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No se si estoy cansada porque sólo acumule cinco horas de sueño o porque es la quinta canción seguida que bailamos. No puedo evitarlo, mi cuerpo se mueve sólo y tengo que hacerle caso. Tal vez esté un poco influenciada por la cerveza también, pero no al punto de estar borracha.

Con Thalia salimos sudorosas entre el tumulto de personas y nos dirigimos de nuevo hacia la barra.

Esta vez no nos atendió Isla, sino uno de sus amigos el cual no me sé el nombre. Pedimos dos rondas de chupitos y nos sentamos en los asientos altos de ahí.

—¿Sabes dónde está Kira? —pregunté a la castaña por encima de la música.

Ella negó con la cabeza y yo suspire. Cuando estábamos por la octava canción y la sexta cerveza, la japonesa se encontró con algunos amigos de su materia, entre canción y canción terminamos por perderla. Sé que está dentro del club porque si hubiera salido lo hubiera notado, al fin y al cabo estábamos bailando cerca de la entrada, además de que éste club no es tan grande como para perderse, pero Kira borracha puede llegar a ser un peligro para la sociedad.

—¿Sabes a qué hora tocará Jarek? —preguntó Thalia para luego tomar otro chupito.

Negué con la cabeza y me llevé el líquido a la boca. Tragué sintiendo el ardor en mi garganta y dejé el vaso diminuto en la barra. Estuve observando a Thalia durante toda la noche y para ser las 11 tengo que admitir que está más fresca que una lechuga, algo que me sorprende dadas las circunstancias. Bueno, mejor por ella y por nosotras también ya que no tendremos que cuidar su culo borracho. A la castaña cada vez que se emborracha termina con un ataque de sincericidio, mientras que Kira es de ese tipo de borrachas explosivas y melancólica.

—No, en realidad, no lo he visto en toda la noche —contesté algo pensativa.

—Él saldrá en unos 15 minutos —dijo alguien detrás nuestro.

Me sobresalte y miré detrás mío para encontrarme junto con Thalia a Luka, quien tenía una sonrisa radiante, como si no acabara de darme un puto susto de muerte. Abrí la boca para empezar a reprocharle cuando otra figura se acercó tambaleante a nosotros.

—¡Hola chichis! —gritó Kira extendiendo sus brazos.

—Ay no puede ser —mascullo por lo bajo.

—Después necesito hablar contigo, Nova —dijo Luka y miró a la japonesa que se balanceaba de un lado al otro—. Las dejo con la borracha.

—¡No estoy borracha! —le gritó Kira una vez que mi hermano se iba alejando— ¡Tú eres el que se está moviendo de un lado al otro para confundirme!.

Compartí una mirada rápida con Thalia y ella asintió con la cabeza. Kira está borracha, pero puedo controlarla por ahora. Solo necesito que no se meta en peleas con algún otro borracho o sobrio, cosa que tampoco me va a costar mucho.

—¿Por qué no nos sentamos en el taburete, Kira? —dije suavemente.

—¡No me hables como mi madre! —se quejó— yo hago lo que quiero.

Su rebeldía no duró más de dos segundos ya que mientras me estaba diciendo que era un alma libre y que no dependía de su madre, se estaba sentando en el taburete junto al de Thalia. ¡Vaya rebeldía!, pensé.

Tuvimos que cambiarla de lugar e irnos a una mesa más alejada cuando Kira empezó a amenazar a un chico de la barra de que si no le daba una maldita cerveza quemaría el lugar. Yo advertí, cuando Kira se embriaga es de las borrachas violentas. Sé de sobra que esa amenaza es totalmente vacía, no creo que ella sea capaz de quemar un lugar completo, pero si sabe pegar y arañar así que es mejor alejarla de a multitud.

—¿Qué estúpido, no? —se quejó Kira entre divagues—, ¡Una cerveza no se le niega a nadie!.

—Lo sé Kira, lo... —comenzó Thalia pero al instante se quedó callada y con la vista fija hacía un lugar en especifico.

Seguí su linea de visión la cual terminaba en Ashton besandose con alguna otra chica. Suspiré y la sangre empezó a hervirme. Él muy imbécil lo había vuelto a hacer. Miré de nuevo a la castaña quien, por su cara, tenía ganas de golpear a alguien.

—Lo siento Thalia —dije.

Y era verdad, la idea de las tres era venir aquí y despejarnos de los problemas que teníamos, pero no imaginé que Kira terminaría borracha y Thalia viera la barata escena de la escoria de Ashton. Al fin y al cabo, a la única que no le está yendo tan mal es a mí, que por lo menos me ignoran pero podría ser peor.

—Haré papilla a ese imbécil —gritó Kira e intentó levantarse, pero por la misma falta de equilibrio volvió a su asiento.

—¿Saben?, no me importa —negó la castaña con la cabeza.

Vi su mirada y su cara no dice lo mismo que su boca. Sé que le importa y le duele como la mierda lo que este imbécil está haciendo. Solo espero que con esto Thalia abra los ojos y se dé cuenta de la basura que es Ashton. Kira volvió a pararse y apuntó a Ashton, quien al parecer se dio cuenta de nuestra presencia.

—¡¿Entendiste maldita escoria?! ¡A ella no le importa, es más, se irá con alguien mejor que tú! —le gritó.

—Ya sientate, Kira —dijo la castaña tirando de su brazo.

La japonesa se sentó de nuevo y Ashton con la chica desaparecieron.

—Lo siento, pero con tus cuernos me es difícil —escupió Kira.

La mesa se quedó en silencio y Kira estalló en llantos. Genial, ahora llegó a la etapa sentimental.

—¡Soy una amiga terrible, perdón Thalia! —lloró Kira.

Thalia acarició su espalda que vibraba de a momentos con uno que otro sollozo y repetía varias veces que no importaba. Kira escupió una frase larga en japones, frase la cual ni Thalia ni yo entendimos ya que no sabemos japones además de que la frase en su idioma natal se mezcló con sus sollozos haciendo todo lo siguiente que dijera tampoco se entendiera.

Acaricié su mano de a ratos en el momento en el que llegó Luka a la mesa. Mi hermano observó la situación en silencio y sacudió la cabeza negandose a entender lo que pasaba.

—Nova, Jar ya está por salir —gritó sobre la música—, te espero en la barra y... ¿por qué Kira está llorando?.

—¡Porque tu hermano no me hace caso! —gritó Kira levantando la cabeza de sus brazos.

—¿Hermana querrás decir? —dijo Luka confundido y con los brazos cruzados.

—¿Acaso no me escuchaste? —contestó Kira arrastrando las palabras y llevó las manos alrededor de su boca como si hiciera un megáfono— HER-MA-NO.

—Déjala, está borracha —dije encogiendome de hombros—. Ya voy.

Luka le dio una última mirada a Kira y asintió para luego retirarse. Por mi parte, me volteé hacia Thalia quien seguía consolando a nuestra amiga quien empezó a volver a hablar japones.

—¿La cuidas un segundo? —pregunté.

La castaña asintió y me dijo algo acerca de que no le quitará la vista de encima, no se, no pude escuchar mucho por la música alta alrededor. Asentí por algo que me dijo y me dirigí en dirección a la barra. Pasé entre varias personas hasta que me encontré con mi hermano sentado en la barra, al parecer, coqueteando con Isla, quien sonreía coqueta.

—¿Interrumpo? —preguntó luego de unos segundos.

—Sí —dijo Luka con las vista todavía en Isla.

—No, tengo que seguir atendiendo —dijo.

Por lo que alcancé a ver, le guiño un ojo a mi hermano antes de marcharse. Luka por su parte se volteó a verme serio a lo que yo me reí.

—Siento interrumpir, pero tú me dijiste que nos encontráramos aquí —me excuse.

Me senté en el banquillo a su lado y levanté mi dedo a Isla para pedirle una cerveza. Ella asintió y dejó una botella al frente mío, pagué con propina extra y, así como se acercó, se fue. Tomé un trago y miré a mí hermano quien seguía a Isla con la vista.

Me aclaré la garganta lo suficientemente fuerte como para llamar su atención y el castaño se volteó a verme.

—¿Para qué querías verme? —pregunté.

—Para ayudar a nuestro hermano —respondió.

—Me niego a servirle una novia en bandeja a Jarek —advertí.

—No será tan así —dijo Luka rodando los ojos—, sólo tienes que darle un pequeño empujón.

Tomé otro trago largo de mi cerveza y miré a mi alrededor. La gente estaba bailando alguna canción pegadiza de moda y estaba a sólo 5 minutos de que la banda de Jar saliera. No pienso hacerle el camino fácil, pero, como dice Luka, nada me cuesta darle un pequeño empujón. Me voltee a verlo de nuevo y asentí para hablar.

—Está bien, ¿qué haremos?.

—Fácil —comenzó mi hermano—, tú le hablaras bien de nuestro hermano a ella. La conozco, comparte algunas clases con Jarek y luego de un pequeño interrogatorio, sé que a él le gusta y a ella también.

Asentí procesando la información que Luka me estaba diciendo mientras miraba a la chica de lentes y cabello caoba que estaba sentada sola a un par de metros de nosotros, desde mi ojo de hermana protectora, parece buena chica. Volví a mirar al castaño que tenía una sonrisa orgullosa por su plan y me crucé de brazos.

—¿Y tú que harás? —pregunté.

—Yo trataré de conseguir el número se esa linda bartender —dijo mientras se le iba la mirada hacia Isla.

—No jodas, Luka —me queje.

—Oh vamos, yo inventé el plan —reprochó—, y sabes que no soy de pensar cosas así de ingeniosas.

—Pudrete —fue lo único que dije.

El ruido en el lugar aumentó llamando nuestra atención. Un tumulto de gente se encontraba cerca del escenario que estaba al fondo del lugar, y en éste, estaba Jarek junto con la banda. Aplaudí y grité con los demás en el lugar y observé a la chica del cabello caoba, quien también aplaudía y estaba con una extraña sonrisa.

—Bueno, me acercaré —informé.

Volví a mirar a Luka pero este ya no estaba, o por lo menos no al lado mío. Rodé los ojos al encontrar a mí hermano coqueteando con Isla, y al parecer él tendrá lo que quiere, ya que la castaña le está dictando algo mientras Luka lo anota en su teléfono con una sonrisa triunfante.

Niego con la cabeza y decido dejar a Luka en paz con lo que sea que está haciendo y me acerco a la chica de cabello caoba.

Me senté a su lado pero ella ni siquiera lo notó ya que miraba embobada en dirección al escenario, en especial, a mí hermano. Estaban cantando el cover de una canción que gran parte bailara y la otra que estuviera cerca del escenario cantando la canción cuando decidí beber un trago de mi cerveza con mi discurso de lo que le diría ya preparado.

—Son muy buenos ¿no? —comenté.

La chica se volteó a verme sorprendida, como si hubiera pinchado la burbuja en la que estaba y la hubiera hecho volver a la realidad. Le regalé mi sonrisa más encantadora y tomé un trago de mi cerveza.

—Sí, son geniales —comenzó—, sobre todo el guitarrista.

—Jarek es muy bueno —concedí.

Me miró sorprendida y sonrió.

—¿Conoces a Jar? —preguntó.

—Sí, lo conozco —comencé— y un pajarito me dijo que tú le interesas.

La chica de cabello caoba solo sonrió ensoñadora y negó con la cabeza. Pasó su mirada de mí al escenario y luego de vuelta. Conozco esa mirada, sé que la estoy llevando hacia donde quiero.

—No creo... él nunca se acerca —se excusó.

—Solo porque está nervioso —refuté.

Mi acompañante ladeó la cabeza de un lado al otro algo dubitativa.

—No sé...

—Ve y habla con él —aconseje—. Verás que tengo razón.

—¿Segura? —preguntó.

—Al 100% —contesté.

—Por cierto, soy Lucy —agregó.

—Nova, un gusto.

***

La noche siguió su curso normal, no volví a ver a Lucy, al parecer siguió mi consejo y fue a hablar con mi hermano una vez que bajaron del escenario. Hablando de hermano, no he visto a Luka en toda la noche, desde que le pidió su número a Isla desapareció y no tengo ni la más mínima idea de donde se encuentra.

Por suerte dejamos a una somnolienta Kira en la mesa y fuimos a buscar alcohol, pero por suerte desde aquí podíamos vigilarla.

—Kira estuvo tranquila, demasiado como para estar borracha —pensó Thalia.

—Sí, a diferencia de las otras veces sólo quiso quemar la barra, o amenazó con hacerlo —contesté y nos reímos.

Pedimos dos botellas de cerveza a un chico y me voltee a ver en dirección a Kira, quien no se había movido ni un centímetro. Seguía ahí, con la cabeza apoyada en la mesa y escondida entre sus brazos y Jefrey, un chico de segundo que gusta de Kira y se ofreció a cuidarla en lo que veníamos, estaba a su lado. Me giré a ver a Thalia quien tomó nuestras cervezas y pagó.

—Por cierto, ¿qué hicieron con Luka? —preguntó por sobre la música.

—Nada... —dije y mi voz se iba agudizando.

—Ivanova...

—Bien, puede que hayamos ayudado un poco a Jarek en eso de conseguir novia —admito y tomo un trago.

—¿Por qué no me sorprende? —suspiró Thalia con una sonrisa.

—¿No volviste a ver a Ashton? —pregunté cambiando el tema.

—No y espero que siga así hasta que se acabe la noche —concluyó la castaña.

—Muy bien dicho, mi nerd —aclame.

Ésta se rió y, con una sonrisa hacia el bartender, nos alejamos de la barra. Pasamos entre las personas intentando que no se nos cayera las botellas y, con éxito, llegamos a nuestra mesa pero había algo raro o faltaba en todo caso. Y al parecer Thalia también lo notó.

—Kira, ¿tu bolso? —preguntó.

—Vino un tipo y se lo llevó —dijo y se levantó— ¡El maldito malnacido!.

—No puede ser —mascullo la castaña tan bajo que casi ni lo escuché.

—¿Pero tú estás bien? —pregunté.

—Sí, el ladrón se fue con un arañazo en la cara... y mi bolso —contestó la japonesa balanceandose de un lado al otro.

—Kira —reproche.

—Ah no, no me molestes que ustedes fueron las que dejaron un bolso con la borracha —se quejó.

—Te dejamos con Jefrey —recordó Thalia.

—Mande a la mierda a Jefrey —admitió.

—¡Kira! —reclamamos Thalia y yo al unísono.

—Lo siento... —comenzó con los ojos llorosos.

Genial ahora empezará a llorar. Me acerqué a ella y la abracé.

—Importa que tú estés bien —aclaré.

—Sí, es cierto —me secundó Thalia y luego se volteó a verme—. ¿Y ahora qué haremos?.

—Fácil, iremos a hacer la denuncia a la policía —pensé—, tu conduce.

Kira se me acercó al oído como si fuera a decirme un secreto y rió antes de soltar suficientemente alto para que ella y yo la escucharemos:

—También se llevaron las llaves del auto.

Y ahora si que no sé que hacer.














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