Frente a frente uno del otro, a cada lado del ring pude sentir la adrenalina en mí sangre. Mí cuerpo se calentaba a cada golpe que daba, uno, dos, muchos, consecutivamente sobre mí oponente de color rojo que estaba colgado por poleas y cadenas sobre mí cabeza.

Mí alfa aulló dentro de mí cuando logré dar un golpe certero haciendo temblar las cadenas gracias a mí derechazo con buena posición de ataque.

Lo sabía perfectamente, sabía el porque de mí lobo, mí alfa interior estaba como loco meneando la cola de un lado a otro como estúpido, era consiente. Estuve presente en la presentación del enfrentamiento cuando ese estúpido Beta me puso su naris contra la mía, me estaba olfateando con la mallor confianza de todo el mundo con una cara de odio tremenda mientras que yo le lleve la contraria olfateando le igualmente. Fue un error cometer esa acción ya que instantáneamente me perdí, su extraño olor a césped recién podado me hipnotizo al instante haciéndome mover mí cuello de un lado a otro buscando su cuello, mí instinto me decía que en ese mismo instante me fijará si tenía un dueño o una marca antigua.

Cuando nos dimos cuenta de el espectáculo y la tencion que teníamos pude notar su cuerpo mover sus hombros con incomodidad, me estaba mirando con odio y con asco. Verlo mirarme con tal desprecio luego de revolcarme por su aroma me hizo hervir la puta sangre asta querer tirarme hay mismo y no aguantar asta la pelea.

Cuando termino la presentación me fui a sacadas largas con mí entrenador asignado y charlamos de un poco, cuando sería mí primera seción con un nutricionista para derivar mí dieta y a partir de los resultados que me diagnostiquen poder hacer mí dieta para entrenar día y noche asta que ya no pueda estar de pie.

Luego fui con mis amigos a tomar unos tragos y celebrar.

Pero aquí me tiene mí alfa inútil entrenando a muerte gracias a mí rencor y querer demostrarle a ese estúpido Beta de pelo despeinado y ojos bonitos que me trae como abeja a la miel de una manera que jamás olvidará, le voy a romper la puta nariz con la que se atrevió a olerme. Ese desgraciado se va a arrepentir de jugar con mis instintos.

Voy a ganar esa pelea, si es necesario usaré mí voz de alfa en medio del ring y ese maldito desgraciado sabrá en qué lugar está. Los betas siempre estarán en el segundo lugar y los alfas siempre ganan!, Será así para siempre quieran o no la estúpida sociedad inclusiva de mierda.

No sé que esté tramando para hacerme olerlo y hacerme jugar de esta manera sucia. Pero si lo que quiere es hacerme que lo marque y....que?, dios estoy enfermo por querer marcar a ese estúpido y maldito "BETA!" estúpido y malnacido, asqueroso y repugnante!. "VIRUZZ!, CALMATE POR DIOS!. ACABAS DE ROMPER LA PUTA BOLSA DE BOXEO!", detube al instantes mis movimientos volteando a mí entrenador para parpadear. "Que?", Mire hacía donde se suponía que estaba mí oponente para ver qué ya estaba en a la mitad, en el suelo y aún colgado. La arena caía lentamente de el gran agujero que tenía echo por mí.

Luego de ese pequeño, pequeñín, chikitin percance termine con irme a casa temprano y regañado por mí entrenador.

No sé quien se cree ese puto entrenador para decirme cómo entrenar. Se más que nadie que soy capas de ganarle a esa cara bonita. "Voy a ganar" fue lo último que dije para acurrucarme ya en mis sábanas blancas y poder consiliar mí sueño.

Mí alfa no me dejaba dormir entre aullidos y rasguños, me estaba enloqueciendo y termine en el balcón de el apartamento para tomar un poco de servesa fría. Cuando escuche una palabra de mí garganta resonar y hacerme poner la piel de gallina.

"Es nuestra Soulmate"

Santa mierda!