
Capítulo 10
Bellota
Definitivamente esto no lo tenía planeado. El ochenta por ciento de las veces que me lío con un tío no lo tengo planeado, pero hacerlo con BUTCH, menos que menos. He de decir que el alcohol y las ganas de divertirme han tomado posesión de mi cuerpo.
—Esto no volverá a suceder. —la afirmo cuando su lengua acaricia la piel de mi pecho. Suspiro extasiada. Me arqueo porque esta sensación es riquísima.
—Vaaaaale. —su voz grave es otra delicia de esta noche. La humedad de su boca inunda mi pezón. No tendré los pechos más grandes, es más son pequeños pero oh sí que tengo terminaciones nerviosa. Sus manos aprisionan mi cadera y esa posesión me moja aún más. —Creo que a esta altura te estás convenciendo a ti y no a mí. —sonríe de lado.
—No. —mi pequeña mano se entromete a sus pantalones. Bajo la cremallera y me encargo de su erección. No es mi primera vez en un auto pero sigo sin acostumbrarme al poco espacio. De todas formas hay algo de esto que me excita profundamente. La adrenalina es mucha. —Y capitán cuando digo que no es no.
—Genial. —su sonrisita me molesta de la misma forma que me calienta. Sus dientes blancos y su actitud madre mía. —Lo tendré en cuenta para la próxima.
¿Acaba de decir próxima? Oh qué equivocado que está.
Mi mano empieza a subir y abajar frenéticamente. No fue necesario ni lubricar. Alzo la mirada y me encuentro con sus ojos oscuros y nublados. Mi pelvis se mueve sola. Quiero sentarme sobre esta polla y gemir el resto de la noche. Tendré en cuanta en mi siguiente polvo no llevar a pantalones. No hay forma de que sea cómodo hacerlo con esto en un coche.
—Uff, sigue así. —se muerde los labios. Siento que me hormiguea todo el cuerpo. —No espera, me vendré muy rápido. —y lo entiendo. Si me tocara por unos minutos explotaría también. Siento su pene palpitar sobre mi mano. —Vete atrás así te follo bien.
Oh Dios, ¿acaso puedo estar más mojada?
No dudo en hacerle caso porque estoy caliente como un horno. Me acuesto en los asiento de atrás y me quito la parte de abajo. Espero que no pase un policía y nos cache en pleno jaleo. Escucho cómo abre la guantera y saca unos envoltorios. O sea que Butch suele tener visitas aquí. Y cómo para qué no. Está fuertísimo. Tiene músculos donde debe tener y unos buenos dotes que le dan un plus. Veo algunos movimientos y luego pasa hacia mi lado, cubriéndome el cuerpo. Menos mal que he elegido un conjunto de lencería para seducir. La poca luz del ambiente hace que sea todo más excitante. Oh Dios parece que es la primera vez que estoy con un hombre. Me escapo de esos pensamientos. Siento una de sus manos rozar mi hombro aún vestido. Me gusta que tenga ese tamaño, siendo más grande que yo. Me bajo el cierre del pantalón e intento hacer los movimientos justos para seguir con el aura sexy y tener mi sex time.
—¿Necesitas que te ayude princesa? —su tono engreído me molesta pero el «princesa» es lo peor. Le tomo del cuello y tiro de él. Le muerdo el labio inferior y le hago callar.
—Hablas demasiado y haces muy poco. —puedo sentir su mirada altanera.
—No decías eso cuando te comía las tetas. —mis pezones se endurecen. —Te gusta que te hable.
—Eso es porque sí estabas haciendo algo. —oigo unos sonidos antes de sentir la mano fría de Butch en mi coño.
—Uuff, ¿todo esto para mí? —su voz excitada me calienta. Por Dios Bellota, relájate. Le quiero decir que se calle y que nada de esto es por él pero prefiero no. Es la primera vez en meses que un hombre me lo hace bien y tengo que pasarlo bien. Gimo cuando uno de sus largos dedos entra en mí. —Sí, es por mí. —intento acallar mis gemidos pero se me hace imposible. Aprovecho y lo hago en su oído para vengarme. —Bien, esto no funcionará. Me pones demasiado. —¿eso es algo bueno para mi ego? Obvio sí. Se pone el condón antes de entrar.
—Rayos. —digo al sentir su pene en mi interior. Nos quedamos quietos por unos segundos, yo recuperando mi aliento y él esperando el momento adecuado.
—Genial.—y nunca mejor dicho. Esto es simplemente "genial". Muevo mis caderas insistiendo para que siga con el asiento. Estoy tan húmeda que su verga entra y sale con facilidad. Este vaivén se vuelve adictivo, como un ritmo qué hay que seguir. Esta emoción casi que la había olvidado. Me sujeto de la puerta detrás de mí mientras las envestidas de Butch se hacen más rápidas. Quizás no sean las más profundas pero la velocidad me vuelve loca. Bueno digamos que toda esta situación me vuelve loca. Me guardo los gemidos para sus oídos Verlo perdidamente por mí me fascina. Un cosquilleo ardimiento me atraviesa el cuerpo cada vez que me devora la boca.
—Estoy cerca. —digo antes de que un cohete llamado orgasmo me pillé por sorpresa. Lo escucho gruñir cuando eso sucede. Hago contracciones en su polla que hace que él llegue a su esperado clímax. Lo peor ocurre luego. Cuando la fantasía sexual termina, me siento incómoda, vulnerable. Como si acabara de hacer el amor con alguien que no me lo corresponde. Se aparta cuando no me oye decir nada, lo cual lo agradezco. Tira el condón usado e intenta aliñarse la ropa, le copio. Tengo que salir de aquí y no volver a verle el rostro por un buen tiempo, y quizás así ignoraré que esta noche fue un diez de diez en cuanto al sexo. Me acomodo el pantalón, el brasileño y el resto de la ropa. El cabello solo me hago retoques. —¿Puedes acercarme a esa esquina? —su rostro es un poema cuando le hago aquella pregunta. —No quiero que me vean salir de tu auto.
—Miles de tías matarían por eso, ¿sabes?
—Pero yo no soy como las demás, así que tírame por un sitio donde no nos puedan distinguir. —lo escucho reír levemente pero lo ignoro. Me paso a los asientos delanteros mientras espero que haga lo mismo. Se toma su tiempo, mientras yo lo apuro con la mirada. Debería estar impresionada por ser seducida por un hombre como él pero estoy más por el hecho de que yo lo seduje a él. A ver no me malinterpreten, estoy buenísima pero él es un hombre que no está en cualquier mercado. Debería solo estar en el mercado de las tías huecas y rubias como Allison.
—Bien, listo. —menciona cuando pasa al asiento del conductor. —¿Dónde es el sitio perfecto para no ser descubiertos? —su voz ronca post sexo es una tentación para mí. Aparto la mirada y tengo que fingir como campeona que nada de él me interesa. Maldito Butch buenorro.
—Cualquier sitio que no sea cerca de este bar ni las residencias. —le advierto con el ceño fruncido. Conociéndolo le haría gracia aprovecharse de mi petición y dejarme en alguno de los sitios que NO quiero. Sorprendentemente, cumple con mi favor. Me deja cerca de la biblioteca; AKA sitio donde nadie estaría un sábado por la noche. Le observo aparcar, cada movimiento parece ser hipnótico para mí. ¿Qué cojones? No soy así con nadie joder. Cuando termina de hacerlo me dedica una mirada ¿tierna? y una sonrisa de seductor.
—Gracias. —digo antes de abrir la puerta y despedirme con un saludo. Salto de la camioneta y no dirijo ni una mirada hacia atrás. Este momento con él me ha vulnerado demasiado. Ha movido muchas emociones. No debo tener más encuentros así con él, es más debo recudir cualquier encuentro con Butch. Esto es una promesa.
«¿En serio Bellota?, ¿lo es?»
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Bueno bueno 👀
esto se prendió me parece jaja
sé que es un capítulo corto pero este año quería empezarlo con todo (pd feliz año)
¿qué les pareció? leo sus comentarios :)
Gracias
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