La Emo
Casa Loud - Habitación de las hermanas mayores - Día
El cuarto era un caos. Voces se superponían, objetos volaban por los aires, y las discusiones iban desde quién había usado el último rollo de papel hasta el robo más reciente de los ahorros de papá. Lori, con el zapato en la mano, intentaba imponer orden golpeando el escritorio con fuerza.
Lori: ¡Orden! ¡ORDEN!
Luna: ¿Desde cuándo eso funciona?
Lori: *suspira con cansancio* Nunca.
Luna: Ya déjamelo a mí... *se aclara la garganta antes de gritar* ¡SI NO SE CALLAN, LE DIRÉ A PAPÁ QUIÉN LE ROBÓ DE SU CARTERA!
De inmediato, el cuarto quedó en silencio. Todas las hermanas miraron a Luna con los ojos entrecerrados, acusándola con la mirada.
Todas: ¡Nosotras no robamos de su cartera!
Luna, con una sonrisa triunfal, sacó una grabadora de su bolsillo.
Grabadora: *reproduciendo* "Hola, somos las hermanas Loud y nosotras..."
Saca otra grabadora más pequeña.
Segunda grabadora: "...robamos a papá de su cartera".
Todas: ¡RATA!
Lori: *frustrada pero agradecida* Gracias por la ayuda, Luna. Bien, ya que estamos aquí, reuní a todas para hablar del progreso en la Operación: "Recuperar a Lincoln y Buscar un Nombre Más Decente para Esta Operación".
Lynn Jr.: *cruzada de brazos* a ti no te sale Lori.
Lori: *ignora el comentario* Lisa, ¿puedes ponernos al día?
Lisa, que había estado ajustando unos gráficos en una pizarra llena de ecuaciones, esquemas y un dibujo de Lincoln rodeado por múltiples fórmulas químicas, se giró hacia sus hermanas.
Lisa: En resumen, y permitiéndome simplificar los datos al nivel que la mayoría pueda comprender: nuestra tasa de éxito es... inexistente.
Todas: *a coro, alarmadas* ¿¡Qué!?
Lisa: Lo reitero: la probabilidad de éxito es actualmente equivalente al cero absoluto en la escala Kelvin, es decir, no hemos avanzado ni un milímetro.
Lori: Bueno, al menos no hemos hecho nada tan estúpido como para empeorar las cosas con Lincoln, ¿cierto?
De pronto, Lana y Lola se taparon las orejas y comenzaron a cantar en voz alta:
Lola y Lana: *a coro* "No oigo, no oigo, soy de palo".
Lori: *con el ojo temblando* ¡¿Qué hicieron?!
Lana: *entre risas nerviosas* Bueno, jeje, verás... es una historia graciosa.
Hace dos semanas...
En un parque cercano, Lincoln y Taylor compartían un helado en una tarde tranquila.
Lincoln: *riendo* No puedo creer cuánto dinero consigues de otros niños.
Taylor: Es un don. Ni siquiera necesito golpearlos la mitad de las veces. *sonríe con suficiencia* ¿Y tú? ¿Cómo te ha ido últimamente?
Lincoln: *reflexivo* Bastante bien, en realidad. Mi proyecto va avanzando, reconecté con una vieja amistad y, bueno, Chandler ya no me molesta. Aunque... aún me pregunto qué le pasó. Quiero decir, que se rompa la pierna y pierda la mitad de su cabello el mismo día no es algo común.
Taylor: *con una sonrisa siniestra mientras oculta una mano cubierta de mechones rojos* Sí, definitivamente es un misterio.
Mientras tanto, en unos arbustos cercanos, Lola y Lana espiaban la escena con binoculares y walkie-talkies improvisados.
Lola: *en tono militar* Informe de la situación, soldado.
Lana: Mmm... no creo que vayamos a regresar a casa pronto.
Lola: *confundida* ¿Por qué?
Lana: Porque Lincoln ya nos descubrió.
Lana bajó los binoculares, que había estado usando al revés, revelando que estaban literalmente a centímetros de su hermano.
Lincoln: *cruzado de brazos, con una ceja levantada* espera... ¿se suponía que me estaban espiando?
Presente.
Lori tenía una vena palpitando en la frente mientras apuntaba a Lola y Lana con el dedo.
Lori: *indignada* ¿Eso te parece una historia graciosa?
Lola: *encogiéndose de hombros* Lo fue para Taylor.
Lana: *riendo* Sí, se rió tanto que nos dejó ir.
Lori: *frunciendo el ceño* Espera... ¿quién es esa Taylor, de todos modos?
Luna: *con una sonrisa burlona* Tal vez sea la nueva novia de Casanova Bro.
Todas: *a coro, con asombro* ¡¿NOVIA?!
Lola: O tal vez... *dramática* ¡una prometida!
Todas: *más alarmadas* ¡¿PROMETIDA?!
Lisa: *ajustándose los lentes, con un tono calculador* O quizá sea una profesional del comercio carnal. Es decir, una persona de profesión carnal de compañía a la que la unidad fraternal conocida como Lincoln podría estar en deuda por motivos financieros.
Las miradas de todas se clavaron en Lisa. El silencio era tan pesado que incluso un alfiler cayendo habría sido ensordecedor.
Todas: *confundidas* ...
Lisa: *rodando los ojos y hablando con más simpleza, aunque aún técnica* Homo sapiens inferiores... estoy diciendo que podría tratarse de una prostituta a la que Lincoln le debe dinero.
La incomodidad en el aire era palpable. Lori se llevó una mano a la cara, Luna reprimió una carcajada, y Lynn Jr. miró a Lisa como si acabara de escuchar la teoría más descabellada del mundo.
Lynn Jr.: *señalando a Lisa* ¡¿Qué clase de tontería estás diciendo?!
Mientras tanto, Leni procesaba lentamente las palabras de su hermana científica. Su rostro pasó de la confusión al shock absoluto. Finalmente, sus ojos se cerraron y, con un leve jadeo, se desmayó sobre su cama.
Lori: *mirando a Leni en el suelo* ¡Lisa! ¡No puedes decir cosas así frente a Leni!
Lisa: *indiferente, anotando en su libreta* No puedo controlar que su capacidad cognitiva reaccione de forma adversa a los escenarios que planteo.
Lori: *frunciendo el ceño* ¿Y por qué Lincoln tendría algo que ver con una prostituta?
Lisa: *encogiéndose de hombros* Mis cálculos sugieren que es una posibilidad estadísticamente improbable, pero no descartable.
Lori: *gritando, frustrada* ¡Basta! señalando a Lana y Lola Ustedes hicieron enojar a Lincoln. *mirando a Lisa* Y tú estás diciendo cosas que solo hacen que todo sea más raro. ¿¡Alguien tiene algo ÚTIL que aportar?!
Lori: *viendo cómo Luan levantaba la mano con sospecha* ¡JURO QUE SI DICES ALGÚN CHISTE TE ROMPERÉ LOS DIENTES!
Luan, con una sonrisa nerviosa, bajó lentamente la mano.
Luan: No, ya en serio, tengo algo bueno. Logré que Lincoln aceptara ayudarme con algo.
De inmediato, todas giraron su atención hacia ella.
Lori: *escéptica* ¿Cómo lo conseguiste?
Luan: Oh, créanme, no fue fácil.
Ayer.
Luan seguía a Lincoln por la sala mientras este bebía tranquilamente su café.
Luan: Lincoln, ¿me ayudas con un cumpleaños?
Lincoln: No.
Luan: *insistiendo* Pero ya me pagaron.
Lincoln: No me interesa.
Luan, desesperada, pensó por un momento antes de lanzar su mejor oferta.
Luan: Te daré... ¿la mitad?
Lincoln pausó por un momento, observándola mientras le daba un largo sorbo a su café, como si estuviera meditando la propuesta con una calma imperturbable. Finalmente, levantó la vista.
Lincoln: Está bien, acepto.
Presente.
Luan: ...
Lori: *cruzada de brazos, impaciente* ¿Nos vas a contar algo útil o solo te quedarás ahí viéndonos con cara de mensa?
Luan: *volviendo en sí* ¡Ah, cierto! Él me ayudará con un acto en una casa. No parece algo muy difícil, y voy a aprovechar la oportunidad para acercarme a él y, bueno... tratar de empezar a arreglar nuestra relación.
Lynn Jr.: *desde su rincón, con los pies sobre la mesa* Nah, no va a funcionar. Lo vas a arruinar con algo estúpido, como siempre.
Lori: *fulminándola con la mirada* ¿Y eso a ti qué? Ni siquiera te importa disculparte con Lincoln. Es más, ¿qué haces aquí, Lynn?
Lynn Jr.: *encogiéndose de hombros, mirando al techo* A veces me siento sola, ¿ok?
Un breve silencio invadió el cuarto.
Lucy: *emergiendo de las sombras con un suspiro lúgubre* No puedo imaginarme por qué.
El grito colectivo fue inmediato.
Todas: ¡AHHH!
Lucy, impasible como siempre, solo suspiró con más fuerza.
Lucy: Qué predecible... suspiró
Lori: *todavía recuperándose del susto* ¿Por qué haces eso, Lucy?
Lucy: *encogiéndose de hombros* Porque el drama de esta familia es más entretenido que los libros de Edgar Allan Poe.
Lisa: *ajustando sus lentes y observando a Luan con escepticismo* Aunque la probabilidad de que esta interacción sea productiva es apenas del 12.47%, es menos imprudente que otras estrategias implementadas.
Luan: *sonriendo con nerviosismo* Uh... gracias, supongo.
Lori: *con determinación* Muy bien, entonces el plan ahora es simple: no hagamos más tonterías, apoyemos a Luan y tratemos de no arruinarlo todo como siempre. ¿Entendido?
Todas asintieron, excepto Lynn, que seguía tirada despreocupadamente.
Lynn Jr.: *riendo para sí misma* Les doy dos días antes de que todo esto explote en sus caras.
Con Lincoln.
El albino caminaba por las calles, jadeando bajo el peso de una enorme mochila lona que contenía todo el equipo de Luan.
Lincoln: *bufando* La próxima vez pediré un aventón. Pero bueno... *mirando el papel con la dirección* creo que el cumpleaños es aquí.
Llegó al lugar señalado, un pequeño salón decorado con luces tenues y cortinas negras. Entró al escenario y empezó a preparar las cosas mientras miraba su reloj.
Lincoln: *molesto, revisando la hora* Luan ya va 15 minutos tarde... ¡15 minutos! ¿Por qué no me sorprende? *suspira* Bueno, supongo que puedo entretener a los niños por mientras.
Con resignación, se colocó el traje de payaso que había traído. Se ajustó la nariz roja y el sombrero ridículo antes de echar un último vistazo al espejo.
Lincoln: *refunfuñando mientras el telón empezaba a abrirse* Esto no puede ser tan difícil...
Cuando las cortinas se separaron, Lincoln sintió un escalofrío. En vez de los niños que había imaginado, frente a él había un grupo de adolescentes emos, todos vestidos de negro, con expresiones de absoluto desinterés.
Lincoln: *pasmado, con una gota de sudor en la frente* ... Empiezo a creer que sí doy mala suerte.
El silencio era tan incómodo que se podía escuchar el tic-tac de un reloj en alguna parte de la sala. Los emos lo observaban como si fuera una anomalía que simplemente no podían procesar.
Emo 1: *cruzado de brazos* ¿Qué es esto?
Emo 2: *mirando a Lincoln con desprecio* ¿Un payaso?
Emo 3: *sarcástica* Qué profundo. ¿El payaso representa la banalidad de la existencia humana?
Lincoln se quedó en blanco, mirándolos con una sonrisa incómoda mientras su cerebro intentaba procesar cómo lidiar con aquello.
Lincoln: *pensando, nervioso* Bien, Lincoln, improvisa... *en voz alta* ¡Uh, hola chicos! ¿Listos para... divertirse?
El grupo de adolescentes soltó un murmullo apenas audible. Uno de ellos se estiró en su asiento y bostezó de forma exagerada.
Emo 4: *monótona* Sí, claro, estamos... extasiados.
Lincoln: *tratando de mantener la compostura* Bien, ¡entonces comencemos con... uh... un truco de magia!
Sacó una baraja de cartas del bolsillo, tratando de recordar el único truco que Luan le había enseñado hace años.
Lincoln: *sacando una carta* Este es un truco muy especial. Ahora, piensa en una carta, cualquier carta...
Emo 1: *sarcástico* Claro, porque nada grita "cumpleaños inolvidable" como un truco de magia amateur.
El grupo estalló en risas apagadas y burlonas. Lincoln apretó los dientes, tratando de no mostrar su frustración.
Lincoln: *pensando* En serio, ¿qué hice para merecer esto?
Minutos antes.
En el jardín de los Rascalov, Maggie, vestida de negro y con un delineado que parecía diseñado para intimidar al sol, estaba cruzada de brazos mientras hablaba con su padre.
Maggie: *mirándolo con desdén* Papá, no lo entiendo... ¿por qué contrataron a un payaso cuando todos mis invitados, incluyéndome, somos emos?
Sr. Rascalov: *riendo nerviosamente* Oh, vamos, hija. Yo sé que aún te gusta la comedia... *bajando la voz* La escuchas a escondidas en tu cuarto, ¿o crees que no te he oído?
Maggie: *mirándolo con más desprecio* Sí, pero comedia negra. Este es un payaso para niños, señalando al escenario uno que probablemente hace globos en forma de perrito y dice cosas como "pipiripao".
El Sr. Rascalov parpadeó, claramente superado por la situación.
Sr. Rascalov: *desviando la mirada* ...Entonces tu mamá no mentía.
Desde las sombras, la Sra. Rascalov apareció como un ninja de la disciplina maternal.
Sra. Rascalov: *con voz helada* Por supuesto que no mentí, pedazo de inútil.
Antes de que pudiera reaccionar, lo tomó de la oreja y lo arrastró hacia la oscuridad, como si se lo estuviera llevando a un juicio del que no volvería.
Sr. Rascalov: *gritando mientras desaparecía* ¡AYUDAAAA!
Maggie rodó los ojos y regresó a su asiento en el jardín, tan apática como siempre, pero con una pizca de curiosidad.
Maggie: Dios, un tonto payaso... Bueno, supongo que al menos será divertido verlo humillado.
Cuando el telón comenzó a abrirse, Maggie miró sin interés, pero sus ojos se abrieron más de lo que quería admitir. Incluso con el maquillaje de payaso, reconoció de inmediato a ese albino dientón.
Maggie: *susurrando, con la voz temblorosa* ...Conejito.
El niño que le devolvió a su conejo perdido años atrás estaba ahí, el mismo que, sin saberlo, se había llevado algo más que su agradecimiento.
Maggie: Papá... *murmurando* ¡Él lo sabía! Este es mi regalo sorpresa...
En ese momento, el Sr. Rascalov regresó al jardín, claramente derrotado, en una silla de ruedas con una expresión de resignación absoluta.
Sr. Rascalov: *con una sonrisa nerviosa, tratando de no hacer contacto visual* ¿Ah sí? Quiero decir... *poniendo más entusiasmo* ¡Sí!
Maggie se levantó de golpe, alarmada.
Maggie: *gritando* ¡Y va a dar un show frente a todos mis conocidos! ¡Oh no, va a ser humillado!
El caos continuó desarrollándose como una bola de nieve en llamas. Maggie trató de pensar en algo para salvar a Lincoln de una inevitable burla colectiva, pero antes de que pudiera actuar, todo lo que temía ya había comenzado.
Presente.
Lincoln estaba en la parte trasera del salón, con la cara aún pintada de payaso, sentado en una esquina. Frente a él, una hamburguesa envuelta en papel grasiento que sostenía con ambas manos como si fuera su única esperanza en un mundo cruel.
Lincoln: *suspirando, mirando al vacío* A esto se ha reducido mi vida. Un payaso rechazado, humillado frente a una sala llena de adolescentes nihilistas.
Le dio un mordisco a la hamburguesa, intentando ahogar su miseria en salsa de tomate y queso procesado.
Desde lejos, Maggie lo observaba en silencio, escondida detrás de una columna. Sus manos temblaban mientras trataba de reunir el valor para acercarse.
Maggie: *pensando, mordiéndose el labio* No puedo dejarlo así... Tengo que hacer algo.
Se acomodó el cabello, se ajustó su chaqueta negra y comenzó a caminar hacia él, con pasos inseguros pero decididos.
Maggie: *hablando para sí misma* Vamos, Maggie... Solo dile algo. Algo que no suene estúpido ni raro.
Al llegar a él, Lincoln levantó la mirada, todavía con un trozo de hamburguesa en la boca. Maggie sintió que su corazón se detenía un segundo, pero tragó su nerviosismo.
Maggie: *tartamudeando un poco* Eh... hola, Conejito.
Lincoln la miró confundido, todavía mascando.
Lincoln: *con la boca llena* ¿Conejito?
Maggie: *enrojeciendo* Estupida
Lincoln: eh?
Maggie: nada
El silencio entre ambos se extendió incómodamente mientras Maggie trataba de encontrar las palabras adecuadas y Lincoln seguía comiendo, demasiado derrotado para cuestionar el momento.
Maggie: *tartamudeando ligeramente* Yo... eh... solo quería decir que... no estuvo tan mal.
Lincoln: *parpadeando* ¿No estuvo tan mal? Dicen que los payasos traen alegría. Aparentemente, yo traigo incomodidad y vergüenza colectiva.
Maggie soltó una risa corta, que intentó disimular de inmediato.
Maggie: *mirándolo con una mezcla de nostalgia y nerviosismo* Mira, no sé si recuerdas, pero... hace años, en el parque... tú... tú encontraste a mi conejo.
Lincoln frunció el ceño, tratando de recordar, pero cuando la imagen de un conejo blanco y una niña llorando vino a su mente, su expresión se suavizó.
Lincoln: *un poco más relajado* ¿Chocolatín?... bueno así le puso mi hermana lana pensando que nos lo quedaríamos
Maggie: *sonriendo con timidez* de echo se llamaba devorador de mundos.
Lincoln: *sonriendo un poco* Vaya, sí que es una coincidencia, Luan lo llamo así bromeando... No pensé que volvería a verte.
Maggie se encogió de hombros, sintiendo que sus mejillas se calentaban.
Maggie: Bueno, el destino tiene un sentido del humor extraño... Aunque parece que hoy no fue tu día.
Lincoln: *riendo suavemente* ¿Hoy? Podríamos hablar de mi año entero.
Hubo un momento de silencio incómodo, pero esta vez no era desagradable. Maggie buscó las palabras correctas para continuar.
Maggie: *tomando aire* Mira, no quiero que pienses que todo fue un desastre. Quizás no todos apreciaron lo que hiciste, pero... yo sí.
Lincoln la miró, sorprendido por su sinceridad.
Lincoln: *con una pequeña sonrisa* Gracias. Creo que necesitaba escuchar eso.
Maggie le devolvió la sonrisa, sintiendo que algo dentro de ella se relajaba.
La puerta del salón se abrió de golpe, haciendo que todos voltearan. Luan apareció jadeando, cargando una enorme caja que parecía más pesada de lo que debería.
Luan: *gritando desde la entrada* ¡Perdón por llegar tarde! ¿Qué me perdí?
Lincoln: *furioso, con la voz cargada de sarcasmo* Oh, nada importante. Solo estoy aquí arruinando la vida de estos chicos góticos al intentar hacer magia para adolescentes que claramente odian la diversión. ¡¿Y AH TODO ESTO, DONDE ESTABAS?!
Luan: *riendo nerviosa* Verás, es una historia graciosa...
Hace una hora
Luan tocaba la puerta de una casa con confianza, sosteniendo su caja de utilería.
Sam: *abriendo la puerta con una ceja levantada* Hola, Luan. Déjame adivinar, estás aquí por lo de tu hermano y su mechón de cabello.
Luan: ¿Le quitaste a mi hermano cabello?
Sam: ...Noooo.
Sam ocultó rápidamente un mechón de cabello blanco detrás de su espalda.
Sam: *nerviosa* pero, ¿qué haces tú aquí?
Luan: Según mi mapa, aquí es la fiesta.
Sam: *mirándola incrédula* ¿Ves alguna fiesta?
Luan: *mostrando un mapa* Pero dice que es aquí...
Sam: ...Luan, ¿sabes que este es un mapa de París?
Luan: *sonriendo con confianza* ¡Obvio que lo sé! ...¿Espera, QUÉ?!
Mientras tanto, en casa de los Loud.
Lori: Oye, Leni, ¿por qué el mapa de Luan estaba en nuestro cuarto?
Leni: Oh, lo cambié por uno de París. El otro era muy aburrido, y este es más bonito.
Todas: ...
Luna: ¡Oh, pero qué imbécil!
Presente.
Lincoln: *cruzado de brazos, frunciendo el ceño* ¿Y eso se supone que es gracioso?
Luan: *sonriendo nerviosa* Bueno, lo fue para Sam.
Maggie, sentada en una esquina, anotaba algo en su libreta con calma.
Maggie: *sin levantar la vista* Sam, te ganaste una enemiga y ni siquiera sé quién eres.
Luan observó al público de adolescentes góticos, luego a Lincoln, que aún estaba vestido como payaso, y finalmente a Maggie, que pasaba su dedo por el cuello en señal de advertencia.
Luan: *tragando saliva y fingiendo una sonrisa* Bueno, al menos no es tan malo como la vez que conté un chiste en un funeral. ¡Déjame encargarme de esto!
Lincoln rodó los ojos, resignado, mientras Luan subía al escenario con su energía característica.
Luan: *dirigiéndose al público* ¡Hola, chicos oscuros y misteriosos! ¿Están listos para el show más deprimente y existencial que jamás hayan visto?
Un par de adolescentes emos se miraron, algo interesados.
emo 3: *cruzando los brazos* Estoy escuchando.
Luan: *guiñándole un ojo a Lincoln* Déjame mostrarte cómo se hace, hermanito.
Lincoln: *en voz baja, resignado* Más te vale salvarme el pellejo, Luan...
Luan: ¿Por qué el espantapájaros consiguió un ascenso? ¡Porque era excepcional en su campo!
Silencio total.
Luan: *sin rendirse* ¿Qué dijo el terapeuta del gato deprimido? "Creo que necesitas un poco más de tiempo para ronronear sobre tus problemas".
Un gótico soltó un pequeño bufido.
Luan: ¡Oh, un avance! Ahora, este es un clásico: ¿Por qué los vampiros no van a la playa? ¡Porque no quieren broncearse demasiado!
Maggie: *desde el fondo, con tono seco* Oye, payasa, ya oímos tus chistes. Ahora escuchemos tu silencio.
El público estalló en risas.
Luan: *ofendida* ¡Oh, ahora resulta que todos son comediantes!
Maggie: Excepto tú.
Las carcajadas aumentaron.
Luan: *bajando del escenario, murmurando* Es oficial, odio a los emos...
Una vez terminado el show
Lincoln se sentó al borde del escenario, exhausto. Maggie se acercó, su presencia menos intimidante esta vez.
Maggie: Realmente me alegra mucho volverte a ver.
Lincoln: A mí también... Creo que necesitaba algo de motivación después de tantos fracasos.
De fondo, se veía a Luan siendo perseguida por sus hermanas, quienes gritaban sobre el mapa de París y haber arruinado el plan
Lincoln: *suspirando* Todos mis intentos por crear algo memorable terminan siendo un desastre, como aquella vez que intentamos lavar dinero en el restaurante de restaurante china.
Flashback
Lincoln y Rusty, vestidos con ropa tradicional china, atendían a dos agentes de hacienda en un restaurante vacío.
Debbie: *leyendo un reporte* Dicen que este restaurante tiene pocos clientes, pero cobran precios absurdos.
Lincoln: *sudando* Tonterías. Aquí todo es transparente. Pueden revisar las facturas.
Debbie: *señalando una factura* ¿Quién pagó $500 dólares por un plato de arroz con pollo Kung Pao?
Lincoln: *improvisando* ¡Es que es un arroz artesanal! El grano es cosechado a mano por monjes budistas en una montaña nevada, luego lo bendicen y lo cocinan bajo la luz de una luna llena...
Randy: Tiene sentido para mí.
Debbie: ¿Y $5 dólares por una botella de agua?
Rusty: ¡Es importada de Japón!
Randy: *levantando una ceja* ¿Nos quieres ver la cara de estúpidos? ¡Japoneses y chinos no se llevan bien! ¡Traigan sus libros de cuentas!
Lincoln: *susurrando* Demonios, Rusty...
Actualidad
Maggie: *riendo* ¿Rusty arruinó todos tus planes?
Lincoln: No... en algunos ni participó.
Maggie sacó un billete y se lo entregó.
Maggie: Por el mal rato.
Lincoln: Maggie... muchas gracias, no sé cómo agradecerte.
Maggie: *sin pensar* Una cena, el martes.
Lincoln: ...Mmmhh, está bien, pero mejor el miércoles.
Maggie: ¿Por qué?
Lincoln: Le prometí a Taylor darle ánimos en su competencia de patear enanos.
Maggie: Taylor... ¿alta, bronceada y musculosa?
Lincoln: Sí, esa misma.
Maggie: *murmurando* Demonios, otra enemiga para mi lista. Y lo peor es que no puedo ganarle físicamente...
Lincoln: *señalando al cielo* Mira, esa nube parece un ornitorrinco.
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¡POR FIIIIIIIIIIIN TERMINE ESTE CAPÍTULO! Y la trilogía de las locas cerró el arco de presentación
agradezco a todos los que me estuvieron chingando con que actualizara sin comentar nada del capítulo anterior
Gracias chicos ojalá nunca se mueran 😀🖕(tampoco fueron tantos)
Pero ahora no haré el siguiente capítulo si este es poco comentado, primer y único aviso
Ahora que lo pienso, ya se cumplió un año desde que regresé a Wattpad y solo puedo decir... Pepino, gracias Neozour por devolverme la inspiración en su día, sin ti sería igual de miserable pero sin este escape 🙃
Para los que son god les quiero mostrar algo
Esta era la anterior pantalla final
Pero ahora que es un echo que habrán 3 locas y no solo la emo chichona decidí crear mi obra maestra
Enserio fue difícil hacerla
Bueno eso fue todo
Chao 😘
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