Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 4 (R)

V.Judy:

Estoy parpadeando varias veces para poder creer lo que estaba pasando ante mis ojos. ¿Qué es lo que sucede aquí? ¿Mis padres no han muerto del susto? Al parecer no ya que ahora están hablando campantemente con Nick de cómo se conocieron. Yo por otro lado, seguía parpadeando tanto que parecía (y sentía) que mis ojos se irritaban de tanto hacerlo. Una pequeña fuercita me jala del brazo derecho, y me doy cuenta de que es mi hermanita pequeña, Sophie.

―Hermana. ―chilló ella con su aguda voz―. ¿Qué sucede?

―No... no pasa nada. ―dije tratando de sonar tranquila aunque mi sorpresa aún seguía―. Es que, pensé que nuestros padres se morirían del susto al ver a Nick.

― ¿Y por qué lo harían? ―preguntó curiosa.

―Porque Nick, si te diste cuenta, es un zorro y los zorros, según papá, son nuestros enemigos naturales. ―expliqué.

― ¿Entonces porque lo trajiste? ―preguntó, ahora confundida.

―Es difícil de explicar. ―admití, y era difícil explicárselo a una niña pequeña―. Es que yo lo conocí hace ya mucho tiempo y termine enamorándome de quien menos esperaba. ―dije con un aire cariñoso―. Pero pensé que se morirían al ver que él es un zorro, porque ellos les tienen miedo.

―Creo que solo fue un tiempo por ese zorro pastelero que te atacó. ―dijo, lo que me extraña. ¿Cómo sabia de eso? Según yo, mis padres no se lo contarían a nadie o al menos, a nadie menor a mí.

― ¿Cómo lo sabes?

―Pues papá lo contó a todos porque pensó que era bueno pero ahora veo que no es así. ―alzó su carita, mirándome con una sonrisa de haber cumplido alguna travesura―. Tú sabes qué es lo mejor y si un zorro es la mejor pareja pues estas en lo correcto. ― ¿Esta niña se convirtió en filosofa o que paso? Y creo que me ha entendido mal, espero que los demás no lo hayan tomado así. Mis padres realmente me matarían.

― ¿De dónde aprendiste eso? ―pregunté sorprendida por la respuesta.

―Secretos son secretos y siempre lo serán hasta que salgan a la luz. ―me respondió con su aire filosófico, lo cual me sorprendió aún más―. Nos vemos en casa, Judy. ―y se fue saltando.

Aunque era sorprendente su pensamiento a esta edad, tenía algo de sentido lo que me dijo, y tanta lógica me había causado una duda algo intensa. ¿Acaso mis padres están hablando con él por miedo o por qué realmente ya no tienen miedo a los zorros?

―Esto es muy confuso. ―susurré en bajo.

― ¿Qué es muy confuso, Zanahorias? ―preguntó Nick acercándose, al parecer ya había terminado de hablar con mis padres o ya se habían ido. Pero ninguna de las dos era acertada. Habían comenzado a hablar con los Brown, que es una Madriguera que está a unas cuantas cuadras de la nuestra.

―Na... nada. ―respondí rápidamente―. Vamos ya, que tenemos solo dos días y no pedí más permiso a Bogo.

―No te preocupes por eso, Bola de algodón. ―me dijo relajado mientras me tomaba de la pata para ir hacia donde mis padres―. Garraza nos pidió el permiso antes y pues nos dieron una semana. Así que volvemos el... viernes si no me equivoco. ―ese felino es el mejor.

―Adoro a ese felino. ―expresé contenta.

―A mí también me cae bien. ―su voz había sonado algo seria al decir eso. ¿Estaba celoso?

― ¿Qué sucede? ―pregunté burlona―. ¿Acaso el señor enamorado piensa que el felino Garraza está enamorado de mí?

―Sí me cae bien, pero se comporta demasiado bien contigo como para solo sea un sentimiento de amistad. ―vaya, realmente lo estaba. Atiné, jajá.

―Tranquilo. ―apreté suavemente de su pata―. Él solo es mi amigo, a quien amo y siempre amare será a... ―paré de inmediato para hacer una pausa dramática.

― ¿Aaaa? ―exclamó desesperado.

―Gazelle. ―y rompí en carcajadas al ver su expresión facial.

―Ja ja, que graciosa, Zanahorias.

―Yo también te amo. ―le dije divertida.

Llegamos al auto de mis padres e hicimos el pequeño recorrido de diez minutos hasta casa donde había crecido. Realmente no había cambiado mucho por lo que vi desde la ventana de la camioneta. Bajamos uno a uno del auto, y al llegar a la puerta y traspasarla, subí muy feliz hacia mi habitación. Entré en esta y me alegró algo que había esperado, todo lo que tenía estaba como me fui. Desde mi gorrito policía hasta mis cortinas de conejitos rosa y zanahorias. Algunos de mis accesorios de niña también estaban ahí, haciéndome sentir más nostalgia al verlos.

―Toc, toc. ―imitó Nick, mientras tocaba realmente la puerta―. Así que la astuta coneja tenía un gorrito de policía. ―me dijo burlón, yendo directamente hacia mi gorrito policía. Ahora me arrepentía de tenerlo ahí.

―Lo dice quién estaba nervioso por conocer a mis padres. ―repliqué igual de sarcástica que él.

― ¡Oye! ―exclamó―. Eso sí fue realmente de miedo, pero tus padres son unas personas muy gentiles y agradables. Me agradan y creo que yo les agradé a ellos también. ―siguió jugando con mi gorrito azul.

―La verdad es que yo también tenía miedo. ―admití―. Pensé que a mi madre le daría un infarto al verte. Y mi padre te daría un golpe aunque no es los que pelean. ―reí nerviosa. Tirando un largo suspiro, me senté en la cama para poder descansar un rato del viaje y de los nervios de que mis padres hayan conocido a Nick. Como dijo Nick, eso fue realmente de miedo.

―Te dije que todo iba a salir bien. ―se sentó a mi lado en la cama y me abrazó―. Mi instinto jamás falla, aunque esa pesadilla fue algo extraño.

―Tenías razón. ―correspondí el abrazo.

―Siempre la tengo, Zanahorias.

―Hola, hola ―dijo mi madre, entrando a la habitación con una sonrisa―. Solo venía a decir que como no hay tantas camas, venía a ofrecerte nuestro cuarto de invitados. Aunque si quieres puedes quedarte aquí pero tendrías que tomar unas cuantas sabanas y almohadas para que te eches en el piso. ―se veía nerviosa, algo no muy bueno, teniendo en cuenta que mamá no se escandaliza después de conocer a alguien.

―No se preocupe. ―respondió Nick, amable―. Iré al cuarto de invitados. ―y se levantó tomando sus maletas.

―Entonces nos vemos en la mañana, querido. ―le di un beso en el cachete y se fue del cuarto. Entonces me levanté rápidamente y cerré la puerta dejando a mi madre dentro. Mi oportunidad era ahora o nunca.

― ¿Qué sucede hija? ―me pregunta sorprendida por mi acción―. ¿Por qué cerraste la puerta? ―me recosté en la puerta, viéndola.

― ¿Me puedes responder algo con la completa sinceridad? ―pedí con seriedad.

―Claro...

―Tú y papá tienen miedo de Nick ¿Verdad? ―pregunté atemorizada, para esperar su respuesta. Aunque después de preguntar, no hubo más que un silencio. Pero no duró mucho.

―Pues... ―dio un gran suspiro―. Nick si es un gran macho, no lo voy a negar y al principio si nos dio un buen susto, a tu padre y a mí porque pensamos que nos haría daño. Pero al verlo tan asustado y mirándonos nervioso en la estación; nos dimos cuenta que no es como nosotros pensábamos. ―me sonrió y sus ojos mostraron un centello extraño―. Además, hace tres años cuando nos dijiste que tenías a un zorro de compañero, no se me hizo raro que fuera a pasar esto. Al hablar con él nos dimos cuenta también de que es divertido, un poco sarcástico, muy respetuoso y con una gran amabilidad. ―rió con este comentario―. Cuando subiste rápidamente, tus hermanos llegaron rápidamente hacia mí y me caí pero él los hizo que se retiraran educadamente y me ayudo a levantarme. ―se acercó a mí y me dio un gran abrazo―. Es una gran persona Judy, no lo dejes ir. Les doy mi aprobación.

― ¿Enserio? ―exclamé emocionada―. Gracias, gracias, gracias.―repetí abrazándola aún más fuerte.

―Eso si... ―me detuve―. No quiero que estén en cuartos juntos, ―me miró picarona―. Luego se ponen cariñosos y los niños quedan traumados. Por esa razón le dije la excusa de la habitación de invitados.

― ¡Mamá! ―me sonroje―. Nick y yo jamás lo hemos hecho y no hemos pensado en... ―me detuve aún más avergonzada. Ella me había hecho hablar de más y seguramente estaría con el pelaje ardiendo―. ¡Ya me estás haciendo decir cosas privadas! ―chillé avergonzada.

―Je, je, je, lo siento. ―dijo burlona―. Es que ya creciste tan rápido y no pienso el momento en el que te vayas a casar.

―Ay mamá, para eso aún nos falta un tiempo. ―comenté suspirando.

―Pues no creo que sea en un largo tiempo. ―me dijo jugando con su collar―. Escuché a Nick, mencionando un poco ese tema.

― ¿Segura? ―pregunté sorprendida―. No me ha dicho nada.

―Querida, eso, a un macho le da miedo decirlo a su esposa. Pero sé que esta ansioso por ello. ―me dio un beso en la frente, se despidió y se fue de mi habitación.

Nick... ¿Quiere casarse conmigo?

##############################

Aún falta un largo camino hasta terminar pero espero que les esté gustando esta nueva versión.

Nos vemos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro