No puedo creerlo. No puedo creer que después de cuatro largos años el siga aquí. Creí que no lo volvería a ver. Creí que aquella había sido la despedida. Que arreglamos nuestras diferencias porque jamás tendríamos que volver a cruzarnos en la calle. Y ahora me dicen que está aquí.

—¿Estás bien?—Jin me saca de mi pequeño trance.

—Mejor que nunca—miento con una sonrisa.

—Que bien. Porque debo llevarte ante Nam Joon—mi sangre se vuelve a congelar. ¿Por qué tengo que enfrentarlo? No quiero hacerlo. No tengo que hacerlo.

—¿Es obligatorio?

—Es un superior importante. Si es obligatorio—se levanta del sofá y yo imito su acción.

¿Y si me vuelve a tratar como antes? Digo, sigue siendo mi superior y yo solo una tonta que siempre lo trato mal.

No Eun Yeong, no hay nada que temer.

Claro que no, ya no tenemos porqué estar en contra del otro. Él es mi superior y yo soy alguien que solo hace su trabajo para seguir triunfando.

—Si no queda de otra—suelto un suspiro. Jin asiente y comenzamos a caminar hacia no sé dónde. Supongo que será la oficina de Kim.

Traté de mirar todo a mi alrededor para ver si lograba calmarme. Pero no había nada interesante. Todo era de colores deprimentes y personas haciendo su trabajo.

—Deberías esperar aquí, mejor le doy la noticia yo solo—asentí. Nos detuvimos ante una puerta y el entró sin pedir permiso. La última vez que yo hice eso me llevé una gran sorpresa.

No podía mantenerme tranquila en mi lugar. Me sentía ansiosa. ¿Es normal esté sudando tanto? Limpio el sudor de mi frente. Se siente como el maldito infierno.

—¿Eun Yeong?—detengo mis raros movimientos de pierna—. Ya puedes pasar—sale de la habitación y la deja abierta solo para mí—. Prometió ayudarte. Yo debo hacer más cosas—asentí y se largó sin decir nada más.

Vamos. Es hora de enfrentarlo. Esto parece un sueño... No es que yo sueñe con él ni nada por el estilo. No lo hago hace meses... Digo. ¡Jamás soñé con él!

Vuelves a ser patética. Compórtate como alguien de tu edad.

Bufé y entré sin pensarlo más. Estaba sentado tras el escritorio. Frunció el entrecejo como si no creyera lo que estaba viendo.

—¿Princesa?—preguntó confundido—. ¿Qué haces aquí?

—¿Acaso Jin no habló contigo?—cerré la puerta para caminar hacia él.

—El muy tonto solo dijo que me tenía una sorpresa—se levanta de su asiento.

—Pues...¡sorpresa!—finjo alegría. Sigue su camino hasta detenerse a pocos centímetros de mí.

—¿De verdad estás aquí?

—Creo que si soy real—suelta una carcajada.

—¿Qué haces aquí?—vuelve a preguntar.

—Me trasladaron. Soy cabo primero ahora—asiento muchas veces apretando los labios.

Creí que mi nuevo traslado significaba no tener que estar dándole explicaciones a mis conocidos y fue todo lo contrario. Tengo más conocidos aquí que en mi antigua base... Es una forma de decir.

—¿Cabo primero?—abre mucho los ojos.

—¿Sorprendido?

—Un poco, si—se cruza de brazos—. Lo lograste.

—Siempre te dije que lo haría. Además soy una de las mejores pilotos que conocerás en tu vida—digo con orgullo.

—No lo dudaría—eso me sorprendió, no mentiré.

—Luego de que te fuiste comprendí que tenías razón, tu entrenamiento fue el mejor.

—¿Esa es tu forma de agradecerme?

—Tampoco te agradeceré mucho por tratarme como una mierda—suelta una carcajada.

—Te lo merecías—me señala.

—Mejor no toquemos ese tema—vuelve a su puesto.

—¿Debería preguntarte cómo has estado todos estos años?—me senté en una silla frente a él—. Digo, por cortesía.

—Más bien yo debería preguntarte, tú eres el que cambiaste de aire.

—Ahí estás, hablándome otra vez como si fuera tu mejor amigo y no tú superior—arrecuesta sus brazos sobre la mesa.

—¿Qué puedo decir? Jamás fui de las chicas que obedecen.

—Creo que eres todos lo contrario. Te gusta obedecer, pero no quieres demostrar que eres una sumisa—nos miramos a los ojos. Siento que trata de probar su punto con la mirada.

—¿Desde cuándo me conoces tanto?—trato de no reír.

—Te recuerdo que te entrené y escuché todo tipo de faltas de respeto de tu parte, además de ver como me hacías caso sin rechistar. No te gusta aceptar que eres fácil de domar. Es normal, a nadie le gusta aceptarlo.

—A mi nadie me domó—me pongo seria. ¿Por qué siempre acabamos en una discusión tonta?

—Aún—sonríe y la puerta se abre de repente. Me giro para ver quien es. Es la chica que conocí antes. Kyung Jiyu entró con una gran sonrisa cerrando la puerta tras ella.

—Hola koala—camina hacia Kim y frunzo el entrecejo cuando le da un beso en los labios.

Recién me di cuenta, no sé cómo no lo descubrí antes. Su oppa, el chico al que debían llevarme era Kim Nam Joon. Claro que era él. Estaba más claro que el agua, pero yo de tonta no lo descubrí hasta que vi esa muestra de afecto.

Eso da igual ahora. ¿Le dijo koala? Vaya mierda de mote.

—Veo que ya la conociste—sonríe al verme.

—Si. No esperaba alguien tan incompetente—aguanto las ganas de gritarle.

—Trátala bien—le da un pequeño golpe en el hombro juguetonamente y con una sonrisa—. Él siempre es así, no le prestes atención.

—Tranquila, no le hago caso a las personas que no tienen más de una neurona—sonrío incomoda. El chico me mira mal.

Volví a prestarle atención a ella. Mi cerebro comenzó a funcionar. Claro que la había visto ya, por eso me pareció conocida. ¡Es la chica con la que lo encontré teniendo sexo! Me siento como Sherlock Holmes ahora mismo descubriendo un misterio.

—No empiecen a discutir—suelta una carcajada—. Debes respetar a mi futuro esposo.

¡¿Espera qué?!

—¿Futuro esposo?—no pude evitar preguntar. Jiyu suelta una carcajada.

—No estamos aún comprometidos—mira a Nam con complicidad, él solo la ignora—. Pero ya llevamos más de cinco años juntos, es obvio que terminaremos casados. De hecho ya nos hemos demorado—asiento como si entendiera.

—Cariño, creo que deberías ir a darte una ducha—Nam hace una mueca como si tuviera mal olor. Siento que no lo dice porque sea la verdad.

—¡¿Huelo muy mal?!—pregunta exagerada. Él asiente sin quitar la mueca—. Que vergüenza—besa rápido a su novio y se va corriendo.

Algo me dice que es una hueca sin cabeza y con sentido del humor muy raro. Recuerdo las otras veces en las que me he encontrado con ella y no logro entender que cautivó a Kim para durar tantos años juntos.

—Es una buena chica y sus padres tienen un buen rango—explica como si hubiera leído mis pensamientos.

—Te veo muy feliz con ella—miento.

—No me jodas y lárgate de aquí—señala la puerta—. Mañana empieza a hacer tu trabajo. Más te vale hacerlo perfecto.

—Como siempre, me conmueve la confianza que tienes en mí—me levanto de la silla—. Con permiso—finalmente me voy de ahí.

Luego de vagar un rato sin rumbo definido, tomé mi celular, esto debía contárselo a alguien.

—Hola hola, es Jin Woon, ¿qué necesitas?—responde mi amiga al contestar al teléfono.

—Es Eun Yeong—le aclaro.

—¡Si es un chico mejor que cuelgue ya!—se escucha el grito de JungKook.

—¡Cállate tonto, es Eun Yeong!—le grita mi amiga de vuelta y suelto una carcajada. Ya extraño a estos tontos y su relación cursi. Si, ya estaban juntos, eran novios hace como mucho un año. Se demoraron mucho en dar el paso, pero al fin estaban mejor que nunca—. ¿Cómo te va todo, unnie?

—¿A qué no adivinas a quien encontré aquí?—me hago la interesante.

—¿A un sargento buenote que por fin te dará alegría al cuerpo?—ruedo los ojos.

—A Kim Seok Jin—bufa y subo las cejas en busca de una explicación aunque no pudiera verme—. ¿Qué?

—Creí que sería algo más interesante. Ese chico fue como una cucaracha en tu vida.

—¿Una cucaracha?

—Si, cuando te olvídate de él le pásate por arriba acabando con su existencia.

—Una metáfora un poco rara—¿debo volver a decir que extraño a esta chica?

—Tú hazme caso. Ese chico no es nada interesante—rodé los ojos.

—¡¿Por qué hablan de chicos cuando estoy presente?!—vuelve a saltar JungKook.

—¡Porque siempre estás presente!—un amor raro es el de ellos.

—También está Kim Nam Joon.

—¡Oh Dios!—grita de repente y me asusto.

—Así suenas cuando...—JungKook se calla de repente—. ¡¿Estás teniendo sexo telefónico?!

—¡¿Como voy a tener sexo telefónico con alguien tan sosa como Eun Yeong?!

—Eso me dolió—susurré para mí.

—¡Hasta aquí aguanté! ¡Vete y cuando termine de hablar te llamo!—siguen gritando como si yo no estuviera escuchando todo. ¿Cómo llegue a esta situación?

—¡No quiero volver a escuchar un "oh Dios" en mi vista! ¡¿Entendiste?!—debo decir que quede traumada al escuchar como JungKook dijo ese "oh Dios"

—Si, si. ¡Ahora vete!—escuché el tirón de una puerta y solté un suspiro de canción—. Como decía. Kim Nam Joon si es una sorpresa.

—Y eso no es lo único, tiene novia—esperé que soltara otra grito de sorpresa, pero la sorpresa me la llevé yo al darme cuenta de que no respondería—. ¿Ya lo sabías?

—Me enteré hace poco que sus padres estaban preparando una boda para él y una tal chica.

—¿Por qué no me lo dijiste? Y ella dijo que aún no están comprometidos—comienzo a caminar hacia no sé dónde. Solo no quería estar parada en un mismo lugar.

—Porque creí que no te importaba. Nam Joon siempre te trató mal, cuando se fue de tu vida creí que estabas feliz y era mejor no seguir mencionándolo—ignoró lo ultimo que dije.

—Tienes razón, no me importa—trato de hacerme creer.

¿Por qué debería importarme una tonta boda entre alguien que ni conozco y la persona que más detesto en el mundo?

Es tonto seguir pensando en este tema.

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Hola hola. Solo quería invitarlos a leer "The Gamer". Un fanfic donde Tae es nuestro hermoso principal y tal vez les pueda interesar. Una historia completada así que no deben esperar por una actualización mensual o anual (basándome en lo mucho que siempre me demoro para actualizar).

Espero que les gustara el capitulo💜