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Pasaron tres meses desde que Adam me dio ese collar.
Nuestra relación va de maravilla, sí tenemos discusiones de vez en cuando pero lo solucionamos al instante.
Los exámenes terminaron y oficialmente estoy en mi anteultimo año en la universidad.
Ah, y Adam todavía no sabe que no soy Cenicienta.
No hay semana en la que no me sienta culpable, estoy enredando a Adam en una fantasía de la que yo misma no quiero salir y estoy hundiendo en el mismo barco a Thalia y a Kira por pedirles que guarden el secreto. He tenido varias oportunidades de decirle la verdad pero las palabras nunca salen de mi boca.
Soy egoísta, lo sé.
La verdadera Cenicienta debe de estar en algún lado, también lo sé.
Me estoy castigando todos los malditos días viendo ese collar en mi mesita de noche dándome cuenta de que me he enamorado de Adam pero él está verdaderamente enamorado de otra. Él ya está empezando a notar que algo no anda bien en mi carácter y en mi forma de hablarle, razón aparte por la que discutimos hace unos días y todavía no hablamos de eso pero... ¿Qué le diría? ¿Cómo se lo diría sin quedar como una perra estafadora?.
Entré a mi habitación y observé las cajas encima de mi cama. Hoy es nuestro último día en el campus. Por lo menos el de Thalia y él mío, a Kira le faltan un par de días para graduarse, cosa que la tiene estresada por la tesis y su examen. Cuando me dirigí a las cajas con mis cosas recién noté la carta junto al collar encima de la mesita de noche.
Me senté en la cama y abrí la nota reconociendo la letra de Adam al instante. Suspiré y comencé a leer.
Querida Cenicienta, como no contestabas mis mensajes tuve que recurrir a la manera romántica tradicional.
No sé porque estuviste así esta semana pero no importa, podemos solucionarlo.
Te invito el sábado a la noche a la estúpida cena de compromiso de mi hermana. Puede que sea un desastre, pero estoy seguro de que va a ser más llevadero contigo ahí.
Y de paso podemos hablar.
Con cariño, tu querido acosador.
Doblé la nota, largue un suspiro tembloroso y miré hacía el techo esperando no llorar. Me sentía una maldita perra, me estaba aprovechando de Adam, haciendo que se preocupe por algo de lo que era completamente mi culpa. Sentía que no podía seguir así, me destrozaba mentirle, pero también sé que lo haría si le digo la verdad o él se enterara.
—Adam la dejó ¿no?.
Levanté la cabeza para encontrarme con Kira apoyada en el umbral de la puerta y los brazos cruzados. Ella estaba en desacuerdo con lo del collar, decía que en algún momento Adam se enteraría y pasaría lo peor.
La japonesa pasó y se sentó en la cama del frente, todo bajo mi atenta mirada.
—Ya, dime que soy egoísta y que estoy haciendo mal al no decirle —comencé guardando la nota.
Kira suspiró.
—Lo dijiste tú, no yo —contestó Kira. Ante mi silencio agregó—. Pero tú sabes bien que hay alguien ahí afuera...
—Que es la verdadera Cenicienta y se va a cansar de esperar a Adam. Sí lo sé Kira, vivo con eso todos los días desde los últimos tres meses —la corté.
—No quiero verte caer por esto, y lo sabes —me recordó la japonesa.
—También lo sé —contesté. Acto seguido suspiré y me recosté al lado de las cajas—. No sé que hacer.
—Qué tal si ahora nos distraemos yendo a un bar a celebrar tu último día y el de Thalia y que en unos días me recibo —comentó Kira.
—Es una excelente idea, me anoto —comentó Thalia entrando a la habitación.
—Está bien, yo voy —accedí.
***
Decidimos de último momento no ir al bar sino a la fiesta de la fraternidad de mis hermanos. Una vez que llegamos con tan sólo observar el frente de su edificio nos dimos cuenta que sería una fiesta más tranquila de las que los chicos suelen dar, pero aún así —conociendo a mis hermanos y a sus amigos—, sabría que es igual que sus otras fiestas.
Entramos al edificio y el lugar estaba completamente lleno. Decidimos ir por unas bebidas a la barra improvisada de la cocina donde nos encontramos a Isaac, uno de los amigos de mis hermanos.
—Pequeña Jones, Yamagi, Baker mi trío favorito —nos saludó pasando sus brazos por los hombros de estas últimas dos.
—Isaac, qué raro es verte sin alguno de tus amigos —comencé.
—Estoy sufriendo, siento que envejezco cinco años cada vez que me alejo de ellos —contestó dramáticamente apoyando su cabeza en el hombro de Thalia a lo que me reí. Al instante se recompuso y sonrió—. Los demás están en el sótano, estamos jugando "yo nunca nunca".
—Genial ¿vamos? —preguntó Kira.
— ¿Por qué no? —accedí y Thalia asintió encogiendose de hombros.
Tomamos tres cervezas de la nevera y bajamos hacia el sótano del lugar. No fue difícil reconocer al grupo en donde jugariamos. Estaban todos en una ronda sentados en los sofás y el piso rodeando la mesita ratonera con varios vasos con alcohol. A la mayoría del grupo los conocía, entre estos estaban mis hermanos, amigos de mis hermanos, algunos con sus novias, Felicity, Lucy y Lonnie. Pero también pude reconocer una cara conocida entre el grupo, ahí estaba Travis, el mejor amigo de Adam, quien hablaba animadamente con el grupo, sobre todo con Jarek.
Al momento en el que nos acercamos pude notar que varios a nuestro alrededor hablaban entre ellos pero no se perdían la atención en nuestro grupo.
—Miren a quienes traje —anunció Isaac llegando detrás nuestro.
Sonreí y saludé en general para luego formar parte de la ronda.
— ¡Genial, más para jugar! —exclamó Luka poniendo tres vasos más sobre la mesita.
Mi hermano nos sirvió algo de vodka cuando Isaac empezó a hablar.
— ¡Yo sigo! —exclamó—. Yo nunca nunca llegué borracho a la casa de mis padres.
Me reí y tomé un trago. Es obvio que lo he hecho, pero sé fingir muy bien con mis padres. En el grupo vi que Mark, Kira, Isaac Travis y Stacy, una chica con la que fuimos juntas a la secundaria, Dom, otro amigo de mis hermanos y su novia tomamos. Bajé el vaso y tanto Aaron y Jarek como yo nos volteamos a ver a Luka quien no había tomado.
—Eso fue para todos ¿lo sabes? —reproché riéndome.
—Yo nunca llegué a casa borracho —contestó.
Me reí.
—Claro —hablé cínica.
—Una vez llegaste a las 4 de la mañana gritando que habías encontrado a nuestro gato, pelusa —argumentó Jarek.
—No veo nada de malo... —comenzó nuestro hermano.
—Nunca tuvimos un gato de mascota —lo cortó Aaron.
Varios en la ronda se rieron y Luka rodó los ojos ignorando las carcajadas de Isaac. Recuerdo esa noche, fue la primera vez que vi a mi hermano borracho.
—Y encima tenía garrapatas —reproché—. Así que sí, toma.
Luka me observó resignado e hizo fondo blanco con su vaso.
—Bien, yo sigo. Nunca me ha gustado el familiar de algún amigo o al revés —habló Mark y luego se volteó a verme—. Vamos cariño puedes admitirlo.
Me reí y negué con la cabeza. Mark siempre ha coqueteado indirectamente conmigo, cosa que no me molesta ya que nunca hubo algo más que eso. Hasta a veces me da gracia.
Varios en el grupo tomaron. Entre estos Mark, Stacy, Felicity, Aaron, Kira —a estos dos les di una mirada confidencial—, Thalia y Travis. Con este último uní los puntos y ladee la cabeza a un costado observandolo. Tal vez mi cabeza imagine demasiados escenarios pero Travis es amigo de Adam, y Adam tiene una hermana.
Travis me observó y bajó el vaso para hablar.
—Sí, es lo que estás creyendo y no, no tiene por qué enterarse —contestó con una sonrisa.
Levanté las manos en señal de inocencia y sonreí.
—Yo no sé nada —contesté y ambos reímos.
A su lado, pude notar que Lonnie me observó de reojo y tomó un trago, ella era la mejor amiga de la hermana melliza de Tyler. El pequeño momento entre nosotras se cortó cuando Jarek habló.
—¿Se conocen?.
—Sí, es amigo de Adam, una vez nos cruzamos —le expliqué.
En la mesa en general estaban manteniendo otra conversación.
—Felicity, que gran revelación, dinos, ¿quién es tu Jones favorito? —preguntó Dom con una sonrisa.
—¿Por qué necesariamente tendría que ser un Jones? —contraatacó esta con una sonrisa burlona.
—Seamos sinceros —comenzó Stacy—, la mayoría de aquí habla de algún Jones.
Nos reímos. No creo que sea tan así, sí, mis hermanos y yo tenemos en común a todos de aquí como amigos, pero tampoco que seamos el centro del mundo. Cosa que Luka cree y mucho, lo demuestra bien al apoyar sus brazos en el respaldar del sofá con una sonrisa orgullosa.
—Yo sabía que te encantaba, Stacy —afirmó.
La susodicha rodó los ojos y aún así con una sonrisa en su rostro y un poco de rubor en sus mejillas, respondió.
—Hablaba de Jarek, corazón.
Todos nos reímos menos Lucy, quien se volteó a ver a Stacy con el ceño arrugado. Ese gesto no me gusto tanto de su parte, nos estamos divirtiendo y es obvio que es una broma, no tiene porqué ponerse a la defensiva. Pero obviamente sólo fue por un milisegundo.
—Pero Stacy tiene razón —concordó una chica a quien no conocía.
Kira y Thalia asintieron apoyando lo que había dicho. Me volteé hacia esta última sorprendida. Por un momento había olvidado que ella también tomó.
—No me sorprende de Kira pero, ¿tú Thalia? —comencé.
La castaña se encogió de hombros.
—¿Para qué mentir?.
Abrí la boca fingiendo estar ofendida y modulé un "perra" con los labios para luego reírnos. Ya somos todos adultos, no me molesta que a mis amigas les parezcan atractivos mis hermanos. En el pasado me molestaba, ahora no.
—Mientras no sea mi Aary —comenzó Lonnie colgandose del brazo de mi hermano.
Compartí una mirada con Luka y este abrió los ojos fingiendo repulsión, luego observé de reojo a Kira y decidí volver a prestar atención al grupo. Hubo un tiempo en el que Kira le gustó Aaron y mi hermano tampoco estaba tan alejado de eso que digamos. Los demás no notaron esto así que decidimos proseguir.
—Yo nunca he hablado mal de alguna persona de este grupo —comenzó Stacy.
Yo sabía que Stacy quería ver sangre. Siempre fue así, incluso desde secundaria, más en la época en la que mi "rivalidad" con Lonnie era un rumor para todos.
Levanté el vaso y, luego de dedicarle una sonrisa, tomé sin vergüenza, luego de mí siguieron Kira, Thalia, Luka, Lucy y, obviamente, Lonnie. Ninguno dijo nada, Aaron fue el primero en hablar.
—Ya juguemos a otra cosa.
—Es cierto —le secundó Isaac—, ¿qué tal verdad, reto o trago?.
—Me parece buena idea —habló Kira.
Los demás en la mesa asintieron acordando con la japonesa. De a poco, el aire tenso se iba desvaneciendo.
—Hay que buscar más alcohol —comenzó Dom.
—Yo Iré —me ofrecí levantándome.
—Te acompaño —me secundó Travis imitando mi acción.
Asentí. Ambos subimos hacia el primer piso y nos dirigimos hacia la cocina a buscar provisiones. Una vez en la cocina, abrí la nevera, todavía quedaban algunas cervezas, una botella de vodka y un whisky. Saque la botella de vodka y Travis las de cerveza.
—Oye, sabes, me has sorprendido —comenzó este.
Lo miré con mezcla de sorpresa y confusión.
—¿En serio? —pregunté.
—Sí —se rió algo nervioso—, te tenía como esas niñas frívolas, mimadas y populares, pero eres agradable, incluso divertida. Adam tenía razón sobre ti.
—¿Adam habló sobre mí? —pregunté intentando ocultar una sonrisa.
—Sí, a decir verdad lo traes muy colado por ti —admitió—, nunca lo había visto así por nadie, le haces bien. Se buena con él, lo vale.
—Tienes mucha razón —admití—. Él lo vale.
Ambos sonreímos y bajamos hacia el sótano. Podía llegar a caerme bien, se notaba que cuidaba a su amigo, pero aún así el sentimiento de culpa afloro en mí. Siento que le estoy dando falsas expectativas a Adam, él merece algo mejor que yo, pero por más que quiera sé que me doleria dejarlo ir. Era demasiado egoísta, pero lo amaba, llegué a sentir algo por él luego de años después de Tyler.
Adam me entiende, me ama y no quiero que eso acabe.
Travis lo dijo, yo le hago bien, pero ¿por cuánto tiempo pasará eso antes de que se entere?. ¿Cuánto tiempo pasará antes de darse cuenta de que yo no soy Cenicienta?. Lo amaba mucho como para dejarlo ir, que es obvio que hará cuando se entere. Pero por mí culpa ambos la estabamos pasando mal. Él vive en una fantasía que yo misma quiero creer pero no puedo.
Quiero que esa fantasía se haga realidad, y la única manera de hacerlo era pelear por él, que amara a Ivanova, no a Cenicienta. Quería sentir que esa fantasía fuera real hasta que verdaderamente se hiciera así.
Como dijo Travis, yo le hago bien.
No sé que pasará con todo esto, pero sí sabía una cosa: El amor que yo sentía por él no era una fantasía, era real, tan real que dolía demasiado saber que fue escrito entre un montón de mentiras.
Sonreí y luego me lamenté. La fantasía sólo era parte de los cuentos de hadas, y esos cuentos siempre terminan, siempre.
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Estrellitaas 🌟🌟
Pregunta random del día:
¿Cuál fue su peor/mejor Yo nunca nunca?
Espero que les haya gustado el capítulo y ya saben dónde buscarme:
Instagram: dhalia_s.g
Twitter: xDhaliaS
Donde subo un poco de todo lo que se me pasa por la cabeza y aviso cuando actualizo.
Sin más que decirles, los quiero estrellitaas ❤️🌟. Dhalia fuera.
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