Guerra Civil Loud
ESTADIO DE ROYAL WOODS – DÍA
El estadio estaba abarrotado, el ambiente lleno de gritos y risas. Lincoln y sus amigos estaban sentados en los podios, completamente equipados con sombreros para beber soda, dedos de espuma gigantes y un cartel hecho a mano que decía: "¡VAMOS, TAYLOR!"
Clyde: *mirando el campo con incredulidad* Aún no puedo creer que esto cuente como deporte.
Lincoln: *encogiéndose de hombros* Lo sé... pero, eh, es Taylor.
Rusty: *frunciendo el ceñoi Lo que yo no puedo creer es que te juntes con una bully que tortura nerds. ¿Recuerdas? ¡Nosotros somos nerds!
Liam: *tranquilo* Nah, no hay de qué preocuparse. Prometió no hacernos nada... ya sabes, por ser amigos de Lincoln.
De repente, la voz de los altavoces interrumpió su conversación.
Pepeveraz: ¡Hola, Royal Woods! Soy Pepeveraz, narrando el gran partido estatal de patear enanos. Aquí está, la campeona de los últimos siete años consecutivos, Taylor Khalifa... jajaja. Y viene con la intención de llevarse El Oro otra vez.
La atención de todos se dirigió al campo. Taylor estaba en posición, su postura fuerte y concentrada, como un depredador acechando a su presa.
Rusty: (*burlón* Tu chica se ve algo blanda, Lincoln.
Lincoln: *confundido y nervioso* ¿Mi qué?
Pepeveraz: *emocionado* ¡Y ahí va! La gran Taylor corre hacia el objetivo, concentrando toda su fuerza en sus piernas. ¡Patea y el enano se va... se va... y... ¡HOME!
El público estalló en aplausos mientras el pequeño enano volaba por los aires, desapareciendo en el horizonte, más allá de la ciudad.
Rusty: *sarcástico, mirando a Lincoln* ...Mi sentido pésame, Lincoln.
Taylor, en medio del campo, recibía las ovaciones del público. Las cámaras y los flashes se centraban en ella mientras le entregaban su medalla de oro. Pero para sorpresa de todos, Taylor apenas prestaba atención al alboroto.
Desde lejos, Lincoln levantó la mano para saludarla, con una sonrisa nerviosa y el cartel de "¡Vamos, Taylor!" sosteniéndose torpemente. Taylor, con el rostro aún rojo por el esfuerzo, devolvió el saludo con una pequeña sonrisa, ignorando a todos los demás.
Liam: *sonriendo* Bueno, parece que eres algo más que su fan número uno, Lincoln.
Lincoln: *ruborizado* ¡Dejen de decir cosas raras, solo somos amigos!
Clyde: *susurrando* Amigos... que ella claramente quiere impresionar.
Mientras los chicos seguían bromeando, Taylor guardó la medalla en su bolsillo, su mirada fija en el albino que había venido a apoyarla.
Pepeveraz: ¡Y así es como Taylor Khalifa se lleva su octavo oro consecutivo! ¿Quién puede detener a esta máquina?
Lincoln, aunque avergonzado, no pudo evitar sentirse orgulloso. Era imposible no admirar la determinación y fuerza de alguien como Taylor... aunque todavía tenía que acostumbrarse a su inusual deporte.
Lincoln se acercó a Taylor mientras ella ajustaba su medalla de oro alrededor del cuello. La emoción del momento aún brillaba en sus ojos, y el albino no pudo evitar expresar lo que pensaba.
Lincoln: Taylor, eres increíble... violenta, pero increíble.
Taylor: *sonriendo* Gracias, Lincoln. Aunque creo que un triunfo como este merece ser celebrado. ¿Qué te parece si me invitas a cenar?
Lincoln: *riendo nerviosamente* ¡Wow, qué coincidencia! Justo mi papá está preparando una cena muy especial este sábado. ¿Te gustaría venir?
Taylor: *sorprendida* ¿Con tu familia?... ¿Estás seguro de eso?
Lincoln: *asintiendo con entusiasmo* ¡Por supuesto! Solo tengo que confirmar que estarás ahí.
Taylor: *con una sonrisa tímida* Pues... sí, me gustaría mucho.
Lincoln: ¡Genial! Entonces te veo el sábado.
Ambos chocaron los cinco con una energía amigable, y Lincoln regresó con sus amigos, que ya lo esperaban con expresiones de sospecha y diversión.
Lincoln: La invité a cenar con mi familia el sábado.
Los chicos se miraron entre sí, hasta que Clyde rompió el silencio.
Clyde: Ehm... ¿no habías invitado ya a Sam?
Lincoln: *rascándose la nuca* Sí... también a Maggie.
Los amigos quedaron en silencio unos segundos, hasta que Rusty explotó en una carcajada.
Rusty: *sarcásticamente* ¡Oh, claro, Lincoln! ¡Porque qué nada podría salir mal!
Lincoln: *defendiéndose* ¿Qué? Quiero que todas mis amigas se conozcan. Así podremos juntarnos todos y hacer planes más seguido.
Rusty: *dándole una palmada en la espalda* Amigo, eres un tonto. Ellas no buscan solo amistad.
Lincoln: *parpadeando* ¿De qué hablas? Bueno, igual tienes razón. No puedo recibirlas en mi casa con la misma ropa de siempre. Necesito algo nuevo. ¡Gracias, chicos, son los mejores!
Antes de que alguien pudiera detenerlo, Lincoln salió corriendo, claramente emocionado por el próximo sábado.
Liam: *mirando a los demás* Esto no va a terminar bien, ¿verdad?
Rusty: *suspirando* No, no va a terminar bien.
Los chicos se quedaron viendo cómo su amigo desaparecía entre la multitud, todos perfectamente conscientes del caos que se avecinaba.
Más tarde en la casa Loud
Era una tarde tranquila en la casa Loud, pero como solía pasar, la tranquilidad no duró mucho. Las hermanas de Lincoln estaban divididas en tres bandos, cada uno apoyando a una candidata para lo que parecía ser la elección más importante de sus vidas: decidir quién era la mejor pareja para Lincoln.
En la sala, se desató el caos.
Lori: ¡Taylor es claramente la mejor opción! Es fuerte, decidida y podría cuidar de Lincoln en cualquier situación.
Lynn Jr.: ¡Exacto! Además, Taylor puede patearle el trasero a cualquiera que se meta con nuestro hermano.
Luna: Y tiene onda. ¿Han visto cómo se lleva con los chicos de la banda? Lincoln necesita a alguien que lo saque de su zona de confort.
Leni: ¡Por favor! Sam es mucho mejor. Ella es amable, considerada y, además, siempre elige colores que combinan con lo que Lincoln usa, sería una perfecta pareja de baile.
...
Lana: leni no nos referíamos a ese tipo de pareja
Leni: oh... bueno sigue siendo la único que conozco así mi voto va para Sam
Luan: ¡Exacto! Además, Sam sabe cómo hacer reír a Lincoln. ¿Han visto cómo se relaja cuando está con ella? Es como si tuviera un imán para su sonrisa.
Lana: Y no olviden que Sam también sabe trabajar duro. No como Taylor, que siempre está lanzando golpes.
Lucy: Ugh... Se cruzó de brazos desde su rincón oscuro. Todos ustedes están equivocados. Maggie es la única opción lógica. Ella entiende el alma oscura y atormentada de Lincoln.
Lisa: Estoy de acuerdo. Su intelecto es superior al promedio y su visión cínica del mundo la hace ideal para alguien como Lincoln, quien necesita un balance entre su optimismo y la realidad.
Lola: Además, Maggie tiene estilo. Sería una pareja sofisticada para Lincoln.
Todos la ven raro pues Lola parecía la última persona en el planeta que diría algo bueno del estilo emo de Maggie
Lola: ¿que? Se reconocer el estilo, que a ella le guste otro tipo de estilo no significa que le quede mal
El ambiente se calentaba. Cada grupo defendía a su candidata con fervor.
LynnJr: ¡Taylor puede hacer 50 flexiones seguidas! ¿Puede Sam hacer eso?
Luan: ¿Y eso qué? Lincoln no necesita una pareja que lo haga sudar, necesita una que lo haga feliz.
Lucy: La felicidad es efímera. Maggie entiende eso. Sam y Taylor son demasiado... emocionales.
Luna: ¡Oye, Maggie es aburrida! Lincoln necesita a alguien con chispa, como Taylor.
Lana: Si por chispa te refieres a alguien que solo sabe gritar y dar golpes, entonces sí, Taylor es perfecta.
El ruido aumentaba con cada intercambio. Finalmente, Lincoln, que había estado escuchando desde la escalera, decidió intervenir. Bajó corriendo y se plantó en medio de la sala.
Lincoln: ¡Basta! *Todos se quedaron en silencio* ¿Por qué están peleando ahora?
Leni: algo de buscarte pareja de baila
Lincoln: Bueno, aprecio eso, pero no necesitan decidir quién es la mejor para mí. Esa es mi decisión. Además... ¡ninguna de ellas sabe siquiera que están compitiendo!... ¿y cuando dije que iba a ir a un baile?
El grupo quedó en silencio. Luego, Luan no pudo contenerse y comenzó a reír.
Luan: ¡Esto es tan ridículo que ni siquiera tengo un chiste para ello!
Lori: Supongo que tienes razón, Linky. Nos emocionamos demasiado.
Lola: Aunque Maggie sigue siendo la mejor.
Lincoln estaba junto a la puerta, ajustándose la correa de una bolsa de lona mientras sus hermanas lo miraban desde el sofá.
Lincoln: En fin, chicas, me voy a hacer cosas sumamente masculinas con mi amigo Clyde. Así que, por favor, no hagan nada estúpido mientras no esté.
Lori: *cruzándose de brazos* Oye, no eres precisamente el hermano mayor para asumir que esta casa es un caos sin ti.
Lincoln: *alzando una ceja* Sin mí los echaron del hotel en una semana.
Las chicas gruñeron, pero no pudieron refutar. Lincoln sonrió victorioso, agarró su bolsa y se dirigió hacia la puerta.
Lincoln: En fin, no hagan locuras.
Con eso, salió de la casa, cerrando la puerta detrás de él. Apenas pasó un segundo antes de que Lori se levantara con determinación.
Lori: Bien, chicas, creo que todas sabemos lo que tenemos que hacer.
Leni: *confundida* ¿No estarán pensando en espiar a las tres chicas para que cada una pueda probar su punto?
Las demás se giraron hacia Leni, sorprendidas por su respuesta.
Lori: *sorprendida* En realidad, iba a decir "comprar chocolate", pero sorprendentemente, Leni tuvo una gran idea.
Luna: *riendo* Eso fue inesperado, pero suena divertido.
Lucy: *emergiendo dramáticamente de las sombras* Espiar... intrigante. Aunque prefiero llamarlo "investigación silenciosa".
Lana: *emocionada* ¡Sí, vamos a hacerlo! Además, me muero por ver cómo se portan esas chicas.
Lynn Jr.: *golpeando su puño contra la palma* Perfecto, podemos averiguar de una vez por todas quién es la mejor opción para Lincoln.
Lisa: *ajustando sus lentes* Esto es un experimento social en toda regla. Deberíamos llevar registro de datos objetivos.
Leni: *levantando la mano* ¿Esto cuenta como hacer algo estúpido?
Lola: *sonriendo maliciosamente* No, Leni, cuenta como hermanas cuidando a su hermano.
Lori: *tomando las riendas* Está decidido. Nos dividiremos en grupos y vigilaremos a Sam, Maggie y Taylor. Al final, compararemos notas y decidiremos quién es la mejor.
Leni: *entusiasmada* ¡Como en esas películas de detectives!
Luna: *sacando su guitarra* Yo puedo poner música de fondo para darle ambiente.
Lori: *deteniéndola* ¡Nada de música, Luna! Esto debe ser sigiloso.
Lucy: *susurrando* Como un susurro en el viento...
Lynn Jr.: *apuntando hacia la puerta* ¡A la misión, hermanas!
Con energía renovada, todas se dispersaron rápidamente, listas para espiar a las chicas de Lincoln sin que él tuviera idea de lo que se traían entre manos.
MAGGIE.
CALLES DE ROYAL WOODS – NOCHE
Lucy, Lisa y Lola caminaban juntas por la acera desierta, con la dirección de un club emo en mente. La noche era densa y silenciosa, con solo la luz de las farolas marcando su camino.
Lucy: Según los datos de Lisa, este es el lugar donde Maggie pasa sus ratos libres. Si nos mantenemos indiferentes, no sospecharán de nosotras. Los emos respetan la apatía.
Lola: Sencillo.
CLUB EMO – INTERIOR
El trío entró al local, y lo que vieron les resultó... desconcertante. El ambiente era sombrío, lleno de gente que permanecía inmóvil y sin expresión. Todos tenían los ojos fijos en el escenario, donde Maggie golpeaba una caja repetidamente, sin razón aparente. Al cabo de unos segundos, cambió de acto: encendía y apagaba una linterna hasta que esta se fundió.
Maggie: ¡Nooooo!
La chica dejó caer la linterna con dramatismo y metió uno de sus brazos en la manga de su suéter, sosteniéndola con la otra mano como si tuviera tres extremidades. Hizo una reverencia exagerada y habló con solemnidad.
Maggie: Muchas gracias.
La audiencia respondió con un coro de chasquidos de dedos, su versión de aplausos. Lisa y Lola intercambiaron miradas de confusión.
Lisa: No entendí nada.
Lola: Yo tampoco.
Lucy suspiró profundamente, cruzándose de brazos como si ya estuviera acostumbrada a este tipo de situaciones.
EMO ALEATORIO: Claro que no entendieron. Seres de pensamiento limitado como ustedes no tienen la capacidad de comprender la profundidad del mensaje.
El emo, con una expresión de superioridad, se ajustó las gafas mientras explicaba con voz afectada:
EMO ALEATORIO: La caja representa al gobierno, y sus golpes simbolizan al pueblo alzándose en un acto de resistencia, un golpe de estado. La linterna es la luz al final del camino, y su grito representa la inevitable frustración de perseguir un sueño en una vida turbulenta. El balanceo de su cuerpo simboliza el precario equilibrio emocional y mental de las mentes creativas, constantemente en conflicto con su entorno.
Lisa: *impresionada* Wow...
EMO ALEATORIO: *con desdén* Así que, por favor, no opinen cuando claramente no entienden.
De repente, la verdadera Maggie subió al escenario, interrumpiendo el ambiente de solemnidad.
Maggie: Hola, disculpen todos. Esa no soy yo. Ella es mi prima gemela, Maribel. Está un poco malita... De niña le dieron thinner en vez de leche por error, y bueno, quedó un poquito... especial.
La Maggie impostora levantó la mano y saludó inocentemente mientras Maggie suspiraba con cansancio.
Maggie: Me encargaron cuidarla, pero se escapó cuando fui al baño. Vamos, Maribel, te voy a enseñar el teorema de Pitágoras. Siempre te hace reír.
Maribel: ¡Sí, Maggie!
La sala quedó en completo silencio, como si la realidad acabara de desmoronar la pomposidad del ambiente. Fue entonces cuando las Loud no pudieron contenerse más y estallaron en carcajadas. Incluso Lucy dejó escapar una risa discreta, algo muy raro en ella.
Los emos, por primera vez, entendieron algo más profundo que cualquier simbolismo forzado: no eran intelectuales de pensamiento superior, sino un grupo de gente mamona
SAM.
Luan, Leni y Lana entraron a la tienda de música donde Sam trabajaba. Las estanterías estaban llenas de discos de vinilo, posters de bandas icónicas y una luz tenue que daba un toque vintage al lugar.
Luan: Ja, mira nada más. Ella sí tiene trabajo. No como Taylor y Maggie. Sam es perfecta para Lincoln.
Lana: Necesitamos más que eso.
Luan: ¿Y qué sugieres que haga? ¿Mandar a Leni y poner en riesgo el plan?
Lana: *señalando hacia el mostrador* No hace falta. Ella solita ya lo hizo.
Luan y Lana miraron cómo Leni ya estaba conversando con Sam, quien parecía ligeramente confundida.
Sam: Hola, Leni. ¿Qué te trae por aquí?
Leni: *guiñando un ojo hacia Luan y Lana* Para nada es algún plan de espionaje.
Sam: *parpadeando* ... ¿Ok? Entonces... ¿qué necesitas?
Leni: No lo sé. ¿Qué vendes en esta tienda de música llena de discos de vinilo?
Sam respiró profundamente, intentando encontrar paciencia.
Sam: Leni, ¿no crees que a veces eres algo... distraída?
Leni: ¿Quién?
Sam: ... Tú.
Leni: ¿Yo qué?
Sam cerró los ojos un momento, resignada, y decidió cambiar de enfoque.
Sam: Olvídalo. Tal vez pueda recomendarte algo que te guste. Por tu actitud alegre y tu gusto por la moda... creo que este disco sería perfecto para ti.
Sam sacó un vinilo de ABBA – Gold: Greatest Hits y lo colocó en las manos de Leni.
Leni: ¡Wow, Sam! No sabía que me conocieras tan bien.
Sam: *algo nerviosa, pero con una sonrisa* Bueno, trabajo aquí, es mi trabajo entender lo que le gusta a la gente...*murmura más bajo* Y puede que esté haciendo puntos con mis futuras cuñadas.
Leni: ¿Qué dijiste?
Sam: *palideciendo* ¡Nada! No dije nada.
Leni: *con cara de confusión* Oh, entonces estoy oyendo voces de nuevo... Uf, ¡qué alivio! Pensé que era algo raro.
Desde lejos, Luan y Lana observaban la interacción mientras intentaban no reírse.
Luan: ¿Futuras cuñadas? ¡Esto es perfecto! Sam ya tiene un pie en la puerta, y ni siquiera sabe que está siendo investigada.
Lana: *riendo* Leni ni se da cuenta de que acaba de delatar nuestro plan... Aunque pensándolo bien, creo que ella no sabe que tenemos un plan.
Luan: *entusiasmada* ¡Es justo lo que necesitábamos! Ahora solo falta que Lincoln no meta la pata como siempre.
Lana: *con una sonrisa escéptica* ¿Y cuándo ha pasado eso?.
Luan:...
Lana:... ¿que pregunta tan tonta verdad?
TAYLOR.
Lynn Jr., Lori y Luna caminaban hasta detenerse frente a un club clandestino que emitía un leve murmullo de música y gritos desde el interior.
Lori: ¿Estás segura de que aquí trabaja Taylor?
Lynn Jr: Bueno, 'trabajar' es una palabra muy grande, pero... supongo que sí.
De repente, alguien salió disparado por la ventana, aterrizando en la acera con un quejido.
Luna: ¿Y si mejor mentimos y decimos que no la encontramos?
Lynn Jr: ¿En serio tienen miedo?
Luna: Sí.
Lori: Voy a gritar como gallina si hace falta.
Lynn Jr: *rodando los ojos* Oh, por favor... Solo quédense cerca de mí y no les pasará nada.
Las tres avanzaron hasta ser interceptadas por un guardia musculoso que las miró de arriba abajo.
Guardia: Hola, Lynn. ¿Vienes con amigas?
Lynn Jr: Son mis hermanas. Vine a presentarles a Taylor.
Guardia: Ya sabes cómo funciona aquí. *Estira la mano*
Lynn Jr: Lori, dame 100 dólares.
Lori: ¿Por qué tanto?
Lynn Jr: Tú confía en mí.
Lori, con una expresión de duda, sacó un billete y se lo entregó a Lynn, quien a su vez se lo dio al guardia. Este asintió y les abrió la puerta.
El interior del lugar era un bar clandestino lleno de personas gritando alrededor de una competencia. Una máquina para medir la fuerza era el centro de atención.
Lori: ¿Nos explicas qué está pasando aquí?
Lynn Jr: Hacen competencias y apuestas todos los días. Es obligatorio apostar. Tranquila, aposté por Taylor.
Lori: Eso no me hace sentir mejor.
Frente a la máquina de fuerza, Taylor y Anderson estaban compitiendo. Anderson lanzó un puñetazo, logrando un puntaje de 85.
Anderson: Supera eso.
Taylor: *arqueando una ceja* ¿Me estás retando?
Taylor se tronó el cuello, el sonido resonando por todo el lugar, y luego dio un cabezazo a la máquina, sacando un perfecto 100.
Anderson: ¡Oye! Las reglas no dicen que se puede usar la cabeza.
Taylor: *encogiéndose de hombros* Tampoco dicen que no se puede.
Frustrado, Anderson intentó patear la máquina, pero terminó resbalándose y cayendo de espaldas. Para empeorar las cosas, la máquina se inclinó y cayó encima de él.
Taylor comenzó a reír a carcajadas, mientras el público hacía lo mismo. Las hermanas Loud observaban desde una mesa cercana.
Lori: Una chica que no se deja intimidar por un hombre. Me gusta.
Luna: ¡Mira esos brazos!
Lori y Lynn la miraron con extrañeza.
Luna: ¿Qué? Soy bisexual. Tengo derecho a apreciar lo atractivo sin importar el género.
Ambas se encogieron de hombros y regresaron su atención a la competencia. Ahora, Taylor y Anderson estaban en una partida de vencidas. Taylor, algo mareada por el cabezazo, parecía estar perdiendo.
Lynn Jr: *gritando* ¡VUELVE A CASA CON TU ALBINA!
Taylor, enfurecida, torció el brazo de Anderson con fuerza, ganando la partida. Se levantó furiosa, buscando con la mirada.
Taylor: ¿Quién dijo eso? ¡Voy a arrancarle la cabeza!
Lynn Jr: *alzando la mano* Fui yo. Hazlo, arráncame la cabeza.
Taylor: *relajándose al verla* Oh, eras tú, Lynn. Entonces vete al diablo.
Lori: Espera, ¿ya la conocías?
Lynn Jr: Conozco a todas las deportistas.
El camarero llegó a su mesa con una charola llena de billetes.
Lynn Jr: Y triplicamos lo que apostamos.
Le entregó a Lori sus 100 dólares de vuelta y se quedó con los otros 200. Pero antes de que pudiera guardarlos, Lori los tomó también.
Lori: Oh no. Apostamos mi dinero. Las ganancias son mías, y las usaré para comprarle a Lincoln una cama nueva.
Luna: A todo esto... me pregunto qué estará haciendo ahora.
Mientras tanto, en otro lugar, Lincoln y Clyde estaban sentados en una cafetería.
Lincoln: ¿Ves? Te dije que entenderías mi punto de vista.
Clyde: No volvería a hacer esto, pero debo admitir que los halagos me suben la moral.
Lincoln: *mirando a alguien que pasaba* ¡Wow! ¿Ya viste qué zapatos tan feos trae?
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Esta vez no me tarde meses así que apreciaría que ¡DEJEN DE PREGUNTAR!
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