Capítulo 31: Trato
Pov. Normal
— No debiste hacerlo, el maestro Fu va a matarme— comentaba furioso el pequeño gato mientras caminaban por las calles para llegar a la mansión.
— No quería perderlo, además no creo que se entere— contestó.
— No sé, ese viejo a veces me da miedo. Aparece de la nada y dice cosas extrañas—.
— Ya no hables tanto, se darán cuenta Plagg— el kwami sacó la lengua indignado. Esos días que se había quedado con Nathaniel no había sacado para nada el celular mas que para llamarle a Nathalie cuando llegó y de ahí en fuera lo apagó. Antes de llegar a su casa decidió prender el celular.
15 llamadas perdidas...
Su corazón se aceleró, pensó que tal vez todo era un error que a lo mejor Nathalie estaba demasiado preocupada y por eso llamó tanto. Pero algo dentro de él decía que estaba ocurriendo algo malo. Cuando estaba enfrente de la puerta suspiró profundamente y con toda seguridad entró a la casa...
Sola, no había nadie como siempre. Nathalie no estaba en casa, suspiro aliviado y fue directo a su cuarto, cuando abrió la puerta no notó la presencia de alguien más. Dejo su maleta a lado de un mueble.
— ¿Se puede saber dónde estabas?— Adrien se quedó completamente congelado cuando escuchó la voz de su padre.
— Fui a un pequeño viaje— contestó.
— ¿Lo ve señor Agreste? Adrien solo...— el mayor alzó un dedo indicándole a la asistente que guardara silencio.
— ¿Y con quien fuiste?—.
— ¿No se supone que tú estabas fuera del país?— el rubio evadió la pregunta.
— Terminaron cancelando todo, por eso regresé y me encuentro con la sorpresa de que mi hijo ha desaparecido de nuevo—.
— Pues ya no debería ser sorpresa para ti, algún día me iré y ya no volverás a verme te lo aseguro— se cruzó de brazos enfrente de su padre.
— Sigues sin responder a mi pregunta— se puso de pie para intimidar a su hijo.
— Y no lo voy a hacer, no es de tu incumbencia—.
— Bien, parece que no has entendido la lección, ¿verdad? Nathalie llámalos de nuevo—.
— P-pero señor...—.
— ¡Busca a ese chico!— esas palabras bastaron para que Adrien se pusiera realmente furioso.
— ¡No te atrevas a tocarlo!— gritó.— ¡Él no tiene nada que ver en esto!—.
— Entonces, ¡¿con quién estabas?!—.
— Estaba con alguien más...—.
— Si no me dices con quién estabas en este mismo instante iré por ese pelirrojo y haré que lo maten en frente de ti, ¿eso quieres?— Adrien no quería volver a poner en peligro al chico, pero tampoco sabía que decir... Tenía miedo de mentir, su padre era muy listo y podría descubrirlo, pero no había otra salida, era mentir y esperar que su padre se tragara el cuento o enfrentarlo de una vez.— ¡Contesta!
— Estaba con una chica...— desvió la mirada para que no pudieran descubrirlo.
— ¿Ah si?— el rubio asintió.— ¿Cómo sé que no me estas engañando?—.
— Porque soy tu hijo, jamás trataría de mentirte. La chica invitó a algunos chicos de la escuela porque quería hacer una fiesta en una alberca y como estaba un poco lejos me tuve que quedar—.
— ¿Por qué decidiste ir?, ¿acaso fue el pelirrojo?—.
— Sí fue, pero no estuve con él... Yo fui porque la chica me gusta y quería estar con ella, no con Nathaniel— Gabriel Agreste aún no se veía convencido, la actitud de su hijo lo hacia dudar mucho.
— Quiero conocerla— dijo firme.
— ¿Qué?—.
— Sólo quiero comprobar que no me estas mintiendo, quiero que traigas a esa supuesta chica para conocerla...— Adrien asintió con un poco de miedo, su padre pasó a lado de él y salió de la habitación.
— Perdón por no contestar Nathalie, estaba un poco ocupado— le dijo tristemente a la asistente que aún se encontraba ahí.
— No te preocupes, tu padre no me avisó que regresaría tan pronto. Intente distraerlo diciéndole que estabas enfermo, pero no me hizo mucho caso—.
— Aún así gracias...— la abrazó.
— ¿Y ahora qué vas a hacer? Tu padre sospecha que todo esto es una mentira—.
— Lo sé, algo se me tiene que ocurrir— contestó el rubio.
— Recuerda que no puedes ocultar la verdad para siempre... Tarde o temprano tendrás que decirle a tu padre que Nathaniel y tú tienen una relación— acarició suavemente el pelo del chico.
— No será para siempre, lo juro Nathalie—.
— Debo irme, tu padre debe de estar algo cansado así que iré a atenderlo. Prepara tus cosas que mañana vuelves a la escuela— Adrien asintió y fue directo a su cama.
Se quedó observando por un momento el techo, pensando en millones de cosas...
— Me pregunto si mi mamá hubiera aceptado a Nath...— dijo melancólico.
— ¿Y que piensas hacer tonto?— Plagg interrumpió sus pensamientos.
— ¿A qué te refieres?—.
— A la gran mentira que le dijiste a tu padre sobre tu heterosexualidad, no piensas conseguirte una novia... Tomatito se pondría celoso— Adrien frunció el ceño por el comentario "estúpido" que su kwami había dicho, pero su enojo era mas por la manera en que Plagg había llamado a Nathaniel.
— Cállate Plagg y no le digas tomatito— bufo.
— ¿Y por qué tú si puedes decirle?— se cruzó de brazos.— ¿Acaso estas celoso?— soltó una gran carcajada porque el rubio sólo evadió la mirada molesto.— ¿En verdad piensas que tengo la intención de bajarte a tu chico pasivo?—.
— ¡Ya! Déjame en paz, no quiero que le digas pasivo a Nath— se paró de la cama para poder acomodar sus útiles.
— Sólo digo la verdad. ¿Cómo te verías como el pasivo? Pagaría mucho dinero por verte en el papel de Nathaniel— la risa del kwami invadía toda la habitación.
— Plagg... ¿Por qué no vas a comer tu queso apestoso?—.
— Tienes razón, ya perdí mucho tiempo hablando de tu novio pasivo—.
— ¡Plagg!— Adrien le lanzó un libro, pero éste fácilmente lo esquivó.
Realmente no hay mucho que contar del resto del día... Pues Adrien siguió la misma rutina aburrida de un Agreste, estar encerrado, bajar a comer solo, volverse a encerrar... Gran vida para el mejor modelo de París.
Al día siguiente se levantó temprano para poder bañarse y después dirigirse a la escuela. Antes de marcharse se encontró con su padre en la sala.
— Ya me voy...— dijo y se dio la vuelta.
— No se te olvide que me tienes que presentar a esa señorita— Adrien asintió nervioso y salió lo más rápido de ahí.
Comenzaba a darse cuenta que aquella mentira fue una mala idea, tal vez Plagg tenía razón... Nathaniel estaría muy enojado si Adrien sale con una chica, tenía que contarle rápidamente al pelirrojo para que así ambos pensaran una solución.
Pero desgraciadamente sólo podía acercarse al pelirrojo en receso, porque la maestra no lo dejaba sentarse a su lado pues no hacia los trabajos.
— Bien chicos, resuelvan este pequeño problema y después podrán salir a receso— dijo la maestra. Todos comenzaron a apurarse y más Adrien que quería salir ya. Fue el primero en terminar y al momento de guardar sus cosas miró hacia atrás haciéndole una señal al pelirrojo para que se vieran en el mismo salón.
Los minutos pasaban y Adrien seguía esperando a Nathaniel algo impaciente, hasta que la puerta se abrió dejando ver al pelirrojo que traía un sándwich en la mano.
— ¿Fuiste a comprar algo?— el pelirrojo asintió dándole una mordida a su comida.— Tengo que contarte algo importante y decides ir a comprar comida.
— Lo lamento tenía mucha hambre, ¿quieres?— le extendió su sándwich al rubio, pero éste lo rechazó.— ¿Qué quieres contarme?
— Ayer que regrese me encontré con mi padre, él regresó antes que yo y se dio cuenta que no estaba en casa. Tuve que decirle una pequeña mentira para que no se enterara de que estuve contigo—.
— ¿Y cuál fue esa mentira?— preguntó para después darle una gran mordida al sándwich.
— Pues... Le dije que había ido con una chica— Nathaniel lo miró confuso, aún no entendía el mensaje que Adrien le quería dar.— Mentí diciéndole que la chica me gustaba y ahora quiere conocerla— al terminar de escuchar esto Nathaniel intentó decir algo pero sólo consiguió ahogarse con el sándwich, Adrien intento ayudarlo dando ligeros golpes en su espalda hasta que por fin pudo respirar bien.
— ¡¿Qué dijiste qué?!—.
— Perdón Nath... No sabía que otra cosa inventar, no podía decirle la verdad y arriesgarme a que te volviera a hacer daño— dijo realmente arrepentido.
— Pero... ¿Cómo vas a solucionar eso, a quién le vas a presentar?— el rubio se encogió de hombros.
— No lo sé...—.
— ¿Cuándo quiere conocerla?— preguntó.
— Hoy mismo—.
— Mierda...— murmuró el pelirrojo.
— Tal vez tengo una idea— Nathaniel lo miró.— Bueno, eres muy hermoso y tienes facciones muy finas podrías vestirte de mujer— el pelirrojo soltó un golpe en la cabeza del chico.
— ¡Jamás! Estas loco si crees que me vestiré de mujer— se volteó indignado.
— No sería mala idea, te verías demasiado hermosa en una falda— abrazó la cintura del menor.
— Eres un maldito pervertido, Agreste— Adrien se alejó, sabía que cuando su novio lo llamaba "Agreste" era porque estaba enojado.
— Perdón, pero no se me ocurre otra cosa—.
— Ni a mi, podríamos pedirle ayuda a Rose ella puede fingir ser tu novia— comentó el pelirrojo.
— ¿Rose...? ¿Y no crees que Juleka se enoje por eso?—.
— Juleka y Rose sólo son amigas— Adrien quedó confundido.
— ¿Hablas en serio? Podría jurar que ambas están enamoradas—.
— No lo están, Rose me ha contado todo—.
— Aún así, siento que Rose no es el tipo de chica con la que andaría— contestó con una pequeña risa.
— Pues no se me ocurre otra cosa— Nathaniel se sentó en una mesa mirando fijamente al rubio.
— Sigo diciendo que te vistas de mujer— Nath le sacó la lengua, las manos de Adrien se aferraron de nuevo a la cintura del chico.
— Suéltame Agreste— Adrien negó.
— Jamás te soltare— sonrió.
— Basta, tenemos que pensar en una solución— recargo lentamente su cabeza en el hombro del rubio.
— Y-yo puedo ayudarlos—.
— Marinette
— ¡Marinette!
Tan rápido como pudo Nathaniel alejó a Adrien de su lado.
— Perdón por escuchar toda su conversación. Iba pasando por aquí y escuche la voz de Adrien así que decidí averiguar, no pensé que ustedes fueran pareja— la chica cerró la puerta.
— No me sorprendería que decidieras meterte, he visto como acosas a Adrien— Nathaniel la miró furioso.
— Ahora entiendo la razón por la que me dejaste de hablar Nath— dijo la de coletas.— Si me hubiera enterado que tú y Adrien andaban créeme que jamás me le hubiera acercado y mucho menos en la fie...—.
— ¡Basta Marinette! Nathaniel ya entendió— Adrien la interrumpió.
— ¿Entonces quieren que les ayude o no?— preguntó.
El pelirrojo no iba a aceptar la ayuda de la acosadora de su novio así que habló.— No, lo lamento pero Ros...— la mano de Adrien cubrió su boca.
— ¡Si, por favor!— una sonrisa apareció en el rostro de la chica.
— Esta bien, ¿y qué tengo que hacer?— preguntó emocionada.
— Sólo vas a fingir ser mi novia para que así mi padre no se entere que salgo con Nathaniel— Marinette asintió.
Nathaniel algo molesto mordió la mano de Adrien que aún seguía en su boca, el rubio soltó un pequeño grito por el dolor que le había causado.
— Bien, ya no tengo nada más que hacer aquí así que me voy. Cuídate Agreste, mañana me cuentas como te fue con tu novia— intentó bajarse de la mesa, pero Adrien se lo impidió.— ¿Qué haces?—.
— Nada, sólo esto...— sin importarle la presencia de Marinette besó a Nathaniel, al principio el pelirrojo no correspondió por el enojo pero después recapacito y comenzó a jugar con su lengua para que así Marinette tuviera cuidado en acercarse a su rubio...
Dio un brinco para bajarse de la mesa, se dirigió a la salida pero antes de irse se paró enfrente de la chica.
— No lo toques Marinette, el rubio es mío...—.
Cuando Nathaniel salió del salón Marinette soltó un suspiro.
— ¿Entonces Marinette aceptas?—.
— Sí, pero... ¿Nuestra "relación" será pública, verdad?— Adrien asintió.— Entonces me tendrás que llevar a citas y cosas así—.
— Sí, pero Nathaniel también irá... ¿Es un trato?— Marinette lo pensó por un segundo y después estrechó su mano con él.
— Es un trato Adrien—.
¿Ahora entienden el título? 7u7
Jjsakaja, me emocioné perdón xd.
Todo comienza a cobrar sentido, esperé con ansias escribir esta parte. Marinette no es mi personaje favorito, pero tampoco la considero la mala... ¿Ustedes creen que Marinette si quiera ayudarlos o sólo quiere echarse a Adrien bb?
Puedo pasarles mi dirección por si quieren ir a matarme jaja :')
Los amo no me odien xd... ♡
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro