Capitulo 57: Pequeña grieta
Pov. Normal
Adrien estaba en el sillón de la sala descansando o eso parecía porque solo estaba pensando en lo que el pelirrojo le había dicho... Nathaniel había salido con Marinette, y claro que no le incomodaba pues sabía que la chica no tenía intenciones de seducir a Nath y aunque lo hiciera confiaba en su novio; lo que le molestaba eran las ideas que la peliazul podría meter en la cabeza de Nathaniel, no sabía que podía inventarse con tal de que el chico se sintiera mal y no iba a permitir eso, no iba a dejar que alguien hiciera sufrir a Nathaniel, esta vez lo iba a proteger y lo iba a hacer bien.
— Adrien— Nathalie entró a la sala.— Sobre la propuesta que me comentaste he hablado con el gerente de publicidad y no se oyó tan convencido, quiere conocer las pinturas de Nathaniel.
— ¿Por qué?
— Solo quiere asegurarse que haga bien su trabajo, no quiere que la empresa sufra pérdidas. Tu padre le encargó que...
— Nathalie no lo menciones por favor, no delante de mi— la mujer se sintió mal, sabía que al rubio todavía le dolía el tema de Gabriel Agreste y por supuesto su madre.
Gabriel Agreste aún no había muerto, estaba cumpliendo su condena y en esos años que llevaba ahí su hijo no había ido ni siquiera un día para ver cómo se encontraba.
— No puedes seguir evadiendo el tema— se sentó a lado de él.— Sé que el te hizo mucho daño, pero es tu padre y aunque no lo parezca él hizo todo eso por tener de nuevo a su familia. Deberías ir a verlo, aunque sea un solo día.
— No... No solo me hizo daño a mi, dañó a mi madre, a ti, a muchas personas y le hizo daño a él, y eso jamás se lo voy a perdonar. Para mí es como si estuviera muerto.
— ¡Adrien! No digas eso— el chico se paró del sofá cansado de escuchar las palabras de Nathalie, quería a esa mujer pero no estaba de acuerdo con ella esta vez.
— No entiendo porque lo defiendes tanto, después de todo lo que hizo y no trates de justificar que lo hizo para tener a su familia de nuevo porque si él hubiera evitado la muerte de mamá nada de esto pasaría y estaríamos aquí los tres, el mismo se metió en este problema, el arruinó su vida.
— Lo de tu madre... Ella era una mujer muy amable, siempre se preocupaba por los demás, adoraba con toda su alma a su familia, adoraba a su hijo, adoraba a tu padre y él la amaba demasiado.
— Basta...
— Sé que tu padre actuó mal ese día, pero no sabes cuántas noches lloró por sus actos, solo pensaba en tu felicidad porque sabía cuánto querías a Emilie
— Detente.
— Y no iba a descansar hasta traerla de vuelta, porque extrañaba a su esposa y extrañaba esa felicidad que solo ella podía darle. Si él hubiera cumplido su deseo Emilie estaría aquí contigo y estoy segura que lo perdonaría...
— Si ella estuviera aquí Nathaniel estaría muerto... Pedir eso no es tan fácil, tenía que dar algo a cambio y dime... ¿A quién crees que hubiera elegido si Nathaniel no estuviera?— no respondió.
— No hubiera importado, sería solo como desaparecer.
— ¿Acaso estás loca? ¡¿Por qué sacrificarse por alguien como él?! ¡Mamá murió y nadie puede cambiar eso!— sus ojos verdes comenzaban a verse cristalizados.— No podía permitir otra vez que el me quitara a mi mamá...
— A-adrien...— el rubio se acercó a abrazarla, ella simplemente comenzó a llorar.
— Desde que ella se fue he estado solo, pero tú siempre estabas ahí cuando no podía dormir, te quedabas a mi lado hasta que yo me calmara; solo tú te acordabas de mi cumpleaños y me abrazabas; no te importó que me gustara un chico, tú seguiste queriéndome como siempre y estoy seguro que mamá hubiera hecho lo mismo. Por eso no quiero que te pase nada Nathalie, no sabría que hacer si no estás tú— la mujer pasó sus brazos alrededor del chico sin creer lo que acababa de decir.
Nathalie había tenido un pasado duro, ella siempre había soñado en tener una familia, soñaba con estar felizmente casada y con un pequeño o tal vez dos, pero aquel que fue el amor de su vida en su juventud, aquel con el que juró que lo amaría por el resto de su vida se fue y jamás volvió... No fue porque no la haya amado, simplemente alguien más le arrebató ese sueño que tanto anhelaba. Nathalie sufrió, lloró incontables veces, toda su felicidad se esfumó de un día a otro, estaba desesperada por querer ver una última vez a esa persona.
Tardó mucho tiempo en superar la pérdida, pero cuando lo hizo salió en busca de un trabajo y más que nada para rehacer su vida, porque a pesar del dolor que le provocó la muerte de su ser querido ella supo que tenía que seguir, que su vida no acababa ahí y que tenía que sanar esa herida, cosa que Gabriel Agreste nunca pudo hacer. Y fue en ese tiempo donde comenzó a trabajar para los Agreste, ellos le habían comentado que en poco tiempo esperaban un lindo bebé y que querían asegurarse de que su hijo siempre estuviera a salvo, fue en ese entonces que Nathalie aceptó sin dudarlo.
— Desde el momento en que llegaste te amé, no sabes la felicidad que me daba sostenerte entre mis brazos, jugar contigo. Siempre te ví como un hijo, amaba pasar el día contigo... Verte jugar, darte de comer, ver como empezabas a modelar, me gustaba cuando despertabas y corrías a abrazarme; y por eso le juré a tu madre que yo siempre te amaría a pesar de todo, que te protegería de cualquier cosa, aunque no me lo hubiera pedido yo aún así lo haría.
El abrazo terminó y ambos voltearon a verse, sus ojos estaban húmedos y las lágrimas estaban a punto de salir. La mujer sostuvo con cautela la cabeza del rubio y besó su frente.
— Debes estar cansado, ve a dormir Adrien— el chico asintió, Nathalie se separó de él.— Iré a prepararme algo para cenar y después también iré a descansar.
— Bien, hasta mañana Nathalie— ella estaba a punto de responder pero el timbre sonó y se lo impidió. Se dirigió a la puerta para abrirle a aquella persona, que por la hora que era Adrien ya se imaginaba quien era.
— Señorita Dupain-Cheng, buenas noches— la joven la ignoró por completo y caminó hasta Adrien.
— Necesito hablar urgentemente contigo, amor—.
— Yo también necesito hablar contigo, subamos.
Marinette aceptó y siguió a Adrien hasta su cuarto, mientras Nathalie se quedaba ahí. Una vez que estaban en el cuarto Adrien cerró con seguro la puerta.
— Sé que estuviste con Nathaniel— Adrien habló primero.
— ¿Así que te llamó?— preguntó.
— No, yo lo hice. ¿Qué estabas haciendo con él?— Marinette empezó a reír.
— ¿No creerás que tú noviecito pueda serte infiel o si?
— No lo digo por eso, confío en Nathaniel. Pero no confío en ti y estoy seguro que le metiste alguna idea tonta hoy.
— ¿Por qué piensas eso de mí?— hizo un puchero que no le pareció nada tierno al rubio.
— Porque sé que eres capaz de hacerlo y de una vez te aviso que esta es la última vez que se ven a solas, no quiero que te acerques a Nathaniel porque en el momento que yo me entere que le haz hecho algo no te voy a perdonar— la chica se enfureció pero no quería explotar en ese mismo instante, así que tomó un poco de aire y lo soltó lentamente.
— Nathaniel, Nathaniel, siempre es lo mismo...— empezó a caminar por toda la habitación sin quitarle la vista a Adrien.— ¿Le tienes tanta confianza a tu novio?— el asintió y ella solo se limitó a reír.— Te diré algo que por lo que veo él no te contó en esa llamada... Antes de que yo lo encontrara él estaba con alguien más.
— ¿A qué te refieres?
— Voy a ser muy sincera, Nathaniel siempre fue un chico hermoso... Su cabello rojo llamaba la atención de todas, esos hermosos ojos turquesa derretían a cualquiera ¿No lo crees?— volvió a reír.— Era obvio que no fuiste el único que se fijó en él, hubo alguien más que lo hizo... ¿Puedes recordar quién?
— Déjate de juegos y dime de una vez.
— Nathaniel y Chloe salieron hoy.
— Estás mintiendo—.
— Háblale y verás que no... Tú dices que yo le metí alguna idea tonta, pero ¿Que tal si ella fue la que lo hizo?— extendió el teléfono y Adrien lo tomó bastante enojado, buscó el número del pelirrojo y marcó.
El chico no contestó... Marcó una segunda vez y al instante lo mandó a buzón.
— Creo que alguien tiene visitas— Adrien no estaba dispuesto a confiar en ella, así que volvió a insistir y por fin Nathaniel había contestado.
— ¿Qué estabas haciendo?— fue lo primero que Adrien dijo.— ¿Estás con alguien?
— Estaba acomodando mis cosas, ¿por qué preguntas eso?— se escuchó del otro lado de la línea.
— No me mientas, me mandaste a buzón. ¿Estás con alguien?
— ¿Qué te pasa? Claro que no, estoy solo. Adrien, ¿estás bien?
— ¿Por qué no me dijiste que saliste con Chloe?— hubo un silencio por parte del pelirrojo y eso hizo enojar a Adrien.— Entonces es verdad.
— Sí, pero... ¿Quién te dijo?
— Eso no importa, ¿por qué no me dijiste que saliste con ella?
— Porque no le tomé importancia, ¿a qué viene todo esto?
— ¿En serio lo preguntas Nathaniel? Estamos en una relación y haces eso.
— Espera un segundo, ¿crees que te engañaría con Chloe?
— Me haces pensar eso...
— Escucha, no sé quién te haya dicho pero se ve que no te contó bien todo. Ya es de noche y debes estar cansado, no pienso discutir contigo ahorita, acabo de llegar... Mañana iré a tu casa y hablaremos sobre esto, buenas noches Adrien—el pelirrojo colgó sin darle oportunidad a Adrien de decir algo más.
— Te lo dije... Si existe confianza entre ustedes, ¿por qué no te contó eso? No es como que hayan hecho algo malo durante esa cita para que te lo ocultara ¿O si?— comentó Marinette con una sonrisa.— Pero bueno, yo solo venía a decirte eso, nos vemos mañana— y salió de ahí satisfecha por lo que había hecho, aunque había sido tan solo una ligera fractura en la relación de Adrien, pero ella se encargaría de hacerla aún más grande.
Me estoy oxidando jaja, creo que este no es uno de los mejores capítulos que escribo pero lo intenté. Alch la escuela me afecta mucho, pero bueno aquí estoy y les prometo que el siguiente cap será mucho mejor que esta basura xd
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