Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

29_

Sabía que dejar que papá viniera detrás mío era una mala idea. Los nervios se alojaron de nuevo en mi estómago al estar, literalmente, al medio de la situación.

—Pa, podemos hacer esto otro día —comencé en un vago intentó de evitar esto.

—¿Por qué? Si Adam no tiene problema ¿O no? Adam.

Papá mantuvo una mirada retadora sobre Adam y yo literalmente, estaba al medio de la tensión que se encargó de generar papá. Le di a Adam una mirada de disculpa, pero él no le miraba a mí, sino a mi padre con la cabeza alta y una sonrisa carismática en su rostro.

—Para nada, señor Jones —accedió y se volteó a verme—. ¿Me dejas pasar, amor?.

Papá bufó por lo bajo y volvió a la sala donde me espera el posible final de mi relación con Adam. Sabía que mis padres en algún momento iban a conocerlo, pero pensé que tendría más tiempo para preparar psicológicamente a papá para que no lo vaya a ahuyentar.

Me hice a un lado para que Adam pasara.

—Lo siento —le susurré.

Adam me regaló una sonrisa tranquilizante y, luego de dejar un pequeño beso en mi frente, pasó. Llegamos a la sala donde mamá observaba con una mirada de muerte a papá.

—Eres hombre muerto, Jones —sentenció mamá. Luego, al notar nuestra presencia, nos regaló una sonrisa cálida a ambos—. Adam, hola, es un gusto verte de nuevo.

—El gusto es mío, Juls —contestó este.

Acto seguido papá le hizo una seña para que se sentara en el sofá del frente y a este punto los nervios me estaban consumiendo. Miré a mamá en busca de ayuda y ella me dió una mirada de disculpas.

—Así que, Adam, ¿Cómo es que mi hija te conoció? —comenzó papá con su cuestionario.

Oh por Dios, él ya sabe eso.

—Dormirás en el sofá, Jones —informó mamá.

—Nos conocimos hace dos años, en la fiesta de mi familia —respondió Adam sin problemas.

—Huh, fiesta en la que ella estaba en un estado el cual no me enorgullece pero ¿Cuáles eran tus intenciones con mi hija borracha?.

—Listo, dormirás en el jardín —sentenció mamá.

—¡Papá, por favor! —exclamé escandalizada—, ¡Se nos hace tarde!.

—Entonces será rápido —contestó papá y se inclinó en el sofá para parecer más intimidante.

—Bien —habló Adam quién parecía tranquilo, incluso divertido con la situación mientras recargaba su espalda contra el respaldo.

—¿Qué estudias?.

—Medicina, voy un año menos que su hijo, Luka.

—¿Qué piensas hacer de tu vida?.

—Comenzar mis prácticas y luego especializarme en neurocirugía al igual que mi padre y ayudarle con el hospital.

Mamá y yo observamos de Adam a papá y de vuelta como si fuera una partida reñida de tenis cada vez que uno hablaba. Me gustaba que Adam estuviera abordando bien el cuestionario de papá, me aliviaba en cierta parte, por más que desearía que este terminara.

—¿Por qué medicina?.

—Me crié entre doctores, está en mis genes. Fuera de eso, me interesa ayudar a las personas en ese sentido.

—¿Infancia?.

Adam arrugó el ceño confundido pero no tardó en contestar.

Vamos Adam, no decaigas tan rápido.

—¿Humilde?.

—También fui un niño rico, niño, no me engañas.

—Si ya lo sabe entonces ¿por qué quiere que le responda? —contraatacó Adam con una sonrisa ladina.

Papá arrugó el ceño y sus labios se apretaron hasta llegar a ser solo una línea. Conocía esa expresión, había sorprendido a papá.

—¿Qué pensarías si yo en este momento te dijera que me caes mal? —volvió a la pelea.

Adam lo pensó, dudó unos momentos pero terminó por sonreír y volver a hablar.

—Al igual que usted, quiero ser parte importante en la vida de Nova, y no me alejaré de su lado a no ser que ella me lo pida —comenzó y mi pecho se apretó de emoción—. Así que le diría que será mejor que intentemos llevarnos bien ya que nos veremos seguido.

—¿Entendiste? Ya deja de molestar, Jones —le secundó mamá.

Yo no tenía palabras por lo que había dicho, mi mente estaba enfocada en intentar borrar la sonrisa boba que se me había formado en los labios.

—Bien, pasas por ahora —fue lo único que contestó papá.

—Está bien —Adam le dió una sonrisa satisfecha y se levantó para verme.

—¿Nos vamos? —Fue lo único que logré soltar.

—Está bien, fue un gusto conocerlos, señores Jones —se despidió Adam.

—El gusto fue nuestro, Adam, espero volver a verte pronto —se despidió mamá.

Papá lo observaba desde el sofá con cierto recelo y logró soltar un adiós a regañadientes. Se le notaba en la cara que no le gustó que lo derrotaran en su mismo juego. Por otro lado, mamá lo observaba de manera jovial y con una sonrisa amable.

Me despedí de mis padres y salimos de la casa. El camino hacia el auto fue tranquilo, una vez que me subí al auto y él arrancó, hablé.

—Lamento lo de mi padre, se volvió muy sobreprotector luego de... Bueno, ya sabes, Tyler —me disculpé.

A diferencia de lo que creía, él se rió.

—No te disculpes, me gustó esa charla —contestó con una sonrisa—. Tus padres son divertidos.

—Mi padre básicamente te presionó a contestar —le recordé.

—Se preocupa, eso es todo —me tranquilizó Adam.

—Si tú lo dices, estoy en serio avergonzada —masculle.

Adam dejó caer una mano en mi muslo y apretó suavemente llamando mi atención. Me volteé a verlo y noté que utilizó el semáforo en rojo para observarme.

—Lo que le dije a tu padre es en serio, Cenicienta —Se inclinó hacia mí— yo no pienso huir ni separarme de ti hasta que tú digas basta.

Las palabras no salían de mi boca, pero había una frase que seguía rondando por mi cabeza. Adam cortó el espacio entre nosotros y dejó un suave beso en mis labios. Luego volvió su vista al camino para seguir andando. Por mi parte, me quedé viéndolo, embobada, enamorada podría ser.

Eso era lo que más me asustaba, enamorarme de él a pesar de saber lo que se aproximaba.

—Creo que me estoy enamorando de ti —confesé.

—¿Sabes? Yo también —aseguró.

Me miró durante una fracción de segundos y sonrió volviendo su vista al camino. Pero aún así su mano seguía en mi muslo, el cual cosquilleaba ante su toque.

—Y dime, ¿Qué tengo que esperar de tus padres? Espero que no sea como el mío —cambié la conversación.

—No creo que mi padre reaccione como el tuyo pero va a ser mejor que te cuides, de quién verdaderamente tengo que prepararte es de Lilith —admitió—. Va a preguntarte hasta el mas mínimo detalle y, si te pregunta si conoces lo del incidente en Roma, tú le dices que yo ya te lo dije.

—¿Qué ocurrió en Roma? —pregunté curiosa.

—No quieres saber —se limitó a contestar.

—Bien... —Sé que más tarde lo sabría—. ¿Y tú madre?.

—Bueno... Ella murió cuando yo era niño, no hablamos de eso en casa —contestó.

—Oh... —fue lo único que solté.

El pequeño sonrojo debajo de mi oreja creció y en cierta parte me avergüenza que, luego de varios meses saliendo, todavía no supiera eso.

—Y... ¿La extrañas? —pregunté tentativa.

Adam ladeó la cabeza de un lado al otro y se encogió de hombros. Acto seguido hizo una mueca la cual desapareció al instante. No estaba incómodo por la conversación, pero lo había llevado a un lugar lejos.

Luego de unos segundos de pensarlo, habló:

—La extraño —admitió—, pero tampoco es que sufra por su partida, sí, a veces me gustaría tenerla conmigo pero sé que, donde sea que esté, siempre la sentiré cerca. Hay días difíciles pero ahora es... Llevadero. Supongo que un factor que ayuda es que se fue cuando tenía 6 años.

Asentí analizando todo lo que me dijo, de repente, hice las cuentas y me volteé a verlo.

—Espera, dices que tenías seis años cuando perdiste a tu madre... Pero le llevas cerca de 10 años a Lilith —comencé pensativa.

—Hijos de mismo padre, distinta madre —explicó.

—Lo deduje —respondí.

—Digamos que Miranda fue una buena figura materna en casa, digo, ya sé que no es mi madre pero es una buena... Mentora —prosiguió— y a veces se me escapa decirle madre, fue pura costumbre de escuchar a Lilith así que cuando estemos ahí no lo sientas raro.

Siente que tiene que explicarlo.

—No lo sentiré raro —afirmé—. Dime ¿Quién lo siente raro?.

Adam se rió. Acto seguido negó con la cabeza con una sonrisa en el rostro y la vista al frente.

—¿Me estás analizando, Cenicienta?.

—No... Un poco, sí —admití y agregué—. Y necesito saber todo el chisme antes de conocer a tu familia.

—Está bien... Adela no le cae bien Miranda, hasta hoy cree que papá olvidó muy rápido a mi madre y que Miranda es una trepadora.

—Ouch —Fue lo único que pude decir.

—Sí, ama a Lilith, sabe separar las cosas por lo menos, pero la tensión entre ellas dos es palpable cada vez que están juntas.

—Como esta noche —le recordé.

—Exacto, una de las cosas buenas de juntarme con mi familia —aseguró y volteó a verme teatral—, todo puede pasar.

—Entonces tendré que prepararme —dije.

—Puede ser, pero algo es seguro —comenzó y dejó un rápido beso—. Ellos te amarán.

Volvió su vista al camino y asentí más para mí que para él. Les caeré bien, sólo tengo que ser amable y carismática. Amable, carismática y fingir que no soy una mentirosa. ¿Ellos sabrán quien soy verdaderamente? ¿Me dejarán expuesta ante Adam?. Suspiré en silencio y volví a pegar una sonrisa encantadora en mi rostro.

Amable y carismática, sólo amable y carismática.

***

Al llegar a su casa, como era de esperarse en el barrio de los ricos, admito que me sorprendí como si fuera la primera vez aquí, pero al mismo tiempo sentía cierta familiaridad con el lugar. Era una casa grande pero, al mismo tiempo, muy elegante y su entrada estaba adornada con varios autos a simple vista caros.

Adam estacionó el suyo detrás de un Audi negro. Me bajé del auto y me dediqué a observar el jardín, modesto y con algunas estatuas en segundo plano de las flores.

Adam tomó mi mano atrayendo mi atención y compartimos una sonrisa.

—¿Lista?.

—Eso espero —respondí.

—Entonces, andando.

Adam y yo entramos. El prácticamente me guiaba por el gran recibidor donde un hombre se encargaba de abrirnos la puerta, le regalé una sonrisa en agradecimiento. Acto seguido, las dos puertas grandes se abrieron para nosotros y, luego de un corto pasillo, llegamos a un gran salón de techo alto. En este había varias mesas circulares llenas de personas de todas las edades mientras niños recorrían corriendo el lugar.

Me incliné hacia Adam algo intimidada.

—No sabía que habría mucha gente —comenté.

—No son todos lo que están aquí, también está la familia del novio —explicó y se volteó a verme—. Y tengo demasiados primos.

—Oh...

Asentí un poco más segura. Las personas hablaban entre ellas y reían, podía notar quienes eran del lado de la familia del novio, los que ni siquiera se volteaban a vernos. Por lo menos me sentí aliviada de no ser la única vestida no tan formal. Pero más de uno aquí expulsaba aires de grandeza.

Miré la gran araña del techo, decorada con pequeños diamantes que colgaban. Vista desde aquí debajo daba un aire familiar. De repente, una imagen de la noche que nos conocimos llegó a mi cabeza. Ya había estado aquí, recordaba estar en los brazos de alguien, pero me reía demasiado que ví al techo. Y ví el mismo candelabro.

—¿Ya te asustaste? —la voz de Adam llegó a mí.

Me volteé a verlo con una sonrisa y negué con la cabeza.

—No, creo haber recordado una porción de lo que pasó —dije y reí emocionada.

Adam sonrió alegre y se inclinó para dejar un pequeño beso en mis labios. Sonreí ante su pequeña presión y mi estómago se revolvió pidiendo más de esos besos, pero estábamos en público.

Alguien carraspeó detrás nuestro y ambos volteamos a ver quién era. Un hombre mayor nos observaba con curiosidad. Era casi de la misma altura que Adam, mismos ojos verdes e iba con un traje marrón oscuro el cual le daba un aspecto juvenil. Si no fuera por el bastón entre sus manos, sus lentes y las canas en su cabello, podría decir que no estaba tan alejado de la edad de mi padre.

El señor me regaló una sonrisa dulce para pasar a golpear en la pierna con el bastón a Adam.

—Maldito bastardo, sirve para algo y preséntame a la chica.

Me quedé sorprendida por las duras palabras del señor que hasta hace dos segundos me parecía un abuelo dulce. Volteé a ver a Adam quién todavía una mueca de dolor.

—Ella es Ivanova, Nova, este viejo arruinado y con inicios de ludopatía es mi abuelo —presentó y se volteó al susodicho—. ¿Así o más dulce?.

—Ni una presentación puedes hacer bien, meses que no te veo ¡Meses! Y ni siquiera me das un abrazo. Podría estar muerto, infeliz.

Y acto seguido, Adam se rió y se abrazaron. Por mi parte, no pude evitar reírme por su conversación tan bizarra. La sonrisa de Adam me daba un indicio de que se caían bien, pero no creo que alguien trate a su abuelo así. Una vez que se separaron, ambos se voltearon a verme y podría jurar, tal vez sea por los ojos verdes, que hicieron la misma expresión.

El abuelo de Adam habló primero.

—Según lo que sé, tú debes de ser la chica que se coló a la fiesta de nuestra familia.

Mi sonrisa se borró al instante y el pequeño calor subió por debajo de mi oreja. Acomodé mi cabello con nerviosismo y maldije interiormente mi tartamudez antes de hablar.

—Eh... Sí, supongo que esa soy yo -—respondí.

—Huh, no te avergüences, ni que yo no lo hubiera hecho, además ni siquiera es mi casa —me tranquilizó y se rió—. Es un gusto conocerte, nombre raro, soy Jack, el abuelo de este idiota que se la jaló por dos años pensando en ti.

Observé a un Adam totalmente sonrojado y no pude evitar soltar una sonora carcajada.

—Es un gusto conocerlo, Jack.

—Ahora, ¿por qué no vas a buscar un lecho cómodo para morir?, viejo —respondió Adam.

—Para tú mala suerte yo pienso enterrarlos a todos ustedes —finalizó Jack y me regaló una sonrisa—. Bienvenida a nuestra querida y venenosa familia, nombre raro.

Acto seguido, se fue no sin antes ponerle la traba con su bastón a uno de los niños que estaban corriendo y casi se choca con él. Por suerte el niño no resultó herido, pero parece que al abuelo de Adam ni le importó.

—Me cayó bien —comenté con una sonrisa.

—Eres la primera —bromeó él.

El sonrojo en sus mejillas iba desapareciendo y me regaló una sonrisa. Estaba emocionada y no podía evitar sonreír, había logrado caerle bien a alguien de su familia, así que el resto de la noche se veía fácil.

O eso esperaba.

.
.
.
.
.
.
.

Estrellitaas 🌟🌟

Pregunta del día:

¿Qué les pareció el abuelo Jack?

Espero que les haya gustado el capítulo y ya saben por dónde buscarme:

Instagram: dhalia_s.g

Twitter: xDhaliaS

Donde subo un poco de todo y también aviso cuando hay actualización.

Sin más que decirles, los quiero estrellitaas 🌟❤️. Dhalia fuera.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro