28
Tenía mi vista fija en las puertas de mi closet, sin moverme, ni siquiera sé si sigo parpadeando o respirando. ¿Me cambio de ropa o me quedo en pijama? Meh, no me pienso levantar para cambiarme.
Me volví a acomodar entre mis sábanas y tomé mi celular para entretenerme con algún juego tonto. Encontré uno sobre encontrar las parejas y estuve jugando por una hora sin parar. Soy buena en esto.
—Mierda—susurro cuando mi partida es interrumpida por una llamada. Hice una mueca de fastidio cuando vi de quien se trataba—. Dime.
—Hola, Eun Yeong, yo también estoy feliz de hablar contigo. ¿Cómo estás? Yo excelente—sonreí un poco por el sarcasmo.
—Hola, Ji Woon.
—¿Estás en tu departamento?—asentí aunque no me viera.
—Si, me dieron el día libre—solté un suspiro de agotamiento. A penas regresé hace dos días y ya me están dando días libres. ¿Tan rápido se quieren deshacer de mí?
—Pues obviamente yo también pedí que me dieran día libre. ¿Estás acompañada?
—Nunca he estado más sola—dramatizo y juraría que la vi rodar los ojos.
—Estaré ahí en 20—volví a asentir y colgué.
Bufé sin ganas de hacer nada. Se supone que debería ser un día feliz, yo no estoy feliz. Bueno, si Ji Woon vendrá, debería estar presentable para ella, o al menos intentarlo.
Me levanté de la cama y arratrando mis pies llegué hasta la cocina. Me preparé un bol de cereal, posiblemente caducado, y lo devoré como si no hubiera comido nada en 5 días.
El espejo del baño no reflejaba una buena cara, así que decidí meterme a bañar. Llené la bañadera y eché unas cuantas escénicas raras para que hubiera espuma. Entré con el celular en mi mano. Me puse algo cómoda y comencé a revisar mis redes sociales.
Un video me llamó la atención, y es que obvio que me la llamaría, tenía de portada a Nam Joon de la mano con Jiyu. Comencé a sentir escozor en mis ojos, pero lo ignoré, no es momento de sentimentalismos.
—Hola a todos lo que están viendo esto. Como ya saben el hijo del presidente está comprometido—el video comenzó a reproducirse y mientras se escuchaba la voz iban pasando fotos de Kim—. Si quieres enterarte todo lo relacionado con esto, no te vayas—lo pausé por unos segundos. ¿Quiero enterarme de todo lo relacionado con eso? Antes de pensarlo bien, ya estaba escuchando nuevamente la voz.
~Kim Nam Joon tiene una relación publica hace cinco años con una chica bastante hermosa—ponen la foto de la pelirroja oxigenada—. No nos extraña que quiera casarse con ella. Pero lo que a todos le tomó por sorpresa es que se filtraron fotos de nuestro Capitán favorito con otra chica que no era de cabello rojo.
¿Esa soy yo?
—Oh Dios—me acomodé mejor, estaba comenzando a estar incomoda.
—Pero los rumores no fueron los suficientemente fuertes, pues Kyung Jiyu estuvo desaparecida de las redes por ese tiempo. De repente el presidente anunció su compromiso luego del regreso de su hijo. ¿Sospechosa esta unión? ¿Por qué ninguno de los dos ha hablado sobre el tema? Bueno, eso es irrelevante porque ayer la parejita se dejó ver en una cafetería y la novia se veía muy contenta.
Y me quede sin moverme por minutos, viendo una foto de mi supuesta "pareja", o lo que sea mío, y su futura esposa. Él no tenía ninguna expresión en su rostro, pero ella estaba demasiado alegre para mi gusto.
Ella es la que le conviene.
No, no lo es. Ella es un contrato, yo soy algo real.
Me estoy mintiendo a mí misma, lo sé. Estuvieron juntos por años, algo deben sentir. Dios, los encontré teniendo relaciones sobre el escritorio, claro que sintieron algo por el otro en algún momento, aunque sea solo algo sexual.
Escuché como se abría la puerta principal. No estoy preparada para enfrentarla, no tengo ánimos. Ji Woon abrió la puerta del baño con una gran sonrisa y aguanté las ganas de rodar los ojos.
—Desde ayer trató de contactarme contigo. ¿Qué es más importante que...—la interrumpí antes de que lo dijera.
—No tengo ganas de nada—aguanto la respiración y me sumerjo. Me cogió de la mano y me hizo subir. La miré mal.
—¿Quieres llorar?—pregunta cuando se dio cuenta de la situación. Asentí lentamente y le muestro el celular que hace un rato había dejado en el suelo.
—Eun Yeong...
—No digas nada, solo quiero seguir con mi vida—tomó el vestido que me había traído para cuando terminara, y lo puso sobre el excusado.
—Eres mi mejor amiga y si el día de tu cumpleaños lo quieres pasar metida en la bañera llorando, estaré a tu lado—estiro mi mano hacia la de ella para entrelazarlas—. Pero prefiero que lloremos en el sofá, es incomoda esta situación—reí con pesar.
—Espérame afuera—sonríe feliz y deja un beso en mi mejilla. Cuando llega a la puerta se detiene.
—Por cierto, feliz cumpleaños—sonreí.
No tengo nada en contra de mi cumpleaños, solo que no estaba bien emocionalmente como para celebrarlo. No hablo con Nam Joon desde el día que se fue de mi departamento, y de repente aparece en páginas de chismes. Siempre supe que no sería fácil, pero nunca imaginé tanto drama.
Mi celular comenzó a sonar y respondí a la vez que me vestía.
—¿Mamá?—la escuché cantarme "Cumpleaños feliz" con una sonrisa en el rostro. Nunca he celebrado mi cumpleaños sin ella. Llevo mucho tiempo sin verla, debería ir a visitarla.
—Por si no quedó claro, felicidades.
—Gracias mamá, mejoraste mi día.
—¿Pasa algo?—noté la preocupación en su voz. Sé que aún no está de acuerdo con mi profesión.
—Nada importante—salí del baño.
—¿Qué harás hoy?
—Aún no se, Ji Woon vino a celebrar conmigo—le hice una seña a mi amiga para que supiera con quien hablaba.
—¡Hola señora Ri!—gritó feliz. Mamá soltó una pequeña carcajada.
—Cuídense y disfruten—asentí sin importar que no me viera—. Te amo.
—Te amo—con esa despedida finalicé la llamada.
—¿Y bien? ¿Tienes alcohol?
Debo admitir que no fue la mejor idea. Alcohol y estómago vacío no es la mejor combinación, menos cuando tu amiga ama tomar. Habían unas 20 botellas de cerveza en el suelo y estábamos terminando la segunda botella de viña. No somos las mejores bebiendo.
—¡Sube el volumen!—grita mi amiga saltando en el sofá. Me tomé un segundo para subir el volumen con el control remoto antes de seguir usándolo de micrófono.
—¡But we know this, we got a love that is hopeless
Why can't you hold me in the street?
Why can't I kiss you on the dancefloor?
I wish that it could be like that
Why can't we be like that?
Cause I'm yours!—grito la última palabra como si me estuviera rompiendo por dentro.
Las lágrimas comenzaron a salir y me dejé caer sobre el suelo. Estoy harta de todo. Ji Woon se acercó a mi con la intension de abrazarme, la alejé con una mirada.
—Dame mi celular—hace lo que le pido. Me miró sin entender y antes de que se diera cuenta de mis intensiones marqué su número.
—¡Cuelga!—grita tratando de quitarme el aparato de mi oreja. Le di una patada que logró confundirla por un rato. Se me había olvidado que ella también sabía defenderse. Se lanzó sobre mí y comencé a correr por todo el apartamento vigilando mi espalda—. ¡Te arrepentirás!—los pitidos pararon y su voz llegó.
—¿Eun Yeong? ¿Por qué la música esta tan alta?—nuevamente estaba en la sala, fui al televisor y lo desconecté. No se escuchaba absolutamente nada. Ji Woon me miraba con odio y yo no sabía que decir.
—Es mi cumpleaños—logro hablar.
—No lo...—lo interrumpí.
—Y vi un video en donde salías con tu futura esposa—lo dije con odio. No quiero hablar de ella.
—Puedo explicarlo.
—¿Por qué no puedes abrazarme en la calle? ¿Por qué no puedo besarte en la pista de baile?—Ji Woon frunce el entrecejo. Si, le estoy citando la letra de la canción—. Ojalá pudiera ser así. ¿Por qué no podemos ser así? Porque soy tuya—segundos en silencio. ¿Qué mierda le dije? ¿Por qué siempre digo cosas tontas?
—¿Estás borracha?—miré a mis lados buscando una excusa razonable a mis tonterías.
—¿No?—dudé.
—¿Estás en tu departamento?
—¿Sí?—volví a dudar.
—No salgas de ahí, llegaré en cinco minutos—colgó dejándome en compañía del pitido del celular.
—¡¿Estás loca?!—grita Ji Woon corriendo hacia mí. Cogió un cojín del sofá y comenzó a pegarme con el—. ¡Le citaste a Little Mix!—me abracé protegiéndome de los golpes.
—¡Déjame! ¡Little Mix tiene letras reflexivas!
—¡Nunca debí dejarte beber!—por último me pegó fuerte en la cabeza y se tiró sobre el sofá.
—Ese último dolió—me froté la zona golpeada.
—Ese era el objetivo—me tiré a su lado.
—Vendrá.
—No me sorprende—no cruzamos de brazos a la vez.
—¿Qué le diré?
—Dile como te sientes.
—¿Borracha?—nos miramos a la vez.
—Date una ducha fría para que se te pase—me empujo con su hombro.
—Posiblemente me ahogue bajo ella.
—Mejor quédate aquí—reímos a la vez—. Deberíamos recoger este desastre—señaló las botellas en el suelo y las bolsas de papas abiertas, pero con todo el contenido dentro.
—Da igual—le restó importancia y apoyé mi cabeza sobre su hombro—. Dormiré un segundo.
—Yo también—apoya su cabeza sobre la mía.
—Despiértame cuando llegue Kim—me acomodo de tal forma que quedé abrazándola con una pierna y un brazo.
—Vale, tú me despiertas—asentí como si eso tuviera lógica y cerré los ojos.
____
Sonreí por lo cómoda que me sentía, Ji Woon es más blandita de lo que recordaba. Juraría que solté un sonido de satisfacción, escuché una risa y decidí ignorarla, estaba demasiado cómoda como para abrir los ojos.
Apreté más a mi amiga y la sentía más pequeña. Abrí un ojo y me di cuenta que estaba abrazando una almohada.
—¿Ji Woon?
—La llevé a su hotel—me espabilé al instante. Abrí bien los ojos y la sonrisa de Nam Joon estaba frente a mí. Me acomodé sobre la cama y me tapé con la sabana como si me protegiera de algo—. ¿Hablamos hoy o esperamos a mañana cuando se te pase la borrachera?
—Ya se me quitó—miento, su cabeza se veía un poco grande.
—Bien. ¿Me dirás cómo te sientes con respecto a todo?
—Excluida—susurro.
—¿Por qué?
—Porque ella será tu esposa, no yo.
—Creí que no querías casarte conmigo—se sienta en la esquina de la cama.
—Que no quiera ahora no significa que nunca lo vaya a querer—recojo mis piernas para abrazarlas.
Nos quedamos en silencio, inmóviles, solo nos mirábamos. Repasé cada detalle de su rostro, su cabello, sus labios. Me di cuenta que traía puesto un arete, pocas veces se lo veía, para no decir nunca.
Le quiero, no es un secreto y no pretendo que lo sea. Quiero gritarle al mundo que estoy enamorada de Kim Nam Joon. No quiero escuchar una nueva amenaza de su padre, porque soy capaz de callarlo con un golpe en la cara. Quiero que seamos una pareja normal, de las que se dan la mano en público y visitan a sus suegros los fines de semana. Quiero que se quede a dormir conmigo sin tener miedo de que al otro día desaparezca. Quiero creer que si es posible un final feliz.
—Feliz cumpleaños, te traje algo—trata de acercarse a mí, lo ignoré. No quiero hablar de eso ahora.
—Déjala—pido sin pensar en mis palabras. No quiero seguir fingiendo. No quiero que piense que puedo con esta situación, porque no puedo, estoy de los nervios y no quiero soltar ni una maldita lágrima mas.
—Nos casaremos la próxima semana.
Algo me dice que seguiré llorando.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro