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Capítulo 59 🥀🖤

Petición•

No necesita tocar la puerta, tiene una copia de la llave por lo cual entra sin pedir permiso, después de todo aún sigue siendo su casa.

Llega a la cocina y siente el exquisito aroma de la comida, sabe que es Jimin quien cocina pues sólo él logra hacer que huela asi de delicioso, inevitablemente siente su estómago rugir, recuerda que solo tomó una taza de café antes de salir pues siempre desayunaba en la empresa, pero el agradable aroma a logrado que su apetito despierte.

Entra un poco distraído con sus pensamientos. Jamás, pero ni en sus más hermosos sueños se hubiera esperado encontrar semejante obra de arte, sus ojos se abren abruptamente, impresionados, su mandíbula cae graciosamente y el causante de su sorpresa se sonroja al sentirse tan observado.

─ Y-Yoongi, buenos días, llegas más temprano ─ dice el omega intentando ocultarse, está llamando mucho la atención y eso lo pone nervioso.

─ Jimin te ves... Distinto ─ no era la palabra que iba a decir, pero  era la más apropiada.

Y es que aunque lo intentara no podía despegar su vista del omega, Jimin se veía tan diferente, su cabello ya no era rubio, ahora era de un hermoso color marrón oscuro casi llegando hacer rojizo.

Y por Dios que le quedaba hermoso, incluso teniéndolo totalmente lacio.

Ese color sin duda combinaba a la perfección con sus rosados y gorditos labios, los cuales ahora lamía con insistencia tratando de disimular su incomodidad y nerviosismo.

Sacudiendo su cabeza trató de despejar su mente, encontró valor para mirar a otro lado ─ te queda el cambio ─ dijo queriendo escucharse tranquilo, fingiendo que su corazón no latía furiosamente.

─ Gracias ─ bajó su cabeza, jugando con su delantal.

─ Papá ─ el alfa sintió un tirón en su pantalón, cuando miró hacia abajo se dio cuenta que su hija lo miraba con grandes ojos inocentes y expresivos, entonces recordó la falta de anoche, como literalmente la había dejado esperando y había roto su promesa.

Se sintió mal, el de verdad no quería cancelar lo de anoche, pero sinceramente sentía que se dormía y el cansancio le ganaba la pelea, fue un milagro que haya llegado despierto a casa y deveras lo agradece ya que no quiere ni imaginar lo que hubiera pasado si se hubiera dormido cuando conducía el coche.

─ Hola princesa ¿cómo amaneciste? ─ la cargo para que estuviera a su altura.

─ ¡Papá estoy enfadada comntigo! ─ chillo y cruzó sus brazos ─ ayer me dejaste esperando ─ pucherio, quería verse enojada ─ Incluso hice mi tarea amtes, para que después pudiéramos jugar tlanquilos ─

Yoongi sonrió por lo adorable que se veía haciendo su berrinche, porque aunque lo intentara lejos de verse enfadada más parecía un gatito arisco y enfurruñado.

─ ¿De verdad? cuanto lo siento pequeña, prometo que lo recompensare ─

La infante entre cerró los ojos y tiró su cara a otra parte ─ Ya no caere por dulces y mimos, tienes que esfonzate más ─

─ Oww que tierna eres cuando te enojas ─ beso su mejilla y esta no pudo evitar que una pequeña sonrisita se le escapara y echara a perder su buena actuación ─ Prometo esforzarme y recompensar lo de ayer ─

El omega sintió su pecho cálido al ver a su hija tan cómoda con el alfa, no podía negarlo Yoongi siempre fue un buen padre, cariñoso y atento, le causaba felicidad que incluso con la distancia esa conexión de padre e hija no se había debilitado, al contrario para su ver se había fortalecido.

─ Oh, Yoongi ahora que recuerdo quería pedirte algo ─ recordó que tenía un asunto sin resolver y necesitaba de la ayuda del alfa.

El nombrado dejó a su hija en el piso y esta corrió a la sala para ver la tv mientras el desayuno estaba listo.

─ ¿Qué ocurre? ─

─ Sabes, seungwan no vendrá ahora debido a problemas personales y no tengo con quién dejar a Dahyun, hable con Tae pero resulta que salió desde temprano con los niños y kook, dijo que pasará unos días en la granja de sus padres, Jin tiene mucho trabajo y no puede cuidarla por ahora, Yoon... No se si tu podrías, Mmm n-no se, cuidarla ─ dijo un tanto apenado por molestarlo, pero de verdad no encontraba el valor para llevarla hasta su trabajo, no con Sungmin ahí, no confiaba para nada en el alfa─ Se que tu también tienes trabajo, pero si la llevas a tu oficina, sabes que es una niña muy tranquila, no molestara si se lo pides ─ inconscientemente jugaba con su delantal debido a los nervios. Al final si Yoongi se negaba hablaría con Dongyul para decirle que hoy no se podrá presentar al trabajo y le explicaría las razones, estaba seguro que comprendería, después de todo el había escuchado la discusión en los baños y el miedo que le provocaba lo que Sungmin pudiera hacer si se le ocurría llevar a su hija con el.

No conocía las intenciones del alfa pero seguramente no eran buenas, ahora lo sabía.

─ No tengo problema ─

La respuesta de Yoongi lo sorprendió, no creyó que fuera así de fácil.

─ ¿Eh? ─ había estado distraído por lo que pensó que no había escuchado bien.

─ Que por mi no hay problema, puedes llevarla ─ dijo con seguridad.

─ ¿L-Llevarla? ─ la simple idea de ir de nuevo a la empresa le daba pánico, solo había ido dos veces y no tenía tan buenos recuerdos que se diga.

─ Tendré una Junta a las 11:00, si no mal recuerdo las clases de Dahyun terminan a las 12:00 a esa hora aún estaré en el Auditorio, me será difícil salir en plena conferencia, necesito que al menos vayas tu a recogerla y luego la lleves, le diré a Moombyul que esté al pendiente ─

─ ¿Moombyul? ─ repitió serio el omega.

─ Es mi Secretaría, no te preocupes aunque no lo creas es bastante confiable, es una alfa  ─ aclaró, en su interior sintió un poco de felicidad al observar unos posibles celos en el menor.

─ Esta bien ─ suspiro rendido ─ la llevaré entonces ─ se dio la vuelta y siguió preparando el desayuno.

Yoongi miró su reloj dándose cuenta que había venido más temprano que las otras veces, decidió ir a la sala ahí esperaría a Jimin y a la niña.

─ ¿Yoongi te gustaría comer con nosotros? ─ dijo quitándose el delantal, pues la comida ya estaba lista.

─ ¿Puedo? ─ pregunto sorprendido y emocionado. Joder claro que quería volver a desayunar con ellos, sentarse en la misma mesa como solían hacerlo en el pasado, pero ¿lo merecía? Yoongi no se sentía digno.

─ Claro, no tiene nada de malo, después de todo tu pagas gran parte de los alimentos ─ dijo comenzando a limpiar la mesa. Parecía que esto no significará nada para él, pero en realidad el omega también estaba emocionado de tener un desayuno en familia aunque ya no fuera igual que antes, habían cosas que jamás cambiaban.

─ Si no hay problema, entonces me encantaría ─ espetó mientras lo seguía con la mirada.

─ ¡Dahyun ven a comer! ─ gritó a su hija, esta apareció a los pocos segundos.

─ ¡Siiii papa Yoon nos acompañara!─ aplaudió claramente feliz y emocionada.

Y así los tres se sentaron y se dispusieron a comer, la nostalgia invadió a los dos adultos, sin embargo trataron de ignorar el sentimiento hasta donde pudieran.

Nuevamente ambos padres dejaron a su cachorra en el colegio. No era su intención pero sin querer estaban ilusionando a su hija, ahora que se llevaban mejor y eran más cercanos incluso más que cuando aún vivían juntos, la esperanza estaba creciendo en el pequeño corazón de la niña. Con una brillante sonrisa en su infantil rostro, los observaba siempre, la forma en la que se trataban y se miraban, esa química que poco a poco estaban ganando, a pesar de su corta edad Da Hyun se daba cuenta que sus padres aún se querían.

Se estaba ilusionando demasiado y de una manera tan inocente que no se daba cuenta que si seguía creándose falsas ilusiones al final terminaría llorando.

Porque aunque ambos se amaban, aunque Yoongi se haya dado cuenta del daño que había hecho y esté más que arrepentido, y Jimin esté consciente que en esta vida jamás volvería a amar con la misma intensidad que lo hizo con Yoongi, la posibilidad de una reconciliación era nula.

Ambos se deseaban y necesitaban, sus lobos estaban heridos, sus corazones lastimados y existían cicatrices que no importa cuanto tiempo pasara eran imposibles de borrar.

Habían cosas que aún no se decían, que habían decidido guardar en sus corazones porque no había caso confesarlo ya.

Yoongi se había guardado para él mismo todo su padecimiento, después de todo él solo se lo había buscado. No había noche que no pensara en ello, donde el miedo no lo invadiera por completo, y el temor de que cuando cerrara los ojos no hubiera nadie a su lado, había llegado a la conclusión de que ese era el castigo de la Diosa Luna, por ser tan cruel con su destinado.

Pensaba en su hija, quería pelear por ella, quería verla crecer, estudiar, presentarse como una linda omega o una alfa, quien sabe quizá una beta, quería estar presente en su vida, bailar el vals con ella, llenarse de orgullo cuando reciba su diploma, espantar y amenazar a los alfas hormonales que traten de cortejarla, protegerla, cuidarla, dar lo mejor de el.

Pero hay una gran nube negra opacando ese futuro hermoso, Yoongi no sabe lo que será de él, no sabe si estará presente para presenciar los momentos más importantes en la vida de su hija.

─ llegamos ─

Ambos bajaron del auto, justo estaban a unos metros de la entrada principal del negocio donde trabajaba el menor.

─ Gracias por traerme ─ Jimin dijo inclinándose en una media reverencia.

─ No es nada, ya sabes que hacer, le diré a Moombyul que esté al pendiente y así no tengas ningún inconveniente. Por el almuerzo no te preocupes, luego de la Junta estoy libre durante una hora, llevaré a Dahyun a comer a algún lugar cercano ─ ya lo había resuelto todo, no quería que el omega estuviera preocupado.

─ Entonces no hay ningún problema, solo asegúrate de ponerle atención, ya sabes como es de curiosa, si llega a ver algo en tu oficina que llame su atención no dudes que lo tomara, no quiero que se lastime por tomar algo peligroso ─ se escuchó serio.

─ Jimin tranquilo, nada le pasara, la cuidare muy bien te lo prometo ─ dijo sonriendo un poco, conocía tan bien a Jimin, a veces solía ser un poco paranoico e inseguro si de su hija se trataba.

─ Ya, está bien, confío en tí ─ no mentía, el de verdad confiaba en Yoongi, sabía que este la cuidaría bien.

Se sintió una gran ráfaga de viento que le erizó la piel, levantó hojas, bolsas y papeles a su paso, por reflejo ambos cerraron los ojos, por temor a que se les metiera cualquier basura o polvo en ellos.

─ Creo que ya deberías entrar, hace frío aquí afuera ─ dijo el alfa señalando con la cabeza dentro del negocio.

─ Tienes razón, ya es hora ─

Sin embargo cuando ambos se dieron la vuelta se toparon con lo que jamás esperaron

Sungmin venía saliendo de adentro con una cara de enojo puro, azotó la puerta con fuerza y esta rechino por la brusquedad, cuando por fin se dio cuenta de la mirada de Jimin, el enojo aumentó no sólo porque era su culpa todo lo que le estaba ocurriendo si no porque de nuevo estaba con ese alfa, una de sus cejas se elevó cuando noto como posesivamente una mano de Yoongi lo tomó de la cintura y lo acercó a él.

Yoongi reconoció ese olor, joder que lo hizo, un impulso lo hizo acercar el pequeño cuerpo del omega hacia el, no quería que Sungmin lo tocará, no sabía de lo que sería capaz si este intentaba algo.

Solo bastó recordar las lágrimas derramadas, la forma tan amarga en la que lloro ese día, el temblor en su cuerpo y las marcas en su piel, Yoongi recordaba con pesar lo vulnerable que había estado el omega, la culpa en su mirada y arrepentimiento por lo que había cometido.

Y todo sería distinto si tuviera la certeza que Jimin se había entregado por gusto propio estando en sus cinco sentidos y consciente de lo que hacía, pero el alfa sabía que no había sido así, de lo contrario no sintiera el cuerpo a su lado temblar y totalmente tenso.

Miedo, lo único que percibía del cuerpo del menor era un evidente miedo.

Ambos alfas se miraron con rivalidad, miradas afiladas donde se declaraban la guerra y ninguno estaba dispuesto a perder.

Tanta feromona en el aire provocó que el omega se mareara, sus olores eran demasiado fuertes, pero por alguna razón el de Sungmin era más intenso, a diferencia de Yoongi pues el suyo había perdido fuerza debido al estado tan deteriorado de su lobo.

Pero aún así no se quedaba atrás, su rostro serio y mirada profunda e intimidante, el brillo atemorizante en sus rasgados ojos sin duda le pondrían los vellos de punta a cualquiera, porque a pesar de todo seguía teniendo esa aura de alfa dominante que siempre lo había caracterizado.

Los labios de Sungmin se movieron suavemente, formulando unas pocas palabras, pero debido a la lejanía ninguno de los dos pudo escuchar lo que había dicho.

Y en realidad esa era la intención de Sungmin, había hablado solo para él, bajo y suave para no ser escuchado.

"Esta me las cobrare"

Lastima que ninguno de los dos escucho dicha frase.

Fue una gran sorpresa para Jimin enterarse que Dongyul había corrido a Sungmin, eso explicaba porque se miraba tan molesto esta mañana, su jefe fue claro cuando dijo que no quería que el nombre del alfa volviera a escucharse nuevamente de lo contrario el que lo hiciera sería el siguiente en irse.

Y como todos querían conservar su puesto nadie mencionó nada al respecto.

Sería mentir si dijera que Jimin no se sintió feliz, sentía un peso menos de encima, ya no lo vería nunca más, no lo molestaría o lo pondría incómodo como solía hacerlo diariamente.

Era lo que necesitaba, sabía que Dongyul lo había hecho por lo que había escuchado la otra vez, estaba tan agradecido con el omega, el de verdad lo había ayudado y había sido bueno con él, incluso le prometió guardar el secreto, jimin no quería que nadie supiera lo que había ocurrido entre el alfa y el, si es posible quería olvidarlo y se empeñaría día con día por lograrlo y continuar con su vida normal.

─ Saldré unos momentos, vuelvo cuando mi descanso termine ─ informó mientras se ponía su abrigo.

─ ¿No nos acompañaras a almorzar? ─ Mía preguntó quitándose el delantal, ya era hora del almuerzo y ambas chicas estaban por salir.

─ Creo que por hoy no podré, tengo un compromiso que atender ─ dijo arreglándose su ahora cabello rojizo.

Si bien ya no tenía la presencia de Sungmin la cual era su principal preocupación, no podía echarse para atrás después de haber hablado con Yoongi y este con todas las intenciones había aceptado tener a la niña con él. Además si lo pensaba bien Dahyun estaría mejor con Yoongi, pues este podría prestarle más atención que él teniéndola cerca, en cambio él se la pasaba atendiendo mesas, no podía dejarla simplemente en un banquillo y luego desatenderla por el resto del día.

Se despidió de ambas chicas y salió del local, como no quería esperar un taxi se decidió a ir a la estación de buses, no tuvo que esperar tanto, el transporte se puso en marcha pues solo bastaron quince minutos para llegar a su destino.

Fue al Salón de su hija encontrándose con varios niños a los cuales aún no llegaban a recoger, cuando la niña se dio cuenta de la presencia de su padre corrió hacia él y este la tomó en sus brazos en un cálido abrazo.

Había pasado ya bastante de que Jimin no la recogía que había olvidado la sensación que se sentía llegar y ver la alegría en sus ojitos al verlo, el suave aroma de los otros cachorros y las miraditas curiosas e inocentes de estos, desde que Seungwan trabajaba para ellos había sido ella la encargada de recogerla siempre.

─ Hoy te quedaras con tu padre, por favor pórtate bien y no lo molestes mientras trabaja  ─ hablaba tranquilamente mientras caminaba con su hija de la mano.

─ Si, plometo ser una buena niña ─ prometió siendo sincera.

─ Sé que lo harás ─ dijo dirigiéndole una fugaz sonrisa.

Nuevamente tomó un autobús, sentó a su niña en sus piernas para no ocupar mucho espacio y en todo el trayecto se mantuvo en silencio, sintiendo el cabello de Dahyun cerca de su barbilla y causarle cosquillas de vez en cuando.

Las puertas se abrieron y poco a poco el transporte fue quedando vacío, fueron los últimos en salir.

Miró con un poco de duda el gran edificio, suspirando con nerviosismo decidió avanzar hacia la entrada donde los vigilantes lo dejaron entrar sin ningún problema. Había mucha gente adentro, la mayoría con trajes elegantes, uniformados formalmente.

¿No sabía qué hacer? ¿Para dónde ir? No recordaba muy bien en qué dirección estaba la Oficina de Yoongi, la verdad es que los pasillos eran tan grandes que sin dificultad alguna se perdería fácilmente.

Afianzó más el agarre en la manita de su hija y decidió ir a preguntar a seguridad, por ahora era su única salida, pero cuando estaba cerca del alfa uniformado una voz le habló desde atrás.

─ Min Jimin ¿eres Min Jimin? ─

El nombrado se dio la vuelta y vio a una alfa casi de su estatura con cabellos violeta y largos.

─ Hola, soy Min Jimin ─ confirmó.

─ Mucho gusto, soy la Secretaría de Yoongi, en estos momentos está en una Junta pero yo  puedo ayudarte en lo que desees ─ dijo mientras miraba de reojo a la pequeña niña, pensó en que casi no tenía nada de Yoongi, solo su palidez y ojos pequeños.

Por algún motivo que desconocía le agrado la alfa, se le hacía bastante confiable para dejar a su hija, la chica tenía buena vibra y era la primera persona en esa empresa que lo estaba tratando bien.

─ Se me esta haciendo tarde, creo que Yoongi ya te explicó el porqué estoy aquí, te encargo a  Dahyun ─

Se inclinó y besó la mejilla de Dahyun, arregló su abrigo y peinó su rubio cabello con sus cortos dedos ─ recuerda lo que hablamos, pórtate bien, no causes problemas ─ recordó con voz seria.

La infante asintió con la cabeza y luego el omega sonrió satisfecho, amaba que su niña fuera tan tranquila y obediente.

─ Sigue a tu unnie, ella te llevará a la Oficina de tu padre, yo te veré en la noche, te amo ─ se despidió agitando su mano, vio como Moombyul la tomó de la mano y caminaron hacia el elevador, cuando las puertas de este Se cerraron el omega puedo respirar tranquilo.

─ Oh, qué tarde es ya ─ dijo mirando el reloj en su muñeca, rápidamente se dio la vuelta dispuesto a salir del gran  lugar, pero sus pasos se congelaron cuando sus ojos se toparon con una conocida pelinegra.

Esta lo miraba con expresión seria pero había algo en sus ojos que no captó la primera vez que la vio.

Jimin tenso su mandíbula, sin saber exactamente qué estaba sintiendo en estos momentos, en otra ocasión, tal vez el Jimin del pasado hubiera agachado la cabeza y habría salido huyendo, sin embargo ahora era diferente, se mantuvo con la vista al frente y por ningún motivo apartó la mirada.

La conocía claro que lo hacía, estaba a unos pasos de Hyuna la beta con la cual Yoongi lo había engañado por dos años.

Su amante.













Volví Jsjsjsjs ahí tienen su capítulo, más de 3000 palabras y si me dicen que esta corto me doy un tiro.

Oigan una pregunta ¿suenten que todo va demasiado lento o les parece rápido?

Mi idea es no apresurar las cosas, no me gusta cuando todo va a una velocidad exagerada y luego las cosas parecen forzadas, incluso sin sentido, pero siento que últimamente tudo va demasiado apresurado, no se si es mi imaginación.

Me gusta hacerlas sufrir, Leo sus teorías Jsjsjs, no se preocupen habrá una explicación más adelante a todas sus dudas.

Sayonara 🖤

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