Capítulo 28: Familia Kurtzberg
Pov. Normal
— Mi niño hermoso— la señora abrazó fuertemente a su hijo.— Te dije que tu padre iba a ir por ti—.
— Quería darte la sorpresa— correspondió al abrazo de su mamá.
La madre paso una mano por el rostro de su hijo, unas lágrimas estaban amenazando por salir. Se sentía feliz de que ya tendría a su hijo de nuevo.
— Ven, vamos adentro estoy preparando la comida— el pelirrojo asintió y siguió a su mamá. Al entrar miró por todos lados, su casa no había cambiado en nada. Todo seguía en su lugar, como por ejemplo esas fotos de Nathaniel que lo avergonzaban pues o estaba lleno de comida o desnudo.
— Mamá, ¿por qué no has quitado estas fotos?— dijo agarrando una de ellas.
— Son mis favoritas, además siempre que las veo me alegran el día— dio una leve palmada en la espalda del chico.— Sube tus cosas, tu padre y yo ya preparamos tu cuarto—.
— Bien...— sin esperar un minuto más subió las escaleras y se dirigió a su antiguo cuarto. Al momento de abrirlo Trixx salió observando el lugar.
— Parece el cuarto de un bebé— dijo burlándose.
— Nunca me dejaron decorar mi cuarto como yo quisiera— contestó el pelirrojo.
— ¿Tienes una obsesión por esa araña, verdad?— señaló un juguete que se encontraba en una repisa.
— Se llama Spider-Man y es mi súper héroe favorito— caminó hacia una esquina del cuarto y dejó su maleta. No quería acomodar las cosas en los cajones, porque no pensaba quedarse toda la vida en ese lugar y mañana tendría que decirle a sus padres.
Después de unos minutos bajó a la sala con su madre, ella aún se encontraba haciendo la comida y le mencionó que su padre no tardaría en llegar. Nathaniel decidió ver televisión, pero no había nada interesante.
— ¿Cómo te ha ido en la escuela?— preguntaba su madre desde la sala.
— Bien, me gusta la escuela. Los maestros son muy buenos y mis compañeros igual—.
— ¿Conociste alguna chica por allá?— sus mejillas rápidamente cambiaron de color, no quería mencionar ese tema con su madre aún.— ¿Eso es un si?—.
— N-No, bueno conocí varias chicas pero sólo son mis amigas— contestó bastante nervioso.
— Que mal, yo ya quería conocer a una novia tuya—.
— Mamá... Dejemos de hablar de esto, no me siento cómodo— bajó la mirada.
— Nath— la señora salió de la cocina para encontrarse con su hijo.— No porque co...— el pelirrojo la interrumpió.
— No digas su nombre, no quiero saber nada de ella—.
— Mi amor... Tienes que olvidarla, hay más personas allá fuera y mejores que ella— abrazó a su hijo.
Nathaniel asintió, comenzaron a escucharse algunos ruidos detrás de la puerta tanto Nath como su mamá voltearon y cuando la puerta se abrió el padre del chico estaba ahí. El señor aún no se había dado cuenta de su hijo así que camino para saludar a su esposa.
— Hola amor, ¿ya está la comida?— la abrazó.
— Sí, en un momento nos sentamos a comer— la señora se quitó de su lugar para que así este se diera cuenta.
— Hola papá— el hombre volteó a ver confuso y vio a su hijo. Su primera reacción fue abrazarlo fuertemente, al igual que su esposa le salieron unas cuantas lágrimas. Habían pasado días angustiantes porque su hijo no contestaba el teléfono y cuando llamaron a la escuela le avisaron el trágico "accidente" que había pasado.
— Tu madre y yo pensamos que te habíamos perdido— dijo entre sollozos.
— Perdón por no llamarlos—.
— ¿Te hicieron algo?— miró a su hijo.
— Sólo me golpearon— contestó.— Queen Bee vino a rescatarme.
— ¿La super heroína?— Nathaniel asintió.
Su madre que se había regresado a la cocina para supervisar la comida les gritó desde allá.— ¡Vamos a comer!— el hombre agarró a su hijo y juntos se dirigieron a la mesa.
Nathaniel ayudó a su madre a poner la mesa. Los tres se encontraban sentados dispuestos a comer.
— Mamá, ¿tendrás algunas naranjas?— preguntó.
— No compramos naranjas, pero ahorita voy por unas si quieres— el chico asintió y cuando estuvo a punto de probar su comida el timbre sonó desconcertando a los tres.— ¿Quién será?— el padre alzó los hombres en respuesta de que no sabía, mientras le extendía el plato a su esposa para que le sirviera más sopa.— Nath cariño, abre la puerta y yo le sirvo a tu papá, de seguro debe ser la vecina— como todo buen hijo obedeció a su madre y fue directo a abrir. Pero no se encontró con ninguna vecina sino con el rubio que lo había hecho sentir mal en la escuela.
— ¿Qué haces aquí?— preguntó Nathaniel.
— Por si no recuerdas dije que te acompañaría—.
— Regresa a casa no quiero que estés aquí, puedo arreglar las cosas solo— el pelirrojo estaba a punto de cerrar la puerta, pero Adrien se lo impidió.
— Nathaniel, perdóname— la puerta se abrió más y aquella figura que se encontraba atrás del pelirrojo hizo que Adrien dejara de hablar.
— ¿Quién eres tú?— preguntó el padre del chico observándolo de pies a cabeza.
— P-Papá el es un amigo—.
— B-Buenas tardes s-señor— dijo nervioso, extendió su mano para saludar al padre de Nathaniel pero el hombre nunca le correspondió.
— ¿Qué hace aquí?— preguntó sin dejar de mirar al rubio.
— El fue mi primer amigo y se me ocurrió que sería buena idea invitarlo a casa— contestó poniéndose enfrente del rubio.
— ¿Y a qué hora pensabas decirnos?— cruzó los brazos molesto.
— Ahorita que acabara la comida, perdón papá—.
Estuvo a punto de decir algo más, pero la madre de Nathaniel apareció.
— ¿Por qué lo estas regañando?—.
— Invitó a un amigo— al igual que el padre la señora observó a Adrien.
— Mucho gusto señores, soy Adrien Agreste...— el rubio miró de reojo a Nathaniel.— Soy amigo de Nathaniel y—.
— ¿Eres el chico que un día contestó el teléfono de mi hijo, verdad?— Adrien asintió.
— Creo que fue un error venir... Nos vemos Nath—.
— No, espera. Puedes quedarte, no se ve que seas un mal chico para mi hijo— Nathaniel volteó a ver a su mamá impresionado por lo que acababa de decir. No se podía decir lo mismo del señor, él estaba ardiendo por dentro, si bien Nathaniel aún no les daba la gran noticia de que ya no se encontraba soltero y mucho menos que su novio era el que estaba justo enfrente de su padre.
— ¿No causo mucha molestia?— preguntó Adrien, la mamá negó.
— Mi esposo y yo estamos muy felices de conocer a un amigo de nuestro hijo, ¿verdad?— abrazó al hombre que asintió con dificultad, todo era para que su esposa no lo dejara dormir un mes en la sala como lo hacia cuando Nathaniel traía amigos.
Los cuatro pasaron, los padres de Nathaniel se encontraban enfrente tomados de la mano y Nathaniel caminaba a lado de Adrien sin poder verlo. La señora amablemente le señaló a Adrien que tomara asiento.
— ¿Quieres acompañarnos?— el rubio afirmó y la señora fue rápidamente a servirle al chico.
— ¿Eres el chico que aparece en las revistas, no?— preguntó el padre con un tono de voz firme.
— Sí señor, soy modelo— contestó lo más rápido que pudo como si su vida dependiera de ello.
— ¿Entonces eres rico?— acercó un bocado a su boca y cuando el chico asintió dio una gran mordida.— Y supongo que tienes novia— fue ahí donde Nathaniel quiso meterse a la conversación.
— ¡Papá...!— su padre le hizo una señal de que se quedara callado.
— ¿N-Novia...? Bueno— el chico se quedó pensando en algo, sabía que Nathaniel aún no quería decirle a sus padres pero si no decía algo en este momento comenzarían a sospechar.— La verdad es que yo... Ah, no no tengo novio— hubo un silencio— ¡No! Quise decir novia, l-l lamento estoy un poco nervioso— afortunadamente la señora Kurtzberg entró a la sala y su esposo acabó con el interrogatorio, puso los platos enfrente del rubio y lo miró.
— Toma Adrien, espero que te guste— sonrió amablemente.
— M-Muchas gracias— sin esperar más Adrien empezó a probar la comida, la mirada de ambos padres ponían nervioso al chico, a veces volteaba a ver a Nathaniel quien sólo mantenía baja la mirada mientras comía.
— Díganme, ¿cómo se conocieron?—.
— ¿Es necesario contarte? Estamos comiendo mamá— dijo apenado el pelirrojo.
— Ay cariño no importa, Adrien se ve muy entusiasmado en contarme— toda la familia volteó a ver al rubio que tenía la boca llena y casi se atraganta por lo nervioso que estaba.
— B-Bueno...— terminó de comer, se aclaró la garganta y después prosiguió.— Estoy en el mismo salón que él y así nos conocimos— la señora Kurtzberg rió por el comentario "tonto" que dio.
— Eres muy gracioso, ya cuéntame bien... ¿Cómo es que tú y mi hijo se hablaron?—.
— Oh... Pues la verdad es que a Nath yo no le caía bien y lo hacia notar mucho, entonces yo siempre intentaba acercarme a él pero me rechazaba. Ya no me acuerdo muy bien como hablamos, pero ahora somos como m-mejores amigos— sonrió.
— Qué lindo...—.
— ¿Y dónde estabas cuando entraron a la casa de Nathaniel?— miró desafiante.
— Estaba en mi casa señor— dijo cabizbajo.
— Amor relájate, Adrien no es su novio como para que ande cuidando a nuestro pequeño— Nathaniel se alzó de la mesa para reclamarle a su mamá.
— ¡Mamá! Ya por favor, hay que comer tranquilos—.
— Nathaniel estas igual que tu padre, ¿qué tiene que quiera saber sobre tu amigo?— cansado de la actitud de sus padres Nathaniel se levantó de la mesa y se llevó a Adrien.
— P-pero aún no acabo de comer— le susurró al pelirrojo.
— No me importa, luego comes—.
— Disculpe señora, estuvo muy rica la comida— Nath llevó a Adrien a su cuarto, se aseguró que ninguno de sus papás lo siguieran y cerró la puerta.— ¿No crees que tu mamá se enoje porque nos fuimos así?—.
— No. No debiste venir—.
— ¿Estas enojado por lo que te dije?— el pelirrojo cruzó sus brazos y se volteó.
— No estoy enojado, sólo que me sentí mal— Adrien se acercó a él.
— No quería herirte, perdón por ser tan insistente. Si aún no quieres decirme voy a respetarte— lo abrazó por detrás.— Perdón, te amo mucho—.
— Y-yo igual...—.
— Bueno pequeño, ¿qué vamos hacer ahora?— Adrien se volteó esperando ver la reacción de Nathaniel.
— Ya vas a empezar...— el rubio soltó una gran risa y se tiró a la cama.
— ¿Vamos a decirle a tus padres sobre nuestra relación?—.
— No sé... Tengo miedo de como va a reaccionar mi papá, él siempre me ha dicho que me quiere tal y como soy, pero soy su único hijo y tal vez el se decepcione porque soy gay—.
— Tu papá se ve que te quiere mucho, no creo que te deje de hablar por eso—.
— Voy a pensarlo—.
Nathaniel decidió mostrarle algunas cosas de su infancia al rubio, como sus figuras de acción de Spider-Man o fotos con sus amigos. Después el chico recordó que en su armario guardaba algunos juegos de mesa que sus padres le regalaban así que pensó que sería buena idea enseñarle a Adrien, aunque el rubio terminó odiando cada juego pues no podía ganar y los pucheros que hacia le causaban mucha gracia a Nathaniel.
— Esto no es justo...— se cruzó de brazos indignado porque habían adivinado su personaje.— Tu te sabes el juego de memoria—.
— Fuiste tú quien dio la pista mas importante, no me culpes— contestaba el pelirrojo.
Exactamente no sabían cuantos horas llevaban jugando, pero por la ventana se dieron cuenta que comenzó a oscurecer.
La puerta se abrió interrumpiendo el juego de los chicos.— Lo lamento amores, solo venia a decirles que bajen a cenar. Hice hot-cakes— la cara de Adrien se iluminó, en verdad moría de hambre pero no le quería decir nada a Nath.
— Gracias mamá, en un momento bajamos—.
A diferencia de la comida la cena estuvo más tranquila, no hubo preguntas incomodas, todos se dedicaron a saborear los deliciosos hot-cakes que había hecho la señora Kurtzberg. Cuando el esposo y la señora terminaron se dirigieron a la sala para ver algo de tele antes de ir a dormir.
— Oye Nath... ¿Dónde voy a dormir?— preguntó.
— No lo sé—.
Nathaniel recogió su plato y el de Adrien para lavarlos, mientras el rubio esperaba tranquilamente sentado. Aunque toda esa tranquilidad desapareció cuando el papá del pelirrojo entró a la sala.
— Hey querida, ¿donde dormirá el chico Agreste?— preguntó sin apartar la vista en ningún momento.
— Pues en el cuarto con Nathaniel— volteó bastante desconcertado por la respuesta de su esposa, él no iba a permitir que un "desconocido" estuviera en la misma cama que su hijo.
— ¿Te has vuelto loca?— pasó sus manos sobre su pelo.— ¿Y si este tipo es un violador? Mi hijo no esta seguro con él— lo señaló.
— Adrien no es un violador, es amigo de Nath. Ademas no podemos dejarlo dormir en la sala, porque ahí dormirás tú si sigues con ese comportamiento—.
— Puede estar tranquilo señor, Nathaniel y yo ya hemos dormido juntos antes y...— con la cara que estaba poniendo el señor Adrien se dio cuenta que fue una equivocación hablar y más si iba a decir algo como eso.
— ¿¡Qué!? ¡Nathaniel, ven acá!—.
No tardó más de cinco segundos en llegar y con ver la cara furiosa de su padre le bastó para saber de que se trataba.
— ¿Este chico ha dormido contigo?— el pelirrojo bajó la mirada.— ¡Veme a los ojos y contesta!—.
— ¡Abraham, basta! No tienes porque gritarle así a Nathaniel— se puso enfrente de su hijo para protegerlo.
— ¡Tengo todo el derecho de gritarle!—.
— ¡No! Vamonos a dormir...— jaló al hombre de su brazo, pero este mantenía su postura firme mirando a su hijo. Después de varios jalones por parte de su esposa aceptó y se fue con ella.
— Nathaniel, ¿estas bien?— Adrien se acercó porque el pelirrojo no respondía.— Nath...—.
— E-estoy bien... Vamos a dormir por favor Adrien— el rubio asintió y se fueron al cuarto. Nathaniel buscó entre su maleta la pijama que había decidido traer y sin ningún problema se cambió enfrente de Adrien, amarró su pelo como siempre y se acostó en la mitad de la cama que le correspondía.
— Deje mis cosas allá abajo, regreso en un momento Nath ya vete durmiendo— salió de la habitación sigilosamente para no despertar al gruñón del señor Kurtzberg. Al bajar las escaleras se dirigió al sillón donde había dejado su maleta. Pero con lo que Adrien no contaba es que la madre de Nathaniel estaba allí observando aquella hoja que el rubio había recogido después de la pelea que tuvo con Nath, la señora se dio cuenta de su presencia, su cara era una de angustia.
— ¿Por qué tienes esto?— preguntó enseñando el dibujo a Adrien.— Contesta...—.
— Nathaniel la dibujó—.
— ¿Él sigue mal, verdad?— Adrien no contestó porque no sabia a que se refería.— Sabía que eso de vivir solo no iba a funcionar—.
— No entiendo nada, ¿quién es ella?—.
— ¿No te ha contado?— negó.— Fue una amiga de Nath, su primer amiga, ellos siempre estaban juntos y mi hijo no pudo evitar enamorarse de ella. No había día en que no me dijera lo hermosa que se veía y lo linda que era cuando sonreía, la amó durante mucho tiempo pero al final ella no le correspondió— el rubio hizo memoria de la primer noche que visitó a Nathaniel y se acordó que le había contado sobre una chica de la cual siempre estuvo enamorado.— Creo que Nathaniel te debería contar lo demás... Ve a dormir—.
— ¿Ella aún vive aquí?—.
— No, ella se fue y agradezco eso— ambos tomaron asiento.— ¿Cómo es mi hijo allá?—.
— Él es una persona muy linda, es muy tímido, pero aún así tiene amigos. Todos lo queremos—.
— Gracias por ser amigo de Nath y por cuidarlo en este tiempo— abrazó al rubio y esa sensación que él daba por perdida volvió, recorrió cada parte de su cuerpo. El recuerdo de su madre llegó y su corazón comenzó a palpitar más rápido.— ¿Tus padres saben que estas aquí?—.
— No, mi madre murió cuando era pequeño y mi padre esta siempre de viaje, aunque también siento que se murió. Siempre he estado solo, hasta que conocí a Nathaniel fue cuando comencé a descubrir nuevas cosas—.
— Debe ser muy difícil para ti, ningún chico debe estar solo y no deben de negarle amor— siguió abrazándolo.
— Señora no quiero estar solo de nuevo, por favor deje que Nathaniel siga viviendo allá. Le prometo que yo voy a cuidar de él, que nunca lo voy a dejar solo y que siempre lo voy a apoyar—.
— Tendría que ver con mi esposo, él no quiere que Nathaniel este lejos— dijo y acarició tiernamente su mejilla.— Ve a dormir, Nathaniel te esta esperando— Adrien asintió y comenzó a subir las escaleras.— Espera... ¿Tú quieres a mi hijo?—.
— N-no sé si Nath este de acuerdo en que lo diga, pero no puedo ocultarlo... Yo amo a su hijo—.
AHHHHHHHHHH kemocion xd
Se supone que ya debía estar dormida, pero decidí acabar el capitulo. Bueno, espero que mañana no me cueste trabajo pararme y ojala no me duerma en la clase de mate porque ese maldito maestro me odia. >:v
No sé cuando vaya actualizar de nuevo, mañana ya empiezo con exámenes y esta vez quiero salir bien en todos para ganarme mis vacaciones uwu, así que por eso hice este capitulo más largo.
Hasta luego... c:
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