendió avisando que alguien estaba llamando. Observo el identificador de llamadas para saber que no es Ashton y miró confundida a la morena.
Esta solo rodó los ojos y volvió a cortar.
—Alguien mucho peor: Mi tía.
El teléfono volvió a sonar incesante y por la expresión de Thalia, tomé el teléfono al instante, corté la llamada y apagué el teléfono.
La morena miró todo y suspiró con cansancio.
—Gracias Nova.
—Para servirte, bebé.
Sonrió por mi broma al momento en el que Harper llegó con tres vasos de café. Agradecimos y ella se fue con un asentimiento.
—Hey, ¿escucharon acerca de la fiesta de mañana? —preguntó Thalia.
—No hay día en la que mi hermano me lo recuerde —me reí—, y obviamente iremos.
Las tres nos reímos cuando alguien se acercó a nuestra mesa.
—Escuché que las fiestas de tus hermanos son buenas, Ivi —dijo la persona.
Dentro mío conté de veinte a uno buscando calma al escuchar ese fastidioso apodo que Lonnie la metiche Moore me concedió cuando estábamos en primaria.
—Sí, las fiestas de la fraternidad de Luka y Aaron son geniales —comenzó Kira—, pero se necesita ser conocido de alguien para asistir.
—Bueno, las conozco a ustedes —dijo esta con una sonrisa mostrando la dentadura que desearía romper—, ¿o no Kiki?.
Thalia escupió lo que bebió de su café y se tapó la boca reprimiendo una carcajada. Kira, por su parte, miraba a Lonnie como si fuera la peste negra.
—¿Por qué no te marchas, Lonnie? —dijo esta con voz llana.
—Nos vemos en la fiesta, las espero a ustedes y a su... —miró a Thalia de arriba a abajo para luego agregar— amiga.
Lonnie se marchó dejándome con la palabra en la boca y desapareció por la puerta del lugar con su estúpido café latte en mano. Nos quedamos en silencio y la seguimos con la mirada hasta que desapareció por la ventana.
—Así que... ¿Kiki? —cortó el silencio Thalia viendo a Kira.
La japonesa la miró de mala gana y luego de un largo rato de silencio contestó:
—Vuelve a decirme así y juro que voy a quemar todos tus libros.
La morena levantó los brazos al instante en forma de rendición y tomó su café. Luego de un rato de silencio esta volvió a reírse.
—Que apodos más ridículos —dijo.
***
Toque la puerta varias veces cuando alguien por fin se digno a abrirnos. Un chico castaño nos abrió y estaba sin remera al que reconocí al instante como Neal, el mejor amigo de mis hermanos. Este al vernos nos sonrió y apoyó su hombro en el umbral de la puerta con una estúpida sonrisa fanfarrona.
—Señoritas —canturreó este.
—Genial, el fanfarrón del año —mascullo Kira.
—Que feo que me trates así, Japón —Neal se llevó la mano al pecho fingiendo estar ofendido. Pasó su mirada por las tres terminando en mí—. Pequeña Jones, ¿a qué se debe tu visita?.
—Vengo a ver a mis hermanos —contesté—, así que quítate del camino, dulzura.
—La primera que me contesta bien.
—Imbécil, deja pasar a las señoritas, y a mi hermana —dijo alguien detrás suyo.
Neal se hizo a un costado y las tres pasamos. Para ser el primer día este lugar ya es una completa pocilga. Había varias cosas tiradas y, obviamente, chicos yendo de un lugar a otro.
—¿Qué acaso no soy una señorita? —pregunté.
Luka me miró de arriba a abajo y negó con la cabeza.
—Puedes ser una malformación de la naturaleza, pero nunca una señorita —explicó este y se tiró en el sofá—. ¿A qué se debe su visita?.
—Vengo a darle esto al imbécil de tu amigo —explicó Thalia mostrando el colgante entre sus dedos.
—Tengo muchos amigos imbéciles —explicó Luka.
Neal pasó detrás de mi hermano y le pegó en la cabeza. Mi hermano le tiró un almohadón y este se volvió de vuelta impactando contra su cara.
—Vamos Neal, no te enojes si sabes que te amo —bromeó este.
—Métete tu "te amo" por donde te quepa —se quejó este.
Acto seguido desapareció por la cocina bajo la atenta mirada de Luka. Cuando se quedó viendo unos segundos al hueco vacío de la puerta para luego mirarnos.
—Está sensible —explicó éste.
Y sé las razones, tanto Aaron como Luka cursaban su último año aquí. Aaron se recibiría de abogado y Luka cursa medicina por lo que tendría que hacer practicas en un hospital.
Thalia vio pasar a alguien por el pasillo y se dirigió en esa dirección. Desde aquí se nota los humos que esta echando, de seguro ya vio a Ashton.
—Parece enojada —dijo Luka mirando a la misma dirección que yo.
—Está enojada —expliqué.
Luka se acomodó de nuevo en el sofá y sacó una cerveza del mini bar. Luego de darle un trago agregó:
—Todos los lugares tienen su oveja negra.
Sabía a lo que se refería, tanto a él como a mi otro hermano no le caían bien Ashton. Según ellos es porque es muy pretencioso y egocéntrico, pero como es de la misma fraternidad tienen que soportarlo con una sonrisa.
—Por cierto, ¿Aaron? —pregunté.
Luka dejó su cerveza y nos ofreció a lo que nos negamos. Tan solo son las 5 de la tarde.
—Bueno...
—No me digas que lo encerraste en un armario, de nuevo —soltó Kira.
—No Japón, no lo encerré —rodó los ojos mi hermano—, pero si te interesa saber, nuestro hermanito está en su habitación.
—¿Falta un día y ya comenzó a estudiar? —me quejé.
—No exactamente —dijo. Ambos miramos detrás suyo hacia la puerta—. Tiene visitas.
De la puerta que da a la habitación de mi hermano salieron dos personas, a una la reconocí como mi hermano y a la figura detrás de él. Felicity Young es la mejor amiga de nuestro hermano, no tengo mucho trato con ella, es mas, casi nunca hablamos, pero las pocas veces que ocurre eso parece amigable.
—Hola chicas —saludó la castaña sonriente.
—Hola Felicity —saludé—, pensé que vendrías mañana.
—Mi viaje se adelantó —sonrió.
Aaron llegó a nuestro lado y sonrió pasando su brazo por los hombros de su amiga.
—Vino porque es obvio que me extrañaba —contestó.
—Ya quisieras —se quejó ésta.
Miré a Luka de reojo, quien estaba totalmente absorto de su teléfono, como si el aparato fuera lo mas importante del mundo.
Por alguna extraña razón, a Luka no le cae bien Felicity, simplemente no hay razón, o por lo menos cuando le pregunto cambia de tema. Si bien Luka es de molestar o sólo charlar por educación con las personas que no le agradan, como en el caso de Ashton, simplemente cuando está Felicity finge que no hay nadie en la habitación y no le dirige la palabra.
—Bueno, nos iremos a comer por ahí, ¿vienen? —preguntó Aaron.
Negué con la cabeza al igual que Kira y le sonreímos. No quería ser una tercera rueda, es más, durante años y hasta el día de hoy creo que ellos se traen algo. Obviamente creo en la relación de amistad entre chico y chica, pero son demasiado raros, los dos.
Una vez que salieron por la puerta, Luka miró de reojo y una vez de cersiorarse largo un suspiro, como si hubiera contenido el aire todo este tiempo.
—Bueno, iré a buscar a Thalia —dijo Kira cortando el silencio.
La japonesa salió casi volando de aquí y luego de unos segundos miré alrededor.
—¿Dónde están los demás? —pregunté.
—Molestando por ahí —mi hermano miró alrededor para luego agregar—, creería.
—¿Por qué te cae tan mal la amiga de Aaron? —pregunté cruzándome de brazos.
—Hoy estas preguntona —replicó éste—, ¿es el principio de año?.
Su estado a la defensiva me hizo saber al instante que es por algo. Luka imitó mi posición y se acomodó en el sofá. Por mi parte, suspiré sabiendo que de terco que era de seguro no me respondería.
Negué repetidamente con la cabeza y bufé. Dejaré el tema.
—Bueno, última pregunta —dije—, ¿ayudaron a Jarek?.
Los gestos de mi hermano se suavizaron y sonrió para luego asentir. Conozco esa sonrisa y es una maliciosa.
—Seh, lo ayudamos y le dimos una buena bienvenida.
Suspiré. Sabía que le darían una de sus extrañas bienvenidas. Lo hacen todos los años con los nuevos, es algo así como una tradición.
—¿Sabes en qué habitación está? —pregunté y me reí imaginando como lo encontraré.
—Segundo piso, al final del pasillo —apuntó Luka detrás suyo en esa dirección.
—¿Le dieron la habitación embrujada? —pregunté con mofa.
—No está embrujada —se quejó éste y me sonrió—, pero no se lo digas a nuestro hermanito.
—Son demasiado crueles con él —me reí.
Luka echó la cabeza para atrás y largo una sonora carcajada.
—¿Nosotros? ¿crueles? —dijo con un rastro de sonrisa en su cara—. Sólo somos dulces con el pequeño Jarek.
Largué un "mhm" sarcástico y me encaminé hacia las escaleras.
—En todo caso —me detuvo Luka—, ¿por qué querrías hablar con nuestro hermanito?.
Le sonreí. Obviamente le preguntaré de su cita, pero no creo que él quiera que nuestro hermano sepa que salió en a una cita ya que Luka de seguro entrará automáticamente a modo diva. Lo hizo varias veces, de seguro lo haría ahora.
Me voltee a verlo y sonriendo le respondí.
—Cosas de hermanos medianos.
Subí las escaleras escuchando detrás mío como Luka se burla de mi respuesta. Me reí y una vez que subí al segundo piso y caminé hasta llegar al final del pasillo a, según los demás, la habitación de Maryl Schnapp.
Se dice que hace muchos años, en esa habitación se jugó al conocido juego la ouija y que no lograron sacar al demonio de Maryl Schnapp de allí. Obviamente es una mentira creada por los integrantes de la fraternidad para los nuevos. Si algún integrante nuevo quiere entrar, tendrá que pasar una noche en esa habitación.
Toque tres veces y Jar abrió al instante. Parecía paranoico, pero al verme, su rostro se suavizó.
—No me digas que pensaste que era Maryl —dije conteniendo la risa.
Jarek arrugó el ceño y se hizo a un lado para dejarme pasar, una vez dentro cerró la puerta y se volteó a verme.
—¿Cómo sabes de Maryl? —preguntó.
En serio tenía unas serias ganas de ocultar mi risa. Jarek nunca fue de creer en estas cosas, pero ahora parecía paranoico, parece que Aaron, Luka y los demás fueron demasiado convincentes.
—Tengo contactos —dije misteriosa.
Mantuve la mirada durante unos segundos con mi hermano para terminar riéndonos.
—Luka y Aaron me hablaron de estas iniciaciones —admití. Jar asintió cuando agregué—, obviamente creería que sabes que hacer.
Este asintió al instante y miró al espejo pegado en la pared. Si quería invocar a Maryl tiene que hacer ese juego de niños de mirar al espejo y a cierta hora decir su nombre tres veces. No puedo creer que él haya caído en eso.
—Sí, pero tengo el presentimiento que no viniste por eso —contestó.
—Estas en lo correcto, hermanito —sonreí y me senté en su cama—, ¿cómo fue la cita?.
Jarek negó con la cabeza y tiró todo su peso en la cama a mi lado largando un largo suspiro. Conozco esa expresión y de seguro no le fue bien.
Como siempre repetí, los Jones fuimos bendecidos con buenos genes, y mi hermano menor no es la excepción, pero en su caso no puede mantener una conversación con alguna chica sin antes ponerse nervioso.
—Fue simplemente patético.
—¿Tan así? —pregunté.
Él se sentó a mi lado.
—Sí, ya que no tengo suerte con las chicas —contestó.
—O tal vez no hayas encontrado a la correcta —me encogí de hombros.
—Mhm, seguro —largó el castaño con sarcasmo.
—Lo digo en serio, no tienes porqué apresurar las cosas —dije.
—Lo dice la que en una noche de borrachera le juró amor a un desconocido —replicó Jarek.
—Eso fue un golpe bajo, hermano.
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Adivinen estrellitaas 🌟🌟
¿Por qué creen que a Luka le caiga mal Felicity? Teorías estrellitaas teorías xdxd
Espero que les haya gustado el capítulo y ya saben dónde buscarme:
Instagram: dhalia_s.g
Twitter: xDhaliaS
Sin más que decirles, los quiero estrellitaas. Dhalia fuera.
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