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Capítulo 80 🌸🍀

•Dias tranquilos•

Sus párpados se abren perezosamente, la incomodidad de la luz lo aturde un poco, pestañea varias veces para acostumbrarse mientras traga con dificultad al sentir su garganta seca. Sus sentidos despiertan poco a poco y su visión ahora es más clara, su cabeza se mueve en todas las direcciones notando las paredes blancas y una máquina a su lado la cual hace un sonido suave.

Fue inevitable no recordar los sucesos anteriores, sus pupilas se dilatan al revivir la escena de un Yoongi perdiendo el control, el dolor en su vientre y la maldad de Sungmin.

Se remueve asustado y el sonido en la pantalla se acelera al igual que su pulso, toca su vientre con algo de desesperación mientras le ruega a Dios que su cachorro siga ahí, tantea en todas partes y siente su vientre durito y abultado, puede sentir al bebé aún dentro de él, , es una conexión la cual aún no se rompe y le da la seguridad de que sigue con el.

Suspira aliviado sin apartar su mano de su pancita, la máquina a su lado también parece calmarse.

En ese momento la puerta se abre y su mirada se ilumina cuando ve a Yoongi ingresar, éste al darse cuenta que el omega ya está despierto sonríe en grande.

─ Despertaste, ¿cómo te sientes? ─ camina hacia Jimin y este solamente se pregunta cómo es que puede andar tan tranquilo después de haberlo visto con varios golpes en el rostro, su cara solo tiene algunos hematomas los cuales no se ven tan dolorosos como los recuerda.

¿Cuántos días habían pasado ya?

─ Estoy bien, solo un poco mareado ─ contestó a su pregunta.

Yoongi se sienta en un banquito a un lado de el omega para poder tomar su mano y admirar su rostro más de cerca, deja un pequeño beso en el dorso de su mano para después perderse en esos ojos hermosos que lo miran inocentemente.

─ Me alegra escucharlo, por favor dime si algo se te ofrece, ¿tienes hambre? ¿Sed? Tal vez quieras ir al baño ─

Jimin sonrió ─ Tranquilo estoy bien…─ sintió como el alfa acariciaba su dedito pulgar ─ Yoon, tus heridas, ya no están ─ no pudo callar su observación.

─ Es curioso, de alguna forma curaron un 80% cuando deje que mi lobo tomara el control, cuando volví a ser yo más de la mitad de mis golpes habían sanado ─

Las cejas del omega se elevaron ante el asombro, recordando ese preciso instante cuando Yoongi había evitado que Sungmin lo tocara y le hiciera cosas las cuales él no quería.

─ Gracias por cuidar de mí ─ el omega se sonrojo.

─ Hice lo que tenía que hacer y lo volvería hacer si es necesario ─ su otra mano fue al pómulo del omega, ahí donde había un pequeño hematoma como evidencia del golpe que había recibido de parte de Sungmin, sintió mucha rabia la cual fue evidente cuando su aroma se intensificó y se volvió agrio, ese infeliz había lastimado a su esposo, lo había hecho llorar y pasar un mal momento, la muerte la tenía merecida, sin embargo el desgraciado había tenido suerte, si Jimin no se hubiera sentido mal sabe que no hubiera parado hasta matarlo, pero tampoco se arrepiente de nada, Jimin esta primero ante todo.

─ El ya no volverá a lastimarte ─ acarició su pómulo con su dedo, siendo delicado y suave ─ pagará todo el daño que te hizo, por el delito de violación, extorsión, privación de libertad e intento de homicidio fue condenado a cadena perpetua, yo mismo me encargaré de que se pudra en la cárcel ─ un suspiro lleno de alivio y tranquilidad escapo de los labios del omega, ahora podría salir a las calles sin el miedo de ser vigilado, podrá dormir tranquilo sin aquella aflicción de que sus sueños sean convertidos en pesadillas por aquel hombre sin corazón.

Ahora que lo pensaba mejor quizá no era malo que Sungmin viviera, la muerte sería un escape demasiado rápido, él tenía que sufrir, arrepentirse miles de veces y llorar lágrimas de sangre.

Pero antes de eso debía recuperarse, Yoongi había causado daños graves en él, como desviarle la quijada y romperle la nariz a causa de los golpes que llenó de cólera le había propinado.

Sin olvidar el disparo que el detective Lee le había atinado en la pierna derecha.

─ Nuestro cachorro como esta ─ pregunto con un poco de miedo.

Pero la sonrisa de Yoongi lo tranquilizó ─ El esta bien, tuviste una amenaza de aborto pero por suerte los doctores supieron controlarlo a tiempo ─

Jimin sintió su labio temblar y su vista nublarse, su cachorro estuvo a punto de morir, incluso si no pasó a más se sintió verdaderamente mal, no hubiera soportado perderlo, la sola idea le aterra y le hace experimentar un sentimiento amargo.

─ No llores ─ Yoongi beso sus labios y sus ojos llevándose varias lágrimas a su paso ─ no quiero que pienses nada malo, nuestro hijo sigue vivo y es lo único que importa ─

A partir de ese momento tenía que cuidarse mejor, la amenaza de aborto seguía ahí, pero Yoongi se encargaría que ese cachorro naciera, si es posible sería el quien cuidara de Jimin.

Se repartieron uno que otro mimo, sonrisas y besos inocentes, a la media hora la puerta se abrió y sus amigos entraron uno por uno, Dahyun venía con ellos y esta se dedicó a consentir a su padre quien la recibió alegre y encantado.



[•••]


─ Papa estás seguro que esa es la cantidad exacta de aceite ─ preguntó la pequeña al ver que que los huevos fritos nadaban en aceite.

Ya hace dos semanas que Yoongi había regresado a vivir con ellos.

Ambos se dieron cuenta que no tenía sentido que siguieran viviendo bajo techos diferentes cuando ambos se necesitaban, además de que Yoongi quería estar al pendiente del omega y estar presente en los últimos meses de gestación de este mismo.

Dahyun también influyó mucho y fue la más alegre al ver a sus dos papás avanzando poco a poco mientras el vientre de Jimin crecía cada día más.

─ Pues yo diría que sí… ─ Dahyun entrecerró sus ojos al no ver a su padre tan convencido.

Padre e hija se habían levantado más temprano de lo normal con el único fin de prepararle el desayuno al omega quien aun dormía tranquilamente en la segunda planta.

─ Cleo que ya están ─ aviso la menor, yoongi al escucharla dejó lo que estaba haciendo y corrió para apagar el fuego, con una espátula puso los huevos fritos sobre los platos y le quitó el exceso de aceite con una servilleta.

─ Dahyun abre la refri y saca cuatro naranjas por favor ─ pidió a su hija y esta obedeció.

El alfa exprimió el jugo a cada una de las naranjas, lo suficiente para un vaso, a Jimin le encantaba el jugo de naranja por las mañanas.

Cuando los tocinos estuvieron cocinados los colocó a un lado de los huevos de modo que la presentación se viera bonita y apetecible, Dahyun consiguió un vaso para el jugo de Jimin y dos tazas para el café de Yoongi y la otra para su leche, todo bien organizado.

Vivir más de cinco meses solo, le ayudó a desenvolverse mejor en la cocina y en cierto modo lo agradece, antes era Jimin quien se levantaba  temprano para preparar su desayuno y el de su hija, se esforzaba para que sus cenas fueran deliciosas, Yoongi aprendió a valorar cada detalle y sacrificio que el omega hacía por él, ahora era su turno.

Aunque no estaba solo, su pequeña ayudante hacía las cosas más fáciles.

Observó los platos de comida y se sintió satisfecho con el resultado, por último puso las tostadas en un recipiente aparte para que agarraran cuando se les antojara.

Dahyun le ayudó a limpiar la mesa y dejar los platos de comida sobre esta, justo en ese momento un adormilado omega venía bajando las escaleras, su cabello estaba revuelto dándole un aire adorable, junto a esas pantuflas de dinosaurio que cubrían sus pies pequeños.

─ Yoonie… Dahyun ─ bostezo mientras su mano restregaba su ojito.

─ Buenos días amor, ¿qué tal amaneciste? ─

Jimin se sonrojó furiosamente ante el apodo de cariño pero no apartó su vista tímida del alfa.

─ Estoy bien Yoonie, gracias ─ acarició la melena rubia de su hija quien ahora estaba a su lado.

─ Les prepararé el desayuno, seguramente han de estar hambrientos ─ como era costumbre, todos los días se levantaba temprano para hacerles la comida y preparar la lonchera de su hija, pero esta vez se había dormido y es que se duerme tan cómodo cuando eres abrazado por tu alfa.

─ No hace falta Jimin, deja que ahora seamos nosotros quienes te consintamos ─ el alfa tomó su mano y lo encaminó hacia el comedor.

Los ojos del omega se agrandaron cuando vio la mesa servida y su estómago gruño por el hambre, seguramente su cachorro se había emocionado al ver tan exquisito banquete.

─ Papi lo hicimos para tí ─ Dahyun sonrió en grande.

Jimin le devolvió la sonrisa, luego toda la familia se sentó para degustar su desayuno, todo iba bien hasta el momento en el que Jimin comenzó a sollozar asustando al alfa quien estaba a punto de levantarse para ver si algo le dolía.

─ ¿Qué sucede? ¿no te gusto? Puedo prepararte otra cosa si lo deseas ─ habló preocupado al ver las lágrimas del omega, a pesar de llorar este no dejaba de masticar e hipar.

─ N-no es eso ─ habló con sentimiento ─ es solo que… ─ muerde el tocino ─ ¡oh! ─ las lágrimas no se detienen ─ esto está t-tan delicioso ─ solloza ─ ustedes h-hicieron esto p-por mí ─ bebé del jugo y se limpia las lágrimas con una servilleta ─ rico ─ sorbe su nariz.

Yoongi sonríe aliviado, mirando a su hija quien luce divertida.

─ Ahg, con que era eso, ya me había afligido ─

Jimin se ha convertido en una sensible masita adorable.


[•••]


Se encontraba recorriendo los pasillos del supermercado para hacer las compras de la semana, su pancita era más grande y pesaba mucho más, la ropa ya no le quedaba y tuvo que comprarse unas más grandes por eso cada vez que se miraba al espejo decía que parecía una sandía y que mataría a alguien si un botón le salía disparado.

Y aunque lo decía en modo broma, si consideraba que estaba creciendo mucho incluso sus cachetes se miraban más rellenos y apretables.

Tomó una caja de cereal y la depositó en el carrito para después continuar caminando a paso lento. Dahyun venía detrás de él, la niña no se había querido quedar pues se aburría de pasar en la casa sin hacer nada, por eso se le había pegado al omega y este no tuvo ningún problema en traerla con él, le gustaba su compañía.

─ ¿Papi me los compras? ─ preguntó la niña con emoción en su tono.

Jimin observó la bolsita que cargaba en su pequeña mano.

─ Otros, ¿no te compre de esos la otra vez? ─ dijo mientras miraba los bombones que su niña tenía alzados.

─ Me los terminé hace días ─ exclamó inmediatamente.

Jimin sonrió, no podía negarse a esa sonrisa, a veces creía que lo hacía a propósito porque sabía que le era imposible resistirse.

─ Esta bien, ponlos dentro ─

Caminaron unos cuantos minutos más hasta que considero que ya era suficiente, cuando quiso unirse a la fila para que le cobraran unas voces conocidas lo distrajeron.

─ ¡Jimin! ─

─ ¡Jiminnie! ─

Son dos voces agudas y emocionadas, Jimin sonríe en grande cuando ve a sus dos únicas amigas mirarlo con asombro y emoción palpable en sus finos rostros.

─ Youngmi, mía… cuanto tiempo sin verlas ─ en realidad no era mucho, pero por todo lo acontecido anteriormente parecieron más días de los que en realidad pasaron.

─ Owww con que esta es tu hija ─ la mirada de Youngmi se ilumino al ver a la infante parada detrás de Jimin y tomándolo de su camisa mirando, a las dos desconocidas de forma tímida.

─ Si, ella es Dahyun, Dahyun saluda, ellas son Youngmi y mía, ambas fueron mis compañeras de trabajo ─ presentó el omega gestante.

─ Hola unnies ─ no quiso despegarse de Jimin.

─ Es una ternurita y mírate tú, estás todo esponjosito y redondito ─ dijo de buena forma mirando la pancita de Jimin.

─ Cuando el jefe dijo que estabas en cinta no lo podíamos creer, que guardadito te lo tenías ─ esta vez fue mía quien habló.

─ La verdad yo tampoco lo sabía, me enteré hace algunos meses ─

─ Increíble… ¿Puedo tocarlo? ─ pregunto jugando con  sus dedos.

─ Claro ─ descubrió su vientre, dejando ver su pancita abultada, las manos de la beta fueron a esa zona e hizo movimientos circulares, notando las vibraciones del cachorro

─ Es taaaan redondo y durito, ¡mira Mía toca! ─ la nombrada no se hizo rogar y también puso sus manos sobre su vientre, el cachorro comenzó a moverse y ambas soltaron un gritito agudo llamando la atención de las demás personas alrededor.



[•••]


─ Ah~ ahí,  Y-yoongi ─

─ ¿Ahí? ¿Te gusta ahí? ─

─ ¡Oh! ~ sí justo ahí mmgh ~ ─ tira su cabeza hacia atrás mientras su labio relleno es atrapado entre sus dientes.

Yoongi sonríe y su mano aprieta más su pie, ahí donde más le duele al omega, con la crema le es más fácil pues ayudará a que la hinchazón disminuya, o eso es lo que dijo el doctor que se la receto.

Consentir al menor es un gusto para él, está en su séptimo mes y sabe que para su esposo es difícil, soportar náuseas, vómitos, mareos, cambios de humor, dolores de espalda y ahora también sus pies, los cuales se han hinchado por sostener el peso de dos personas.

Por eso le dice que no camine mucho, al menos si no es necesario, esta entrando a una etapa bastante delicada y tiene que ser cuidadoso, su vientre aún no alcanza el máximo tamaño, los doctores dicen que seguirá creciendo y ya de por sí es grande, es curioso porque una de las principales preocupaciones que tuvieron fue el tamaño de su cachorro, ahora eso ya no es un problema.

Jimin come mucho, el cachorro es un glotón de primera, ya le ha tocado salir a altas horas de la madrugada solo porque al omega se le antojo algo que no tienen a la mano, ha tenido que salir a buscarlo estando medio dormido siendo la luna su única acompañante.

Pero todo vale la pena, ver al omega con grandes abrigos rosas, todo redondito y apachurrable.

─ Listo, con esto el dolor se irá, si no intentaré con algo más ─ le colocó las pantuflas de dinosaurio.

─ Gracias Yoon, perdón las molestias ─  a veces creía que era una carga, no le gustaba molestarlo, pero era Yoongi quien se ofrecía a consentirlo.

─ Para nada, no digas eso, es un gusto y a mi lobo le gusta mimarte ─ beso su frente, aun si su cabello rojizo le obstruía.



[•••]


A pesar de que ambos dormían juntos no tenían intimidad, desde hace más de siete meses que Yoongi no lo tocaba más allá de simples caricias y besos robados, no le faltaría el respeto a su omega o haría algo de lo cual no se sintiera seguro aún, pero habían días que simplemente el deseo sexual se manifestaba en él, y esta noche no era la excepción.

Tuvo que tapar su erección con la almohada cuando lo vio salir de la ducha, el menor se veía sexi ante sus ojos, con su pijama abierta en los dos últimos botones, mostrando su pancita y el pantalón de tela suave apretando sus muslos, su cabello rojizo pegado a su frente por la humedad y sus labios rojos e hinchados por el calor de la ducha.

Yoongi estaba teniendo una gran batalla en estos momentos, su lobo quería volver a reclamarlo, marcarlo y anudarlo una y otra vez, y joder que el también quería, lo deseaba.

─ Yoonie, quiero mimos ─ mencionó de forma inocente y la verdad es que Yoongi también quiere darle mimos, pero no precisamente de los inocentes.

─ Claro, ven ─ palmeo el lado libre de la cama para que su esposo se acueste a su lado.

Encantado el omega obedeció metiéndose bajo las sábanas y gateando hasta quedar a la misma altura que Yoongi, pero lo que no imaginó es que su esposo tomaría la almohada con la cual se cubrió anteriormente dejando su dolorosa erección al aire libre la cual aún bajo la ropa lucía imponente y grande.

Los colores subieron al rostro del omega quien solamente boqueo como pez fuera del agua sin saber qué decir o cómo actuar.

Y era ilógico que se sintiera tan tímido con su esposo con el cual ya tenía una hija y esperaba un segundo cachorro, pero no podía mentir, se sentía nervioso y avergonzado y quizá algo culpable, por no satisfacer a su esposo como  se debe, era una obligación que tenía al ser su omega, o al menos eso es lo que él creía.

─ Perdon… yo no puedo controlarlo ─ noto rubor en las mejillas de Yoongi.

─ No te preocupes ─ desvío la mirada totalmente abochornado ─ n-no es tu culpa ─ su voz tembló, no sintió el momento en el que comenzó a jugar con sus deditos debido a los nervios.

─ Si me lo permites… ─ se levantó de la cama ─ tomaré una ducha con agua fría, vuelvo en un momento ─ en realidad necesitaba bajar su palpitante erección, de lo contrario no podría dormir y sería todo más incómodo para Jimin.

Este solo asintió sonrojado mientras veía a su esposo alejarse y caminar rumbo al baño.



[•••]


Ocho meses se cumplían y Jimin se sentía explotar sin exagerar, su estómago pesaba y las camisas no le quedaban, Dahyun se encontraba tocando su vientre hablándole a su hermanito quien no dejaba de moverse cual gusanito inquieto en su interior.

Le dolía cada movimiento, pero no decía nada ya que amaba este tipo de escena, ver la sonrisa de Dahyun, como sus ojitos se iluminaban y las pataditas del cachorro quien parecía sostenerse de su vejiga pues le llamaba ir al baño cada diez minutos.

Amaba a sus dos cachorros, sus pequeños retoños.

─ ¿Cómo se llamará papi? ─ pregunto la pequeña entusiasmada.

Jimin ladeo su cabeza y se sorprendió al darse cuenta que no había planeado un nombre todavía, que distraído era, olvidar algo tan importante como eso.

Hablaría con Yoongi esta noche, quizá él ya había pensado en algo.

─ Aún lo estoy pensando nena ─ acarició sus cabellos y a está pareció agradarle.



[•••]


Eran las tres de la mañana y una sacudida lo despertó abruptamente.

─ ¿Q-qué? , ¿qué pasó? … ¿se te antoja algo? ─ preguntó incorporándose sintiendo sus párpados pesados.

─ Yoon… creo que es hora ─ apuntó a su vientre ─ tengo contracciones ─ dijo bajito, pero ese susurro bastó para que el alfa terminará de despertar a la fuerza y abriera sus ojos de más, tanto que pareciera que estos saldrían disparados.

─ ¡Ya! ¡Dios Jimin! ─ se levantó a tropezones.

─ ¡Ahg! ─ hizo una mueca de dolor ─ me está doliendo mucho ─ mordió su labio con fuerza removiendose en la cama y respirando agitado.

Yoongi se vio alterado y sin saber exactamente cómo actuar ─ Debo llevarte al hospital ahora mismo ─ corre y toma un abrigo ofreciéndole al omega, este se pone sus pantuflas siendo ayudado por Yoongi para ponerse de pie, ya que por el tamaño de su vientre le es difícil y es cómico verlo patalear y luchar para levantarse.

─ Dahyun, no podemos dejarla sola ─ Yoongi se detiene en seco y lo ve salir por la puerta dejándolo confundido, otra contracción lo hace apretar el puño y arrugar el entrecejo.

A los dos minutos la puerta se vuelve a abrir dejando ver a un Yoongi cargando a su hija, está aún dormida y recargando su cabeza en su hombro.

─ Vamos ─ lo toma de la mano y lo lleva a la cochera.

Justo en esos momentos comienza a nevar, sería una noche fría pero que sin duda traería felicidad a esa familia.














AAAAAAAAA!!!!!! ¿¿¿PORQUE ESTOY GRITANDO????

pensar que en el otro capítulo acaba todo me pone nerviosa.

Bueno, intentaré publicar lo más antes posible, duerman y sueñen bonito.

Añioo.







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