Pov. Nathaniel

— ¿Por qué tienes que irte?—.

— Mis papás ya me han conseguido otro departamento, Chloe— contesté, ella sólo me miro triste. Desde que mis padres llamaron para darme esa noticia no ha sonreído.

— Te voy a extrañar Nath...—.

— Chloe, pero no me voy a ir...— se abalanzó hacia mi, recargo su cabeza en mi hombro... Estaba llorando, también la abracé para intentar tranquilizarla, a mi también me dolía dejarla de ver diario.— Puedes venir a verme cuando quieras— susurre.

Volteó a verme, sus lágrimas escurrían por sus mejillas, esos ojos azules que siempre estaban brillando ahora se encontraban apagados.

— Quédate aquí, por favor...—.

— Chloe tu padre y tú me han ayudado mucho y les agradezco por todo, pero no quiero abusar. Además estamos en la misma escuela y nos juntamos en receso— acaricie su pelo.

— E-esta bien, ¿puedo ayudarte a preparar tus maletas?— dijo tratando de no llorar. Nos separamos de aquel abrazo y yo asentí, antes de comenzar limpie sus mejillas.

Chloe puso música mientras acomodábamos todo, nos tomamos unos cuantos descansos y pedimos pizza con limonada mientras hablábamos de todas las aventuras que habíamos tenido durante este tiempo juntos.

— O cuando te caíste a la piscina— comentaba. Su risa se apoderó de toda la habitación, me gusta verla sonreír.

— No me había fijado que había una piscina, además tú llegas y me asustas— dije. Mi celular sonó, lo saque del bolsillo para ver quien era la persona que me marcaba.

Adrien...

Me levanté rápidamente del piso.— Chloe tengo que contestar ahorita vengo— salí rápido de la habitación sin esperar su respuesta.

Una vez afuera contesté.

— ¿Qué pasa...?—.

— ¿Puedes salir hoy?— me preguntó.

— ¿A qué hora?—.

— A las cuatro, mi padre quiere que invite a salir a Marinette—.

— Esta bien, ¿dónde los veo?—.

— Te mando mensaje después, adiós Nath te amo— colgó el teléfono.

Quite el celular de mi oído y me recargue en la pared.— Yo también te amo.

Suspire profundamente, me sentía mal... ¿El por qué? No lo sé, simplemente tenía un dolor inexplicable en mi interior, un dolor que desaparecía cuando veía a Adrien y que ahora a veces con verlo se vuelve más fuerte.

Tal vez es algo de mi imaginación o tal vez no, pero me siento raro como si algo importante fuese a pasar. La voz de Chloe interrumpió mis pensamientos, sacudí mi cabeza y regrese a la habitación en la que me encontraba anteriormente. Cuando llegue Chloe estaba parada mirándome fijamente.

— ¿Quién era?— me preguntó rápidamente.

— Ah... Mi mamá, quería saber si ya estaba en casa— mentí.

— ¿Qué le dijiste?—.

— Que aún estaba empacando algunas cosas. Mejor hay que seguir acomodando— dije, fui directo a la cama para seguir haciendo mis maletas.

— Pero... Estábamos comiendo a gusto— no voltee a verla, pero aún así pude notar que su tono de voz cambió a uno melancólico.

— Lo lamento, pero necesito estar en casa ya— contestó con un sí apenas audible. Se puso a lado de mi y siguió ayudándome.

No hubo más charlas, ni anécdotas o algún chiste que rompiera el silencio, sólo continuamos empacando las maletas. Sabia que me había portado algo grosero con ella, soy un mal amigo... Estoy dejando a una persona que me ha estado apoyando en todo por irme con Adrien.

— Nath, ¿en qué piensas?—.

— ¿Qué?—.

— Te estoy hablando y no me haces caso, ¿en qué piensas?— se sentó en la cama.

— Nada, sólo estoy nervioso por esto de mudarme— dije con una sonrisa leve.— Será raro estar solo de nuevo—.

— ¿Somos amigos cierto?— voltee a verla confundido por la pregunta que me acababa de hacer. Asentí.— Bien, entonces puedes decirme lo que te pasa, sé que hay algo más Nathaniel, algo que te pone así y hace que tus ojos pierdan ese brillo que siempre tienen.

— No tengo nada Chloe, te lo juro. Me siento perfectamente bien— suspire. Sentí sus brazos rodear todo mi cuerpo, recargo su cabeza en mi hombro y se quedó en silencio por un largo tiempo.

— Nath...—.

— Dime— le correspondí el abrazo.

— Te quiero, ¿tú también me quieres?— el color rojo en mis mejillas se hizo presente. Tardé en responder.

— Sí, yo también te quiero—.

El abrazo continuó por unos cuantos minutos hasta que la puerta fue abierta y el alcalde se encontraba ahí, rápidamente me separé de Chloe.

— S-señor Bourgeois b-buenas tardes—.

— Venía a ver que tal iban con las maletas, pero será mejor que me vaya se ve que están muy ocupados— voltee a ver a Chloe se encontraba un poco roja, no vi cuando el alcalde se acercó a mi y me dio un ligero codazo guiñándome el ojo, sólo sonreí y el volvió a desaparecer.

— Disculpa a mi papá— dijo.

— Ahh si está bien, no hay problema— sonreí un poco nervioso.

Mi celular comenzó a sonar de nuevo, lo tome entre mis manos y sin ver quien era contesté.

— ¿Hola?—.

— Nath, ya no será a las cuatro... ¿Crees que puedas a las tres y media?—.

Mire a Chloe quien estaba muy atenta a la llamada, le hice una seña de que iba a salir y ella asintió.

— ¿Nath?—.

— Perdón, ¿a las tres y media dijiste?— pregunté mientras miraba el reloj.— Pero ya son las tres, no creo poder llegar a tiempo Adrien.

— Ya veo, bueno si te da tiempo nos veremos en el mismo lugar de siempre. Adiós— volvió a colgarme.

Guarde el celular en mi bolsillo y me quedé quieto.

— ¿Tu mamá de nuevo?— di un pequeño salto.— Perdón por asustarte.

— Ah no, esta bien. Ya debo irme, tengo cosas importantes que hacer Chloe—.

— Iré abajo a decirle al chófer que se prepare, te veo allá— salió de la habitación dejándome completamente solo.

— ¡Volveremos a casa!— Trixx salía de su escondite.

— No Trixx, será una nueva casa— me acerqué a las dos maletas que estaban en la cama las tome y me dirigí a la puerta.— Vámonos Trixx— mi kwami asintió y se escondió en mi saco.

Salí de la habitación con las maletas en mi mano, me dirigí al elevador. Mientras esperaba deje las maletas en el piso y saque mi celular de mi bolsillo, lo desbloquee. No había nada interesante, sólo mensajes de Alix pidiendo la tarea como siempre y algunos mensajes de Rose.

— ¿Nathaniel?— no me había percatado de que el elevador había llegado y ahí se encontraba Dean.

— Dean hola— dije sonriendo.

— Déjame ayudarte— tomó una de las maletas, le agradecí y me metí al elevador con la maleta que sobraba.— ¿Por qué la señorita Chloe no me habló?, ¿a qué habitación debo llevarlas?—.

— No Dean, creo que no entendiste. Son mis maletas, me voy de aquí—.

— ¿Qué?

— Ya no viviré aquí Dean— contesté.

— Pero, ¿por qué?—.

— Mis padres ya consiguieron otro departamento— presione el botón y el elevador comenzó a descender.

— ¿Ya no nos veremos?— sus ojos me miraban fijamente, estaba a punto de llorar.

— Dean no pienses eso, claro que nos seguiremos viendo. Sabes que eres bienvenido en mi casa— no pudo resistir y una lágrima se le salió, la limpió rápidamente. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue ir a abrazarlo.— Te voy a extrañar Dean—.

— Y-yo igual Nath— sentí como me correspondió el abrazo. El elevador se detuvo y la puerta se abrió, me separe de él y le sonreí. Él tomó una maleta y yo la otra, salimos del elevador y a lo lejos vimos a Chloe que estaba parada a lado de la limusina, nos acercamos.

— ¿Ya estas listo?— asentí, el chófer llevó mis maletas a la cajuela y abrió la puerta para que yo pudiera entrar. Mire a Chloe y Dean por última vez, ambos estaban igual. Me acerqué a ellos y los abracé.

—Oigan chicos, no es el fin del mundo. No me iré del país o algo así, ustedes pueden venir cuando quieran—me separe para verlos y efectivamente ambos estaban llorando.— Tranquilos, les prometo que vendré a visitarlos.

Seque sus lágrimas y me dirigí a la puerta de la limusina. Sacudí la mano en forma de despedida, Chloe se encontraba abrazando a Dean sin parar de llorar. Me subí al carro y en menos de cinco minutos comenzó a avanzar.

El camino fue aburrido y con el tiempo mis ojos comenzaron a pesarme hasta que me quedé completamente dormido, soñando cosas sin sentido alguno. O eso era hasta que en uno de esos sueños pude verla a ella.

Estaba ahí, sentada en un columpio riendo como siempre lo hacía. La llamaba en repetidas ocasiones, pero nunca volteaba a verme. Intentaba ir con ella, mis pies no se movían y yo solo me quedaba a observar como a bajaba del columpio y se marchaba.

Desperté agitado, mire por todos lados y seguía en el coche. El chófer volteo a verme.— Hemos llegado— se bajó del auto.

Abrí la puerta, estaba enfrente de un edificio. Era muy alto, no tanto como el hotel de Chloe. El hombre me entregó ambas maletas y se fue.

Caminé seguro a la puerta de los departamentos sosteniendo ambas maletas, tuve que dejar una en suelo para poder empujar la puerta. Adentro se encontraba una recepcionista que me saludó con una gran sonrisa.

— Hola buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarte jovencito?— preguntó amablemente.

— Ah... Yo bueno, yo viviré aquí— dije mientras rascaba mi cabeza.

— ¿Cuál es tu nombre?—.

— Nathaniel— contesté, la señorita revisó algo en la computadora, después volvió a verme y negó.— Ah Kurtzberg

Una vez más revisó la pantalla, aunque esta vez me miró y movió la cara en aprobación. De un cajón sacó unas llaves que me entregó inmediatamente.

— Bienvenido Nathaniel— le agradecí y me dirigí directo al elevador. Las llaves tenían el número 16 así que supuse que ese era el número de mi departamento. Detuve el elevador y en ese piso comencé a caminar buscando mi nuevo hogar.

No tarde mucho en encontrarlo, deje las maletas en el suelo para poder abrir la puerta. El departamento era pequeño, pero se veía muy cómodo. Justo cuando cerré la puerta Trixx salió a explorar, andaba de un lado a otro.

Me senté en el sofá que se encontraba ahí, cerré los ojos por un momento.

— ¿Qué no se supone que debes ir con tu novio?— preguntó Trixx.

— Aún es muy temprano— contesté. 

— Son las 3:40... Ya deberías estar con el idiota de Agreste— abrí los ojos rápidamente y me levanté.

— ¿Qué?, ¿dónde lo viste?— señaló el reloj que estaba colgado en una de las paredes.— De seguro está mal, ¿sabes dónde deje el celular?—.

— Supongo que en tu pantalón— metí mi mano y ahí estaba. Lo prendí para poder comprobar la hora.

— Ves, te lo dije está mal son las 3: 58— volví a acostarme en el sillón, hasta que reaccione.— ¡Ah, ya es tarde! Trixx vámonos.

— ¿Yo por qué?— preguntó algo afligido.

Me acerqué a la ventana y la abrí.— Me ayudarás a llegar más rápido. Trixx colmillos fuera—.

Salí del departamento sin que nadie lo notara, me detuve unas cuadras antes de llegar al lugar acordado y para que así nadie sospechara. 

Me destransforme y me eche a correr, trate de esquivar a todas las personas que se encontraban ahí.

Llegue al lugar y no había señal de Adrien o de Marinette.

— Te dije que era tarde, ya se fueron sin ti— decía Trixx desde mi saco.

— Cállate, deben de estar por aquí— comencé a caminar, pero no veía a ninguno de los dos. A lo lejos pude divisar a varias personas que formaban un pequeño círculo, me acerqué lentamente para observar. Había mucha gente y mucho ruido, la mayoría de ellos se encontraba grabando.

— Disculpe, necesito pasar...— dije amablemente a un joven que estaba ahí, me cedió el paso.

— ¿Q-quieres ser mi novia?

— Amm... Y-yo si quiero... Adrien

Todo se detuvo, el mundo quedó en silencio o al menos para mi. Él estaba ahí abrazándola, mientras todos tomaban fotos de "aquel bello momento", sus ojos verdes me observaron y fue ahí donde no me contuve más y comencé a llorar. Salí corriendo lo más rápido que pude, chocaba con varias personas pues las lagrimas no me permitían ver bien el camino.

Mis pies se agotaron, estaba destrozado. Decidí sentarme en una banca, cubrí mis ojos con mis manos y me solté a llorar sin importarme las personas que pasaban enfrente de mi.

— Idiota... Es un completo idiota—.

— Nathaniel... ¿Eres tú?— esa voz... No, debo estar equivocado. Sequé mis lagrimas y miré al frente.

Era ella, no había duda de que era ella. Esos ojos verdes, su hermoso cabello castaño y esa sonrisa perfecta, era...

— Lila.

Regreseeeeeee uwu

Antes que nada quiero pedirles una disculpa por desaparecer, todo se me juntó literal TODOOOO. Los exámenes, proyectos finales, exposiciones y bueno lo que terminó por "acabarme" fue mi mejor amigo, hace mucho que no me habla y eso me puso muy triste tanto que les juro que cada día lloraba por él, no podía concentrarme, no quería salir de mi cama, estaba muy mal porque él para mi es lo más importante que tengo, él es como la causa de mi felicidad. Si ya sé que suena "toxico", muchos me lo han dicho, pero ya les juro que esta es la ultima vez que desaparezco.

Lila apareció por fin... Bv

No saben cuanto espere escribir este capitulo, porque Lila es mi personaje favorito de la serie y ya quería incluirla en mi fic. Es tan bello, ya llegó la reina de reinas. uwu

Una cosa más, si les gusta Yuri On Ice!!! Estoy escribiendo un fic sobre ellos, el shipp es Victurio, aunque también hay Victuuri y Otayurio. Pasen a leer el prologo y el primer capitulo, están buenos xd.

Ahora si, eso es todo. Les agradezco mucho a todos los que han votado y comentado, me hacen muy feliz.

Adiós.