Meses después.

ALEC

Caminaba por el instituto, con la mirada baja, era la primera vez que tocaba aquel suelo después de que Isabelle le había dicho que se quedará con Magnus hasta que informará de todo lo ocurrido y tuvieran consciencia de que estaba vivo para que cuando lo vieran no se sorprendieran de la situación, pero habían pasado meses y no decían nada, hasta ese día donde informaron de un ritual en el instituto que harían los hermanos silencioso para proteger su alma y además tendría una conversación con los miembros importantes de la clave que aún no creían lo ocurrido. Pero no era el único, había citado también a Jace y a Magnus quienes caminaban al lado de Alec en silencio, tenía tomado de la mano del brujo y apretaba en vez en cuando para buscar tranquilidad.

—Perderé las runas— susurró Jace— mate a Simón, recibiré mi castigo.

Los primeros meses de convivencia los tres, Jace y Magnus habían relatado todo lo ocurrido, quedando en shock por no poder procesar todo con rapidez, aún se sentía dentro de una burbuja y cada paso que daba, cada movimiento, parecía irreal.

—Si debo sacarte de aquí para que no suceda eso, lo haré— respondió Alec.

Y era cierto, lo haría, porque Jace había ido estado todo este tiempo y había conseguido revivirlo, junto a Magnus, y ahora le tocaba cuidar de la vida de su Parabatai como lo había hecho. Se adentraron a la sala de entrenamientos, con las mirada de todos los Nephilim en el.

—Moriremos— dijo Magnus— tú no garbancito porque sería un trabajo perdido que hemos logrado todo este tiempo, pero nosotros sí, hemos hecho mucho para hacer enojar a la clave.

Entraron al lugar, Magnus se soltó de la mano de Alec, este un poco incómodo acomodo su chaqueta, habían muchas personas y cuatro hermanos silencioso y una hermana de hierro, que esperaban en el centro, miró a toda la sala hasta que encontró a sus dos hermanos, Isabelle estaba mirando hacia otro lado, pero Max sonreía emocionado, luchando para no correr o sus padres iban a molestarse.

<<Alexander Lightwood, venir al centro de la sala. >>

El ojiazul dio una última mirada a Jace y Magnus quienes se acomodaron en una orilla, Alec comenzó a caminar hasta el centro, todo a su alrededor estaba en silencio, y eso lo incomodaba, parecía su estadía en Edom, movió su cabeza en forma de negación tratando de olvidar ese suceso, se colocó donde le indico uno de los hermanos silencioso y miró a Isabelle, que esta vez lo estaba mirando, sus ojos estaban llenos de lágrimas contenidas, como si supiera algo más que sucedería ahí, pero capaz no era lo que estaba pensando, y solo era la situación. Estaba comenzando a alucinar.

<<Mira nuestra espada y dejáis que saquen toda maldad de nuestras almas. >>

Alec miró hacia arriba, donde la espada rescatada de las manos de Jonathan y Valentine estaba colocada, ya se estaba imaginando cómo está caía frente a sus ojos, pero trato de no pensar en eso, miró fijo la punta hasta que todo comenzó a ser borroso y frente a sus ojos comenzaban a pasar todo lo que había hecho en Edom, y antes de eso, la muerte de Raphael Santiago, se sentía asqueado y quería deshacer de su organismo la comida de Taki's.

<<Alexander Lightwood debes poner concentración. >>

No quitó la mirada de la espada, cada recuerdo parecía ser borrado, pero ese vacío, ese dolor en su pecho seguía, como si sintiera que a la hecho algo malo, cuando todos los recuerdos desaparecieron Alec bajo la mirada, mirando confundido a su alrededor. Miró como una de hermana de hierro y un hermano silencioso se acercaba a él con una estela en su mano.

<<Dar tu mano, niño Lightwood. >>

Alec dejó que su mano fuera al frente siendo agarrada por el hermano silencioso comenzó a sentir una quemadura viendo como una runa estaba siendo dibujada en la palma de esta, el ojiazul frunció su nariz un poco, se sentía molesto.

<<Alexander Lightwood, usted ya ha vuelto a ser un hijo de Raziel. >>

Todos los Nephilim aplaudieron como si se tratara de algo bueno, que recuperarán algo que creían perdido, Alec apretó sus labios incomodo.

"La maldad ya está dentro de ti Alexander Lightwood, tú eres igual que yo, Edom es nuestra tierra y tú eres mi sirviente."

La ceremonia se acabó, y los hermanos silenciosos con la hermana de hierro se fueron del lugar, Alec se agachó abriendo sus brazos cuando vio a su hermano menor correr hacia él y estrecharse entre sus brazos.

— ¡Alec!

— ¡Max!

Cerró los ojos para disfrutar de aquel abrazo que había creído no poder hacerlo nunca más, pero no duró por mucho tiempo.

—Alexander.

La voz de su padre le había hecho abrir los ojos asombrado y mirar hacia arriba donde sus dos padres estaban mirándole, se paró y sintió los brazos de su madre alrededor de su cuerpo que duró unos minutos porque Robert la había alejado, este un poco más distante estrecho su mano, pero Alec no dijo nada.

—La clave quiere hablar contigo y con tus dos compañeros.

—Jace y Magnus— dijo Alec un poco dolido— está bien inquisidor.

Las noticias vuelan y más en casa de Magnus donde los rumores y chismes del submundo como en el mundo de los Nephilim sabían llegar más antes de que se enteraran todos. Miró hacia atrás donde Magnus y Jace estaban para comenzar a caminar detrás de Robert. Después de una larga charla con la clave y Alec más incómodo que cualquiera de los hermanos estaban ahí, la reunión término, Isabelle había entrado a último momento donde la sentencia sería un castigo a su Parabatai y Magnus, haciendo que el ojiazul comenzará a entrar en pánico, pero su hermana los salvó, dio su testimonio y prometió cuidar de cerca a los acusados para que no se cometiera algún imprudente. Cuando ya estaban fuera de la sala Clarissa pasó por a lado de ellos sin mirarlos.

—Clary...— dijo Jace.

La chica no lo miró y Jace dejó escapar un suspiro.

—Lo intenté— agregó.

Robert salió de la sala acercándose a ellos, estaba serio, aunque no era algo nuevo en el, a su lado Izzy, Alec no se detuvo y la abrazo, su hermana era fuerte, inteligente y sabía hacer lo correcto cuando lo necesitaba.

—Gracias— susurró Alec.

—Me alegro de tenerte vivo Alec— respondió la chica.

Se separaron cuando Robert llamó la atención.

—Hemos hablado y decidimos que necesitan los tres una vacaciones— dijo el hombre— desaparecer unos días y volver fresco, Alec y Jace, para trabajar y dar testimonio a todo lo ocurrido.

—Pero si estamos bien— dijo Jace.

—Hagan caso, una vacaciones después de tanta acción es mejor, además hay que arreglar algunas situaciones aquí antes de que lleguen— apoyó Izzy a su madre.

El ojiazul asintió apoyando sus manos en la espalda de Jace y mirando con una sonrisa a su novio.

—Nos veremos después.

Saliendo del instituto los tres se miraron un poco divertidos de toda la situación, se esperaban la muerte y huyendo como fugitivos, pero eso no paso, sino todo lo contrario, y mientras estaban ahí afuera felices, Magnus aplaudió.

—Ya han escuchado nos iremos de aquí ¿Donde quieren ir? ¿Francia, Inglaterra, Rusia, Argentina?— preguntó Magnus.

— ¿Dónde eliges Alec?— preguntó Jace— ya que aún estamos en tu celebración, Parabatai.

El ojiazul sonrió y le dijo a Magnus de volver a casa donde prepararon todo para irse de viaje, su destino desconocido pero disfrutarían esto y más Alec que había estado cerca de la muerte y no había podido disfrutar como correspondía de su vida, además tenía lo que quería, a su Parabatai quien no había dudado de sacrificar su vida por la de él y su novio, el brujo, quien a la hecho todo lo posible para salvarle, ambos colaborando solo para él y estaba feliz de poder estar vivo una vez más, porque disfrutaría lo que no había podido hacer por las restricciones en su vida Nephilim.

— ¿En qué piensas?

Estaba en la habitación con Magnus, aún empacando, el brujo no se decidía que vestimenta llevar en el viaje, Alec estaba decidiendo con él, dando su opinión, pero en algún momento dejo de escucharle y pensar en situaciones que le estaban molestando y no recordaba ahora.

—Me siento tan irreal, como si fuese un sueño, cada paso, cada palabra— respondió Alec— ¿Y si es todo un sueño?

El brujo se acercó hasta él y lo tomó de los hombros, Alec lo miró, habían algunas heridas en su cara, su maquillaje era muy claro y su pelo estaba más corto, la primera vez que lo vio después de haber revivido estaba en mal estado, pero con los días había vuelto a la normalidad y era el mismo brujo que había conocido, sonrió y le dejó un casto beso en sus labios.

—Esto es real garbancito y haré todo lo posible para que te sientas como si fuera normal, porque te amo, quiero estar a tu lado, dar cada paso, no cometer el error de dejarte solo, no podría soportar verte morir una vez más, casi estuve por ir al delirio cuando no podía recuperarte— sollozo Magnus— si tú mueres yo m-moriría.

Alec lo acerco a su pecho y lo abrazó con fuerza, no importaba si era un sueño o no, porque tenía al amor de su vida a su lado, luchando por volver a estar bien otra vez.

—Te amo Magnus.

El brujo sonrió mirándole con sus ojos luminosos.

—Te amo Alexander.

Se besaron por unos minutos y en esa situación Alec sintió que esto si era real, muy real, no como esa sensación que tenía con todas las otras situaciones anteriores.

—Es hora de tomarnos nuestras vacaciones muchachos.

Jace había llegado a interrumpir, pero no sé quejaron, todos partieron a las vacaciones que la clave le ha habían ordenado, Alec no quería nada más que guardar ese recuerdo y disfrutar cada día como si fuese el último, como una enseñanza de todo lo ocurrido y dejar de ir detrás de las leyes que no darían su felicidad. Había tenido una oportunidad más para vivir y hacer las cosas bien.

Fin

N/A: Quiero agradecerles por seguir está historia, fue una idea que estuve imaginando mucho tiempo y sabía que no sería de un agrado para muchos, nadie quiere ver a Alec muerto, es algo doloroso y triste, pero siempre me ha gustado ir más allá del amor, ver qué sucedería si hubiera una muerte, una enfermedad, algún obstáculo, etc. Y salió esta idea y estoy muy satisfecho de lo que logré porque pude ver que muchas personas le gustó esta idea y a seguido está historia hasta el final, y le agradezco, enserio le agradezco mucho por estar apoyando esto ❤️

Gracias a todos ustedes, me encantaría agradecerle por cada uno pero que ha comentado y votado, porque he visto cada uno y siempre estoy presente para responder o sonreír cuando votan, porque sé que con eso demuestran que le gusta, pero no tengo palabra para hacerlo, solo le diré que eternamente gracias, hacen que mis días sean mejores y yo pueda mejorar como persona y en general, gracias. ❤️