Amelia empujó su comida con un tenedor, no tenía hambre en absoluto y tampoco ganas de hacer nada, había despertado así pero Odalia la obligó a levantar y cambiarse para ir a la escuela, no sabía cómo pero había podido entrar a su cuarto que había quedado con llave desde la noche anterior en que se acostó a dormir.

-¿Amelia me estás escuchando? — Boscha le reclamó.

Amelia levantó la vista para poder ver a la pelirrosa.

-Boscha, por favor intenta buscar a otro para joderle las pelotas, no estoy de humor en este momento.

-Siempre con tan buena personalidad, esta bien me iré, pero espero pronto estés de humor.

Amelia observó a Boscha irse de la mesa dejándola completamente sola, o eso creía.

-¿Así que no estás de humor? — una voz detrás de ella comentó.

Amelia volteó hacia la castaña de ojos miel rápidamente.

-Maldita sea, Lucía, no te aparezcas así como así.

-¿Te asusto? — comentó en una broma Lucía.

-Susto el que te voy a dar cuándo te rompa la nariz.

-Eres demasiado linda para el carácter que tienes, por lo menos eso es lo que pensarían muchos, pero, Amelia, a mi me gusta mucho esa combinación, me hace sentir en peligro, y el peligro es mi favorito.

-Wow, ahora eres poeta, esa frase es demasiado cliché para ser sacada de tu imaginación.

-Me pides demasiado, yo solo te pido un poco de tu amor.

-Eres una idiota.

-Ojalá te guste la idiotez.

Amelia empujó su bandeja de comida hacia adelante y se levantó de la mesa, retiraba lo dicho, estaba de humor para escuchar a Boscha pero no para escuchar a Noceda diciendo cualquier idiotez que se le viniera a la mente cada dos segundos.

Salió de la cafetería directo a su casillero, la clase empezaría en unos diez minutos, podía hacer cualquier cosa en ese tiempo restante.

-Vamos, Blight, no me ignores.

-Creí que te habías quedado en la cafetería.

-Lo había hecho, pero me gusta estar contigo.

Amelia volteó los ojos y empezó a caminar junto a Lucía, la cual no paró de seguirla en el resto del receso, Lucía hablaba demasiado, era algo que Amelia odiaba con su alma, la gente que hablaba como si fuera un deporte y ellos ganadores de medallas olímpicas.

-Lucía, si no dejas de hablar, juro que...

-¿Que harás? — Lucía sonrió y Amelia se detuvo — No creo que puedas hacer algo que afecte tu fachada de niña buena.

-Lucía, ¿Por qué no vas a tu maldita clase de una vez por todas?

-Aún no empieza.

La campana sonó y Amelia se fue dejando a Lucía en el pasillo.

Lucía era la mayor idiota que conocía.

                                   𖡼.𖤣𖥧𖡼.𖤣𖥧

Amelia guardó sus cosas en su mochila y salió del aula, estaba rezando por no encontrarse con Lucía en el camino, no quería encontrarse con ella y que la siga hasta el lugar del entrenamiento.

Por suerte no la encontró, así que podía ir tranquila al entrenamiento.

O eso creía hasta que la vió sentada en las gradas.

-Maldita Noceda.

Trató de ignorarla y entró a los vestidores para cambiarse de ropa.

Cuando salió se acomodó el pelo en una coleta alta y se unió al resto del equipo, se llevó un chicle a la boca y empezó a hacer bombas con este mientras esperaba por su turno.

Normalmente desviaba la mirada hasta las gradas, Lucía observaba todo y no disimulaba el hecho de que estaba viendo a Amelia, al notar la mirada de Amelia sobre ella, Lucía levantó la mano y la saludó, Amelia solo desvió la mirada y siguió esperando mientras seguía haciendo bombas con el chicle.

Amelia se arregló la gorra y tomó el bate que su compañero le tiró.

-Bien, sigues Blight.

Amelia no volvió a ver a Lucía por el resto del entrenamiento, si quería ser la mejor no se podía distraer, y menos con la idiota de Noceda.

Cuando los entrenamientos terminaron Amelia salió del gimnasio encontrando a Lucía.

-Estuviste bien, haces un buen trabajo — Lucía se despegó de la pared y se acercó a Amelia.

-¿De verdad te gusta el béisbol o solo vienes a reventarme las pelotas?

-Las dos cosas — Lucía rió y Amelia volteó los ojos — ¿Quieres que te lleve a tu casa?

-No, gracias, puedo caminar.

-Entonces te acompaño a caminar.

Amelia salió acompañada de Lucía, no le gustaba la idea de estar cerca de Lucía, mucho menos de que la castaña la acompañara hasta su casa, si Odalia la veía seguramente investigaría hasta lo más mínimo de la vida de Lucía.

Lucía caminaba tan despreocupada, pero aún así siempre parecía arrogante, y eso era, una idiota arrogante de lo peor.

Cuando cruzaron la acera, Amelia ya estaba deseando morir, Lucía no había dejado de parlotear todo el camino y Amelia ya estaba demasiado cansada.

-¿No has intentado sonreír más? Te vendría bien.

-Claro que puedo sonreír, pero cuando eres tu, no puedo, y te aseguro que nunca verás esa maldita sonrisa en mi rostro.

-¿Eso es un reto?

-Si tu lo quieres ver así.

-Me encantan los retos.

-Perfecto, anda a resolver un rompecabezas y deja de joderme a mi.

-Ay, eres encantadora.

Amelia volteó los ojos mientras Lucía soltaba un falso suspiro.

Amelia trató de seguirle el paso a Lucía, algo casi imposible tomando en cuenta que Lucía era mucho más alta que Amelia, y eso que Amelia siempre andaba en tacones.

-Te estás quedando atrás.

-Que te valga.

Lucía rió en forma de burla hacia Amelia y la tomó del brazo para que no se quedara atrás, Amelia se quedó helada al sentir la mano de Lucía en su muñeca.

Amelia observó su casa y se detuvo, se soltó del agarre de Lucía.

-Gracias por acompañarme.

-Eso es lo más amable que me has dicho.

-Eso es lo último amable que te diré, ahora, vete, ojalá no nos veamos en la escuela — Amelia empezó a caminar hasta su casa dejando atrás a Lucía.

-¡Yo también te quiero ver mañana! — Lucía le gritó.

Amelia ignoró a Lucía y entró a su casa.

No había sido tan malo después de todo.

𖡼.𖤣𖥧𖡼.𖤣𖥧

La parte de los entrenamientos aún están metido vacíos, pero pronto veré partidos e investigaré sobre el deporte para que no sean así 😭

Me re tardé en actualizar otra vez, perdón por eso KDKEJW

Nos vemos luego ♡︎

𖡼.𖤣𖥧𖡼.𖤣𖥧