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Capítulo 61: A tu lado todo es mágico


Pov. Normal

El novio se encontraba riendo con su mejor amigo hasta que llegó Alya demasiado furiosa.

— Amor, ¿Qué sucede?— preguntó Nino confundido por la actitud de su esposa.

— ¡Eso es lo que pasa!— tanto Adrien como Nino miraron al lugar previamente señalado por la chica para encontrarse con Nathaniel y su hermosa pareja.

Ambos tuvieron la misma reacción que las chicas y no solo los cuatro, todas las miradas estaban dirigidas a ellos dos.

— ¿Esa es Chloe?— preguntó Nino y Alya solo asintió.— Wow, ella se ve muy...

— Ni se te ocurra terminar la frase porque te quedas sin esposa el mismo día de tu boda— Nino calló ante las palabras de su chica.

— Hermoso...— fue Adrien quien terminó la frase sin notar que lo había dicho en voz alta y cuando se dió cuenta de su error trató de corregirlo rápidamente.— Ah, quiero decir hermosa... Chloe se ve muy hermosa hoy.

— Iré por algo para tomar, esto no puede estar pasando— la novia salió de ahí aún enojada y algo arrepentida de haberle hecho caso a su mejor amiga.

A lo lejos Marinette llevaba a Nathaniel y Chloe a su mesa, la cara de la rubia era de satisfacción. Nada le agradaba más que ver a esas dos chicas fastidiadas por su presencia.

— Aquí pueden sentarse— dijo la peliazul de mala gana. Nathaniel ayudó a Chloe a sentarse y antes de que Marinette se fuera la alcanzó.

— Mari... Eh, quería preguntarte algo.

— ¿Qué?— volteó a verlo.

— ¿Dónde está Adrien?— Marinette intentó contener sus celos, no quería arruinar su plan.

— No lo sé, debe de estar con Nino— fue lo único que dijo y se fue.

Nathaniel regresó con Chloe y se sentó.

— Lo lamento Chloe— dijo cabizbajo el pelirrojo.

— ¿Por qué te disculpas?—.

— Debí decirte que la boda era de Alya y que iba a estar Marinette.

— ¿Y qué tiene que estén ellas? Aún así sigo brillando más que esas dos juntas y acabo de comprobarlo— miró alrededor dónde varios aún no quitaban su vista de encima.

— Bueno, no cabe duda que hoy tengo mucha suerte en tenerte como mi acompañante... Te ves muy hermosa Chloe.

— Hola Nathaniel— se escuchó atrás de él, era Nino y atrás del chico venía Adrien.

— Ah Nino, eh...— se levantó de la mesa para felicitarlo.— Tal vez nunca cruzamos palabras en la escuela, de hecho me sorprende que Alya me haya invitado. Pero en verdad me alegro de que ustedes sean muy felices—.

— Gracias hermano— el chico abrazó alegremente al pelirrojo y así al fin Nathaniel se dió cuenta de la presencia de su novio. Después de saludar a Nathaniel Nino fue con Chloe que apesar de odiar a Alya fue muy diferente con el chico.

— Hola— dijo el rubio con una sonrisa en su rostro. Una sonrisa que decía mil cosas y cualquiera que los viera sabría su secreto.— Pensé que no ibas a venir...

Nathaniel iba a contestar pero Chloe los interrumpió.

— ¡Nath! Vamos, quiero una de esas— señaló una pequeña mesa donde había miles de postres, macarons, una máquina de chocolate y banderillas de fresas para hundirlas en el chocolate.— Oh... Hola Adrien.

— Hola Chloe— saludó amablemente.

— Lo lamento, tengo que irme— Adrien solo asintió y vio como el pelirrojo llevaba de la mano a Chloe.

Chloe estaba fascinada con cada cosa que veía en la mesa, quería probar cada uno de los postres que se encontraban ahí.

— Dios mío, no sé por cuál empezar— decía fascinada y Nathaniel solo se limitaba a observarla con una gran sonrisa.

— El que sea es bueno— dijo él. La chica aún indecisa miraba por todos lados hasta que tomó una banderilla de fresa. La acercó al chocolate y se la llevó a la boca, después de unos segundos sus ojos se iluminaron.

— ¡Esto es demasiado bueno!— siguió comiendo hasta que no quedó ni una fresa y no dudó en agarrar otra y otra y otra, hasta que Nathaniel perdió la cuenta.

— Eh... Chloe ¿No crees que deberías dejar para los demás? Aún no sirven la comida y te vas a llenar— la rubia lo miró con sus mejillas llenas por las fresas que se había metido a la boca, lentamente las pasó— Tienes chocolate... Espera— buscó una servilleta y se acercó a Chloe, a diferencia de cuando eran todavía adolescentes Nathaniel ya estaba más alto que la rubia, lentamente acercó la servilleta al rostro de la chica y con suma delicadeza limpió el chocolate de su cara.

Estaban tan cerca que Chloe podía sentir la respiración del chico que tanto amaba, Nathaniel le sonrió y no pudo evitar sonrojarse. Ese pelirrojo era lo más hermoso que había visto, amaba cada detalle de él, sus ojos, su sonrisa, su cabello, absolutamente todo.

— Vaya, Nathaniel se ve muy cariñoso con Chloe ¿No lo crees?— la peliazul asustó a Adrien que observaba de lejos a su novio.

— No, deja de decir estupideces— Adrien quería pasarla bien ese día pero el simple hecho de ver a Marinette le arruinaba todo. Jamás comprendió como fue que la chica cambió tanto, de ser una amiga comprensiva a una chica odiosa y superficial.

— Bien, solo no te sorprendas cuando Nathaniel te diga que está enamorado de Chloe—.

— Escucha Marinette, aunque Nathaniel y yo terminemos jamás voy a pensar en ti como segunda opción. No me gustas, no me agradas y solo estoy contigo por ese estúpido trato del cual estoy arrepentido, pero vete preparando— cada palabra había sido como una apuñalada para la chica, pero era obvio que no iba a demostrarle a Agreste que la había lastimado.

Los meseros comenzaban a aparecer por todo el lugar, dejando platillos exquisitos en cada mesa. Los invitados que estaban parados procedieron a tomar su asiento, incluyendo Chloe, Nathaniel y Adrien quien dejó a Marinette ahí abandonada.

— Claro que me vas a querer a tu lado Agreste...

A pesar de ser la fiesta de sus enemigas Chloe se la estaba pasando de maravilla a lado de su persona favorita. No había duda que ellos se llevaban muy bien, tenían una conexión increíble y eso todos lo podían apreciar. Los chicos se la pasaban riendo olvidándose del mundo entero y viajando a un lugar donde solo existían ellos dos.

— Bien, abre la boca— tomó un poco del platillo que estaba enfrente de él y llevó el cubierto hasta la boca de la rubia.— Y eso fue lo último.

— Voy a engordar por tu culpa Nath y como castigo tendrás que ir conmigo a hacer ejercicio—.

— Con gusto te acompañaré— dijo amablemente el pelirrojo.

— Oh, necesito ir al baño. Regreso en unos momentos, no te vayas— se levantó de la silla, tomó su bolso y fue directo al baño.

Cómo cualquiera chica se miró al espejo y se retocó un poco, volvió a ponerse labial y un poco de perfume. También acomodó su cabello, pero antes de retirarse Marinette entró al baño con el único propósito de hablar con Chloe.

— ¿También limpias los baños?— preguntó la rubia.— Porque si es así, deberías empezar con ese. Creo que alguien ya se pasó de copas y vomitó un poquito, ten cuidado no te vayas a manchar tu vestido—  dijo con un tono algo preocupada.— Aunque de todas maneras esa cosa no vale mucho, yo no le veo la gracia.— Marinette suspiró profundamente y después comenzó a reír.

— Solo vengo a preguntarte una cosa...

— ¿Qué cosa?— se cruzó de brazos.

— ¿Qué es lo que pasa entre Nathaniel y tú?— se miraron fijamente sin parpadear, ambas portaban una mirada seria.

— ¿Y por qué te importa tanto eso? Oh, no me lo digas. De seguro quieres meterte con él como lo intentaste con Luka— la risa de Chloe hizo eco en todo el lugar.

— Para nada, Nathaniel se me hace un chico demasiado patético. Por dios solo es un intento de pintor que no va a lograr nada en su vida— una cosa era seguro... Chloe había dejado atrás esa actitud horrible que tenía, pero si se metían con alguien que amaba era peor que antes.

— ¿Y tú quién eres para decirlo? No me digas que la mejor diseñadora de moda porque solo tienes ese título por Adrien, sin él nadie te tomaría en cuenta... Tan solo mira el vestido que traes, eso sí es patético. Me da pena por Adrien, que horror ha de ser tener que soportar a alguien como tú, solo espero que algún día se de cuenta que hay mejores personas.

— Por favor, tú estás celosa de mi. Porque Adrien si se fijó en mí.

— Piensa lo que quieras Marinette, ya no quiero perder el tiempo contigo cuando Nath me está esperando afuera— pasó a lado de Marinette empujándola un poco con el hombro.

— No importa si no crees lo que estoy a punto de decir pero... Sería la más feliz si tú y Nathaniel llegan a algo.

Chloe no contestó, solo abrió la puerta y salió de ahí rápidamente pero se llevó la sorpresa de que Nathaniel estaba ahí esperándola recargado en la pared.

— ¿Nath, qué haces aquí?

— Bueno es que ví a Marinette entrar y estaba preocupado de que se armara una guerra en el baño.

— No te preocupes, no pasó nada. Solo nos miramos con un poco de odio y eso fue todo— para ese momento de la noche la mayoría había acabado de cenar y la pista estaba siendo inaugurada por los novios. Poco a poco las parejas fueron saliendo a mostrar sus mejores pasos de baile.

Chloe se veía muy entusiasmada por ir a bailar, pero sabía que no era el fuerte del pelirrojo así que no le dijo nada. Sin embargo, Nathaniel pudo observar ese brillo en sus ojos al mirar la pista con aquellas luces azules. Así que tomó la mano de Chloe y la besó con delicadeza.

— N-nath...

— ¿Te gustaría bailar conmigo? No sé bailar, pero quién mejor que tú para que me enseñes— la chica no podía ocultar la felicidad que sentía en esos momentos. Tomó fuerte de la mano a Nathaniel y corrieron hasta la pista.

La canción era lenta y muy dulce, transmitía una tranquilidad. Lo primero que hizo Chloe fue colocar las manos de Nathaniel en su cintura, cosa que sonrojó un poco al pelirrojo.

— Tranquilo...— susurró dulcemente. Después, entrelazó sus manos alrededor del cuello del chico. Y comenzó a dar los primeros pasos para que Nathaniel pudiera seguirla.

— Wow...

— ¿Qué pasa?— preguntó la rubia.

— No es nada, solo me siento... Ni siquiera sé cómo explicarlo, pero me gusta. Es como si fuera mágico sabes.

— Cada momento a tu lado es mágico para mí— Nathaniel la miró, ambos estaban ahí mirándose fijamente con una sonrisa en el rostro.

— No sé qué decir— estaba nervioso, no entendía las palabras de Chloe y ella solo recostó su cabeza en su pecho.

— No tienes que decir nada, solo déjate llevar— Nathaniel se sorprendió por la acción de Chloe, pero no podía negar que estaba disfrutando ese momento con ella, jamás había hecho algo así. O más bien jamás se había sentido así al bailar con alguien, porque si recordamos el pasado ya había bailado con Lila, pero la castaña nunca le transmitió ni la mitad de emociones que sentía al bailar con Chloe.

Y sin pensarlo recargó su cabeza en la de la rubia y cerró los ojos para disfrutar ese momento. La música entraba en su cabeza. La letra de aquella canción era hermosa, era la canción perfecta para bailar con la persona que amas y Chloe lo estaba haciendo.

Era el momento para ella, tenía que hacerlo en ese instante. Se armó de valor y se separó un poco de Nathaniel haciendo que este abriera de nuevo los ojos. Sin decir nada más se fue acercando a él al punto de sentir su respiración chocar contra su rostro. El pelirrojo entendió el mensaje de la chica, pero no estaba seguro de hacerlo. Quería a Chloe, aunque no de la misma forma que ella lo quería. Tampoco quería rechazarla, pero de seguro Adrien estaba ahí y lo vería...

Alzó la vista y lo que vió detrás de Chloe hizo que toda esa magia acabara.

Efectivamente, Adrien estaba ahí pero estaba con Marinette y eso no era todo, ellos se estaban besando.

La música para él paró, Chloe notó que algo le sucedía así que decidió preguntar.

— ¿Te encuentras bien?— él se soltó.

— S-si, necesito ir al baño. Me mareé un poco, creo— no le dió más explicaciones a la chica y se fue sin mirar de nuevo aquel lugar.

Respiró profundo hasta que se calmó, lo que menos quería era llorar en ese instante. Además sabía que todo eso era fingido, pero aunque lo fuera no iba a ocultar que estaba celoso, salió de ahí decidido a poner a Adrien en su lugar.

Chloe estaba sentada en los lugares que les habían asignado, se acercó a ella y cuando lo vió se levantó bastante preocupada.

— ¿Ya estás mejor?—.

— Sí, tal vez fue la emoción— sonrió para tratar de ocultar sus verdaderas emociones.— Chloe, ¿Te parece si nos vamos?

— Claro, lo importante es que te sientas bien— le agradeció de manera discreta, ayudó a Chloe con su bolsa y la tomó de la mano para dirigirse a la mesa donde los novios estaban sentados junto a las personas más cercanas.

Nino le advirtió a Alya que la pareja se acercaba a ellos por lo que se fueron incorporando para despedirse de sus invitados. El chico fue el primero en acercarse.

— Nathaniel, ¿Cómo se la pasaron?— abrazó al pelirrojo.

— Bien, gracias de nuevo por invitarnos. Estuvo increíble todo— contestó como siempre con una sonrisa, disimuladamente miro a Adrien que estaba lo suficientemente cerca para escuchar lo que Nathaniel estaba a punto de decir.

— ¿Y por qué se van? Aún es temprano, apenas viene lo bueno.

— Nino, déjalos que se vayan— dijo la novia con una sonrisa falsa. 

— Quisiéramos quedarnos, pero Chloe y yo preferimos pasar lo que queda de la noche solos— aquella mirada verde volteó al escuchar esas palabras. Mientras tanto Chloe no sabía de lo que su acompañante hablaba y solo pudo reaccionar con una sonrisa algo nerviosa.

— Oh, ya entiendo— Nino le dió un leve codazo a Nathaniel.— Entonces váyanse, me alegra que hayan venido a mi boda— y como si el mundo estuviera a favor de Nathaniel Nino sin saber nada ayudó a captar más la atención del rubio con una simple pregunta.— ¿Y para cuando su boda eh? Espero estar invitado.

— No falta mucho y ten por seguro que te vamos a invitar— Adrien volteó a verlo sin importar que tan obvio había sido.

Y el pelirrojo se alejó de ahí junto con Chloe orgulloso de haber logrado su cometido. Ahora tenía que decirle a la chica que solo estaba bromeando con lo que acababa de decir porque podía ver que estaba muy roja.

Salieron de ahí y se encontraron con muchas cámaras que esperaban la salida de los invitados para recibir noticias exclusivas de la boda. Los flashes volvieron a estar sobre de ellos, les hacían miles de preguntas pero no respondían a ninguna.

Y cuando todo parecía marchar bien tuvo que aparecer algo que acabaría con esa noche mágica que acababa de vivir Chloe.

Recargado en un poste estaba Luka, el ex novio de Chloe. Al juzgar por su mirada no se veía nada feliz con lo que estaba viendo, se acercó a ellos hasta quedar enfrente de la pareja.

— ¿Luka...? ¿Qué haces aquí?

Yo y mi costumbre de actualizar en la madrugada xd.

Para los que son amantes del shipp Nathloe (si estoy mal con el nombre diganmelo en los comentarios jeje) este capítulo debieron disfrutarlo mucho.

Por cierto me acordé que alguien había comentado que quería ver a Nathaniel celoso y aquí estoy cumpliendo sus órdenes uwu, espero que te haya gustado esa parte uwu

Yo me retiro porque tengo que ir a dormir y vuelvo... Mmm no lo sé, pero de qué vuelvo vuelvo xd.

Adiós, los amo mucho uwu ♥️

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