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Capítulo 24: Sorpesa

Pov. Normal

Habían pasado 5 días exactamente desde que Adrien se encontró con Nathaniel. Casi todo volvió a la normalidad, excepto en su casa. Cada vez había más reglas, las ventanas de su cuarto estaban cubiertas con barrotes y el guardaespaldas del rubio lo seguía a todos lados. Gabriel Agreste evitaba cualquier contacto con su hijo, como siempre y Nathalie... Ella cada día se volvía más especial para el chico.

— Nathalie ¿pudiste conseguir lo que te pedí?— preguntaba el rubio.

— Fue algo difícil, pero conseguí todo. Además tengo una muy buena noticia— decía en voz baja para que nadie los pudiera escuchar.

— ¿Qué noticia?—.

— Tu padre tendrá que viajar hoy mismo y volverá hasta la próxima semana así que puedes hacer lo que planeas sin esconderte— la sonrisa de Adrien creció al escuchar esa noticia. No dudó en correr para abrazarla, como si se tratase de su propia madre.

— ¡Gracias Nathalie! Eres la mejor— se sorprendió por la acción del chico, pero no podía negar que le gustó.

— ¿Falta algo más?— preguntó abrazando al rubio.

— Siento que me falta algo más, pero no sé qué es. ¿Tú tienes alguna idea, Nathalie?— la asistente tomó asiento y comenzó a pensar.

— Dime... ¿Cómo es Nathaniel?— Adrien se sorprendió con la pregunta, sus mejillas se tornaron rojas con el simple hecho de pensar en ese chico.

— Bueno... Nathaniel es un chico demasiado serio, la mayoría lo llama antisocial. En las clases siempre se la pasa dibujando, ni si quiera se junta con alguien en receso, a veces voy con él y hablamos pero él tiene miedo de que alguien descubra nuestra relación. Tiene mucho miedo de que las personas lo juzguen, de que lo miren raro. Sé que tuvo que pasar algo en su pasado para que el dejara de tener confianza en si mismo, pero quiero que el se de cuenta de lo perfecto que es. Jamás me canso de decírselo y no miento Nathalie, si lo vieras quedarías asombrada de su sonrisa, sus ojos turquesa y de sus sentimientos... Es como un bello ángel, además es un gran artista, sus dibujos son verdaderamente preciosos, como él...— Nathalie quedo sorprendida.

— Eso es...— contestó.— Haz una carta, puedes escribir todo eso Adrien—.

— Pero... No soy muy bueno escribiendo— Nathalie rió.

— Yo te ayudaré para que así quede bien. Tal vez una canción también ayudaría— dijo.

— ¿Una canción...?—.

— Sí, puedes escoger una canción que te haga pensar en él, sé que le gustará— guiño un ojo.

— Creo que tengo una canción... Voy a descargarla de inmediato— Adrien se paró rápidamente de su cama.

— Bien, yo iré a ayudar a tu padre con sus maletas—.

— Nathalie... ¿Alguna vez has estado enamorada?— la pregunta del chico hizo sonrojarla.

— Sí, pero yo no soy tan valiente como para confesarme— cerró la puerta dejando al rubio confundido.

Adrien prendió la computadora para preparar los ultimos detalles de la sorpresa que tenía para el pelirrojo. No quería que algo saliera mal, todo tenía que salir perfecto pues se trataba de la persona que más ama en este mundo.

— ¿A dónde piensas llevarlo, a un hotel?— Plagg rió sin parar.

— No Plagg, no creas que solo pienso en acostarme con Nathaniel— dijo molesto.

— Oye... ¿Y no pensaste nada de lo que te dijo el maestro Fu?—.

— Pienso que él no tiene porque decidir por nosotros, así que no me interesa nada de de sus malditas mentiras— contestó enojado.

— Adrien no son mentiras... No es porque odie a Trixx, pero hay algo que altera todo justo cuando él sale—.

— No quiero que estés aquí si vas a seguir hablando de eso. No quiero que me arruines el día Plagg así que largo— el kwami se fue sin pelear más con su portador.

En el fondo el rubio se sintió mal por hablarle así a Plagg, pero no soportaba que tanto él como el maestro Fu intentaran convencerlo de que Nathaniel y él no deben estar juntos.

Dio un suspiro cuando terminó de descargar la canción. Pasó sus manos sobre su pelo, en su mente una imagen de Nathaniel apareció.

Pero no era cualquier imagen, era una donde Nathaniel estaba agitado. Extrañaba tanto sentir el cuerpo del pelirrojo cerca, no podía negar que con el simple hecho de imaginarse a Nathaniel su "amigo" despertara. Ese pelirrojo tenía el control de todo, con una simple palabra podía hacer que Adrien se derritiera.

— Adrien, baja a desayunar o se te hará tarde para la escuela— Nathalie interrumpió los pensamientos de Adrien.

El chico se apuró a tomar sus cuadernos para meterlos a su mochila, no podía ocultar la emoción que sentía si en verdad Nathaniel regresaba hoy. 

Salió rápidamente de su cuarto para dirigirse al comedor donde lo estaba esperando Nathalie con su desayuno.

— Gracias Nathalie— el chico se sentó y comenzó a comer. Probó tres bocados más y salió corriendo nuevamente.

— ¿No piensas acabar?— preguntó la chica.

— Estoy satisfecho, además hoy a la primera hora tengo a la maestra de química y es un poco gruñona en cuanto al tiempo— Nathalie rió.

— ¿Nathaniel va a regresar, cierto?—.

— Tal vez...— dijo sonriendo.— Supongo que sus heridas ya no están tan mal—.

— Que te vaya bien, no olvides la sorpresa— el rubio asintió y salió corriendo hacia la limusina.

El camino se le hizo demasiado largo, sabía que cuando llegara correría al salón en busca del pelirrojo y cuando lo tuviera en frente lo abrazaría sin importarle quienes estuvieran ahí.

— Llegamos...— miró por la ventana y abrió la puerta. 

Se apresuró para llegar al salón, empujó a cualquiera que estuviera estorbando su camino y cuando estuvo en frente de la puerta se detuvo.

— Por favor Nath, necesito verte— abrió la puerta y miró hasta el ultimo asiento...

El pelirrojo lo miró y una gran sonrisa apareció en su rostro, se levanto de su asiento y se dirigió hacia Adrien. Esos ojos turquesa brillaban mas que nunca y sin soportar un segundo más separados Nathaniel abrazó al rubio.

— Hola tomatito...—.

— ¡Esto es hermosooo!— ambos chicos vieron a la tierna rubia que los veía con amor.— Perdón por interrumpir, yo estaré en la puerta vigilando que nadie entre— guiño el ojo.

— Gracias Rose— dijo Nathaniel.

La chica salió del salón dejándolos solos. Adrien acarició las mejillas de Nathaniel, seguía sitiéndose culpable pues los golpes aun se notaban en el rostro del chico. Besó sus labios, no quería separarse, Nathaniel era el único que hacia sentir bien al rubio, solo con él podía sentirse seguro. 

El beso fue detenido por Nath, se aferró al cuello de Adrien.

— Sé que ya nos habíamos visto antes, pero con tan sólo un minuto que no te vea siento que mi mundo se acaba— dijo tiernamente el pelirrojo.

— Mi mundo se derrumbó cuando me dijeron que estabas muerto— besó la frente del chico.

— Adrien...- lo miró a los ojos.— T-te amo— el rubio sonrió, su vida cobraba sentido de nuevo.

— Yo también te amo demasiado, ¿podemos estar juntos hoy?— preguntó.

— ¿Y tus amigos?—.

— Ellos no importan, hoy sólo quiero estar junto a ti— la rubia apareció en la puerta.

— Marinette se acerca junto con Alya y Nino, apresúrense— dijo y cerró la puerta.

— Vamos a sentarnos tomatito— Nathaniel asintió, ambos se dirigieron a los últimos asientos. Antes de que todos entraran Adrien le dio un último beso.

Todos comenzaron a entrar, Marinette fue la primera en darse cuenta que Adrien estaba en un lugar que no le correspondía. Nino miro extraño al rubio.— Adrien ven acá— señaló el chico.

— Lo lamento Nino hoy estaré con mi...— Nathaniel tomó la mano de Adrien para que se diera cuenta de lo que estaba a punto de decir.— Con mi amigo Nath— dijo con una sonrisa.

— Esta bien— el chico tomó asiento.

Marinette observó al rubio con una cara de tristeza, después miró a lado y se topó con la mirada de Nathaniel. Se puso algo nerviosa así que decidió desviar la mirada.

La maestra llegó al salón, todos guardaron silencio y siguieron las indicaciones de su profesora. Cada uno de los estudiantes sacó su cuaderno y comenzaron a hacer el trabajo que había dejado. 

Nathaniel estaba demasiado concentrado en su cuaderno que no se dio cuenta cuando la maestra se acercó a su lugar.

— Nathaniel ¿ya estas mejor?— preguntó amablemente.

— Sí maestra, ya no faltare más lo prometo— contestó con una sonrisa.

— Bien, necesito hablar contigo respecto a esta situación— acomodó un poco del fleco de Nathaniel para poder ver el golpe que tenía en su ojo. El chico asintió nervioso mirando al rubio, la maestra los dejó y se fue a su escritorio.

— ¿Qué piensas decirle?—.

— Si le digo que me caí sería estúpido, así que le diré que me quisieron asaltar o algo así— contestó.

— ¿Sigues con Chloe, cierto?— el pelirrojo asintió.— ¿Sabes que sucede dentro de dos días?—.

Nathaniel pensó por un momento, luego sonrió y contestó.— No recuerdo Agreste, creo que no ocurre nada...— Adrien lo miró con tristeza.

— ¿Es en serio tomatito?—.

— Hablo en serio, yo no recuerdo nada— rió levemente, pero aún así el rubio se dio cuenta.

— Tal vez con un beso recuerdes todo— sonrió picaramente.

— No creo que con un beso recuerde todo—.

— ¿Ah no?— el rubio comenzó a acercarse a Nathaniel.

— ¡Espera! Ya recuerdo, por favor controlate— dijo sonrojado.

— Eres tan lindo...—.

— Apurate a hacer tu trabajo sino la maestra te va a regañar— contestó el pelirrojo.

— Tu belleza no me deja concentrarme— Nathaniel dejó caer su cabeza en la mesa.

— Basta, tú quieres que muera aquí mismo— Adrien rió y abrazo con ternura al chico.

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Nathaniel caminaba a lado de Adrien, no decía nada porque aún estaban en la escuela y no quería que alguien mas se enterara.

— Están a punto de venir por mi, así que... ¿Podrías acompañarme?— tomó la mano del chico.

— P-pero...— Nathaniel miró alrededor para asegurarse que nadie los veía.

— Anda, nadie se dará cuenta— asintió y Adrien lo jaló, llegaron a un salón que ya había sido abandonado por los chicos. 

Adrien cerró la puerta después de observar que nadie se diera cuenta que estaban ahí.

— Bien, ¿por qué me trajiste aquí?— preguntó Nath.

— Como te había dicho... Dentro de dos días se cumple un año desde que me dijiste que querías estar conmigo y quiero regalarte algo inolvidable por todos esos momentos que hemos vivido— Nathaniel le sonrió.

—Adrien, recuerda que aún estoy en casa de Chloe — contestó.

— Chloe no se dará cuenta de que te robe...—.

Ya les traje un nuevo capítulo, no pude hacerlo tan largo como los otros aunque no me faltó mucho. Pero el siguiente capítulo será el más hermoso que haya escrito, espero que me quede bien para no decepcionarlos. c;

Quiero hablarles de un nuevo fic que estoy haciendo, no es de MLB pero si es yaoi se llama "Soy tuyo...", vayan a leer la descripción de la historia y si les llama la atención pues la leen xd, eso es todo lo que quería decirles.

Adiós ♡

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