Al día siguiente.

Narra Lara:

Estaba durmiendo cómodamente hasta que escuche a mi mama llamándome desde la puerta diciéndome que debía levantarme o si no llegaría tarde a la escuela, con una gran flojera me levante, fui al baño a lavarme y quitarme el sueño que tenía, luego baje a desayunar, ahí ya estaban esperándome mis padres con todo servido sobre la mesa.

Los salude y ellos a mí, tomé mi desayuno tranquila, aunque aún con un poco de sueño por estar despierta anoche.

Thomas: Lara ¿estas bien? Te vez un poco mal. (dijo para luego tomar un poco de su café)

Lara: estoy bien, es solo que me quede despierta haciendo los trabajos que me pidieron y eso.

Thomas: está muy bien que seas tan dedicada con tus estudios.

Emma: si, pero no tienes que amanecerte de esa forma.

Lara: está bien mamá, no me amaneceré tan seguido ¿ok?

Emma: ok, ah por cierto ¿sabes que eran esos ruidos que escuche anoche?

Lara: ¿ah?

Emma: si, se escuchó como si alguien estuviera tirando piedras a una ventana y luego entre sueños escuche ligeras risas.

Me quede paralizada al pensar que mi mamá pudo haber escuchado mi conversación con miguel.

Emma: ¿sabes que fue eso? (dijo preguntándome a mi)

Lara: a-ah... pues.

Thomas: hija ¿estás escondiendo algo? (me miró sospechoso)

Lara: a-ah...

Emma: hija puedes decirnos, anda. (mirándome comprensiva)

Lara: (suspiro) ok, pero escuchen bien ¿ok?

Los dos: si, ok.

Lara: ok, ayer me quede dormida haciendo esos trabajos, hasta que escuche los mismos ruidos que ustedes de como piedras en mi ventana, desperté, vi quien era y era miguel mi amigo humano de la casa de al lado....

Thomas: ¿lanzó piedras a tu ventana? (dijo molesto)

Lara: calma, eso no, lo que lanzó eran lapiceros para despertarme desde su ventana de él.

Thomas: Mmmm... (se calma)

Emma: ¿y porque lo hizo?

Lara: me dijo que vio mi luz encendida y me quería preguntar porque, le explique lo mismo que a ustedes y luego de hablar un poquito acordamos en que fuera a su casa para escucharlo cantar, ya que a él le gusta la música.

Thomas: ¿Por qué te invitó a su casa? (pregunto serio)

Lara: el no, yo le ofrecí...

En eso me quede callada un momento al recordar que me dijo que a su mama no le agradan los antropomorfos y si ellos lo saben es posible que no me dejen ir así que mejor omito ese detalle.

Emma: ¿algo más? Te quedaste callada.

Lara: no es nada importante, el punto es que si me dejarían ir a su casa después de la escuela. (dije medio suplicante)

Thomas: ¿y si te hace algo?

Lara: no me hará nada, no lo vi con malas intenciones.

Thomas: Mmmm... no lo se.

Emma: ay vamos querido, dejala, es solo un amigo, además es la casa de al lado, no es mucha la distancia.

Thomas: Mmmm.... (pensando)

Lara: por favor. (dije suplicante)

Thomas: (suspiro) está bien, puedes ir, pero espero que no pase nada malo.

Lara: siiii, gracias papa. (dije feliz)

Thomas: ya, está bien.

Emma: tenemos que irnos ya, llegaremos tarde al trabajo y tu llegaras tarde a la escuela.

Lara: oh está bien.

Todos terminamos nuestro desayuno, prepare mi mochila con mis cosas y nos fuimos, estando ya afuera un poco a lo lejos pude ver a miguel yendo a la escuela también, lo hubiera saludado, pero estaba algo lejos así que mejor espero hasta llegar.

Narra miguel: (momentos antes)

Recién me levante, pero ahora tenía que prepararme para la escuela, me aliste, me lave y baje a desayunar algo rápido, al bajar las escaleras mis padres estaban ahí esperándome, me senté a comer como todos los días y entre algo de silencio comencé a hablar de un tema.

Miguel: ammm, mama.

Ana: ¿sí? ¿Qué pasa hijo? (me pregunto mientras comía)

Miguel: ¿te puedo comentar algo?

Ana: si puedes, mientras no sea nada malo.

Miguel: no es nada malo no te preocupes.

Sebastián: ¿Qué es miguel? (me pregunto mi padre mientras me miraba)

Miguel: lo que pasa es que... (suspiro) tengo una nueva amiga.

En cuanto dije eso los dos pusieron cara de que les sorprendió un poco.

Sebastián: muy bien hijo. (dijo feliz)

Ana: excelente hijo (dijo también feliz) ¿y desde cuando la conoces?

Miguel: fue desde ayer en la escuela, fue la alumna nueva.

Sebastián: genial miguel... yyyy, ¿solo son amigos? (pregunto de pícaramente)

Miguel: ¡papa! Por favor, somos amigos y ya ¿ok? No empieces con eso. (dije un poco fastidiado)

Sebastián: jeje perdón.

Ana: qué bueno que ya tienes una amiga y quizás sean parejita.

Miguel: ¡mamá, ya!

Ana: jeje perdón.... Pero... (cambia de cara a una seria) una cosa más.

Miguel: ¿c-cual? (dije con miedo al ver su mirada)

Ana: esa nueva amiga.... ¿es humana o antropomorfa? (pregunta con una mirada seria)

Me quede callado a oír esa pregunta, que debía responder a eso.

Sebastián: ¿ya vas a empezar?

Ana: si, no quiero que se junte con esos animalejos. (dijo molesta)

Sebastián: no creo que sean tan malo.

Ana: silencio (volviendo a verme) dime ¿es humana o antropomorfa? (pregunto otra vez sería)

No sabía qué decir, si le digo entonces es muy posible que no me deje ver a Lara, tengo que pensar en algo.

Ana: ¿y bien? (me mira aun seria)

No debía pensar mucho así que solo suspiré y dije.

Miguel: es humana, mama, es humana. (dije ocultando mi inseguridad)

Me miró por un rato con una mirada medio sospechosa yo esperaba que me creyera, mientras más me miraba de esa forma más sentía que no me iba a creer hasta que lo que oí fue.

Ana: está bien, si es así, estoy de acuerdo. (dijo calmándose)

Miguel: qué bien porque... e-es verdad.

Ana: eso espero.

Sebastián: oigan, ya debemos irnos o llegaremos tarde.

Ana: entonces terminemos rápido.

Miguel: ok.

Lo poco del desayuno que quedaba fue rápido y un poco incomodo por mi parte por lo que acaba de pasar, pero aun así terminamos y nos fuimos.

Al salir yo les dije que me iba a adelantar, ellos entendieron y me fui primero en dirección a la escuela.

Narra el autor:

El chico después de un no muy largo camino llegó a su escuela, la llegar se detuvo en la puerta un rato sintiendo como alguien estaba detrás de, el así que volteo y vio que era su amigo.

Miguel: hey Andrés no hagas eso, casi pienso que eres otra persona.

Andrés: jeje perdón, pero quería decirte que ya elegí el momento para declararmele a Alicia.

Miguel: aahhh genial ¿y cuándo será?

Andrés: te lo explico entrando, vamos.

Miguel: ok.

Ambos entraron, luego de eso un poco después llego Lara al mismo lugar, aun no sabiendo que ella misma llegó después de miguel, pero cuando estaba por entrar alguien toco su hombro y pensando que es su amigo humano voltea, pero se lleva una mal sorpresa al ver que era nada menos que Edward ese lobo antropomorfo gris de ayer que se llevó una muy mala primera impresión de ella.

Edward: hola linda. (dijo coqueto)

Lara: a-ah... h-hola. (dijo nerviosa)

Edward: hey ¿Por qué esa actitud? Ese humano no está, puedes dejar de portarte así.

Lara: d-de hecho, aun sigo con miedo p-por lo de ayer.

Edward: ¿lo de ayer? Pero si trate de llevarme bien contigo, pero ese humano intervino.

Lara: jalarme del brazo y tratar de llevarme a la fuerza no es llevarse bien.

Edward: ay por favor, no exageres. (dijo un poco molesto)

Lara: no lo hago, tú me das miedo. (dijo un poco nerviosa)

Edward: ¿miedo? Solo ven conmigo y ya no lo tendrás.

Lara: no quiero, mejor entro a clases. (se va)

Se va del lugar dejando al lobo ahí.

Edward: ¡ninguna me rechazo y no lo harás tú!

Le grito molesto sin moverse del sitio, la zorra antropomorfa alcanzó a escucharlo lo que le elevo el miedo hacia él, pero solo siguió avanzando.

Sonó el timbre que daba inicio a las clases, así que todos entraron a sus respectivos salones, cuando ya todos estuvieron sentados comenzó la clase, pero durante todo eso miguel desde su asiento miro un poco de reojo a su amiga, pero la vio con una cara que era una mezcla de tristeza y miedo, pero más miedo.

Le causó extrañeza así que pensó que ocurrió algún problema en su casa o algo.

Al terminar las clases la zorra antropomorfa seguía con la misma cara, pero a veces la cambiaba para que nadie no se diera cuenta, pero el que lo noto fue el protagonista.

A la salida todos se fueron a sus casas y mientras Lara caminaba de regreso a su hogar sintió como alguien la seguía por detrás, tuvo miedo de que fuera Edward otra vez, así que acelero el paso no fue hasta que escuchó el grito de la persona que la seguía: ¡espera Lara!

Ella reconoce la voz, voltea a ver y siente una gran felicidad al ver que era miguel, su amigo humano.

Miguel: (llegando recién donde estaba) h-hola... (un poco cansado) uff sí que corres.

Lara: discúlpame miguel, pero es que pensé que eras otra persona.

Miguel: ¿q-quien?

Lara: ammm, no importa.

Miguel: ¿es por eso que tenías esa cara durante toda la clase?

Lara: ¿c-cuál cara? (dijo un poco avergonzada bajando solo un poco las orejas)

Miguel: no engañaste a todos ahí, yo me di cuenta de que tenías una cara de miedo.

Ella no dice nada.

Miguel: justo te iba a preguntar a qué se debía ¿fue un problema en tu casa o algo así?

Lara: no, no paso nada malo en mi casa, fue otra cosa.

Miguel: entonces ¿de qué era?

Lara: ammm...

Miguel: puedes decirme, estoy para escucharte. (dijo comprensivo)

Lara: (suspiro) ¿recuerdas a ese lobo gris de ayer? Pues hoy al entrar a la escuela se me apareció.

Miguel: ¿te hizo algo? (pregunto preocupado)

Lara: no, nada, tranquilo es solo que trato de llevarse bien conmigo, aunque de una mala manera y que me dejo una mala impresión ayer.

Autor: la primera impresión es la que siempre queda.

Miguel: ¿no te hizo nada?

Lara: no, descuida, pero dijo que la razón por que actuó así ayer fue porque tú te metiste.

Miguel: ¿y tú le crees?

Lara: no, claro que no, sé que fue todo él, es que... (baja un poco la mirada) hoy sentí que sería capaz de hacer cosas feas.

Él no dice nada hasta que la abrazo de la nada.

Este repentino acto la sorprendió bastante.

Miguel: no te preocupes, te prometo que no se meterá contigo, estaré ahí para ti ¿ok? (dijo mientras la abrazaba)

Ella se sonrojo por esto y solo correspondió el abrazo, sonriendo mientras seguía sonrojada aun, luego de un rato se separaron.

Lara: gracias por eso, me quito el miedo que tenía. (sonriendo)

Miguel: de nada. (sonriendo)

Se miraron un rato, él se quedó mirando los ojos azul verdoso de la zorra antropomorfa.

A lo que ella se da cuenta.

Lara: ¿Por qué me miras tanto? (dijo un poquito nerviosa)

Miguel: ¡ah! Perdón, perdón, es que... (voltea avergonzado) tus ojos son bonitos.

Lara: a-ah pues... g-gracias. (dijo avergonzada y sonrojada)

Hubo un silencio incomodo por el comentario del chico, incluyendo el silencio también había una tensión igual a la del silencio, hasta que miguel tuvo el valor de romperlo.

Miguel: a-ah... bueno... (aun sonrojado) ¿q-que no íbamos a i-ir a mi c-casa?

Lara: s-si... vamos. (igual de avergonzada y sonrojada)

Miguel: ok.

Estando en ese estado aun así fueron a la casa del protagonista, mientras caminaban no dijeron ni una sola palabra, fue la caminata más incomoda, y justo cuando la vergüenza ya se estaba desvaneciendo llegaron a la casa de miguel.

continuara.....