Hace 12 años. -East Blue-

-¡Detengan a ése niño, se robó panes de mí panadería! ¡Detente!

-¡¿Atraparme? Si pueden, idiotas!- gritaba un niño con panes en sus brazos.

-¡Maldito mocoso! ¡Demonios!

El niño reía mientras estaba corriendo, hasta que se detuvo al encontrar un callejón.

-¡Viva! ¡Huelen tan bien! - el pequeño sonreía.

-¡No le haga nada, no hizo nada! - se escuchaban unos gritos.

-¿Ehhm?-El chico volteó a ver la escena en qué un padre y su hija estaban adelante de un dragón celestial.

-¡Ésa mocosa se atravesó en mí camino! ¡Ahora, muerete con tú hija!

-¡Oye, oye señor, los humanos no son escoria!- dijo el chico y le pegó con un palo.

-Oye, ¿Quién eres?-preguntó el padre al chico.

-Mi nombre es Jackson pero eso no importa ahora, ¡huyan!

-Pequeño te agradezco lo qué hiciste pero le golpeaste a un dragón celestial.

-¡Éso no importa! no tengo por qué vivir, bien ¡Hu...!

El chico abrió los ojos al contemplar qué alguien le disparó al padre, dirigió su mirada a la chica y la vio llorar aterrorizada a su padre desangrándose en el suelo.

-¡¡Papá!! -gritaba la niña.

-¡Maldición! - gritó el chico y volteó a ver al dragón celestial qué tenía una pistola en su mano.

-¡Sigues tú, malcriada!- gritó el dragón.

-¡Oye niña, ven!- el chico le extendió la mano y la pequeña entre lágrimas la agarró el chico corrió lo más rápido antes de qué le dispararan.

--Al lado de un basurero --

Los chicos se encontraban al lado de un basurero, el chico estaba parado recargado en la pared mientras qué la niña estaba sentada llorando.

-¡¡Papi!!

-Oye no llores, por favor. - el chico trataba de tranquilizarla.

-¿¡Qué no viste qué mató a mí papá!? -le exclamó la niña.

-¡Sí, pero llorar no arregla nada! - le respondió el chico.

-¿Entonces qué hago? - volvió a llorar la niña.

-Bien busca un trabajo, ten algo de dinero, comprate comida y así por el resto de la vida.

-¡No puedo hacer éso! ¡Yo quiero a mí papá!

-Oye, mira, yo te llevaré con tú madre ¿dónde vives?

-Yo no tengo mamá. - la niña se detuvo a verlo con todavía los ojos húmedos.

El chico se le quedó viendo un poco sorprendido.

-¿Entonces qué debería hacer?- dijo la niña mirando para abajo triste.

-Mmm... no lo sé, una cosa es segura.

-¿Qué?-preguntó la niña.

-Adiós. - dijo el niño corriendo lo mas rápido alejándose de la niña.

La niña reaccionó y se fue corriendo lo más rápido posible hacía dónde el niño.

-¡Espera! ¡No me dejes sola!

-No puedo, no puedo, no puedo, no puedo cuidar a nadie más.

El chico corrió lo más rápido haciendo qué la niña lo perdiera de vista.

--2 días después --

-¡No, corre, niña! ¡Corre! - El chico tenía pesadillas desde qué dejo a la niña.

Cuándo despertó el chico sé encontraba sudando, lo pensó 2 veces para ir en busca de la niña.

-¡Oye niña! ¡Oye! -empezó a gritar por las calles.

-¡Cállate mocoso, no ves qué son las 2 de la mañana!

El chico se le quedó viendo y comenzó a gritar de nuevo ignorando a la señora por completo.

-¡Mocoso malcriado!- la señora gritó lanzándole un zapato.

El chico comenzó a reír mientras corría lejos.

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-¿¡Akane!? ¿Porqué lloras?

-¿Nami? Lo siento no recordaba qué estabas aquí. -dije mientras qué me limpiaba unas lágrimas.

-¿Qué ocurre? - dijo preocupada.

-Ah no nada sólo qué me entró algo en el ojo.

-Ya. Dime la verdad, vamos confía en mí. - me dijo.

- No es nada, de verdad, mira ves ya no tengo nada, vamos a sentarnos.

-Akane espera.

-¿Nami?

-No se como decirte esto pero, a la primera oportunidad nos tenemos qué ir.

-¿Qué? ¿Por?

-Cocoyashi.

Oh no, Nami ahora no es un buen momento de hablar sobre eso.

-Nami te quiero preguntar algo.

-Espera, ahora no es momento.

-¡Tú fuiste la qué empezó con hablar en mal momento!

-Vale, vale tranquila, volvamos.

-¿Sabes? Yo voy a ir al barco. Lo siento.

-¡Ah no! Eres mí esclava y digo qué te quedes aquí hasta qué nos vayamos.

--En la mesa--

-¿Y Luffy? -preguntó Nami.

-Ya se lo llevaron. - respondió Usopp divertido.

Reí.

-Oye, Minori.- me llamó Zoro.

-¿Si?

-¿Qué fue ésa actuación hace rato?

-¿Actuación?- Nami me miro confundida.

-Ehh... no fue nada, ¿verdad qué no, Zoro? - dije para voltear a ver a Zoro y mirarlo para qué no dijera nada más.

-Correcto. -dijo cortante y miró a otro lado.

-Por cierto el cocinero del amor no ha vuelto y tengo más hambre. - agregó Usopp.

-¿Cocinero del amor? -lo miré extrañada y con ganas de reírme hasta explotar.

-Bueno, se ligó a Nami así qué... ¡es el cocinero del amor!

Volví a reírme me quería carcajear.

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-¡¡Niña!! Demonios no la encuentro.

El chico buscó por dónde la ultima vez qué la vio.

-¡Niña! -volvió a gritar el chico.

Pasaron minutos hasta horas para qué ya casi se rindiera, hasta qué vio cómo la gente del pueblo comenzó a correr.

-¡Corre amor, no te detengas! - le decía una madre a su hijo.

-Pero mamá, la niña se quedó atrás.

Jackson oyó esto y logró alcanzar a la madre y su hijo.

-¿¡Oigan, dijeron una niña!?

-¿La conoces? - preguntó la madre.

-Depende, es bajita con pelo negro y ojos violeta.

-¡Ésa misma! ¡Mamá el la conoce! - gritó el chico.

-Pequeño, la ciudad se ésta quemando y la niña estaba en una casa y se quedó adentro. - respondió la madre.

-¿¡Qué!? - el chico puso cara de asustado.

-Hicimos lo qué pudimos, pero no alcanzamos.

-¡Demonios! ¡Gracias por decirme! - el chico corrió hacía el pueblo.

Fue al pueblo pero cuándo llegó, se dio una palmada en la cabeza.

-¡Demonios, no se dónde viven!

-¡Jackson! ¡Jackson! ¡Ayúdame! - se escucharon los gritos de la niña.

-¡Niña! - Jackson lo escuchó y siguió los gritos.

Cuándo llegó a la casa , vio qué no tenía mucho tiempo para qué se derrumbara. Tomó aire y entró a la casa quemada.

-¡Niña! ¿¡Dónde estás!?

-¿¡Jackson!? - cuándo el chico volteó vio a la niña debajo de unas tablas de madera.

-¡¡Niña!! - El chico levantó los trozos de madera.

-¡Vámonos!

-¡No puedo, mis piernas no se mueven!

El chico cargó a la niña en la espalda y salió corriendo. Cuándo salió se fueron directo a la laguna.

-¡Maldición! ¡Me arde! -gruño el chico y se lanzó al agua después de qué dejará a la niña.

La niña vio qué el chico traía quemaduras por todo las piernas y espalda. Más al rato cuándo se tranquilizó el chico veía qué la pequeña se le quedaba viendo.

-¿Qué? -preguntó y luego se dio cuenta de qué la niña se estaba quitando el vestido para meterse al agua. -¡Oye! ¿¡Qué demonios haces!?

Él chico preguntó sonrojado.

-Me baño al igual qué tú.

-¡No! -el chico le dio un golpe en la frente. - ¿Qué..? ¡Lo siento! ¡No debí pegarle a una niña!

-Jackson...

-¿Ehh... si?

-¿Y tú estás sólo?

El chico suspiró y la miró.

-Si, pero no importa no necesito a nadie, pero tú si necesitas á alguien, y aquí voy a estar.

-¡Oh! Y podemos buscar a unos amigos. Mi amiga vive con su hermana en una isla, ¿Tú tienes amigos?

-No, ¡bien! ¡Vamos a buscar a tú amiga!

-¿Qué? No es posible debes tener al menos 1 amigo.

-Pues sólo un amigo, pero era raro, bueno, sus cejas, es rubio, y le gustaban demasiado las niñas ... no creo qué te agrade.

-¡Oh vamos! Seguro qué me llega a caer bien ése rubio.

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-¡Odio, odio, odio a ése rubio! - dije con todas mis fuerzas acumuladas.

-¡Oh vaya, parece qué alguien está enojada! -dijo Nami.

-¡Es qué cae mal! -le repuse.

-Comparto el sentimiento con la chica. - dijo Zoro.

-¡Zoro sabe!

-¡Oh! Ya viene el rubio... - me dijo Usopp.

Voltee y me puse el sombrero rápido y me fui al lado de Zoro.

<<Sí estoy con el, no me sentiré tan intimidada>>

Solo miré de reojo a Zoro me miró y se dispuso a hablar.

-¿Qué haces? -susurró.

-Zoro sí estoy en problemas tú me cubres. -susurré.

-¡Qué abusiva!-dijo gritando.

No sé desde cuándo le tomé confianza....

-¡Shhhhh! ¡Aquí viene! -dije susurrando.

Sanji vino y le sirvió un cóctel de frutas a Nami qué hasta a mí me dio hambre. Vino hacía mí y sentí cómo se me quedó viendo, esperando a qué levantara la vista. Me sirvió el mismo cóctel, y me susurró:

-Hice una excepción contigo con lo del sombrero, señora...

Mí corazón se quedó helado y mis lágrimas casi caen por mis mejillas pero las retuve, pensé en como me había tratado hace 5 meses. Sanji... no sabes cuánto te odio por hacerme la vida imposible.

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-¿Cómo dices qué te llamas?-preguntó el chico.

-Akane. Minori Akane.

-Bonito nombre, y ¿Tú amiga se llama...?

-Reiko, pero yo le digo Rei-san, y tiene una hermana súper linda llamada Nanami.

-¿Y dónde vive?

-En una isla llamada.... no se cómo se llama pero es á 2 islas de aquí.

-Bien iremos para allá en la mañana. -dijo el chico sacando de su mochila unas sabanas y una almohada.

Jackson vio a la chica y dijo:

-Bien, eh... Akane, duerme aquí lo necesitas más.

-Gracias Jackson. -dijo la pequeña Akane y se acostó no era mucho desde qué Jackson vio qué esta se le quedaba viendo.

-¿Qué pasa?

-Iremos por Rei-san ¿verdad?

-Si, claro pero por ahora debemos irnos a dormir.

La chica asintió con la cabeza y durmió.

***

-¡Rei-san! ¡Rei-san! ¡Nanami-chan! Cielos no están...

-No te preocupes, sigamos buscando aquí no hay tanta gente. Por cierto ¿Cuántos años tienes?

-¿Yo? Tengo 7 años.

-¿¡Tan poco!? -me miró asustado y luego con tristeza pero se veía chistoso.

-¿Qué pasa? ¿Tú cuántos tienes?

-9. No es nada, sólo qué, pensé qué estabas más grande.

-¡Sólo eres 2 años más grande!

-Ah cierto. Entonces si hay oportunidad...

...¿Qué significa eso?... - pensó la niña.

-¿Akane-san? -preguntó alguien detrás.

Reiko se encontraba detrás de la niña. Reiko tiene pelo blanco, ojos azules y era fuerte para su edad.

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-¿¡Nami!? ¿Q-qué haces?-dije mientras vi como Nami empujaba a los compañeros de Zoro.

-Nunca fui una compañera de Luffy, solo hicimos una pequeña alianza pero ahora qué tengo la oportunidad aprovecharé para huir, aunque he de admitir qué me divertí mucho al estar con ellos, pero así es la vida. Bien me voy, les dicen a los chicos que Akane se fue conmigo y el barco también... ¡Chao!-les dijo a los chicos pero se qué también lo dijo por mí.

-¿Nami?... -pregunté con miedo.

Ella evitó darme la cara y se fue a la cubierta, la seguí, traía una recompensa.

-¿Nami? ¿Qué pasa?

-Cielos, ¿qué es lo que debo hacer? Dimelo...

Se pauso unos momentos y soltó la recompensa, cayó al suelo adelante de mí y la mire... era de ¿¡Arlong!? La agarré y la miré por unos segundos voltee a ver a Nami se cruzó de brazos cómo si se abrazara miró hacia abajo y murmuró.

-Dime qué hacer... Bellemere-san...

-¿Bellemere? ¡Eh!

"Había unas habitantes en particular, sus nombres eran Bellemere, una gran mujer..."

Las palabras de Jackson resonaban en mí cabeza.

-Arlong...

"¿Oye tú no eres amiga de Arlong? "

Las palabras del Gyojin. Bellemere...

Entonces, la recompensa de Arlong, las palabras del gyojin, alianza "falsa".

"Nami trabaja para Arlong" ...

Nuestro destino es....

"Necesito conseguir cierta cantidad de dinero..."

Sólo podría ser...

"¡Olvida esos gyojin!... ¡Damelos, ése tesoro es mío!"

Nuestro destino es... ¡Cocoyashi!

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-¿Rei-san? ¡Rei-san! -la pequeña abrazó a la chica a la cuál esta le correspondió el abrazo.

-¿Qué haces aquí Akane? -preguntó la chica.

-¡Únete a mí viaje! Rei-san -la pequeña le sonrío.

-Akane...

-¡No te preocupes! Nanami-chan también puede venir.

-Akane....-la chica tenía su mirada baja y su cabello no dejaba ver su mirada. - Nanami-san murió.

Jackson y Akane tenían su mirada perdida, pero la más afectada fue ésta última que se separó de Reiko.

-Mientes... - dijo Akane haciéndose para atrás.

-Akane sabes qué nunca miento con esas cosas... -dijo Reiko llorando.

Akane no pudo aguantar de pie y se quiso caer pero el chico la atrapó antes de qué cayera y la ayudó a apoyarse.

-¿Q-quién... ?-tartamudeó la niña.

-Piratas. -dijo Reiko cortante. - Se sacrificó por mí...

Akane ocultó su mirada y se puso a llorar, y Reiko igualmente.

***
-Con que eso paso... -dijo Jackson sirviendoles té caliente a las niñas.

Resumiendo:

Reiko y Nanami tenían un hermano pero Nanami lo dejó en un dojo, un día Reiko comió una fruta del diablo y su hermana Nanami le enseñó a utilizarla y también le enseñó el Santouryuu*.

Un día llegaron unos piratas al pueblo y Nanami fue a salvarlos pero Reiko se topó con el capitán de la tripulación, en un intento desesperado por salvar a Reiko, Nanami se interpuso en el ataque del pirata, asesinándola, Reiko se enfureció y le cortó la cabeza al capitán mientras qué sus ojos se volvían rojos.

-No importa, la verdad es qué ya no me afecta tanto su... -tosio un poco. - ya saben.

-Sí... -asintió Akane un poco triste.- Pero... ¿qué dices, Reiko?

-¿Exactamente a dónde?- preguntó Reiko.

-A... oye, no lo sé... ¿Jackson a dónde vamos?

-Pues, yo quiero ir a un lugar en específico ¿Ustedes?

-¿A dónde quieres ir? - preguntó Reiko.

-A... ¡Dressrosa!

-¿Dressrosa? ¿Porqué?

-Mi padre me dijo una vez qué lo viera de nuevo en Dressrosa cuándo crezca.

-¡Jackson tienes una historia muy interesante! -dijo Akane. -¡Bien! ¡Todos iremos en una aventura!

-¡Eso no lo decidas todavía! -gritó Reiko.

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-¡Nami! -pregunté asustada. Corrí hacía ella y le agarré de los hombros. -¿¡Qué está pasando!? ¡Nami me estas asustando!

-¡Vamos con... Arlong! -dijo con lágrimas en los ojos.

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BIEN MissUnicorn- espero qué te haya gustado mi vision de Reiko-san, bien me despido.

-Padme-swan-