Nos quedamos unos segundos más en silencio cuando los tres golpes contra la puerta volvieron a escucharse.

—Ve a abrir la puerta Nova —instó Luka para tomar una de mis patatas y llevársela a la boca.

— ¿Y qué pasa si es un asesino y me secuestra? —dije.

Mi hermano me vio y rodó los ojos. Genial, ahora tendría otro de sus berrinches.

—Si te secuestrara nos haría un favor —contestó.

Rodé los ojos y me levanté de mi silla para aventarle una patata. Papá entrecerró sus ojos azules y siseo.

—No le digas así a tu hermana.

—Si se la llevan, ¿puedo quedarme con su habitación? —preguntó Jarek.

Ignoré los comentarios de mis hermanos y caminé lentamente hacía la puerta y cuando llegué a esta la abrí sin ganas. Cuando lo hice, un chico alto, con cabello castaño y ojos verdes me miró como si fuera la mejor adoración del mundo y me sonrió. Porque no admitirlo, el tipo es sumamente atractivo, pero no lo admitiría y mucho menos frente a mi familia.

Le sonreí por cortesía de vuelta y esperé a que dijera algo.

—Eres tú —dijo y me abrazó.

Me puse al instante en alerta cuando sus brazos me rodearon. No es que no me gusten los abrazos, pero si viene un desconocido en medio de la noche y te abraza es obvio que creo que me hará algo.

Cuando nos separamos lo vi incrédula.

—Pero qué...

Ahora esto se volvió incómodo.

No pude terminar la oración que el idiota desconocido estampó sus labios con los míos. Lo separé al instante de un empujón y podía ver de reojo como papá lo miraba como si hubiera atropellado un perro y mis hermanos veían toda la escena como si fuera la película mas divertida del mundo.

— ¿Qué se supone que haces? —pregunté saliendo del trance.

—Besándote.

—Creo que esa no fue la mejor respuesta —respondió papá dejando caer una mano sobre mi hombro.

Me sobresalte y miré detrás mío. Papá veía con cara de pocos amigos al desconocido y por su expresión estaba mas que listo para patear el trasero del chico.

—Uh... —canturreo Luka—. Chicos, hagan sus apuestas, ¿quién le pateara el trasero primero?. Yo creo que será Nova.

—Uhm —pensó Aaron levantando la vista de su teléfono—, por la cara creo que será papá.

—Apostaré por papá —dijo Jarek.

—Será papá —afirmó Alexei.

—No, será Nova —contestó Jov.

—Cállense —les instó mamá.

Cerré los ojos intentando calmarme y no mandar a la mierda a todos y cuando los volví a abrir el desconocido me miraba como si me adorara.

— ¿Saben que?, yo arreglaré esto —dije.

Le di una mirada de "yo me encargó" a papá y volví a mirar al desconocido. Le hice un gesto con la cabeza para que fuera al jardín y al ver que no entendió lo empujé hacia afuera y les di una mirada de advertencia a mi familia antes de salir detrás del desconocido.

El jardín delantero estaba silencioso, los grillos cantaban de fondo y al frente de la casa había un auto sumamente lujoso.

—No creía que conocería a tu familia así cariño —me sonrió.

Rodé los ojos y me crucé de brazos. Tendría que hacerle entender por las buenas o por las malas que yo no era esa chica que estaba buscando.

—Escucha chico, yo no se quien eres —fui por las claras—, y sinceramente no soy la chica que buscas. Por cierto, de paso, me parece una gran falta de respeto que me beses frente a mi familia.

Él negó con la cabeza y me miró un poco confundido.

—Escuché que habrías perdido la memoria, pero tampoco que reaccionarias así —dijo negando con la cabeza.

Solté un gruñido frustrada. Como puede ser, ni que fuera estúpida, de seguro esta es una broma.

Miré detrás mío hacía la ventana principal de la casa donde había siete cabezas asomadas, que al notar que los estaba viendo desaparecieron al instante. Me volteé a ver al desconocido sabiendo que mi familia vuelve a ver todo esto por la ventana y suspire.

Si no podía convencerlo, por lo menos quiero saber como es que se conocieron con esta tal chica misteriosa.

—Y según tú, ¿qué pasó entre nosotros? —pregunté cautelosa.

Él me sonrió esperanzado de que yo recordara algo entre nosotros, que obviamente nunca pasaría.

—Hace dos años llegaste a mi casa —comenzó—, yo no soy el que era en ese entonces, tú me cambiaste. Llegaste a esa aburrida fiesta con un hermoso vestido celeste y un antifaz de encaje del mismo color. Pasamos toda la noche juntos, hablando de cualquier cosa. Cosas que eran insignificantes, pero que contigo tenían sentido. Esa misma noche nos enamoramos, tú no querías decirme tu nombre por alguna razón, así que yo te llamé Cenicienta.

—Espera, ¿Cenicienta? —pregunté y él asintió al instante—, ¿cómo la princesa?.

—Sí —lo miré incrédula y él se rió—. Es tonto lo sé, pero ambos estábamos un poco pasados de copas.

Abrí la boca para responder cuando sentí como mis hermanos se acercaban.

—Eso, mi amigo, es incierto —comenzó Luka.

Me tapé la cara con mi mano lamentando no haberlos encerrado en la casa al salir. Los quiero, pero de seguro se viene algo. Al parecer mis hermanos se unen en el hermoso momento en el que tienen que dejarme en ridículo.

—Exacto, comenzando desde el hecho en el que mi hermana prefiere la soltería —comenzó Aaron.

—Además de que Nova no es la chica mas femenina —le siguió Jarek.

—Ni la mas delicada que digamos.

Miré a Alexei ofendida.

—Además de que está el hecho que si se para en tacos se cae —le siguió Jov.

—Y si vamos al hecho principal —finalizó Luka—, el infierno se congelará antes de que nuestra hermanita use un vestido.

—Aunque me ofenda, y demasiado —comencé. Escuché las risas disimuladas de mis hermanos—, mis hermanos tienen razón.

El desconocido negó con la cabeza a lo que mis hermanos y yo soltamos un suspiro frustrado.

— ¿Quieres pruebas de que estuvimos juntos esa noche? —preguntó.

Miré a mis hermanos y me crucé de brazos para luego volver a mirar al desconocido. Quería dejarle hablar para saber hasta que grado llegaba su locura.

—Continúa.

—Mañana se cumplirán dos años desde que nos conocimos —dijo—, ¿recuerdas algo de ello?.

Mis hermanos y yo nos quedamos en un silencio sepulcral. Mañana se cumpliría dos años desde el accidente. Por mas que quiera, no puedo recordar nada de esa noche, lo único que recuerdo es ese maldito destello.

Mañana se cumplirá dos años desde que Samara esta en coma.

—No.

— ¿Ves? —dijo—, investigué al no saber de ti. Tuviste un accidente de auto, perdiste partes de tu memoria.

Me quedé en silencio. ¿Cómo es que este desconocido sabe sobre mi accidente?, no podría ser cierto. Las piezas encajan misteriosamente a la perfección.

—Tú saldrías esa noche —dijo Luka como si todo encajara.

Negué con la cabeza. Hay algo que no encaja en todo esto, yo iba con pantalones.

—Pero no tenía puesto un vestido —me encogí de hombros.

—Podrías haberte cambiado —pensó Aaron.

Tengo miedo de que todo encaje, de que por alguna extraña razón haya olvidado la noche en la que me enamoré del supuesto desconocido.

***

Me quedé en silencio esperando a que Kira reaccionara. Le conté todo lo que sucedió anoche, desde que abrí esa maldita puerta hasta que mi padre pegó un grito al cielo al saber que su hija estaba en "pareja" con un completo desconocido gracias a una noche de borrachera.

Mi amiga abrió los ojos en sorpresa y se le descolgó la mandíbula.

—Dime algo —rogué.

—Bueno, estoy muy sorprendida —dijo lentamente—, pero, ¿no recuerdas nada de aquella noche?.

Negué con la cabeza. Anoche intenté recordar algo mas que el destello pero aunque quisiera no apareció nada. Me frustra demasiado no poder recordar, al principio, luego de unos días después del accidente, pensé que no sería necesario, ¿por qué revivir la noche en la que una de mis mejores amigas cayó en coma?.

—No, ¿tu recuerdas algo? —pregunté.

Kira miró hacia cualquier lado acomodándose en el sofá. La tomé por los hombros y la miré desesperada.

—Por favor dime que recuerdas algo.

—Solo imágenes dispersas —se encogió de hombro—, recuerdo que tú me habías dado la dirección equivocada.

—Eso significa que...

Ella se rió.

—Sé que nos metimos de colada a una fiesta donde todos usaban máscaras y vestidos, tomamos unos vestidos, unas máscaras y nos hicimos pasar por invitadas —dijo pensativa—. No recuerdo mucho, pero se que estuve toda la noche con Samara.

— ¿Yo no estuve con ustedes? —pregunté.

Ella negó con la cabeza y apretó los labios hasta dejarlos en una sola línea.

—No, luego vinieron los guardias y nos sacaron de ahí, luego de eso fuimos a la verdadera fiesta —dijo. Cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos negó con la cabeza—. Luego de ello no recuerdo más.

Asentí lentamente y me apoyé en el respaldar del sofá. Esto se estaba encajando peligrosamente rápido. Si según Kira entramos a la fiesta de colada, eso explicaría porque no diría mi nombre y si no estuve con ellas en la noche habría explicado que estuve con el desconocido.

Que ahora que lo pienso no se su nombre.

—Gracias amiga —le sonreí.

Kira se rió y estaba por decir algo más cuando mamá bajó las escaleras con Germaine en brazos. Las dos fijamos nuestra vista en ella esperando que dijera algo. Cuando ella se enteró de todo esto solo se quedó callada, pensé que gritaría y le daría un ataque, pero solo asintió y se quedó sentada en su lugar.

—Hola Juls —saludo Kira.

Mamá le dio esa típica sonrisa materna suya y me dio a Germaine, quien gustosa aceptó estar en mis brazos. Quiero creer que soy su hermana favorita.

—Hola Kira, ¿cómo te va? —preguntó.

—Oh, todo genial —respondió esta con una sonrisa.

Mamá conoce tanto a Kira como a Samara por tantos años que ya las considera como si fueran sus hijas.

Luego de jugar un rato con mi hermana se la entregué a mamá.

—La llevaré a pasear —dijo cargándola—, ¿quieren que las lleve al hospital?, digo...

Para ver a Sam. Kira y yo compartimos una mirada y yo negué con la cabeza y le sonreí

—Descuida ma, iremos luego.

Ella asintió y salió de la casa. Suspire y nos quedamos unos segundos en silencio. Mi amiga ladeó la cabeza hacia un costado e hizo una mueca.

— ¿No hablaste con ella del tema, no?.

—No, pero parece que ella tampoco quiere hablarlo.

—Tenle paciencia, no debe de ser fácil remover todo lo que pasó antes del accidente —me consoló.

Asentí algo convencida de ello. Miré en dirección a la televisión donde daban un programa de juegos y vi la hora.

— ¿Vamos a ver a Sammy?.

Ella me regaló una sonrisa que salió algo torcida y asintió.

***

Me reí débilmente por las ocurrencias de Kira. Le hablaba sobre lo que había pasado conmigo y el supuesto desconocido desde su punto de vista.

— ¿Puedes creerlo?, o sea —se corrió el pelo de la cara—, ¿quién es visitado por un sexi desconocido quien dice conocerte y te le niegas?.

Los aparatos de Sam hicieron un pequeño pitido. Según el doctor, cuando estamos nosotras ocurren estos pitidos fuera de su pulso normal. Como si ella pudiera escucharnos.

—Exacto, ¿ves Nova? —dijo mirándome y apuntó a la pelirroja—, Sam me apoya.

—Pero me besó frente a mi familia —me defendí entre risas.

— ¿Por lo menos besa bien? —preguntó Kira y me reí.

Le tomé la mano a Sam. Ella estaba ahí, tirada en la cama sin ni siquiera inmutarse y con los ojos cerrados. Además de todas las agujas que tiene en sus brazos. Estoy segura de que si se despertara y se viera los brazos gritaría al instante. Que ironía, le dan miedo las agujas y ahora tiene tiene una clavada en la muñeca.

Pasó nuestro tiempo de visitas y nos despedimos de Samara prometiendo volver la semana que viene y salimos de ahí. Nuestras visitas siempre duran alrededor de una hora y media, lo cual no le hace tanta gracia a su madre luego de divorciarse de su esposo, pero nosotras pasamos eso por alto, esta situación nos afecta a todos de distinta manera.

Caminamos en silencio hasta llegar a las afueras del hospital. Una vez que llegamos al estacionamiento Kira miró detrás mío y pegó un chillido haciendo que tuviera que taparle la boca al instante.

— ¿Se puede saber qué te sucede? —le masculle.

Algunas personas que pasaban por ahí se voltearon a vernos pero a eso lo obvie por completo. En estos momentos me interesaba saber porque mi amiga de la nada había empezado a gritar.

Le saqué lentamente la mano de la boca y ella se acercó a mí.

—No quiero asustarte, pero hay un tipo demasiado sexi en un muy buen auto mirando en nuestra dirección.

Me voltee al instante y ahí estaba el desconocido de anoche, mirándome fijo.

Al instante me puse nerviosa y para peor Kira me empujó para que me acercara a él. Le di una mirada de auxilio pero en vez de eso ella no me hizo caso y con una seña de "después te llamo" se fue en su auto.

—Hola Cenicienta —el desconocido llegó hasta mí.

Rodé los ojos al escuchar ese absurdo apodo y me voltee a verlo con una sonrisa.

— ¿Cómo supiste donde estoy, desconocido? —pregunté.

—Vine aquí de casualidad —se encogió de hombros y sonrió—, y para tu información, me llamó Adam.

Estaba por responderle que sinceramente no me interesaba su nombre y que tendría que dejar sus "casualidades" cuando me llegó una llamada de Aaron. Él nunca llamaba a mi teléfono, solo lo hacia por...

Oh no.

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Uhhhh ¿Qué creen que será, estrellitaas 🌟🌟?

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