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Capítulo 64: El trato se renueva

Pov. Normal

— Señorita Dupain... Adrien Agreste acaba de llegar— decía la secretaria de la chica desde la puerta.

— Ya era hora, por favor encárgate de que nadie nos interrumpa— la peliazul se levantó de su asiento y salió de la oficina.— Hoy tengo un nuevo trato para el jefe.

La otra chica no sabía de lo que su jefa hablaba, solo se limitaba a seguirla y esperar cualquier orden de Marinette. La oficina de Adrien estaba justo frente a ella, miró a la chica y esta se asustó.

— No te quiero pegada a la puerta, pero si ves que alguien se acerca debes alejarlo a toda costa.

— Sí señorita—.

Una vez que acomodó la ropa que llevaba puesta decidió entrar a la oficina de Adrien.

— Hasta que apareces por aquí, desde esa vez nadie te ha visto y no sabes las innumerables preguntas que esos estúpidos viejos me han hecho.

— No te preocupes, no estaba con Nathaniel si es lo que querías saber.

— No estabas con él... ¿Quieres que me trague ese cuento estúpido?— dijo de mal humor.

— Mira Marinette no tengo porqué darte explicaciones a ti. Si estoy con él no hay nada de malo porque tenemos una relación de hace años— el rubio se levantó de su escritorio.— Por favor, vete. Lo que menos quiero es hablar contigo.

— No— contestó segura poniéndose frente a Adrien.— Ya estoy cansada de tu estúpido trato, no puedo soportarlo más.

— Bien, entonces terminamos y ya. Iré por un café, no quiero estar más cerca de ti.

— No me estás entendiendo Adrien...

El chico se detuvo antes de abrir la puerta.

— Quiero que de ahora en adelante me trates como me lo merezco, quiero que me trates como cualquier chico trataría a su novia— Adrien comenzó a reír, se acercó a la chica y con ambas manos tomó su rostro para después acercarse a su oído.

— ¿Así está bien...?— susurró.

— Estoy hablando en serio Agreste.

— ¿Algo más que quiera la señorita?— dijo acercándose de nuevo a la puerta para irse.

— Solo eso...— el chico seguía riéndose, pero no lo haría por mucho tiempo.

— Lo anotaré en mi lista de pendientes, ahora sí me disculpas tengo que irme.

— Adelante, vete... Pero debes estar al pendiente de las noticias, tu foto será viral— con tan solo escuchar eso al chico se le erizó la piel, volteó a ver a Marinette quien estaba sonriendo triunfante.

— ¿Qué dijiste?— la peliazul no respondió, solo sacó su celular y le mostró aquella foto que había tomado. Adrien al verla recordó ese día, sabía que había visto un flash, no era una ilusión como él creía.— Tú... Me seguiste ese día.

— Tal vez— rió.— Estuve buscando por mucho tiempo una oportunidad como esta y cuando se presentó no pude desaprovecharla.

— Eres una...— se abalanzó contra la chica para intentar quitarle el celular, pero esta fue más astuta y se movió antes.

— ¿Aún no entiendes tu nueva posición? Aunque borres esta foto de mi celular yo ya la tengo guardada en muchos lados, lista para enviarla y que todos sepan tu secreto.

— ¡¿Por qué haces esto?!

— ¡Porque te amo! Y no puedo soportar que ese imbécil este a lado tuyo— gritó.— Lo quise hacer por las buenas Adrien, que te dieras cuenta que soy mejor opción que Nathaniel— comenzó a acercarse a él y pasar su mano por el pecho del más alto.— Te intenté seducir muchas veces, pero tú solo lo querías a él y nunca me diste la oportunidad de demostrarte que soy mejor que Nathaniel en la cama.

— Basta Marinette, esto es una maldita broma. Sé que no lo harás...

Antes de que la chica pudiera contestar entró su secretaria, a la que le había dicho que nadie interrumpiera.

— Lo lamento señorita Dupain, las telas han llegado y necesitan que las revise para empezar a trabajar en sus diseños. Sé que me dijo que no entrara, pero creí que esto era importante...

— Está bien, voy en seguida— la chica asintió.— Por cierto, reúne a toda la junta directiva y diles que necesito enseñarles algo muy importante— Adrien la volteó a ver asustado.

— Sí, lo haré— y volvieron a quedar solos.

— Bien Adrien, entonces nos vemos en esa junta para que les expliques lo que estás haciendo en la foto— Marinette sonrió antes de dirigirse a la puerta.

— Espera...— se detuvo y el rubio caminó hacia ella. La miró por unos segundos y después sin aviso alguno la besó. Marinette posó sus manos en el cuello del rubio y correspondió al beso, había triunfado.— Lo haré, solo... No digas nada sobre esa foto.

— No lo diré amor, mientras tú te portes bien conmigo esa foto no saldrá a la luz— dijo bastante contenta.— Ahora me tengo que ir y no te preocupes le diré que la junta se cancela.

Adrien asintió, ahora estaba bajo el control de Marinette... Su reputación, su carrera dependían de ella.

Estaba bastante molesto, quería matar a Marinette.

— ¡Maldita sea!— tiró todo lo que había en su escritorio en un ataque frenético. El ruido había alertado a todos los que se encontraban detrás de esas paredes, pero nadie se atrevía a averiguar qué es lo que sucedía.— Es una maldita perra...

Adrien no podía soportar la idea de ser controlado por la chica, pero lo que el chico no sabía es que él mismo tenía la llave para liberarse de ella, era tan fácil acabar con todo esto si tan solo el miedo al rechazo no lo asustara.

El día fue pésimo para él, no quería saber nada de la empresa. Lo único que el chico quería era a Nathaniel, aunque no sabía si era correcto ir con él en estos momentos.

Salió de su oficina aún furioso y lo estaría más al ver a Marinette de nuevo en la puerta del ascensor.

— Estaba a punto de ir a buscarte— dijo ella.

— ¿Para qué?— el tono no le gustó para nada a la chica.

— Para que vayamos a tu casa— el rubio la miró y antes de decir algo Marinette habló— sé que la idea no te parece, pero sabes que no tienes de otra mi amor— se acercó a él con una sonrisa y le dió un beso en una de sus mejillas.— Vámonos.

El camino fue muy duro para Agreste, no podía soportar estar cerca de la chica. Creía que todo esto se iba a acabar una vez que llegaran a su casa y estaba bastante equivocado, porque el infierno que Marinette le tenía preparado a penas comenzaba.

Cuando estaban en las puertas de la mansión Adrien decidió decirle a la peliazul lo que quería hacer.

— Hoy Nathaniel vendrá, así que no te vas a quedar mucho tiempo porque quiero estar con él—.

— Bien, ¿A qué hora va a venir?

— Tengo pensado a las 8, aún falta una hora y media. Voy a avisarle— el rubio se dirigió a su cuarto para hablar con Nathaniel, obviamente el chico aceptó ir a la casa de su novio después de que terminara su trabajo.

Ahora lo que Adrien quería era relajarse, no quería pensar en Marinette, en la jugada sucia que le había hecho. Vería a su novio y con eso se sentiría mejor.

Mientras tanto Marinette se encargó de asegurarse que Adrien invitara a Nathaniel, claro que no estaba de acuerdo en que ese pelirrojo entrara a la casa. Pero después de analizar muy bien la situación llegó a la conclusión de que esa pequeña visita podría ayudarla a crear una fractura más grande entre ellos, solo tenía que enviar un mensaje y todo estaría listo...

¡Hola Nath! A Adrien se le acabó su pila y me dijo que te avisara que mejor llegaras a las 7:30

Oh... Está bien, no hay problema. A esa hora estaré ahí, gracias Marinette.

La chica estaba impaciente, no podía esperar a que el reloj marcara la hora que tanto deseaba. Paseaba de un lugar a otro esperando a que el tiempo se consumiera, una vez que el reloj marcó que faltaban 15 minutos antes de las 7:30 subió al baño y se miró al espejo.

— No puedes fallar Marinette, esta es una gran oportunidad para ti y tienes que aprovecharla. Nathaniel quedará devastado...— rió y salió del baño para dirigirse a la habitación de Adrien.

Al llegar al cuarto se encontró con el rubio descansando sobre su cama. Ella se acercó sigilosamente y para su suerte el chico no despertó.

Tomó asiento a un lado de él y se acercó para besarlo, su sorpresa fue enorme cuando Adrien le correspondió ese beso y sin dudar ni un minuto más se posó encima de él.

Adrien aún un poco adormilado no podía asimilar lo que estaba pasando hasta que comenzó a despertar y vió que estaba besando a Marinette.

— ¡¿Qué estás haciendo?!—.

— ¿Acaso no te gusta?— dijo tratando de seducirlo, mientras desabrochaba los botones de su camisa pero Adrien la detuvo.

— No— quiso apartarla.

— Parece que aún no te queda claro tu nueva posición Adrien— la mano de Marinette paseaba por todo el pecho del rubio.— Si no haces lo que te diga esa foto será el centro de atención de todo París, más bien será el centro de atención de todo el mundo— el chico desvió la mirada, no tenía nada más que decir. No tenía como defenderse, se encontraba vulnerable ante la peliazul.

La chica tomó levemente su rostro y lo dirigió a ella para poder besarlo de nuevo, Adrien solo cerró los ojos y le correspondió el beso pues no tenía de otra. Marinette volvió a la tarea de desabrochar la camisa de Adrien, después de terminar con esta fue quitándose la blusa que traía y quedó solo con su brassier.

Observó el cuerpo del rubio, ella realmente estaba disfrutando ese momento jamás había llegado tan lejos y no podía creer que esto estaba sucediendo. De nuevo buscó los labios del rubio y con sus manos recorría el pecho del chico hasta llegar a sus pantalones.

Cuando Adrien sintió las manos de Marinette ahí se exaltó.

— Espera... No puedo hacerlo, Nathaniel está a punto de llegar y...

— Shhh... A penas son las 7:30, no te preocupes él no llegará— Marinette besó el cuello del chico y así comenzó bajando.

Adrien no aguantó más y quitó a Marinette de encima.

— No puedo hacerle esto a Nathaniel...

El plan de Marinette podría arruinarse si Nathaniel llegaba en ese momento, tenía que convencer al rubio o todo acabaría ahí.

— No tienes opción, además no es tan malo— tomó el cuello del rubio mientras ella se iba recostando.— Te prometo que esto te va a gustar más que cuando estás con él.

Para provocar más al rubio se quitó la falda que tenía quedando solo en ropa interior.

— Tienes que hacerlo o esa foto será publicada— ya no quería escuchar más a la chica, así que solo se limitó a cumplirle lo que quería.

7:40 pm

El pelirrojo iba llegando a la mansión de su novio, estaba a punto de tocar el timbre pero no fue necesario ya que Nathalie acababa de llegar.

— Nathaniel, que sorpresa tenerte aquí.

— Hola Nathalie, Adrien me dijo que podía venir— contestó.

— Me alegra que se hayan reconciliado, Adrien estuvo muy mal los meses que no habló contigo.

— Oh...— Nathalie sacó las llaves para poder entrar, cuando abrió le cedió el paso al pelirrojo y juntos caminaron hasta la puerta.

— Adrien debe estar en su habitación descansando— dijo mientras abría la puerta.

— Gracias Nathalie.

— De nada, cualquier cosa que necesiten estaré aquí— Nathaniel le sonrió amablemente y pasó a la casa sin saber lo que le esperaba en aquella habitación.

Comenzó a subir las escaleras con bastante entusiasmo, hace mucho que no iba a la casa del rubio y el que Adrien lo haya invitado lo hacía simplemente feliz. El cuarto del chico estaba a pocos pasos de las escaleras, Nathaniel podía ver el interior del cuarto puesto que la puerta no estaba cerrada, pero aún no podía ver la cama.

Cuando estuvo a punto de correr al cuarto para entrar escuchó algo que lo dejó desconcertado, así que se acercó lentamente hasta la puerta para observar que era lo que ocurría allá adentro.

No podía creerlo o más bien no quería creerlo, quería que todo eso fuera una simple ilusión que su tonto cerebro creaba. Pero todo estaba claro... Adrien estaba en esa cama con Marinette, él se quitó la camisa y después de hacerlo besó a la peliazul al mismo tiempo que posaba una de sus manos en la cintura de la chica.

Ella estaba tocando a su novio y eso no era lo peor... Adrien hacía lo mismo que cuando estaba con él.

Pensó en entrar y pedirle una explicación al rubio de la situación, pero sabía que no iba a contener sus lágrimas y no quería que lo vieran llorar, en especial Marinette, así que solo dió la vuelta para irse lo más rápido de ahí.

En tan solo unos segundos las mejillas de Nathaniel se cubrieron de lágrimas, no podía detenerlas. Antes de salir de ahí tuvo que encontrarse a Nathalie desgraciadamente. Ella lo miró asustada y rápidamente se acercó para saber porqué Nathaniel se encontraba de esa forma.

— ¿Qué pasó? ¿Estás bien?— el chico obviamente no respondía.— Nathaniel habla por favor.

— N-no es nada... No debí venir aquí.

Nathalie no podía entender nada y de repente el celular del chico sonó, pero él no contestó.

— Dime qué pasó— seguía insistiendo.

— Yo, necesito irme de aquí. Lo lamento Nathalie— su celular volvió a sonar.

— Debes contestar... Tal vez sea algo importante— el chico vio el celular y era el teléfono de su casa.— Tienes que relajarte, no quieres que tu madre te escuche así.

— Contestaré afuera, ahora solo quiero salir de aquí.

Sin decir nada más se dirigió a la puerta, una vez estando fuera marcó a su casa para saber porqué tanta insistencia.

— Mamá...— dijo cuando le contestaron la llamada y lo que escuchó solo lo hizo estremecerse más, el llanto de su madre era incontrolable.— Mamá... ¿Está todo bien?— al parecer no podía decir ni siquiera una sola palabra.— Mamá, por favor responde... ¡Mamá!— lo único que la señora Kurtzberg pudo pronunciar fue suficientemente claro para que Nathaniel entendiera la razón por la cual su mamá estaba en ese estado.— Papá...

Mmm... Sé que les dije que ya iba a actualizar más rápido y créanme que lo estaba intentando, cuando subí el último capítulo ya estaba finalizando este pero vinieron cosas demasiado fuertes para mí que acabaron por dejarme sin ganas de nada. Hace poco recibí una de las peores noticias, algo que realmente no se lo deseo a nadie por nada del mundo... Mi amigo con el que llevaba 5 años en una amistad grandiosa falleció y no pude despedirme de él, ni siquiera me enteré sino hasta que fue su cumpleaños. También me encontré con alguien de mi pasado que fue muy importante para mí, pero a la vez me hizo mucho daño y eso terminó por hacerme caer, quería contarles porque de cierta manera me desahogo un poco.

Lo importante es que ya estoy aquí, mi cumpleaños fue hace 5 días y ese día gracias a unas personas maravillosas pude levantarme y escribir de nuevo.

Espero que hayan disfrutado este capítulo y ojalá, ojalá pueda actualizar más rápido. Los amo ♥️

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