XV- Que lo vea como un amigo.
La casa de la familia Lewis era muy humilde, no tanto como Raphael sabía vivir con su familia cuando era mundano, pero lo era.
El polluelo temblaba hasta las orejas, no es que pudiera hacerlo, pero se había ocultado en ella para amortiguar su temor, algo que no le estaba saliendo bien pero que Raphael no iba a decirle.
— ¿Y si no me quiere?— preguntó Simón.
El mayor rodeo los ojos.
—Es tu madre, además has dicho que no le vas a contar sobre tu... Condición— comentó Raphael.
El chico asintió mientras golpeaba sus dientes como si tuviera frío, pero no era, solo quería irritar.
— Deja de hacer eso con la boca— gruñó el mayor.
El polluelo sonrió y lo hizo con más fuerza para que el ruido entrara por sus oídos. Estaban afuera, la señora Lewis lavaba los platos después de una grata comida, Raphael aprovechó que nadie estaba con ellos para acercarse y pegarle en la cabeza.
— ¡Auch!
Esta vez fue turno del mayor de reír viendo como Simón apretaba las manos y se acercaba más para pegarle, pero el mayor lo detuvo agarrándolo de las muñecas.
— Suéltame— dijo Simón.
Raphael sonrió con diversión y no le hizo caso.
— Solo me estoy defendiendo.
Simón hizo fuerza para hacerlo caer, pero nunca vio que no saldría a su plan, Raphael golpeó con la espalda en la pared de la casa y Simón quedo arriba de él casi a centímetros de su cara.
—Simón— susurró Raphael.
Estaban cerca y ya habían tenido un momento así hace unos días, casi a punto de besarse, y ahora que lo veía acercarse con los ojos puestos en sus labios, sabía que volvería a ocurrir otra vez.
—Sim...
No pudo terminar, sintiendo los labios del polluelo entre los suyos. Al principio se sorprendió, Simón mujeriego Lewis lo estaba besando, comenzó a mover sus labios y levantó su mano hasta el cuello del menor para profundizar el beso, estaban apareciendo sentimientos que nunca había conocido.
Alguien a su lado carraspeó y los dos se separaron sorprendidos viendo a la señora Lewis con una sonrisa plasmada en su cara.
— No es lo que piensas mamá, solo somos amigos— dijo Simón con dificultad.
Haciendo que Raphael lo mirará con molestia, lo odiaba por esto y lo odiaba por sus besos.
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