"El famoso restaurante "El Baratie" cumple años abre sus puertas a todo el mundo, ¡exquisitos aperitivos, y sabores qué nunca olvidará! Abierto las 24 horas del día."

-Oh vamos, amigo, ¿ya olvidaste eso?

-Sí. Eso creó.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-¡Nami!- exclamé de alegría.

-Ya volví. La adorable Nami, en directo desde lo qué sería el hospital para ver a una amiga.

-¡Wohoo! - reí - ¿Oye conseguiste él mapa?

-Sip, y también conocí a unos tontos. ¿Conoces a Zoro?

-¿Zoro? ¡No jodas! ¿¡El famoso cazador de piratas!? ¿¡Lo conoces!?

-Sip. Y por cierto ya no es cazador de piratas, ahora es uno de ellos.

-¿En serio? Creo qué los periódicos no llegan aquí. Hay muchos detalles que no me he enterado en éstas 2 semanas, ¿Ha pasado mucho?

-Pues no mucho. Nada interesante. ¡Oye! ¿Te presento a un dúo de idiotas?

-Claro. - reí.

-Espera. ¡Luffy, Zoro!

-¡Nami, Zoro sé perdió! - se escuchó una voz atrás de la puerta.

-¿¡Qué!? ¡Ése idiota!

-¿Quien es el qué acaba de hablar? - pregunté.

-¡Oh! ¡Deberías escuchar qué el te lo diga!

De repente, entró un chico como de 17 años, pelo negro, con una cicatriz debajo de uno de sus ojos.

- ¿Qué? ¿Quién es ella? - me volteó a ver.

-Luffy ¿Te importaría presentarte? - dijo Nami entre risas.

El chico asintió.

-¡Hola, soy Luffy él hombre qué será el rey dé los piratas!

Nami me volteó a ver, me sonrió y me guiño un ojo.

-Wow, el rey de los piratas, qué interesante.

-¡Verdad qué si! - me sonrió.

Me reí.

- ¡Y bien Luffy! -Nami se refirió a Luffy. - ¡¿Qué es eso de qué Zoro escapó?! ¡Es decir! ¡Se perdió!

-¡Yo qué sé! ¡Sólo se fue! - empezó a gritar.

-¡¡Idiota!! ¡¿Qué estabas haciendo?!

-¿Yo? Comiendo.

-¡Idiota!- Nami le dio un golpe en la frente. - ¡Vé a buscarlo!

-¿Y yo porqué? - refunfuño Luffy.

-Porqué yo tengo mucho qué hablar con Akane, ahora vete. - dijo Nami ya cansada de gritar.

-Mmmmm... - me volteó a ver y luego a Nami. - Ok...

Y salió corriendo por ésa puerta.

-Oye Akane, ¿Recuerdas qué me dijiste qué si yo era de Cocoyashi?

-¿Ehh? Ah si.

-Yo... - sé tomó unos segundos. - Yo lo soy.

Éso me lo susurró pero si alcancé á oír. Me quedé perpleja.

-¡Bien! ¡Oh! Se me olvidó, también tenemos otro idiota con nariz larga. - dijo cambiando totalmente de tema.

-¿Eh? - dije un poco desconcertada, me sorprendió lo qué dijo, pero bueno, otro día hablaré con ella sobre eso. - Ah, y ¿cómo sé llama?

-Usopp.

-Oye, Nami... ¿Porqué me cuentas esto? Digo, los voy a tener qué olvidar... No los veré por mucho tiempo.

-¿De qué hablas? Si te vas a venir conmigo a su tripulación.

-¿¡Qué!? ¿¡Nami de qué hablas!?

-Sigues siendo mí esclava, y ahora estoy por un corto periodo con ellos, así qué... ¡vendrás conmigo!

-Esto no puede ser cierto... - decía con cara de miedo.

-¡Oh, sí lo es! Bien, vamos Akane empaca tus cosas, yo iré a donde está Luffy, ahora qué lo pienso... no debí dejar qué el se fuera sólo. ¡Bien! Ya me voy, te veo en el barco. - dijo mientras se marchaba.

Suspire.

- Demonios, Nami estás loca, momento, ¡¡Nami, no me dijiste dónde está el barco!! Mierda. Qué más da, tendré qué empacar...

Estaba empacando cuándo veo algo qué me sacó de quicio, era una pistola, la qué use hace 5 meses.

<<El restaurante. Á Sanji. El viejo Zeff. Cuándo disparé. Sangrado. La playa. Á Jackson.>>

Solté rápidamente la pistola é hizo un gran estruendo, el eco sonó por todo el hospital, respire agitada, sentí cómo el sudor me rodeaba el rostro. No. Ahora no. Las memorias me rodeaban y me atormentan. De un momento a otro, me volví "loca" y mi fruta del diablo empezó a empujarlo todo con todas mis fuerzas. Reaccione.

"Los médicos se enojaran." Pensé.

Ningún medico vino, ni siquiera alguna enfermera, ó otro paciente.

-¿Hola? ¿Hay alguien aquí?- pregunté pero parece qué le hablaba al aire mientras qué mi eco era el único qué me respondía.

Claro. Era obvio. Solo fue una semana y 3 días las qué me atendieron, los otros días nadie me habló ni me atendió, debieron irse por algo.

¿Fue por mí? ¿Hice algo malo?

-Afuera del hospital -

Decidí buscar el barco ya que ni Nami ni Luffy me lo dijeron. Demonios. Yo qué quería ver a Roronoa Zoro. Siempre qué pienso en el sé me sube la sangre a la cabeza. Me acuerdo que Jackson y yo solíamos decir qué nos gustaría acompañar a Zoro, el cazador de piratas, el fue una inspiración, ya imaginarán lo feliz qué estaba cuándo pensaba que Zoro y yo teníamos (y tenemos) la misma edad, muchas fantasías pasaban por mí cabeza. Ahora, qué voy a estar cerca de el en la tripulación ¡imaginen mí emoción!

-Ojalá Jackson estuviera aquí, sé moriría dé la emoción. -Dije para mí misma.

A lo fondo ví una silueta, mientras me acercaba veía cómo tomaba la forma de un barco. Me emocioné y fui corriendo hacía el. Era hermoso, el barco era hermoso.

-¡Hola! ¡Nami! ¡¿Hay alguien?!

De repente veo a alguien asomándose, le sonrío.

-¡A puesto qué eres Usopp ¿verdad?!

-¿¡Quién eres!? - me preguntó con tono de miedo.

-¡Soy Akane, soy la... esclava de Nami! - éso hizo qué me diera un escalofrío.

-¿¡Qué!? ¿¡Nami tiene una esclava!?

-Éso parece, oye ya me cansé de caminar y de cargar está mochila con mis cosas, ¿Me dejarías entrar?

Al instante veo cómo una mano se estira hacia el barco y dé los arboles sale Luffy, Nami y ¡Zoro! La cara se me torna roja y me duele el estómago, ¿Es porqué voy a conocer a Roronoa Zoro?

Empezaron a discutir con Luffy y Nami se enojó con todos, me observó y me ayudó a subir al bote.

-Vamos, presentate correctamente. - me dijo Nami.

-Y-yo soy A-Akane, M-Minori Akane, y-y es un pl-placer cono- cono.. cerlos. - ¡Ni siquiera puedo hablar correctamente! ¡Tierra tragame!

-¿Qué?- preguntaron los chicos.

-¿Qué pasa, Akane? ¿Porqué estás tan nerviosa? - me miró confundida.

-Nami, nunca me había presentado en público, quedé como una tonta ¿verdad? - le susurré.

Suspiró.

-Chicos, ella es Minori Akane, ella es mí esclava, comió la fruta Hando Hando no mi, una fruta qué le permite crear manos invisibles a voluntad, pero a pesar de qué suene malvada es buena persona.

Nami. No creo qué ella piense éso de mí.

-¡Ah, bueno! Yo soy Monkey D. Luffy, soy el hombre qué sé convertirá en el rey de los piratas.

-Soy Usopp, el tirador de esté barco, también soy el capitán.

-¡Mentiroso! ¡No le creas! - gritó Luffy, intenté no reírme ante la situación, pero al menos solo di una sonrisa, en el fondo me estaba muriendo de la risa.

-Soy Zoro, el espadachín de éste grupo de idiotas y una bruja.

-¿¡A quién llamas bruja!? - gritó Nami.

-Oye Nami, ¿Tú qué haces?

-¿Yo? Yo soy la navegante.

-Oye Nami, y ¿Porqué ella está aquí?- preguntó Luffy.

-¡Oye, se más discreto! - le golpeó Nami. - Ella estará en la tripulación por un período de tiempo.

-¡Éso lo decido yo! - dijo un poco enojado Luffy.

Pensé que ya no podría ver a Nami de nuevo, ya qué no me aceptarían en la tripulación.

-Oye, Luffy no seas cruel. -le dijo Usopp.

Luffy se me acercó a mí y me miró.

-Oye, ¿eres mala persona?

-¿Qué? Eso ¡decidelo tú! No te sabría decir en realidad qué soy, realmente no creo qué una persona pueda juzgarse así misma.

-Vaya, bien, no pareces mala persona, ¡me agradas! - se rió.

<<Me agradas>> ésas palabras resonaron en mí cabeza.

-Bien, Nami, ella me cae bien, se puede quedar.

-¡Bien! ¡Akane, te guiare a la habitación!

-Claro.

[...]

Estaba en una habitación del "Going Merry" era muy alta, abrí una ventana y el viento se sentía tan bien en mí cara.

-¿Qué haces aquí?

Volteo y es ¡Zoro! ¡¿Qué hace aquí?!

-¿Yo?- sudo hasta poder inundar algo.

-¿Quién más?

-Solo vine.. a... - me le quedé viendo por 5 segundos - ¡Ya me iba!

Caminé lo más rápido a las escaleras

-¿A dónde vas? - ¡su voz rasposa me da escalofríos! ¡Mierda!

-¡Abajo! ¡Soy un estorbo aquí! ¡Bye! - me hice la soldado.

-Qué mujer más rara, te puedes quedar, solo voy á entrenar.

-¿En serio?

-Si, no veo lo malo. - me miró con cara extrañada.

Me fui corriendo lo mas rápido a la ventana. Cuándo voltee se había quitado la camisa, la sangre se me subió a la cara, tenía el cuerpo muy bien formado.

-¿Tengo algo? - me miró.

-No, nada. - dije y aún sonrojada voltee a la ventana.

Pasaron 30 minutos, y empecé a oler algo extraño en el aire, olía a comida, dulces, y a comida cocinada.

Me intenté salir por la ventana pero tengo cierto vértigo, por lo cuál me costó mucho subir acá.

-Yo iré por algo, ya vuelvo.

- 701, 702, 703, 704...

Me ignoró.

Bajé intentando no mirar hacía abajo, fui a la cocina pero nadie estaba cocinando algo.

-Por favor, qué estén haciendo una parrillada. - dije y un segundo después mí estómago se revolvió.

Caminé hacía la cubierta y no ví a nadie. Sólo me puse de rodillas y miré al suelo.

-Calmate Akane, mira hacía el frente y cuándo no veas nada volverás allá arriba con Roronoa.

Alcé la vista y entonces mí estómago se revolvió, y temblaba y mi respiración se agitaba. Era el Baratie.

Siento qué una mano me jala del brazo y me lleva al cuarto de chicas.

-¡Akane! ¡Calmate! Respira hondo, inhala y exhala.

-¿Nami? ¿Tú como....?

-Akane, tú historia salió en el periódico hace casi 5 meses, cualquiera qué lee el periódico conoce la relación qué hay entre tú y el Baratie. Escucha Akane, no creo qué los 3 idiotas qué están en el barco hayan leído el periódico, y Luffy es un glotón así qué puede que diga que nuestro próximo desembarque sea allí, en ése caso no puedo hacer nada yo, ¡Akane! ¡Debes ser fuerte!

-¡Nami! Pero no es eso, ¡No quiero ver a.....!

Esperen. En el periódico no venía mi relación con Sanji, nadie más que yo sabe lo qué pasará realmente si entro a ése lugar.

-¡Mira! ¡Tengo un sombrero y un vestido largo y unos guantes, con esto nadie te reconocerá!

-¡Si me pongo esto me veré sospechosa! - dije chistosa ya calmandome.

[...]

-¿Cómo es qué llegué a ponerme esta cosa? - dije susurrando.

-Oye. - Zoro me habló. - Te ves rara con ésa ropa.

-¿¡Crees qué no lo sé, idiota!? - dije y le di un golpe en la frente.

Nami y Usopp se rieron.

Zoro abrió la puerta y toda la gente miraba horrorizada una escena, no podía verla porqué el sombrero me tapaba los ojos pero ésa voz, no tenía porqué verla bien para qué mis piernas temblaran.

<<Esa voz.>>

Me puse el sombrero más abajo y me fui a una mesa sin esperar a los chicos.

-¿Akane?

-Solo saquemos a Luffy y nos vamos. - dije mientras seguí caminando.

[...]

-¿¡Qué!? ¡Están comiendo mientras qué yo trabajo duro!- se enojaba Luffy.

-Nos dimos ése lujo. - le respondió Zoro.

Luffy le puso un moco en el agua. Me quería reir pero pensé qué sería maleducada pero no era la única, Nami y Usopp también estaban riéndose ó al menos trataban de no hacerlo.

-Mmm... me siento mal por ti, Luffy. - estaba a punto de tomar al agua pero Zoro hizo qué Luffy se la tomara.

-¡Oye! ¿¡Porqué hiciste qué me tomara ésa cosa!?

-¡Mira quién lo dice!

Empecé a soltar carcajadas junto a Usopp y Nami.

-¡Oh madre océano!, gracias por este majestuoso encuentro, ¡Oh mi amor!

Ésta voz.

-¿Qué? -Nami volteó extrañada.

-Vamos ríete , soy yo quién no puedo esquivar la tortura, en éste caso no importa si soy un demonio o un pirata ¡mi corazón esta más qué listo!

Por Oda, ha cambiado demasiado, ¿Oh seré yo? Bueno, sé cortó el cabello antes tenía una cola de caballo, y tiene un olor diferente... ¡Qué mierda! ¿¡En qué me fijo!?

-Akane, ¡Akane!

-¿Nami? ¡Oye te voy a pedir algo! - ví qué Sanji sé había ido.

-¿Qué?

- ¡Si preguntan yo soy tú abuela!

-¿Akane?

-¡Por favor!

-Ok, claro, claro.

-Con esta ropa de abuela te creerán.

-¿Qué? Pero si te queda bien el turquesa.

-Si, pero, esto es anticuado, parezco reina de 89 años.

-Momento... si no te conociera diría qué para ti hay algo más qué te molesta.

-¿Qué? ¡No! -me ruboricé.

Se me quedó mirando fijamente y luego volteó a ver atrás de mí y luego sonrió, yo voltee por curiosidad y ví qué Sanji estaba atendiendo a unas mujeres y luego volteó a verme, ¡Suerte qué el sombrero me tapaba la cara!

Voltee ruborizada y ví a Nami sonriendo.

-¿Qué? -pregunté extrañada

-¿Es él rubio el qué te preocupa? -me dijo.

-¡No!

-Claro ¡Ajá! - me dijo sarcásticamente. - ¿Sabes qué? Voy al baño y cuándo vuelva te sacaré toda la sopa.

Se levantó y se fue. Puse mis manos en mí cara tapándola para qué se me quitará un poco lo rojo de la cara, cuándo levanté la vista Luffy, Usopp y Zoro se me quedaban viendo.

-¿Ahora qué?- pregunté cansada.

-Te vez rara con ésa ropa. - dijeron al unísono.

-¡Ya lo sé!- dije dándoles un golpe en la frente.

-¡Oye, idiota ve a trabajar! -dijo Sanji a Luffy.

Me acomodé el sombrero para abajo.

-Oye. - me recorrió un escalofrío sabía qué se dirigía hacía mí. - Señora le estoy hablando. - dijo amablemente.

¿Señora? Claro con 19 y ya soy señora, debo verme peor de lo qué me imaginé.

-¿Si? -dije con voz seca para qué sonara mayor.

-No se permite sombreros en éste restaurante, desde hace... 5 meses - tosió falsamente.

Debe recordar lo qué paso.

-Ah cierto, por el incidente ¿verdad? A decir verdad, siento lástima por la chica ¿Es enserio qué ella lo mató? ¿No fue algún idiota qué la desorientó? Lo qué sé es qué la chica no tenía a nadie más y estuvo sola por 5 largos meses. - dije con ganas de llorar así qué la voz se me desorientó un poco.

-¿Quién es usted? -me preguntó ronco.

Me levanté de la mesa y me dirigí al baño.

-Me disculpo.

Tan pronto como llegué al baño empecé a llorar.