La habitación quedó en silencio luego del grito al cielo que soltó papá. Me tapé la cara con las manos para luego mirarlo entre mis dedos completamente roja de vergüenza. Me destape y lo miré rodando los ojos para luego pegarle un codazo en las costillas a Luka quien se desternillaba de la risa.

—No es para tanto —dije y miré a mamá—, y no tengo novio.

—Ni lo tendrás, eres demasiado chica para tener novio —se quejó papá.

—Pa, por si no te enteraste Nova tiene 21 años —comentó Aaron.

—Además ya puedes ir soltandola —agregó Luka.

—Ya tenemos a Maine para remplazarla —le secundó Jarek.

La niña al escuchar su nombre sonrió y aplaudió. La miré con los ojos entrecerrados y mi hermana ladeó la cabeza hacia un costado.

—Ese gesto es símbolo de traición hermana —dije—, y yo que pensé que era tu favorita.

La niña se quedó seria y cuando terminé de hablar sonrió y extendió sus brazos hacia mí. La tomé gustosa y la senté en mis piernas. No puedo luchar contra la ternura de mi hermana.

—En todo caso, ¿quién es el desafortunado? —preguntó Alexei.

—No les interesa.

—Entonces si tenemos un desafortunado —me respondió Jov.

—Ya dejen de molestar a su hermana —dijo mi madre. Pensé que no podría cagarla mas, pero así fue—. En todo caso, Adam no es tan malo, a mí me pareció buen chico.

—¿Adam? ¿buen chico? —preguntó papá y miró a nuestra madre— ¿Juls, ya lo conociste?.

—Sí, estaba aquí en el hospital —explicó mamá.

—Gracias madre, que suerte que se lo diría yo —comenté.

—Lo siento mi niña, es que no pude con el chisme —me regaló una sonrisa culpable.

Negué con la cabeza. Mamá era sumamente chismosa, por ello ya hace varios años que no le cuento cosas que podrían llegar a humillarme frente a mis hermanos.

—Es un hecho, ya tenemos a Maine así que —Luka me miró con una sonrisa maliciosa—, Nova, ¿qué se siente que te cambiemos por tu hermana?.

—No lo sé Luka, ¿por qué no se lo preguntas a la enfermera que te cambió por Aaron? —respondí.

Los gemelos y Jarek estallaron a carcajadas y Aaron solo rodó los ojos ante la mención del tema. Luka se llevó una mano al pecho y ofendido contestó:

—Eso fue golpe bajo hermana, no se vale.

—¿Una enfermera rechazó a Luka por Aaron? —preguntó Alexei entre risas.

Asentí y Luka bufo. Los gemelos compartieron una mirada malévola. Ahora molestarían a Luka por ello en vez de a mí por el asunto de Adam. Jov, quien es el que esta mas cerca de Aaron, le palmeo el hombro y su gemelo aplaudió.

—Muy bien hecho, campeón —felicitó mi hermano.

Germaine se rió mientras yo jugaba con su cabello rubio.

—Aceptalo Luka —Aaron sonrió con suficiencia—, te gané.

—Sobre mi cadáver —contestó este.

—Si es cierto, ya que soy el favorito —refuto Aaron.

—Nosotros lo somos —se quejó Jov.

Los gemelos hicieron una pose poniendo sus manos debajo de sus cabezas y Alexei se secundo.

—Somos dulzura duplicada.

—Yo soy la favorita, idiotas —contesté y me corrí exageradamente el cabello del hombro.

—Nu-hu, yo soy primero, soy el favorito —dijo Luka y se cruzó de brazos.

Los cinco nos pusimos a discutir en quien podría llegar a ser el favorito de nuestros padres cuando mamá levantó la mano callandonos a todos. Ahora ella de seguro nos diría quien es su favorito. A diferencia de eso, compartió una mirada con papá quien se encogió de hombros y apoyó la espalda en su almohada.

—Yo te lo dije cuando empezamos a salir, Juls —comenzó—, yo quería criar perros.

***

Por suerte esa noche no hablamos mas acerca de Adam ni sobre favoritos. Mamá se quedó en el hospital para cuidar a nuestro padre mientras que yo y mis hermanos volvimos a casa ya que tanto Luka, Aaron como yo tendríamos que volver a la universidad y teníamos mucho que empacar. Además de que también tenemos que ayudar a Jarek ya que será su primer año en Berkeley.

Al día siguiente mamá nos mandó una foto de ella y papá en el hospital. Él salía enojado de seguro por la ensalada debajo de él y mamá tenía una sonrisa, junto con la foto venía el mensaje "cuidense y los quiero mucho, suerte en la universidad".

Antes de subir al auto, saludé a Germaine con un beso en la frente causando que se riera, y luego saludé a los gemelos haciéndoles prometer que cuidarán a Germaine y que no harán demasiadas bromas. Entré al asiento trasero del auto de Luka y con un ademán con la mano me despedí del trío parado al frente de la casa.

Miré detrás para asegurarme que Jarek nos siguiera con su auto. Él iría aparte de nosotros ya que tiene que firmar su admisión.

Una vez que los gemelos desaparecieron por la distancia y solo se veía el volvo rojo de nuestro hermano, saqué mi teléfono y abrí el chat con Kira.

Ivanova: Ya salí para la universidad, ¿dónde estás?.

Tardó unos minutos cuando al fin contestó.

Japón: Llegaré en un par de minutos.

Japón: Calma tigresa que te esperaré.

Ivanova: Recién salgo de casa.

Japón: Ahh.

Japón: Entonces te esperaré ya en mi habitación ;).

Rodé los ojos y sonreí ante esa respuesta. Kira y yo compartimos el edificio pero no la misma habitación, recién vamos en nuestro tercer año de universidad, ella estudia administración de empresas, mientras que yo voy a psicología.

Ivanova: Que gran amiga.

Japón: Me amas y lo sabes <3.

Cerré el chat y guardé mi teléfono para concentrarme en la conversación que tenían mis hermanos adelante.

—¿Qué sucede? —pregunté colocándome entre los dos asientos.

—Que Aaron no quiere que nuestra fraternidad haga la fiesta de principio del año.

Miré al castaño sorprendida.

Mayormente la universidad se dividía en tres posibilidades para vivir. En una fraternidad o hermandad, en un edificio sin la necesidad de ser parte de alguna de las dos anteriores o en un departamento. En este caso, mis hermanos viven en la misma fraternidad, la cual es la "abeja reina" de las fiestas y justo hacen una cuando comienza el ciclo.

—No dije eso, solamente dije que no era necesario hacer una recién mañana —defendió mi hermano.

—Es tradición —me encogí de hombros.

—Puede ser —contestó Aaron imitando mi acción.

—Vamos Aaron —alenté golpeando su hombro—, es tu último año, debes relajarte.

—Por primera vez en la vida Nova tiene razón —exclamó Luka. Lo miró a nuestro hermano para luego concentrar su vista en el camino—. Relájate este año.

Aaron suspiró y asintió con la cabeza resignado. Nos conoce y sabe que si sigue terco nosotros podríamos serlo el doble.

—Lo intentaré, ¿bien?.

Golpeé de nuevo su hombro esta vez con una sonrisa victoriosa para luego agregar.

—Eso es un comienzo, hermano.

—Pero ya, cambiando de tema —comenzó Luka y me miró por el espejo retrovisor—, cuéntale mas a tus hermanos sobre nuestro cuñado.

Rodé los ojos y suspire. Sabía que en algún momento tanto Aaron como Luka se unirían en complot para que les contara sobre Adam. Y que hacerlo ahora, el viaje desde Sacramento a la universidad es de una hora y estamos en medio de una carretera desolada.

Al fin y al cabo, Luka y Aaron son los que se les nota mas esos estúpidos "celos hermanales".

—¿Cómo se llama? —preguntó Aaron en tono desinteresado.

—Adam.

—El apellido niña, el apellido —recalcó.

—Ah... Becher —respondí.

Mis hermanos compartieron una mirada rápida y su expresión se volvió pensativa. Miré unos segundos a cada uno y ante su silencio pregunté:

—¿Qué les sucede?.

—Nada —respondió Luka con la vista en la carretera—, creo que lo conozco de algún lado.

—¿Será que se vieron cuando vino a la casa? —pregunté sarcástica.

—No idiota, de antes —explicó este.

—Me suena su apellido —comentó Aaron pensativo.

Luego de unos segundos interminables de silencio los dos chasquearon los dedos casi al mismo tiempo. Los miré expectante esperando sus respuestas y el primero en hablar fue Aaron.

—Ya sé. Becher, su familia es dueña del hospital donde internaron a papá.

Asentí en respuesta cuando Luka habló.

—También sé que tuvo un problema el año pasado —golpeó el manubrio—. Sabía que lo conocía de algún lado cuando llegó a casa.

—¿Qué problema? —pregunté.

Mi hermano se encogió de hombros para luego responder.

—No lo sé.

—¿Va a su misma fraternidad? —pregunté.

—No, si mal no creo papi le habrá comprado un departamento —se rió Aaron.

Luka soltó una carcajada y yo rode los ojos y me reí. Ellos son de tener demasiado dinero, de seguro tiene una lujosa mansión por departamento con mucama y todo.

—Pero ya, niñito de papi o no creo que debería hablar con papá —comentó Aaron.

—Sí, digo, para que acuerden cuantas cabras le ofrecerá a la familia por la mano de nuestra hermana —comentó Luka sarcástico y miró a nuestro hermano de reojo—. Aaron, por si no lo sabias estamos en el siglo 21.

Aaron rodó los ojos y miró a su hermano con esa cierta expresión despectiva que lo caracteriza.

—Lo siento por creer en el romance clásico, hermano —alegó con ironía—, pero por si no lo sabias, eso atrae a mas chicas.

—Mm, ¿entonces por qué lo dudo? —respondió Luka.

—En este caso tendría que estar a favor de Aaron —apunté.

—Gracias, alguien con sentido común en el auto —dijo este.

—¿En serio hermana?.

—Sí Luka, aunque no lo creas hay chicas que siguen creyendo en el romance antiguo —me encogí de hombros—, no se si serán la mayoría, pero que las hay es cierto.

Kira es gran fanática de el romance antiguo, de esas cosas de las rosas, cartas escritas a mano, tomarse de la mano y del romance verdadero. Algo que valoro de ella, pero que a veces no la entiendo ya que, irónicamente, si se trata de citas es demasiado cínica.

—No lo sé, yo no soportaría tanta melosidad —Luka se encogió de hombros—, y tienes que aceptar, hermano, que tu tampoco lo harías.

Aaron se encogió de hombros y se recostó en el asiento para luego responderle al castaño.

—No lo sé, ¿quién dice?.

—El que te enseño la táctica del perro abandonado, hermano.

Me recosté en el costado del respaldo del asiento de Aaron escuchando como discutían. A veces creo que tienen discusiones idiotas, pero es su manera de dialogar por lo cual no me entrometo.

***

Luego de media hora de escuchar música, mas bien de discutir sobre que música poner, llegamos al campus de la universidad.

Una vez que Luka se estacionó frente al edificio en el que vivía, me ayudó a sacar mi equipaje de baúl y una vez ya que mi equipaje estaba en la puerta, el castaño miraba alrededor como si estuviera buscando algo.

—¿Necesitas ayuda para entrar la maleta? —preguntó.

—Mm, no —dije levantándola—, y no te hagas el solidario que es porque quieres ver a las universitarias.

Luka rodó los ojos y suspiró dramáticamente para luego reírse.

—Esta bien, puede que tengas razón.

Me reí y golpee su hombro con fuerza haciendo que la instante se llevara la mano al hombro dañado.

—Tienes que pegar con menos fuerza querida.

—Ya vayan a su fraternidad —dije—. No molesten tanto a Jarek, es su primer año y procura no molestar a Aaron sin mí.

—Estoy al frente —se quejó el castaño sentado en el auto.

Me reí.

—Sabes que te aprecio hermano.

Luka volvió a su auto y se sentó en el asiento del conductor mientras Aaron sonreía con boca cerrada y achicaba los ojos para levantar y mostrarme su dedo corazón.

Les sonreí y cuando se alejó el auto por fin entré al edificio. Una vez dentro estaba igual a que cuando me fui de vacaciones. Subí las escaleras y caminé por el pasillo hasta llegar a la puerta de mi habitación compartida.

Entre encontrando al instante a Thalia, mi amiga y compañera de cuarto desde hace dos años.

La morena estaba acomodando sus cosas cuando se dio cuenta de mi presencia. Le sonreí y dejé mi maleta en la cama para acercarme a saludarla.

—Hola Nova —saludó esta y siguió buscando algo en el cajón.

—Hola, ¿qué estas haciendo? —pregunté mientras me tiraba en su cama.

—Buscando el maldito colgante de Ashton —respondió revolviendo sus cosas.

Como la tenía de espaldas pude rodar los ojos. Considero a Thalia una muy buena amiga, pero creo que su relación con Ashton es una completa perdida de tiempo por el simple hecho de que rompen y regresan mas veces de las que puedo recordar. Ella es buena chica, necesita a alguien que la valore, no que le dé un colgante para luego montarle una escena de celos en pleno centro comercial. Lo sé, estaba con ella cuando ocurrió.

Me levanté de la cama y estiré mi espalda.

—Porque no mejor buscamos a Kira y vamos a algún lado —alente—, puedes buscar ese colgante luego.

La morena cerró el cajón de golpe para luego suspirar. Conozco esa reacción y ella sabe que tengo razón.

—Esta bien.

Sonreí y salimos de la habitación para caminar otro tramo de pasillo y parar en la puerta de la habitación de Kira.

Toque tres veces la puerta y del otro lado mi amiga gritó.

—¡¿Quién es?!.

—El delivery, ¿quién crees? —respondió Thalia.

Sonreí y volví a tocar.

—Vamos Kira que la cafetería cerrara cuando pienses salir —me quejé.

Escuché como Kira insultaba en su idioma natal.

Miré a la morena y me reí al momento en el que la japonesa salió de su habitación y una vez que cerró la puerta suspiró pesadamente.

Nos saludó a las dos y una vez que salimos a la calle y estábamos camino a la cafetería ella parecía paranoica, como si en cualquier momento alguien la fuera atacar.

—¿Qué te sucede? —preguntó Thalia.

Kira se quedó un rato en silencio hasta que gruñó.

—Odio a mi nueva compañera.

—No puede ser tan mala —comenté.

—Lo es, ¿sabes por qué? —dijo y me miró—, porque es Lonnie Moore.

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Estrellitaas 🌟🌟

¿Cómo están preciosuras? ¿Conocen a alguien que tenga la misma relación que Thalia?

Espero que les haya gustado el capítulo ❤️

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Sin más que decir, los quiero estrellitaas. Dhalia fuera.