01
Amelia cerró su casillero mientras Boscha le contaba a su lado sobre hacer molestado a un chico, Amelia realmente no le ponía muchísima importancia a lo que su mejor amiga le decía, después de todo, sobre lo único que hablaba era sobre su vida como "bravucona" del colegio y nada más.
Amelia odiaba las pláticas extensas y con Boscha todo era pláticas extensas.
-¿Sabes qué? Ya me voy, tengo clases.
Amelia se alejó de Boscha y caminó hasta su aula, odiaba el hecho de que en Hexside todo era demasiado largo, tardaba años en llegar a su clase y finalmente resultaba que llegaba tarde y su maestro la amenazaba con no dejarla entrar la próxima vez.
Era una rutina diaria, siempre la dejaba pasar.
Amelia entró a la clase y se sentó donde le tocaba, justo al frente de la clase, el maestro entró luego de un rato y empezó la clase.
Amelia estuvo distraída toda la clase, luego de esto tendría práctica con el equipo de Béisbol y no quería llegar tarde, si llegaba tarde seguramente le notificarían a Odalia y luego habría una pelea en casa entre sus padre por eso, Odalia la amenazaría con sacarla del equipo y al mismo tiempo su padre le diría que ella no se iría del equipo.
La campana sonó y Amelia tomó sus cosas felizmente para salir del aula, estaba lista para ir a entrenar cuando su nombre sonó en las bocinas de los pasillos escolares, la estaban llamando para que fuera a la oficina del director.
¿Ahora que mierda había hecho mal?
Que ella recordaba, lo último ilegal que había hecho era un grafiti en la pared del parque junto con Boscha, pero en al escuela no había hecho anda que la pudiera arruinar.
Amelia fue cansada hasta la oficina del director y tocó la puerta antes de entrar.
-Pasa, Amelia.
Amelia observó a una castaña con un gorro rojo en la cabeza, llevaba unos pantalones no tan holgados pero si lo suficientemente grandes como para que no se definieran demasiado sus piernas, una camiseta de rayas y una chamarra.
Amelia se sentó junto a la chica y acomodó su falda.
-Amelia Blight, al ser una de nuestras mejores estudiantes me gustaría que le dieras un recorrido por la escuela a nuestra nueva estudiante.
Por un lado Amelia festejó que no era nada que la pudiera afectar, pero por el otro insultó al director en mil idiomas.
-Oh, está bien, yo se lo daré con gusto.
-Perfecto.
Amelia se levantó de la silla mientras la chica castaña hacia lo mismo, Amelia dejó pasar a la chica primero y luego salió ella cerrando la puerta a su espalda.
-Perfecto, me tocó una chica cliché — la castaña resopló.
-¿Qué dijiste?
-¿Yo? Nada ¿Por, escuchaste algo?
Amelia observó a la chica de ojos miel sonriendo arrogante frente a ella, se estaba burlando directamente y sin vergüenza de ella.
-Lucía Noceda, ¿Y tu, linda, tienes nombre?
-Si me vuelves a decir linda te romperé la nariz de un puñetazo — Amelia empezó a caminar y Lucia la siguió rápidamente — y si, si tengo nombre, y el director ya lo dijo.
-¡Wow, tienes carácter! Eso me gusta — Lucía sonrió burlona — y en cuanto a lo de tu nombre, sinceramente no estaba escuchando al viejo.
-Pues descubre mi nombre de alguna forma, Noceda, no te lo diré, no estoy obligada a hacerlo.
-Pero si estás obligada a darme un recorrido.
Amelia se detuvo y observó a Lucía.
-Bien, tengo que entrenar ahora mismo y estoy por llegar tarde, así que, has tu sola el maldito recorrido y me ahorras una jodida de pelotas gigante, ¿Estamos bien con eso?
Lucía se cruzó de brazos y observó burlona a la chica de ojos dorados frente a ella.
-Llevame contigo.
-Estas loca si piensas que haré eso.
Lucía se dió la vuelta y soltó una risa.
-Esta bien, me iré sola por la escuela y me perderé de tu vista, pero espero que la pases bien cuando le cuente al director sobre que no me diste el recorrido y dejaste a una alumna ir por ahí sin conocer el lugar.
Amelia se pasó las manos por el rostro y soltó un resoplido, finalmente accedió a llevar a Lucía con ella a los entrenamientos de béisbol.
Durante todo el camino Lucía no paró de hablar, Amelia no respondía a ninguna cosa que ella decía pero se todas formas Lucía seguía burlándose de ella.
-Quedate en las gradas, iré a cambiarme.
-Como tú digas.
Lucía se recostó e las gradas y Amelia le agradeció a Dios cuando ya pudo estar lejos de ella, ni siquiera Boscha hablaba tanto como aquella castaña insoportable y ruidosa.
Amelia salió de los vestidores mientras se ataba el cabello en una cola alta, se acercó a su equipo y saludó a todos sin muchas ganas, de lo único que tenía ganas era de empezar a practicar o moriría pronto.
Amelia hizo una bomba con el chicle que tenía en la boca mientras esperaba a que alguien le tirara la pelota, reventó la bomba y le dió a la pelota justo a tiempo anotando.
-¡Eso es, Blight! — el entrenador la animó desde su lugar lejos de ellos.
Y así siguió el tiempo en el cual Amelia cambió de lugares repetidas veces, hasta que su entrenador los dejó ir y ella volvió a los vestidores para cambiarse.
Cuando volvió con Lucía está ya la estaba esperando de pie, Lucía posó su mirada en Amelia y le sonrió.
-Estuviste bien, eh.
-Como sea, vamos, tengo que darte el recorrido.
-¿Ya te dije que tú personalidad me gusta?
-Callate.
-Callame a besos.
Amelia rodó los ojos y bajó las gradas con Lucía a su lado haciendo chistes.
Amelia llevó a Lucía a todos los lugares que se podían ver en la escuela, le enseñó su casillero y las aulas designadas, le enseñó donde se sentaría en cada una y finalmente le mostró la cafetería, Lucía tomó un jugo de la refrigeradora y se volvió a salta el mostrador para volver con Amelia.
-Hexside es grande.
-Si que lo es — Amelia de dió la razón por primera vez en todo el recorrido — espero algún día te pierdas entre tanto lugar, Noceda.
Lucía suspiró falsamente enamorada.
-Siempre tan romántica.
-Ya terminé aquí, ya me puedo ir, cuídate, adiós.
Amelia se dió la vuelta dejandola a Lucía sola con su jugo en la boca.
Lucía observó a Amelia irse apoyada en el mostrador, Amelia era muy linda, demasiado podría decir.
Le había gustado joderla, era fácil de estresar e incluso podrías hacerla enojar fácilmente, sin duda Amelia Blight era un reto.
Pero Lucía no tenía problema con eso.
Había adorado los retos desde niña, y Amelia sería uno difícil, pero no imposible.
-Oh, Amelia, espero verte mañana nuevamente.
Soltó una risa y dejó el jugo en el mostrador para luego salir de la cafetería.
♡︎
PRIMER CAPÍTULO 🥳
LUCÍA COGEME, TE AMO, JURO QUE SOY UN RETO TAMBIÉN.
Joda, pero si ella quiere, no es joda.
AMELIA TAMBIÉN COGEME, TAMBIÉN ME GUSTAN LOS RETOS COMO A LUCÍA.
Espero les gustara tanto como a mí, ya estoy enamorada de estas dos y apenas las empurxo s escribir JWJWNS
Nos vemos luego ᥫ᭡
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