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Familia

Shinazuwagua y Kocho veían con furia a la pareja que estaba impidiéndoles llevarse a sus respectivos hermanos.

-Tio - Kyojuro se acercó y vio con sorpresa al hermano menor de su padre.

-No vuelvas a llamarme así, tú no eres nada para mí -

-Por favor escúchame - suplicó el alfa rubio.

-Escuchar que? El como abusaste de un Omega que perdono a un cachorro que durante casi tres años no ha probado sangre humana, como humillaste y denigraste a un Omega solo por ser callado - el olor a granadas se extendía por el mercado y varios de los mercaderes estaban asustados, conocían al Omega y sabía que no era buena idea hacerlo enojar.

-Él se lo busco, después de todo solo era una ramera - dijo Kocho.

Al instante un puñetazo la hizo caer, el Rengoku le había golpeado y no era para menos su fuerza y velocidad, había sido Tsuguko de su padre cuando era un cazador, antes de que lo desterraran.

-Mi hermano ordenó que nadie que sea miembro de la cofradía podía acercarse a este pueblo -

-Por favor... Déjame hablar con padre -

-Ja, jamás abogare por un inútil como tú - gruñó viendo de manera despectiva a su anterior sobrino.

-Niños, vamos a casa - pidió amablemente el pelinegro tomando las bolsas que tenía Genya.

Cuando se fueron Sanemi y Shinobu se acercaron a Kyojuro.

-Quien es él?-

-Es mi tío, él hermano menor de mi padre... Fue expulsado de la cofradía mucho antes de que yo naciera, por perdonar a un demonio - el rubio bajo la cabeza, sabía esta historia y el daño que le había hecho a su familia, y él le hizo el mismo daño a un inocente Omega que solo seguía sus instintos.

En la mansión Rengoku se encontraba un Omega rubio con mechones rojos refunfuñando sobre los alfas idiotas que solo servían para lastimar a los Omegas.

-Y ahora que hiciste?- Shinjuro se sentó en los cojines de la sala viendo a su cuñado.

-Yo? nada, fue culpa de esos cazadores-

-Que cazadores?- preguntó Senjuro preocupado.

-Kyojuro y un tipo que parece perro con rabia y una beta enana - 

-Shinazugawa y Shinobu - dice tímidamente Kanao. 

-Que hacían aquí?-

-Los lastimaron?- 

-Les dijeron algo?-

-Dijo que ya tenía una prometida para mi - Genya bajo la mirada con temor a que Shinjuro se molestara.

-Que? -

-Él no sabe que soy Omega... O al menos no lo sabía -

-Creo que ahora lo sabe por mi culpa - dijo con preocupación el alfa pelinegro que mantenía en sus brazos a su omega.

-Idiota, por eso no te quería en mi familia - el Rengoku mayor le dio un golpe en la cabeza.

-Oye que me lo dejas más tonto - se quejó el Omega bicolor.

-Keroju - se quejó el alfa haciendole cosquillas al menor.

-Ryosuke, amor no seas malo -

-Dejalo - ordenó Shinjuro, aceptaba que el chico era bueno para su hermanito, incluso renunció a la cofradía cuando su hermano fue exiliado de esta, pero no le gustaba que estuvieran tan acaramelados en su presencia.

-Lo siento Shinjuro -

-Y como se llama mi sobrino?-

-Kaito - Responde Aoi.

-Es un lindo nombre -

-Mamá dice que le gustó por su relación con el agua, quizá podamos enseñarle a usar la respiración del agua cuando crezca -

-No será parte de la cofradía, solo ese mocoso lo sigue siendo por que olvida que ya no es miembro legal de esta - el patriarca Rengoku suspira con resignación.

-Muichiro sigue asistiendo a las reuniones?- pregunta Zenitsu mientras sirve el té.

-Si, Amane-Sama me ha informado que suele ir a varias de estas -

-No tendríamos que preocuparnos por el niño?- Keroju pregunta mientras come las galletas que Zenitsu había orneado.

-Es un pilar, es beta y por más que le expliquemos que ya no es un cazador no entiende - Shinjuro había hablado con el niño varias veces, Tomioka también lo había hecho con frecuencia, pero siempre lo olvidaba.

Una hora después Senjuro los llamo para almorzar y todos juntos comieron entre risas y anécdotas, a lo largo de los meses Nezuko había empezado a tolerar los dulces y estaba más despierta, ayudaba dentro de la casa en lo que podía y aún mantenía su bambú en la boca.

-Creen que ellos vengan?-

Mientras recogían los platos Genya dejo salir la duda que tenía desde que vio a su hermano en el mercado.

-No lo creo... Y si lo hacen se enfrentarán a nosotros - dice Ryosuke.

-Así es - apoya Inosuke.

-Puede que ellos sean pilares, pero nosotros también somos cazadores y somos fuertes - Tanjiro le sonríe de manera consoladora al pelinegro.

-Legalmente no pueden hacer nada, ya están inscritos como mi manada en el departamento judicial - Shinjuro toma sake directo de la botella ante el dolor de cabeza que se avecinaba.

-Desde cuando?- preguntan todos atónitos.

-Unas semanas después de que llegaron, tuve una reunión con los señores feudales de la región y los anoté -

-Además, conozco a alguien que me haría el favor de desaparecer a un par de mariposas molestas y un perro sarnoso - pensó Senjuro, debía proteger a su familia y sabía que a cierto sujeto le encantaba asesinar pilares y con gusto lo haría por unos cuantos mimos o besos, incluso haría una excepción por las Kocho y la loca.

Al anochecer todos se fueron a dormir, Senjuro espero hasta estar seguro que nadie estaba despierto para cubrirse con una capa y salir de la residencia, camino hasta un callejón donde un alfa lo esperaba.

-Creí que no vendrías -

-Lo siento, he tenido complicaciones y... Hoy nació mi hermanito -

El desconocido lo toma de la cintura y lo besa con suavidad, el rubio responde el beso colgándose del cuello del mayor.

-Tendré una misión dentro de unos días, no podré venir a verte -

-Entiendo, por favor cuídate -

-Lo haré, en cuanto termine vendré... Quiero pedir permiso para cortejarte -

-No creo que sea conveniente, a penas nos conocemos -

-Y quiero conocerte más, quiero encontrar la manera de mantenerte siempre conmigo... Sin que sufras -

-La señorita Tamayo está haciendo un antídoto, puedo conseguir un poco para ti -

-Primero debo alejarme de él -

-Ten cuidado, no quiero perderte... Alfa, por favor regresa con vida - suplica Senjuro.

-Lo haré, regresaré y podremos hablar con esa mujer -

Dándole un beso de despedida, dejo al Omega en la puerta de su casa, esperando en las sombras hasta que entró a la residencia Rengoku.

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