XVII- Que no responda.
Había pasado 14 días, 8 horas, 35 minutos y llevaba la cuenta, Simón no contestaba los mensajes y lo tenía preocupado. Pequeño insecto que se había ido a la telaraña para autoacabarse.
Podía entender que los Nephilim fueran a su ciudad natal ¿Pero llevar a Simón con ellos? Estaban locos, y el estaba más loco por no haber ido a detener aquello, nadie podía llevarse a unos de sus polluelos sin su consentimiento, y menos a Simón.
Había pedido a todo los vampiros que buscarán rastros del polluelo, si estaba en peligro haría lo imposible para ir y rescatarlo. Un polluelo es importante, nada más.
¡A quién mentía! Estaba estúpidamente conquistado con Simón y estaba preocupado por aquel polluelo más de lo que se había sentido en sus décadas de vida.
— Raphael.
El mayor casi se desvanece cuando vio entrar por un portal a Simón con su sonrisa de niño tonto, trató de que los sentimientos que habían tratado escapar siguieran en su lugar.
— ¿Miren quién volvió? ¿Te divertiste en tus vacaciones a Idris?
El chico se acercó a él y lo abrazo para después alejarse.
—Claro, muchas personas con runas y con historias que están buenas para hacer un libro— respondió Simón.
Raphael cruzó sus brazos para después chequear la lengua.
— Interesante.
Los ojos de Simón brillaron.
— ¿Enserio? No pude creer que fui tan cruel en haber ignorado tus cartas— dijo Simón—, eres el único que me ha dicho que es una buena idea.
Y corrió hacia donde estaban los otros vampiros. Raphael no podía creer lo que había escuchado, lo estaba evitando. El mayor odiaba que lo evitaran.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro